miércoles, 15 de marzo de 2017

Rabotnitsa, la pionera publicación feminista al servicio de la construcción del Socialismo.

Rabotnitsa, la pionera publicación feminista al servicio de la construcción del Socialismo.




Portada de Rabotnitsa, enero de 1923. La publicación había dejado de editarse en 1918 a causa de la guerra civil, reiniciándose la edición en 1923. Es el primer número de la nueva etapa, no de la revista. Rabotnitsa se convirtió en la revista ofical de la Mujer, del Partido Comunista.

El papel de los medios como agentes de socialización ha sido tratado muy a menudo en las Ciencias Sociales, constituyendo un campo de estudio desarrollado por disciplinas académicas distintas. Es cierto que en el pasado este papel no era tan relevante como en tiempos actuales, por supuesto. Hasta que la Radio, el Cine y la TV se convirtieron en medios de masas, la prensa escrita desempeñó en solitario esta función. Pero su importancia como herramienta de socialización y de re-socialización políticas en el primer cuarto del siglo XX, era ya reconocida por los revolucionarios en sus luchas contra la burguesía capitalista. Desde el siglo XIX, la prensa proletaria había ido ganando importancia como instrumento en la lucha ideológica, no solo para difundir las ideas propias del movimiento socialista, sino al mismo tiempo para contrarrestar la influencia de la prensa burguesa. 

Por ello no es de extrañar que, en el proceso anterior y posterior a la Revolución de Octubre, el periódico al servicio de la causa de la emancipación de la clase trabajadora, fuese cobrando un protagonismo cada vez mayor en la dimensión ideológica de la lucha de clases. Fue el caso de Pravda (La Verdad), convertido en órgano oficial del POSDR en 1912 (1), o de la revista Iskra (La Chispa), que empezó a publicarse en 1900 (2); de fecha más tardía es Izvestia (Noticias), que comienza a editarse el 13 de marzo de 1917 en Petrogrado (3).

Precisamente esta función socializadora de la prensa, motivó que desde principios del siglo XX fueran apareciendo también revistas específicamente vinculadas al movimiento de mujeresModnyi svet (San Petersburgo, 1868-1916), Zhenskoe delo (San Petersburgo, 1899-1900), Khoziaika (San Petesburgo, 1901-1903), Zhurnal akusherstva i zhenskikh boleznei (San Petersburgo, 1901-1916), Khoziaika (San Petersburgo, 1908), 1908), Zhenskaia mysl’ (Kiev, 1909-1910), Damskii listok (San Petersburgo, 1910), Mir zhensh-chiny (Moscú, 1912-1916), Zhenshchina i voina (Moscú, 1915), Zhenshchina i Khoziaika (Moscú, 1916), entre otras (4). Pero la mayoría de estas publicaciones en absoluto cuestionaban el status quo de la sociedad capitalista. Eran publicaciones dirigidas a la mujer burguesa. Casi con la excepción de Rabotnitsa (La Mujer Trabajadora, 1914, 1917-), de la que luego hablaremos. "las revistas femeninas expresaban un interés por el cambio social para lograr la igualdad civil y política, pero sus esperanzas para el futuro se concretaban en algún tipo de gobierno constitucional en lugar de un cambio revolucionario" (5)Sin embargo, hubo una excepción, una publicación de mujeres que rompió con esta pauta: Rabotnitsa. La revista Rabotnitsa se convertiría en la primera expresión escrita del feminismo vinculado al movimiento revolucionario.


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El movimiento feminista ruso (6) fue más o menos coetáneo con el resto del movimiento feminista en muchos países occidentales, remontándose al siglo XIX. Y tal como sucedió en otros lugares, inicialmente está vinculado a la burguesía: "Durante la década de 1850 y principios de la década de 1860, el movimiento ruso de las mujeres fue desarrollándose principalmente entre las mujeres de las clases privilegiadas" (7). Sin embargo, los estrechos vínculos que tenían muchas de estas mujeres con los círculos revolucionarios, fue abriendo una brecha de clase en este primer feminismo ruso (8), haciéndose cada vez más nítida. Esta tendencia tendrá su eco en el POSDR. Así, por ejemplo, en 1901 N.K. Krupskaia escribió en esta línea el opúsculo "La mujer trabajadora", y en el II Congreso del POSDR, celebrado en 1903, el Partido aprueba un documento exigiendo la completa igualdad legal y política entre hombres y mujeres. Con la Revolución de 1905, las mujeres bolcheviques comienzan a organizar reuniones y asambleas de mujeres trabajadoras completamente disociadas del movimiento femenino burgués (9). Así va tomando forma y fortaleciéndose la vanguardia feminista estrechamente vinculada al Socialismo y a la clase trabajadora. En este contexto, descrito de manera muy telegráfica, aparece Rabotnitsa.


