El ministro israelí para Asuntos de Jerusalén, Zeev Elkin, confirmó la existencia de un plan con el que se pretende reducir la población palestina en el sector ocupado de Jerusalén.

La iniciativa prevé desgajar de la ciudad santa varios barrios palestinos que están del otro lado del muro que Israel construyó hace unos 13 años para separar Jerusalén del resto de la Cisjordania ocupada.
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El plan cuenta aparentemente con el respaldo del primer ministro Benjamín Netanyahu y con el apoyo de la Kneset, y si se aplica, sería la primera vez que Israel reduce las dimensiones territoriales y poblacionales del ayuntamiento de Jerusalén desde que ocupó la ciudad en la guerra de 1967, tras la que hubo una ampliación de Jerusalén.

Los barrios que se quiere desgajar son el campo de refugiados palestinos de Shuafat, Kfar Aqab, al Sawahra y al Wallaya.

Los expertos no saben con exactitud cuántos palestinos viven en todos esos barrios, si bien se estima que en conjunto tienen una población de entre 100.000 y 150.000 habitantes.

Se supone que la población total palestina de la municipalidad de Jerusalén se eleva a los 300.000 habitantes, de manera que la exclusión de esos barrios supondría la pérdida de hasta la mitad de la población palestina de Jerusalén.

Desde que se construyó el muro, hace más de una década, el ayuntamiento dejó de ofrecer servicios a esas zonas y la policía israelí apenas entra en ellas en casos puntuales, lo mismo que el ejército.

Los barrios mencionados son auténticas zonas de nadie, donde existe una rampante delincuencia y consumo de drogas, puesto que la Autoridad Palestina tampoco tiene competencias para dar servicios.

El ministro Elkin admite que otra de sus preocupaciones es el crecimiento demográfico de la población en esas zonas.