viernes, 17 de junio de 2016

CONFIRMADA LA PRESENCIA DE ACTORES EN LA "PERFORMANCE" DE ORLANDO

CONFIRMADA LA PRESENCIA DE ACTORES EN LA "PERFORMANCE" DE ORLANDO




Perdóneme el lector iniciar una entrada seria con el eslogan publicitario que en mi memoria se asocia a "Orlando", nombre de una marca que comercializa tomate frito en lata: "Cuate, aquí hay tomate". En los sucesos de Florida, desde luego, hay algo oculto cuyo desvelamiento resultaría de lo más "jugoso".

Y es que, una vez más, se ha acreditado la presencia de actores de segunda fila entre los supuestos testigos de la masacre de Orlando, lo que confirma que, al menos en lo referente al componente de "espectáculo" de la noticia, ésta ha sido adornada con elementos de ficción.


En primer lugar, tenemos a un tal Luis Burbano, entrevistado en diversos medios como testigo presencial del tiroteo, y que ha resultado ser un actor profesional cuyo perfil en la Internet Movie Database (IMDb) acredita cinco actuaciones en el apartado "Filmografía", correspondiendo la última a un rodaje titulado -oh, sorpresa- "Espíritu de Orlando: tiroteo", un cortometraje que ayer mismo "desparecía" del listado, pero de cuya existencia dan testimonio las oportunas capturas de pantalla:


Pero más increíble aún es el hecho de que el presunto autor de la masacre, Omar Mateen, también tenía experiencia -aparentemente involuntaria- actuando: mientras trabajaba como guardia de seguridad para la empresa G4S, contratista del gobierno incompetente hasta el ridículo, Mateen apareció en "The big fix", un documental sobre el derrame de petróleo de BP en el Golfo de México en 2010. Tal como relata el Daily Mail, Mateen fue filmado por la documentalista Rebecca Tickell utilizando una cámara oculta.

Pretendiendo ser un transeúnte de paso, Tickell preguntó a Mateen sobre los esfuerzos de ayuda. Mateen descalificó a BP y a los trabajadores:

"Nadie da un palo al agua aquí, nadie hace una mierda. Lo único que importa es cobrar. Están esperando que aumenten la fuga de crudo y las protestas de la gente, porque eso significa más trabajo. Una vez que la gente se vaya, se van a dedicar a chupar del bote. Quieren que haya más desastres. Así es como hacen dinero."

Tickell pregunta: "¿Es todo cuestión de dinero, no?", a lo que Mateen responde: "Todo es por el dinero. Exactamente".



Los productores del documental han confirmado a CBS News que el guardia que aparece en el segmento es Omar Mateen.

Podría objetarse que el supuesto asesino no está actuando, al haber sido grabado mediante cámara oculta. Pero ... el caso es que Mateen era actor. Incluso tenía su propio perfil en IMDb, en el que se acreditaba su trabajo en dos documentales: interpretándose a sí mismo en la aludida "The big fix" y como "chico malo" en "Love city Jalalabad", un pastiche descrito como "un salvaje y divertido retrato de cómo la juventud progresista de Afganistán está rechazando la violencia y encontrando en la realización de películas una salida hacia la paz y el cambio social en un país ocupado y devastado por la guerra" y de cuyo contenido dan fe las siguientes imágenes:



El carácter de agente de la CIA del padre de Mateen, Seddique Mir Mateen, integrante de una red pro-talibán de propagandistas afganos y pakistaníes que usan las redes de radio y televisión financiadas por la CIA para difundir sus mensajes a las audiencias de todo el mundo cuyas emisiones no se vieron afectadas por la política de la Administración Bush tras el 11-S, añade otro elemento extraño a lo sucedido en Orlando. De hecho, Mateen senior presenta un programa en Ashna TV, emisora que, financiada por el contribuyente norteamericano, no ha cesado de difundir comentarios alabando la "gesta" del asesino de Florida.

La lista de anomalías no pasa solo por la extraña personalidad del asesino y su padre, por lo que no está de más que repasemos algunas de ellas:

1.- Los testigos relataron que había más de un atacante. En la entrevista de audio bajo estas líneas se escucha perfectamente a un superviviente decir "Había un hombre allí bloqueando la puerta, manteniendo la puerta cerrada para que no pudiéramos huir" antes de que la cadena ABC corte abruptamente su testimonio:



Otro testigo afirmó que el tiroteo duró ocho minutos. A partir de marca 00.29 del vídeo a continuación, cuando se le pregunta si había "alguien más", el testigo declara: "Estoy bastante seguro que era más de una persona. Como he dicho, oí dos pistolas al mismo tiempo ".

