lunes, 2 de octubre de 2017

Los empresarios y sus economistas topan a veces en limitaciones políticas pero su choque final será con el tamaño terrestre


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Los empresarios y sus economistas topan a veces en limitaciones políticas pero su choque final será con el tamaño terrestre Kaos en la red

 


Por Rómulo Pardo Silva
Los empresarios con sus gobiernos, militares, religiosos, intelectuales, no podrán contra un planeta finito de recursos.
Los empresarios son de hecho y derecho quienes deciden sobre las reservas de recursos naturales del planeta para la vida. Su objetivo es utilizarlos para aumentar su riqueza.
Uno de sus métodos es obligar a comprar permanentemente artículos que pierden intencionadamente su funcionalidad.
Adiós a los primeros iPhone y Nokia: firmas telefónicas eliminan las redes 2G en todo el mundo
Las compañías del sector piden a sus clientes que cambien de teléfono móvil.
La postura de 2degrees es parte de una tendencia general: firmas telefónicas están dejando en todo el mundo de prestar los obsoletos servicios de 2G, por lo que los clientes que tienen modelos de teléfonos viejos ya no pueden ni escribir mensajes ni hacer llamadas.
El 2G, o tecnología inalámbrica de segunda generación, es un estándar de comunicaciones móviles que permite hacer llamadas, enviar SMS y transmitir una cantidad limitada de datos.
En suma, la desaparición paulatina de la segunda generación de redes móviles afecta fundamentalmente a los dueños de teléfonos con botones, aquellos que comenzaron a comercializarse a comienzos de la década de 2000.  RT
Sus medios presentan la explotación de la Tierra como algo inevitable, obligado para el humano, sostenible por siempre. Es el progreso sin ninguna alternativa.
La economía es todo menos una ciencia racional. Y no es una ciencia porque tiene tantos misterios como la religión. Los sacerdotes de ayer son los expertos de hoy. Tanto los ancestros, como sus hijos hablan del “motor” que mueve el mundo. Los antiguos creían en Dios, los expertos de hoy creen en TINA; las iniciales del acrónimo thatcheriano «There is no alternative» (no hay alternativa) . Políticos y economistas reclaman hoy lo mismo que los curas medievales exigían a la feligresía cristiana y a los incrédulos de todo tipo; amar a Dios sin entenderle. Amar a TINA sin límite. Francisco Muñoz Gutiérrez, Rebelión
Rara vez los encargados de la política se oponen a algún acto de esta forma de civilización. Pero pueden hacerlo para salvar inteligentemente el sistema.
En febrero de 2015 se aprobó en Francia la Ley de Energía de Transición, la primera legislación en el mundo que persigue la obsolescencia programada. Esta práctica, que consiste, según la Agencia de Medio Ambiente francesa, en “acortar la vida útil de un producto intencionadamente para que el consumidor tenga que comprar uno nuevo, limitando su periodo de uso por razones del modelo económico”, puede conllevar penas de hasta dos años de cárcel y multas de hasta 300.000 euros. Además, las compañías pueden ser sancionadas con multas que podrían alcanzar el 5% del promedio de sus ingresos anuales en los tres últimos años. Según informa un comunicado de la asociación medioambiental que ha interpuesto la denuncia, Halte à l’ Obsolescence Programmée (stop a la obsolescencia programada), ejecutivos de las   presas HP, Epson, Canon y Brother podrían enfrentarse a penas de prisión y las empresas podrían ser obligadas a pagar fuertes multas si fueran declaradas culpables. El delito que, presuntamente, han cometido es el de limitar deliberadamente la vida útil de sus impresoras. Yago Álvarez, Rebelión
Pero será la fuerza de la realidad física el freno último que se impondrá en el futuro a esta propiedad insostenible sobre la naturaleza.
Para el año 2030, la humanidad se enfrentará a un déficit de equipos electrónicos. A esta conclusión llegaron los autores de una investigación publicada en la revista Nature. La culpa será de la escasez de materias primas para su producción, cree un equipo internacional de científicos de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Australia, Sudáfrica. Se calcula, por ejemplo, que para crear un chip de computadora en los años ochenta hacían falta unos 12 elementos químicos, en los años noventa ya eran 16 y al final del siglo XX — principios del XXI eran más de 60.  Hacen falta más y más materiales, que no tienen análogos y son de difícil acceso y ni siquiera el reciclaje soluciona el problema, se señala en el estudio. Sputnik
La comprensión de lo que ocurre se debe explicar desde ya, aunque la evidencia universal vendrá en los golpes del proceso de agotamiento de los recursos naturales.
Por un Movimiento para una nueva civilización solidaria de socialismo sustentable.
No progresismo de izquierda.
Contacto     romulo.pardo@gmail.com
www.malpublicados.blogspot.com

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