China exhortó el viernes a Corea del Norte y Estados Unidos a "dar muestras de prudencia" y evitar las "demostraciones de fuerza" tras una nueva escalada verbal.
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Cintas con mensajes que llaman a la paz y la reunificación cuelgan de una malla sita en las cercanías de la zona desmilitarizada antre las dos Coreas.
El presidente estadounidense, Donald Trump, endureció su discurso contra Pionyang este viernes. "Las soluciones militares están listas para ser desplegadas si Corea del Norte actúa de forma imprudente. Espero que (el líder norcoreano) Kim Jong-un encuentre otra vía", escribió en su cuenta de Twitter.
La víspera,
había asegurado que quizá no fue "bastante dura" su promesa de desatar "fuego e ira"
sobre Corea del Norte si seguía amenazando a Estados Unidos.
Pekín reiteró este viernes su llamamiento a la moderación. "Pedimos a todas las partes que den muestras de prudencia en sus palabras y sus acciones, y que hagan más para apaciguar las tensiones", declaró Geng Shuang, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Washington y Pionyang deben intentar "reforzar su confianza mutua, en vez de recurrir a las viejas recetas que consisten en encadenar las demostraciones de fuerza", añadió el diplomático en un comunicado.
El jueves, el jefe del Pentágono, Jim Mattis, se había mostrado más prudente que su presidente, insistiendo en el hecho de que "el esfuerzo estadounidense es conducido por la diplomacia" y alertando sobre el escenario "catastrófico" de un conflicto armado.
Corea del Norte había presentado horas antes su plan de lanzar cuatro misiles contra la isla de Guam, bastión estratégico de Estados Unidos en la región, acción que consideró "una advertencia" a Trump.
Esa guerra retórica acerca de los programas balístico y nuclear de Pionyang alimenta el temor a un error de cálculo que tendría consecuencias catastróficas para la península coreana y más allá. En julio, el país asiático realizó con éxito pruebas de misiles balísticos intercontinentales (ICBM), que podrían alcanzar territorio estadounidense. Consultado sobre eventuales ataques preventivos, Trump eludió dar una respuesta clara. "Nos preparamos ante numerosos escenarios diferentes", declaró.
John Delury, profesor en la Universidad Yonsei de Seúl, opinó que podría producirse "una minicrisis de los misiles cubana" en la región. En 1962, la instalación de misiles soviéticos en Cuba alimentó temores de una guerra nuclear mundial.
Según analistas, un ataque norcoreano a Guam pondría a Washington en una posición difícil: si no intenta interceptarlo, su credibilidad se vería afectada y Pionyang se sentiría confiado para hacer una prueba de ICBM de mayor envergadura.
Respecto a China, el principal socio económico de Corea del Norte, Trump consideró que "puede hacer mucho más" para presionar al régimen de Kim Jong-un, a pesar de que Pekín se unió el sábado pasado al conjunto del Consejo de Seguridad de la ONU para adoptar nuevas sanciones contra Pionyang.
China y su papel
Entretanto, Pekín aboga por una solución "negociada" del caso norcoreano, sin darle la razón a ninguno de los bandos enfrentados. China propuso en varias ocasiones una solución para salir de la crisis: que Corea del Norte acabe con sus ensayos nucleares y balísticos mientras Estados Unidos y Corea del Sur ponen fin a sus ejercicios militares conjuntos.
Este viernes, el diario oficial chino Global Times abundó en la idea de que Pekín no debería intervenir en caso de conflicto entre Washington y Pionyang. El gobierno debe "dejar claro que si Corea del Norte envía misiles que amenacen el suelo estadounidense en primer lugar y que Estados Unidos reacciona, China permanecerá neutra", opinó en un editorial.
El general Kim Rak-Gyom, comandante de las fuerzas balísticas de Corea del Norte, consideró "absurdas" las advertencias de Trump. "Un diálogo sensato es imposible con un tipo que carece de raciocinio y con él sólo funciona la fuerza absoluta", indicó, citado por la agencia oficial de noticias KCNA.
Agregó que a mediados de agosto podría estar listo el plan de ataque a Guam, que implicaría lanzar cuatro misiles que sobrevolarían las prefecturas japonesas de Shimane, Hiroshima y Koichi. El proyecto aún debe ser aprobado por el líder norcoreano Kim.
La isla de Guam, a unos 3.500 km de Corea del Norte, cuenta con dos bases militares estadounidenses con bombarderos pesados de largo alcance, cazas y submarinos, que participan regularmente en las demostraciones de fuerza de Estados Unidos cerca de la península coreana, para furia de Pionyang.
Guam, donde viven 162.000 personas, también está equipada con un escudo antimisiles THAAD.
Las tensiones en la península coreana tienden a agravarse siempre que Seúl y Washington hacen ejercicios militares conjuntos, y los próximos están previstos hacia el 21 agosto.