Más adelante, a los 1:41 minutos confirma que un segundo sospechoso sostuvo la puerta de salida para evitar que las víctimas escaparan.



Un tercer testigo, que se hizo el muerto largo rato, afirmó que había escuchado por casualidad una conversación telefónica hecha por el tirador, en la cual éste se denominó a sí mismo el "cuarto tirador" y algo referido a una "mujer suicida".

Captura de tweets recibidos por ABC News
preguntando el por qué de la eliminación de los
tweets previos que referían la existencia de más
de un tirador.

2.- El policía que ríe.

¿Recuerdan al jefe forense Wayne Carver riéndose ante las cámaras tras la "masacre" de Sandy Hook y al oficial de policía que sonreía tras él? El tiroteo de Orlando cuenta con uno también.

En el vídeo a continuación vemos a partir del minuto 00.21 como mientras un portavoz habla con la prensa acerca de las víctimas de Orlando, un policía con gafas, el pelo gris y bigote que está detrás de él se ríe abiertamente. ¿Una matanza puede ser divertida?



3.- Tweets predictivos y noticias adelantadas

Al igual que en el caso de Sandy Hook, hay tweets y primicias del suceso fechados antes de los sucesos, en este caso el 11 de junio, un dia antes de la masacre:



4.- Víctimas del tiroteo son conducidas al Club Pulse.

Tenemos un video en el cual se ve cómo víctimas del tiroteo son conducidas de nuevo al interior del nightclub, en vez de ser alejadas de él como parece lógico ... a no ser de que se trate de una puesta en escena de cara a los noticiarios:



¿Un autoatentado "de diseño"? Todo parece indicar que, otra vez, se nos ha suministrado una buena cantidad de ficción junto a la información objetiva, solo que, a estas alturas, resulta imposible saber cuál es el porcentaje de una y otra.


(Posesodegerasa, fuentes: https://jonrappoport.wordpress.com/https://fellowshipoftheminds.com/; https://www.intellihub.com/)