Una publicación pionera: Rabotnitsa (Работница: "La mujer trabajadora")


Portada de un nº de 1917. La represión zarista había cerrado la revista en julio de 1914, el mismo año en que había salido a la luz. Hubo que esperar hasta el 23 de mayo de 1917 para que volviese a ser editada.

La primera edición de Rabotnitsa tuvo lugar en San Petersburgo el 8 de marzo de 1914; es decir, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Este primer número tuvo una tirada de 12.000 ejemplares. Nació con vocación de ser una periódico de masas dirigido a las mujeres de la clase trabajadora. Rabotnitsa fue liderada al principio por Nadezhda Krupskaia, compañera de Lenin, junto con un grupo de mujeres bolcheviques que constituyeron el equipo fundacional; además de N.K. Krupskaia: A.I. Ulianova-Elizarova, , I.F. Armand, A.V. Artiukhina, V.M. Velichkina, F.I. Drabkina, A.M. Kollontai, P.F. Kudelli, Z.I. Lilina, L.R. Menzhinskaia, K.I. Nikolaeva, E.F. Rozmirovich, K.N. Samoilova y L.N. Stal, entre otras (10)

Antecedente alemán

Rabotnitsa fue una revista pionera en el feminismo revolucionario ruso, pero no fue la primera de este tipo en Europa. Este mérito corresponde a la revista de las obreras alemanas Die Gleichheit (La igualdad), fundada en 1892 por Clara Zetkin, que desempeñó siempre el papel de editora de esta revista legendaria, que enseguida se convirtió -y como tal se mantuvo- en el órgano oficial del movimiento socialista internacional de la mujer (10a).


Die Gleichheit, revista fundada en 1892 por Clara Zetkin, fue el antecedente alemán de Rabotnitsa

Die Gleichheit fue una publicación exitosa y llegó a alcanzar los 124.000 ejemplares de tirada en vísperas de la I Guerra Mundial, en 1914. Inessa Armand, Aleksandra Kollontai y Nadezhda Krupskaya y el resto de sus compañeras, se inspiraron en el ejemplo alemán para impulsar Rabotnitsa, (10b)

Reticencias masculinas

Sin embargo, el lanzamiento de Rabotnitsa no resultó tarea fácil para el colectivo de mujeres que estaba detrás de la idea. La revista fue lanzada aquel 8 de marzo de 1914, después de cuatro años de debate entre los socialistas sobre si las mujeres trabajadoras necesitaban o no una revista propia, o si por el contrario era suficiente una "página femenina" en Pravda (11). Argumentando que la "cuestión de la mujer" no era más que "un aspecto" de la cuestión social general, el POSDR (Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia) estaba dominado por varones que se oponían a una publicación separada para mujeres. A los varones militantes les costaba entender las razones y no acababan de comprender la importancia y el tremendo potencial que este tipo de prensa podía desempeñar, ejerciendo influencia cultural y política sobre las mujeres. Muchos se mostraban reacios, recurriendo al argumento por el cual una publicación centrada en las mujeres era propio del feminismo burgués (¿hemos avanzado algo después de 100 años?) (12).

La equiparación con el feminismo burgués desde luego resultaba absolutamente injusta y gratuita. Las mujeres bolcheviques siempre tuvieron muchísimo cuidado y celo en marcar la distancia con las corrientes burguesas del feminismo, ya que estaban convencidas de que la solución para los problemas de las mujeres pasaban por asumir la lucha de clases y la emancipación de la clase trabajadora por el Socialismo (13)De hecho, cuando por fin salió la revista, en la editorial de su primer número se dejaba muy claro cuál era el objetivo principal, al afirmar que Rabotnitsa "educará a las trabajadoras con poca conciencia [política], y señalará sus intereses comunes con el resto de la clase trabajadora no sólo en Rusia sino en todo el mundo" (13b). También: "[para lograr] la verdadera igualdad, un mejoramiento fundamental de su situación, y el cumplimiento de sus anhelos de felicidad, las mujeres deben participar en la lucha de los obreros contra el poder de los explotadores" (13c)Por supuesto, este objetivo nuclear de clase no era incompatible con afirmar también la especificidad de la lucha de las mujeres trabajadoras: "La revista representa los intereses del movimiento obrero femenino", se decía en ese primer número (13d).

