miércoles, 8 de febrero de 2017

Un retrato de Stalin en una oficina pública de Rusia desata una gran polémica

Un retrato de Stalin en una oficina pública de Rusia desata una gran polémica

A Mijail Krupin, un mediador infantil que trabaja en Yaroslav, se le ocurrió colgar en una pared de su despacho un retrato de Stalin en compañía de una niña, llamada Mamlakat Najangova, lo que ha provocado una catarata de comentarios en los medios de comunicación rusos.

Hasta ahora en Rusia se creía que aquella niña había sido recibida personalmente por Stalin por el estímulo que había prestado a la cosecha de algodón en su comarca.

Aparentemente nada parece más adecuado que el retrato de una niña en un sitio dedicado a la infancia. No crean que los debates se suscitaron por la presencia de Stalin, sino también de la niña: hay que proteger su derecho al honor y a la intimidad.

El funcionario Krupin trabaja con el Defensor del Pueblo de Yaroslav, que ha salido en defensa de la niña. Primero afirma que, en efecto, no se pueden poner imágenes de niños en público sin obtener antes el permiso de sus padres. No obstante, añade en defensa de su subalterno que se trata de una imagen histórica, que pertenece al dominio público.

Una parte de los medios le han arrinconado a Krupin, quien se defiende diciendo que el retrato no estaba colgada en la sala de visitas sino en su despacho personal. Por todo el edificio, añade Krupin, hay retratos de Lenin rodeado de niños.

De los medios el asunto pasa a la política, como es lógico y la adjunta a la Duma regional de Yaroslav, Elena Bogdanova, publica un mensaje en su perfil de Facebook en el que expresa su sorpresa al ver el retrato de Stalin en compañía de la pequeña Mamlakat en la oficina de atención a la infancia.

Después en las redes sociales empieza a salir la historia de la fotografía. Según dicen algunos, en contra de lo que se creía hasta ahora, la niña no es Mamlakat Najangova sino la hija de Gel Markizov, Comisario de Agricultura de la República de Buriatia-Mongolia.

Los comentarios de los usuarios de las redes sociales en Rusia son imposibles de resumir. La mayor parte de ellos comparan a Stalin con los actuales dirigentes de Rusia, pronunciándose a favor de aquel.

Por ejemplo, uno de ellos califica de “perspicaz” al funcionario que ha provocado la polémica por poner a Stalin en lugar de Putin: aquel era un maestro en su país mientras que éste es una paloma de la “paz off shore” y está en el Kremlin sólo de manera provisional.

Otro dice que es normal que Krupin haya colocado a Stalin en un despacho dedicado a la infancia porque poner el de cualquier otro, como Gorbachov, Yeltsin o “el que tenemos hoy”, va contra unos niños que hoy ya no tienen ningún futuro.

Un tercero asegura que el nombre de Stalin hace temblar a los liberales; tienen miedo de que el difunto les pida explicaciones por lo que han hecho de su país.

Quizá el comentario que mejor resume este incidente es uno que recuerda aquella frase del propio Stalin en el que -premonitoriamente- decía que a su muerte iban a lanzar toda clase de infundios sobre su tumba, pero que el viento de la historia los iría dispersando.
Fuente: http://www.vzglyad.ru/news/2017/2/3/856525.html

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