El Reloj del Juicio Final

El Reloj del Juicio Final

 
Por Noam Chomsky,
“Las perspectivas de supervivencia a largo plazo no son muy halagüeñas, a menos que se produzca un cambio radical. Buena parte de esa responsabilidad de provocar ese cambio se encuentra en nuestras manos, así como las oportunidades”, escribe Noam Chomsky.
“Las perspectivas de supervivencia a largo plazo no son muy halagüeñas, a menos que se produzca un cambio radical. Buena parte de esa responsabilidad de provocar ese cambio se encuentra en nuestras manos, así como las oportunidades”, escribe Noam Chomsky.
En enero de 2015, el Boletín de Científicos Atómicos adelantó el famoso Reloj del Juicio Final a tres minutos antes de las 12, un nivel tal de amenaza que no se había alcanzado en los últimos 30 años. Los científicos explicaban las razones del adelanto de las manillas del reloj porque nos encontrábamos más cerca de una catástrofe debido a las dos principales amenazas a nuestra supervivencia: el cambio climático sin control y las armas nucleares. Esta advertencia se dirigía directamente a los líderes mundial, que han fracasado “para actuar con rapidez o a la escala que se requería para proteger a los ciudadanos de una potencial catástrofe, poniendo en peligro a cada persona de la Tierra por no cumplir con su deber más importante: garantizar y preservar la salud y la vitalidad de la civilización humana”.
Desde entonces ha habido buenas razones para acercar aún más las agujas del reloj a las 12.
A finales de 2015, los líderes mundiales se reunieron en París para tratar el grave problema del “cambio climático incontrolado”. No pasa un día en el que no se haga más evidente la gravedad de esta crisis. Por citar al azar: poco antes de la apertura de la Conferencia de París, el Laboratorio de Propulsión a Reacción de la NASA publicó un estudio que sorprendió a los científicos y alarmó a los que están estudiando el hielo del Ártico. En este estudio se mostraba que el enorme glaciar de Groenlandia, Zachariae Isstrom, “se había desprendido desde una posición glaciológica estable en 2012 y había entrado en una fase de rápido retroceso”, un acontecimiento inesperado y amenazador. Este glaciar “tiene la suficiente cantidad de agua como para elevar el nivel del mar en 18 pulgadas (46 centímetros) si llegara a fundirse por completo. Y ahora está en una dieta rigurosa de adelgazamiento, perdiendo 5 mil millones de toneladas de su masa al año. Todo ese hielo va a parar el Océano Atlántico Norte”.
Sin embargo, había pocas esperanzas de que los líderes mundiales reunidos en París “actuasen con la velocidad o a la escala requerida para proteger a los ciudadanos de una potencial catástrofe”. Incluso si por un milagro hubiesen tomado algunas medidas, éstas tendrían un alcance muy limitado, por unas razones que son motivo de gran preocupación.
Cuando se aprobó el acuerdo de París, el Ministro de Asuntos Exteriores Laurent Fabius, anfitrión de las conversaciones, anunció que los acuerdos eran “legalmente vinculantes”. Podía ser una esperanza, pero hay algunos obstáculos que son dignos de tener en cuenta.
En la amplia cobertura por parte de los medios de comunicación de la Conferencia de París, tal vez las frases más importantes se encontrasen al final del largo análisis realizado por The New York Times: “Tradicionalmente, los negociadores han intentado aprobar un tratado legalmente vinculante mediante su ratificación por parte de los Gobiernos de los países participantes, para que así tuviese validez. Pero no hay manera de conseguirlo en este caso, debido a Estados Unidos. El tratado ya estaría muerto a su llegada al Congreso sin la requerida aprobación por parte de los dos tercios de los votos en el Senado, que está controlado por los Republicanos. De modo que lo que pudo ser obligatorio, se ha convertido en voluntario”. Y lo que es voluntario parece condenado al fracaso.
Debido a Estados Unidos”. De manera más concreta, al Partido Republicano, que se ha convertido en un peligro real para la supervivencia humana en unas condiciones aceptables.
Las conclusiones son destacadas en otro artículo de Times sobre los acuerdos de París. Al final del largo artículo que ensalza los logros, se dice que los acuerdos de la Conferencia “dependen en gran medida de los puntos de vista de los futuros líderes mundiales para llevar a cabo dichas políticas. En Estados Unidos, todos los candidatos republicanos a la presidencia en 2016 han cuestionado públicamente los planes de cambio climático de Obama. En el Senado, Mitch McConnell, líder republicano, que ha cargado contra la agenda del cambio climático de Obama, dijo: Antes de que sus socios internacionales aplaudan las decisiones, se debe tener en cuenta que se trata de un acuerdo inalcanzable sobre la base de un plan nacional de energía que probablemente sea ilegal, con la mitad de los Estados que ya han presentado demandas para su paralización, y que el Congreso ya ha votado su rechazo”.
El debilitamiento de la democracia
funcional es una de las contribuciones
del asalto neoliberal en la última generación”.
Ambos Partidos se han corrido hacia la derecha durante el período Neoliberal de la última generación. Los Demócratas de ahora es lo que antes se llamaban los “republicanos moderados”. Mientras tanto, el Partido Republicano se ha desplazado en gran medida fuera del espectro, convirtiéndose en lo que los respetados analistas políticos conservadores Thomas Mann y Norman Ornstein llaman “insurgencia radical”, que prácticamente ha abandonado la normalidad de la política parlamentaria. Con este giro a la derecha, con el empeño del Partido Republicano en primar la riqueza y los privilegios, se ha vuelto tan extremo que sus políticas reales no pueden atraer a los votantes, por lo que ha tenido que buscar una nueva base popular, movilizada por otros motivos: cristianos evangélicos que esperan una Segunda Venida, nativistas que temen que los “otros” se hagan con el control del país, racistas no reformados, personas con quejas razonables pero que confunden de manera errónea las causas, y otros que son presa fácil de los demagogos y que pueden caer en las redes de esta insurgencia radical.
