Las exportaciones de biodiésel significan el 2% del total de los envíos argentinos.
Las exportaciones de biodiésel significan el 2% del total de los envíos argentinos.
En un año en el que el déficit comercial es récord histórico, la pérdida de un mercado internacional cobra mayor gravedad. Eso fue lo que sucedió con el biodiésel, luego de que los EEUU aplicaron el mes pasado aranceles casi prohibitivos para los envíos argentinos, de un 57% en promedio.
El biocombustible representa el 2% de las exportaciones argentinas. Según el INDEC, en el primer semestre del año el Complejo Biodiésel exportó USD 557 millones (741.485 toneladas), con un incremento de 32% respecto del primer semestre de 2016. Estados Unidos fue casi el único comprador, con USD 552 millones, por cuanto la restricción de este mercado comprometía la rentabilidad de ese sector.
PRODUCCIÓN Y EXPORTACIONES DE BIODIÉSEL 2008-2017
(*) Primer Semestre de 2017 – Fuente: INDEC.
Por ello, la reapertura del mercado de la Unión Europea tras cuatro años, luego de que se aprobara la readecuación de aranceles conforme al fallo de la Organización Mundial de Comercio (OMC), es una novedad más que esperada y oportuna. Con precios internacionales en valores récord, en 2011 las ventas al bloque sumaron USD 1.847 millones, y otros USD 1.500 millones en 2012. Hoy, por la baja de precios, se estima que ese mercado podría demandar entre USD 1.200 millones anuales (unas 1,5 millones de toneladas).
"Las ventas del combustible tenían a Europa como un destino clave: en 2012, las exportaciones a la Unión Europea representaban alrededor del 89% del valor total exportado de biodiésel argentino, pasando al 43% en 2013. Finalmente, en 2015, la participación de exportaciones a UE sobre el total de biodiésel exportado por Argentina se redujo drásticamente al 1%", describió un reporte de Abeceb.com.
La Cancillería argentina informó que la OMC "determinó la inconsistencia de los derechos anti-dumping definitivos impuestos a las importaciones de biodiésel argentino". En un comunicado de prensa, la Cancillería resaltó que "hasta el 2013, la Argentina fue el principal abastecedor de biodiésel de la Unión Europea".
"El Gobierno nacional reaccionó a tiempo. Ni bien trascendió el desmedido incremento de aranceles a las importaciones de biodiésel argentino en Estados Unidos, a raíz de un supuesto dumping, logró reabrir el mercado de aceite de soja en China. Y ahora, tras cuatro años de litigio en la Organización Mundial del Comercio (OMC), consiguió la reapertura del mercado de biodiésel de la Unión Europea", señaló Alberto Padoán, presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario
"En dos semanas quedaría reabierto nuevamente el ingreso de biodiésel argentino al mercado europeo", confirmó el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Faurie, quien aseguró que continúan las tratativas con el Departamento de Comercio de los EEUU para recuperar aquella plaza.
En 2013, la UE impuso una tasa del 24,6% contra el biocombustible argentino y con ese nivel lo dejó afuera del mercado. Para la Argentina las exportaciones a ese destino representaban 1,5 millones de toneladas.
En 2011 las exportaciones de biodiésel alcanzaron un récord de USD 2.090 millones, seguido por los USD 1.776 millones de 2012, años en los que los precios de las materias primas alcanzaron máximos históricos.
En 2011 las ventas de biodiésel a la Unión Europea superaron los USD 1.800 millones
El INDEC refirió que las ventas externas del Complejo Biodiésel fueron de USD 1.055 millones en 2013 y de USD 1.305 millones en 2014. En 2015 se desplomaron a un piso de USD 506 millones en el año. La Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO) atribuyó entonces a la caída de los precios del petróleo –producto que compite con las energías alternativas– y a la restricción del mercado europeo aquella profunda baja.
Como compensación, desde mayo de 2014 se dispuso el aumento del corte obligatorio en el mercado interno al 10%, redundaron en una recuperación de la producción local que permitió un ahorro de divisas por la sustitución de importaciones de gasoil.
En 2016 hubo una notable recuperación de las exportaciones, hasta los USD 1.240 millones, cuando el gobierno de Mauricio Macri redujo de 6,4% a 3,65% los derechos de exportación para este combustible, cuyos mercados se habían acotado a los EEUU y Perú, ante la salida de la UE, donde España concentraba las compras. Dicha alícuota efectiva se redujo a tan solo 0,13% en septiembre de este año, según el Ministerio de Energía.
No obstante, esta retención diferencial respecto del resto del complejo sojero en la práctica recorta el valor interno del principal insumo para producir biodiésel (aceite de soja), que es lo que le da rentabilidad al sector frente a sus competidores extranjeros.
Mientras que la tonelada de aceite de soja se negocia en Chicago a unos USD 760 hoy, en el mercado interno toma a $9.506 (USD 552 al tipo de cambio comercial). La diferencia entre los USD 760 en el exterior y los USD 552 es la retención del 27%, que se le cobra a la exportación del aceite pero no a su derivado biodiésel: este es el fundamento de las denuncias por "dumping" contra la Argentina en el exterior.
El potencial exportador de la industria del biodiésel se valida en su capacidad ociosa, hoy en torno al 50%, que de desplegar actividad plena podría aportar unos 4 millones de toneladas de producción anual, con potenciales exportaciones por más de 3 millones de toneladas si los mercados de EEUU y Europa se abrieran en simultáneo, unos 2.300 millones de dólares.