Finalmente fue decisivo el apoyo de Lenin para que la iniciativa se llevase a cabo (14). Un Lenin que quizás al principio no era muy diferente de otros hombres revolucionarios en su pensamiento respecto al papel y problemas de las mujeres; pero que sin duda, acabó siendo sensible y experimentando la influencia ejercida por el círculo de mujeres bolcheviques más próximas a él, empezando lógicamente por Krupskaia e Inessa Armand.

La idea se concreta

En este primer año de la publicación, 1914, llegaron a editarse siete números, de los cuales tres fueron confiscados por la policía zarista. Finalmente, en julio de 2014 se cerró la publicación por la represión y persecución policial (15). Hubo que esperar al 23 de mayo de 1917 para que la publicación volviese a salir, ahora ya como una revista del Comité Central del POSDR (B) (16). Más tarde, la publicación fue designada como la revista oficial de la Mujer del Partido Comunista Ruso (Bolchevique).

Los mencheviques, rivales de los bolcheviques, intentaron contrarrestar la influencia de Rabotnitsa sacando también una publicación específica de mujeres, llamada Golos Rabotnitsi (La Voz de la Mujer Trabajadora), pero la iniciativa menchevique no llegó a cuajar y únicamente aparecieron dos veces números, sin que recibiesen un apoyo relevante (17).

Después de la Revolución, debido a las dificultades de la guerra civil , la revista temporalmente dejó de editarse en, reanudándose posteriormente en enero de 1923, publicándose por entonces ya en Moscú y quedando vinculada al Zhenotdel (Женотдел, Zhenskii otdel), el Departamento de la Mujer del Partido Comunista en la década de 1920.

La revista fue una poderosa herramienta de formación política para las mujeres trabajadoras y su movilización y participación en las luchas, pero también para vincularlas al partido bolchevique bajo la misma bandera que los hombres en favor de la revolución socialista. Después de la toma revolucionaria del Poder, Rabotnitsa ayudó a impulsar y organizar el I Congreso de las Mujeres Trabajadoras de toda Rusia (Petrogrado, 1918) (18).

Escriben Cintia Frencia y Daniel Gaido, citando a David Mandel (18b):
El periódico reportaba una tendencia hacia la pasividad, la ausencia de iniciativa y de perseverancia en la lucha, una indiferencia general a la vida pública, un sentido débilmente desarrollado de la solidaridad de clase y una baja alfabetización política, como características de la cultura política de las trabajadoras no calificadas. “¿Cuántas veces?”, se preguntaba un artículo, “¿hemos oído decir que una huelga en tal o cual empresa fracasó... porque ‘entre los trabajadores había muchas mujeres’, que varias fábricas no apoyaban a sus camaradas ‘porque’ entre sus trabajadores había muchas mujeres, que una huelga terminó prematuramente y por consiguiente se perdió ‘porque’ entre los obreros había muchas mujeres?... Las mujeres son el grupo menos consciente... Se afilian menos a los sindicatos que hombres, van con menos frecuencia a los clubes y conferencias”. (Rabotnitsa, 16 March 1914, p. 2, citado en David Mandel, The Petrograd Workers and the Fall of the Old Regime, p. 37.)
En definitiva, Rabotnitsa desempeñó un papel clave en la educación ideológica y política de las mujeres en la nueva Unión Soviética, alentándolas a formar parte de la vida política y a implicarse en la construcción del Socialismo.

Lógicamente la revista también fue experimentando las evoluciones ideológicas que acompañaron al devenir de la URSS.