En los últimos años, el Establishment Republicano había conseguido reprimir las voces de las bases que había conseguido movilizar. Pero ya no. A finales de 2015, el Establishment expresaba su consternación y desesperación por su incapacidad para hacerlo, ya que las bases Republicanas y sus opciones están fuera de control.
Los representantes Republicanos elegidos y los contendientes en las próximas elecciones presidenciales, han expresado un abierto desprecio por los acuerdos de París, incluso negándose a considerar los procedimientos. Los tres candidatos que según las encuestas tenían mayores posibilidades en ese momento, Donald Trump, Ted Cruz y Ben Carson, comulgaban con la ideología de las bases Evangélicas: los seres humanos no tienen ningún impacto sobre el calentamiento global, si es que se está produciendo.
Los otros candidatos rechazaron las medidas gubernamentales para tratar el asunto. Inmediatamente después de que Obama diese su discurso en París, prometiendo que Estados Unidos estaría a la cabeza en busca de soluciones globales, el Congreso, dominado por los Republicanos, rechazó con su voto las recientes directrices de la Agencia de Protección Ambiental para reducir las emisiones de carbono. Según ha dicho la prensa, se trataba de “un mensaje de provocación dirigido a los más de 100 líderes mundiales [] de que el Presidente de Estados Unidos no tiene el apoyo de su Gobierno sobre la política climática”, subestimando un poco. Mientras tanto, Lamar Smith, Republicano que forma parte de la Comisión de la Cámara sobre Ciencia, Espacio y Tecnología, sigue adelante con su yihad contra los científicos del Gobierno que se atreven a denunciar los hechos.
Es un mensaje claro. Los ciudadanos norteamericanos se enfrentan a una gran responsabilidad en su propio casa.
Otro artículo publicado en The New York Times informaba que “dos tercios de los estadounidenses apoyan que Estados Unidos firme un acuerdo internacional vinculante para frenar el crecimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero”. Y por un margen de 5 a 3, los estadounidenses consideran que las cuestiones relacionadas con el clima son más importantes que la Economía. Pero eso no importa. La opinión pública no se tiene en cuenta. Se está enviando un claro mensaje a los estadounidenses: es tarea suya la de enmendar un sistema político disfuncional, en el que la opinión pública es un factor marginal. La disparidad entre la opinión pública y la política tiene en este caso significativas implicaciones para el destino del mundo.
Debemos congratularnos de una pasada Edad de Oro. Sin embargo, lo que acabamos de decir suponen cambios significativos. El debilitamiento de la Democracia funcional es una de las contribuciones del asalto neoliberal en la última generación. Y esto no está sucediendo únicamente en Estados Unidos, en Europa las cosas pueden ser incluso peor.
El Cisne Negro que nunca podemos ver
Pasemos a la otra (y ya tradicional) preocupación de los científicos atómicos que ponen en hora el Reloj del Juicio Final: las armas nucleares. La actual amenaza de una guerra nuclear justifica su decisión de enero de 2015 de hacer avanzar el reloj hasta dos minutos antes de la medianoche. Lo que está sucediendo revela una amenaza creciente, un asunto que parece no suscitar, en mi opinión, demasiada preocupación.
La última vez que el Reloj del Juicio Final llegó a estar situado a tres minutos antes de las doce fue en 1983, durante las maniobras Arquero Capaz del Gobierno de Reagan. Estas maniobras simularon ataques contra la Unión Soviética para poner a pruebas sus sistemas de defensa. Los archivos rusos recientemente publicados revelan que los rusos estuvieron muy preocupados por estas maniobras y se prepararon para responder, lo que habría significado simplemente El Fin.
Hemos sabido más acerca de estas maniobras precipitadas e imprudentes, y lo cerca que estuvimos del desastre, por el analista militar y de la inteligencia estadounidense Melvin Goodman, que fuera Jefe de la División de la CIA y analista en la Oficina de Asuntos de la Unión Soviética en ese momento: “Además de las maniobras Arquero Capaz que alarmaron al Kremlin, la Administración Reagan autorizó unas maniobras militares inusualmente agresivas cerca de la frontera soviética, violando en algunos casos la soberanía nacional soviética. Las arriesgadas medidas llevadas a cabo por el Pentágono incluyeron el envío de bombarderos estratégicos de Estados Unidos sobre el Polo Norte para poner a prueba los radares soviéticos, y buques de guerra estadounidenses que entraron en zonas donde nunca lo habían hecho. Operaciones secretas adicionales simularon ataques navales sorpresa contra objetivos soviéticos”.
Ahora sabemos que el mundo se salvó de una probable destrucción nuclear en esos espantosos días por la decisión del oficial ruso Stanislav Petrov de no transmitir a las autoridades superiores el Informe de los sistemas de detección automática de que la URSS estaba siendo atacada con misiles. En consecuencia, Petrov tomó una decisión parecida a la del comandante de un submarino ruso, Vasili Arkhipov, que un momento de máxima tensión por los misiles cubanos de 1962, se negó a autorizar el lanzamiento de misiles nucleares cuando los submarinos fueron atacados por los destructores estadounidenses para cumplir con la cuarentena.
Otros ejemplos conocidos recientemente vienen a sumarse a los ya registrados. El experto en seguridad nuclear Bruce Blair informó que “Lo más cerca que ha estado Estados Unidos de proceder a un ataque estratégico por parte de un Presidente fue en 1979, cuando una alerta temprana de los sistemas del Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD) detectaron un ataque estratégico soviético a gran escala que de manera inadvertida discurría por el propio sistema de alerta temprana. El Asesor de Seguridad Nacional Zbigniew Brzezinski recibió dos llamadas esa noche, indicándole que Estados Unidos estaba siendo atacado, diciendo que sólo cogería el teléfono para avisar al Presidente Carter y autorizase una respuesta a gran escala de forma inmediata. En una tercera llamada le comunicaron que se trataba de una falsa alarma”.
Este ejemplo recientemente conocido me trae a las mientas otro incidente crítico del año 1995, cuando un cohete noruego-estadounidense que llevaba un equipo científico parecía tener la trayectoria de un misil nuclear. Esto suscitó enseguida preocupaciones por parte de los rusos, que se pusieron rápidamente en contacto con el Presidente Boris Yeltsin, que tenía que decidir si lanzar el ataque nuclear o no.
Blair suma otros ejemplos de su experiencia política. Fue durante la guerra de 1967 en Oriente Medio: “Se envió una orden de ataque real a un avión con armas nucleares en lugar de unas maniobras de entrenamiento de carácter nuclear”. Unos años más tarde, en la década de 1970, el Comando Aéreo Estratégico de Omahavolvió a transmitir una orden de ataque real en lugar de ser en unas maniobras militares”. En ambos casos fallaron los códigos de control. Sólo la intervención humana impidió los ataques. “Pero viendo la deriva de los acontecimientos, no es raro que este tipo de sucesos se vuelvan a repetir”, añadió Blair.
Blair hizo estos comentarios en respuesta a un informe del piloto John Bordne, que recientemente ha sido desclasificado por la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Bordne servía en la base militar estadounidense de Okinawa, en octubre de 1962, en el momento de la crisis de los misiles y un momento también de fuertes tensiones en Asia. El sistema de alerta nuclear de Estados Unidos había elevado el nivel a DEFCON 2, un nivel por debajo de DEFCON 1, que es cuando los misiles nucleares pueden ser lanzados de manera inmediata. En el momento de mayor tensión de la crisis, el 28 de octubre, un equipo de misiles recibió la autorización de lanzar sus misiles nucleares, de manera errónea. Decidieron no hacerlo, evitando así una guerra nuclear y unirse de este modo a Petrov y Arkhipov en el panteón de hombres que decidieron desobedecer los protocolos y de ese modo salvar al mundo.
Como observa Blair, este tipo de incidentes no son infrecuentes. Un estudio reciente descubrió docenas de falsas alarmas cada año en el período revisado, 1977-1983. El estudio concluyó que al año se darían entre 43 a 255 falsas alarmas. El autor del estudio, Seth Baum, lo resume con las palabras adecuadas: “La guerra nuclear es el cisne negro que nunca podemos ver, excepto en ese breve momento en el que nos acierta la muerte. Retrasamos los riesgos por nuestra cuenta y riesgo. Ahora es el momento de hacer frente a esta amenaza, porque todavía estamos vivos”.
Estos Informes, como los recogidos en el libro Comando y Control de Eric Schlosser, se deben en su mayoría a los sistemas de Estados Unidos. Sin duda los sistema rusos son mucho más propensos a errores. Y esto sin mencionar el gran peligro que suponen los sistemas de los demás, sobre todo los de Pakistán.
Una guerra ya no es algo impensable”
A veces la amenaza no se ha producido por un accidente, sino por una falta de responsabilidad, como en el caso de las maniobras Arquero Capaz. El caso más extremo fue el de la crisis de los misiles del año 1962, cuando la amenaza de un desastre fue muy cercana. La forma en que aquella crisis se manejó fue sorprendente; pero también lo es la forma es que generalmente se ha interpretado.
Con este triste récord en mente, es útil examinar los debates sobre estrategia y planificación. Un caso escalofriante fue el de la era Clinton, recogido en el estudio de 1995 del STRATCOM (Centro de Excelencia de Comunicaciones Estratégicas) “Fundamentos de disuasión en la etapa post-Guerra Fría”. El estudio hace un llamamiento para mantener el derecho de atacar primero, incluso contra Estados sin armas nucleares. En él se explica que las armas nucleares se utilizan constantemente, en el sentido de que “proyectan una sombra sobre cualquier crisis o conflicto”. También insta a la creación de una personalidad nacional irracional y de venganza para intimidar al resto del mundo.
Las doctrinas actuales se analizan en un artículo publicado en la revista Seguridad Internacional, una de las más autorizadas en el dominio de las doctrinas estratégicas. Los autores explican que Estados Unidos se ha comprometido en la “primacía geoestratégica”, es decir, el aislamiento de los ataques de represalia. Esta es la lógica de la “nueva tríada” de Obama (submarinos y misiles situados en tierra, y el apoyo de los bombarderos), junto con la defensa antimisiles para contrarrestar un ataque de represalia. El problema planteado por los autores es que las pretensiones de Estados Unidos de una primacía estratégica podrían inducir a China a responder abandonando su política de no hacer “un primer uso” y mediante la ampliación de su capacidad de disuasión limitada. Los autores piensan que no lo harán, pero la perspectiva sigue siendo incierta. Es evidente que tales doctrinas aumentan los peligros en una región tensa y conflictiva.