Después de la desaparición de la URSS la revista se ha mantenido hasta el momento actual, aunque nada tiene que ver la actual publicación con la que fue. La época dorada de la revista, su máximo esplendor como herramienta del feminismo socialista, va desde sus inicios hasta finales de los años 1920, sobre todo la etapa paralela a la existencia del Zhenotdel. Posteriormente siguió desempeñando un papel importante como agente de socialización política y cultural de las mujeres, pero sin la carga ideológica que las primeras feministas bolcheviques supieron imprimirle.


Rabotnitsa, portada del n 6 de 1932.

Otras publicaciones parecidas

Aunque sea de pasada, mencionamos otras dos publicaciones importantes en ese período posterior a la Revolución de Octubre. No tuvieron la misma repercusión que Rabotnitsa ni se mantuvieron tanto tiempo, pero merece la pena mencionarlas para quien tenga interés en la prensa revolucionaria de mujeres bolcheviques.

La revista Kommunistka (коммунисткаLa mujer comunista) fue una publicación feminista editada por el Zhenotdel, como boletín periódico. Fue fundada por Inessa Armand y Alexandra Kollontai en 1920 y se mantuvo hasta desaparecer el Zhenotdel en 1930. La revista estaba especialmente dirigida a los estratos más bajos de las mujeres y se planteó como una herramienta para la emancipación de la mujer en la praxis, ya que ya en aquel momento sus impulsoras veían que la revolución por sí sola no resolvería los problemas de desigualdad de las mujeres, ni la opresión familiar y social que sufrían. Armand y Kollontai ponían un acento insistiendo en el bajo porcentaje de mujeres que participaban en la esfera pública, tanto en el Partido, como en la gestión de las empresas en manos de los soviets, en los sindicatos o mismo en el gobierno, de ahí que enfatizasen la necesidad de llevar a cabo un trabajo específico para la liberación de las mujeres.

En sus números, la revista abordó temas como "la sexualidad, el aborto, el matrimonio y el divorcio, la relación entre hombres y mujeres, la sexualidad y amor libre, la moral, la familia, la maternidad o la liberación de la mujer de la esclavitud de los hombres" (19). En un plano más teórico, Kommunistka nunca dejó de insistir en que "la liberación de las mujeres liberación estaba íntimamente ligada a la emancipación de toda la sociedad a través del comunismo" (20).

Otras revistas, de menos difusión, fue Krestyanka (крестьянкаMujer campesina), dirigida específicamente a la socialización política de las mujeres rurales en la nueva sociedad surgida de la Revolución de Octubre.

Portada de la revista Krestyanka (крестьянка, Mujer campesina).
Década de 1920, año sin identificar.


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Apéndice gráfico: otras portadas de la revista, en su etapa más antigua.