Lo mismo puede decirse de la expansión de la OTAN hacia el Este, una clara violación de las promesas verbales hechas a Mikhail Gorbachov cuando la URSS comenzó a desmoronarse y estuvo de acuerdo en la unificación de Alemania para formar parte de la OTAN – una concesión significativa si se piensa en la historia del siglo pasado. La expansión hacia la Alemania Oriental se realizó rápidamente. En los años posteriores, la OTAN se amplió a las fronteras de Rusia. Ahora incluso se habla de la incorporación de Ucrania, en el mismo centro geoestratégico ruso. Uno se puede imaginar cómo reaccionaría Estados Unidos si el Pacto de Varsovia todavía estuviese activo, con la mayor parte de Latinoamérica unida a dicho pacto, y ahora México y Canadá fuesen candidatos a la adhesión.
Por otro lado, Rusia entiende, así como China ( y los mismos estrategas) que los sistemas de defensa de misiles de Estados Unidos situados cerca de las fronteras de Rusia son, en efecto, un arma para realizar el primer ataque, con el objetivo de establecer la primacía estratégica – inmunidad contra las represalias. Tal vez su misión sea totalmente inviable, como sostienen algunos especialistas. No se puede estar seguro de alcanzar los objetivos. Y las reacciones militares de Rusia pueden ser interpretadas por la OTAN como una amenaza para Occidente.
Un destacado erudito británico-ucraniano plantea lo que él llamala fatídica paradoja geográfica”: que la OTANexiste para gestionar los riesgos creados por su propia existencia”.
Las amenazas en este momento están muy presentes. Afortunadamente, el derribo de un avión ruso por la aviación turca en noviembre de 2015 no fue considerado un incidente internacional, sobre todo teniendo en cuenta las circunstancias. El avión se encontraba en una misión de bombardeo en Siria. Pasó sólo durante 17 segundos por la franja de territorio turco que sobresale hacia Siria, y evidentemente se dirigía a Siria, donde se estrelló. Este derribo parece un acto innecesario, imprudente y provocador, y un acto con consecuencias.
Se viene reconociendo desde hace décadas
que un primer ataque por parte de una potencia mayor
puede destruir al atacante, incluso sin ánimo de venganza,
simplemente por los efectos
del invierno nuclear”
Como medida de reacción, Rusia anunció que a partir de ahora sus bombarderos irán acompañados por aviones de combate y que está desplegando sofisticados sistemas de misiles antiaéreos en Siria. Rusia también ha ordenado que su crucero Moskva, con su sistema de defensa aérea de largo alcance, se acerque a la costa, por lo que podría estar “listo para destruir cualquier objetivo aéreo que represente un peligro potencial para nuestros aviones”, anunció el Ministro de Defensa, Sergei Shoigu. Todo esto prepara un escenario para una confrontación que podría ser letal.
Las tensiones también son constantes en las fronteras de la OTAN y Rusia, incluyendo las maniobras militares por ambas partes. Poco después de que el Reloj del Juicio Final se acercarse amenazadoramente a las 12, la prensa nacional informaba de que “ vehículos militares de combate estadounidenses desfilarían el miércoles en una ciudad de Estonia que se adentra en Rusia, un acto simbólico que pone de relieve las apuestas por ambas partes para aumentar las peores tensiones entre Occidente y Rusia desde la Guerra Fría”. Un poco antes, un avión ruso de combate estuvo a punto de chocar con una avión civil danés. Ambas partes están movilizando y redistribuyendo fuerzas en la frontera entre Rusia y la OTAN, con gran rapidez, y “ambos creen que una guerra ya no es algo impensable”.
Perspectivas para la supervivencia
De ser así, ambas partes han alcanzado niveles de locura, ya que una guerra de estas proporciones podría destruirlo todo. Se viene reconociendo desde hace décadas que un primer ataque por parte de una potencia mayor puede destruir al atacante, incluso sin ánimo de venganza, simplemente por los efectos del invierno nuclear.
Es el mundo de hoy en día. O no sólo de hoy, sino que es algo que hemos estado viviendo desde hace 70 años. Los razonamientos que se leen aquí y allí son de destacar. La seguridad de la población no suele ser la principal preocupación de los políticos. Esto viene siendo así desde los primeros días de la era nuclear, cuando en los centros de formación no se hacían esfuerzos, ni siquiera expresado en forma de un pensamiento, para eliminar la grave amenaza potencial para Estados Unidos, algo que se veía posible. Y así continúan las cosas hasta el presente, de las que se ha presentado una breve muestra.
Las perspectivas para una supervivencia
con ciertos niveles de vida digna a largo plazo
no son nada halagüeños, a menos que se produzca un cambio radical”.
Es el mundo que hemos estado viviendo, y vivimos en la actualidad. Las armas nucleares son un peligro constante de rápida destrucción, pero al menos sabemos cómo impedir tal matanza, exigiendo una serie de obligaciones a las potencias nucleares que han firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear. La amenaza del calentamiento global no es instantánea, a pesar de su gravedad a largo plazo y que podría dispararse de forma súbita. Que tengamos capacidad para manejar semejante problema no está del todo claro, pero lo que no cabe duda es que no podemos continuar con las demoras, pues cada día que pasa estamos más cerca de la catástrofe.
Las perspectivas de una supervivencia con ciertos niveles de dignidad a largo plazo no son nada halagüeñas, a menos que se produzca un cambio radical. Una gran parte de esa responsabilidad está en nuestras manos, y las oportunidades también.
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Procedencia del artículo:
http://www.commondreams.org/views/2016/06/13/doomsday-clock
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MASACRE EN ORLANDO… IMPLICACIONES Y CONSECUENCIAS