Notas
(1) El Pravda fue fundado en 1903 en Moscú, por el ingeniero ferroviario Kozhevnikov, como publicación literaria y artística, sin una orientación política concreta. A raíz de los acontecimientos de la Revolución de 1905, el POSDR asumió el Consejo Editorial de la revista y ya en 1910 la facción bolchevique planteó que fuese el órgano oficial del Comité Central. Esto último se concretó dos años después, cuando en el VI Congreso del POSDR en enero de 1912, a propuesta de Lenin el Pravda se convirtió en el órgano oficial del Partido; como tal, su primer número salió el 5 de mayo 1912. [Fuente]
(2) El primer número de Iskra fue publicado en Alemania (en Leipzig) en 1900. 
(3) Inicialmente, Izvestia era el órgano de prensa oficioso del Sóviet de Petrogrado. 
(4) Norma C. Noonan, Carol Nechemias: Encyclopedia of Russian women's movements, págs. 113-114.  Greenwood Publishing Group, 2001.
(5) M. P. Pavlova-Sil'vanskaia: "Women’s Movement in Russia and the Union of Soviet Socialist Republics", en The Great Soviet Encyclopedia, 3rd Edition (1970-1979). Consulta on line de la entrada (7-3-2017) en encyclopedia2.thefreedictionary.com
(6) Las primeras feministas rusas se llamaban a sí mismas "ravnopravki" (las que defienden los derechos de la mujer). Era una noción más amplia que el término occidental "sufragista", ya que implicaba una lucha por la igualdad en todas las esferas de la vida. Los sectores más obreristas de las "ravnopravki", llegaron a ser muy activas en las movilizaciones y huelgas. Clare Midgley, Alison Twells, Julie Carlier (editoras): Women in Transnational History: Connecting the Local and the Global. Routledge, 2016. 
(7) M. P. Pavlova-Sil'vanskaia, op. cit.
(8) Ibidem 
(9) Ibidem
(10) Ibidem. También V.S. Vavilina: "Rabotnitsa", en The Great Soviet Encyclopedia, 3rd Edition (1970-1979). Consulta on line de la entrada (7-3-2017) en encyclopedia2.thefreedictionary.com
(10a) Wikipedia: "Die Gleichheit"
(10b) Cintia Frencia y Daniel Gaido: "Las mujeres en la revolución rusa de febrero de 1917", en web del Partido Obrero (Argentina), 8-3-2017.
(11) Norma C. Noonan, Carol Nechemias, op. cit.
(12) Esto es mencionado en diferentes fuentes y a menudo se ha convertido en munición anticomunista muy difícil de neutralizar porque es una crítica fundada. Así, por ejemplo, aparece en Tolstikova, Natasha: "Rabotnitsa: The Paradoxical Success of a Soviet Women's Magazine", en Journalism History. Vol. 30 Nbr. 3, October 2004 (consulta on line 7-3-17 en www.academia.edu). Se trata de un artículo muy tendencioso, con un énfasis anticomunista obsesivo que raya el absurdo y la parcialidad más obscena, cargado de valoraciones y afirmaciones completamente gratuitas... Pero la autora de este artículo, que resulta "infumable" como diríamos coloquialmente, aprovecha para meter el dedo en la llaga.  
(13) Quizás al comienzo hubo una tendencia en el feminismo bolchevique, revolucionario, a pensar que el establecimiento de una sociedad socialista traería consigo, mecánicamente, la desaparición de las desigualdades entre hombres y mujeres, la desaparición de la dominación masculina (lo que llamamos patriarcado). Sin embargo, este punto de vista ingenuo desaparece ya de los contenidos de otra revista feminista, Kommunistka (La mujer comunista), editada por el Zhenotdel y fundada por Inessa Armand y Alexandra Kollontai en 1920. Véase el último apartado de la entrada.
Hoy en día sabemos que el patriarcado puede subsistir perfectamente en una sociedad socialista, aunque a menudo se suavice con toda una serie de avances y conquistas reales en favor de la igualdad, avances superiores a los alcanzadas en países capitalistas (en otras palabras, los avances nos llevan a negar una realidad que sigue estando ahí). 
En 1989, Kimberlé Williams Crenshaw acuñaba el concepto de interseccionaldad para hacer alusión alusión a cómo distintas formas de opresión y dominación pueden solaparse, permaneciendo algunas de éstas aunque desaparezcan las demás. En realidad la idea es desarrollada unos años antes, por una marxista y feminista militante del Partido Comunista de EE.UU.: Angela Davis. Cuando en 1981, Angela Davis publica Mujeres, Raza y Clase, no utiliza el término interseccionalidad, pero desarrolla la idea en detalle. Para Davis la lucha contra la discriminación racial y la lucha por la liberación de la mujer, son vertientes inseparables de la lucha de clases y están conectadas; los problemas raciales y de las mujeres no pueden ser resueltos mientras se mantenga el capitalismo. Ahora bien, la desaparición de la dominación de clase vía Socialismo, es condición necesaria pero no suficiente para que desaparezca la dominación patriarcal o la dominación de un grupo étnico sobre otros. 
(13b) Cintia Frencia y Daniel Gaido, op.cit.
(13c) Recogido de Juana Gallego Ayala: Mujeres de papel: de Hola! a Vogue, la prensa femenina en la actual. Ed. Icaria, Barcelona, 1990. Pág. 189.
(13d) Ibidem
(14) Entre otras fuentes, este decisivo apoyo de Lenin es reconocido en:
ICL: "Early Communist Work Among Women: The Bolsheviks", en Women and Revolution, issues Nos. 10 and 11, Winter 1975-76 and Spring 1976.
(15) V.S. Vavilina, op. cit.
(16) Ibidem
(17) Ibidem
(18) Ibidem
(18b) Cintia Frencia y Daniel Gaido, op.cit.
(19) Wikipedia: "Kommunistka"
(20) Ibidem.

Referencias

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