MASACRE EN ORLANDO… IMPLICACIONES Y CONSECUENCIAS





La masacre en Orlando, Florida, tuvo alto impacto porque si bien el autor de este atentado, Omar Mateen, no se tiene la seguridad pertenezca directamente al grupo terrorista Estado Islámico, lo que sí es seguro es que estaba influido por su ideología, de tipo radical.

La primera consecuencia evidente de este atentado, es que si se repitieran este tipo de actos terroristas antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos y se generase entre el electorado norteamericano una psicosis nacionalista de tipo defensiva, mezcla de temor y repulsión contra los musulmanes, este estado de ánimo se reflejaría en las urnas y llevaría a la presidencia a Donald Trump, quien está capitalizando esta circunstancia azuzando a la opinión pública norteamericana con un discurso anti islámico y presentándose como el protector del país.

Por supuesto que después de ganar la presidencia, tendría que cumplir sus promesas militaristas y podría llevar al mundo a una “guerra santa”, equivalente a las “cruzadas” del medioevo, pero con impacto global, pues Estados Unidos arrastraría al resto de los países amigos a esta aventura militarista, generando una contienda bélica de dimensión aún no dimensionada.

Recordemos que en España, en 2004, la elección presidencial la ganó José Luís Rodríguez Zapatero, quien iba muy abajo en las encuestas frente a Mariano Rajoy, hoy presidente, como consecuencia del bombazo terrorista de Al Qaeda en la estación de ferrocarril Atocha, en los suburbios de Madrid, unos cuantos días antes de la elección.

El electorado ejerció un voto de castigo contra el gobierno del presidente José María Aznar por haber apoyado a George Bush en Iraq, lo cual desató la furia islámica que se manifestó en el acto terrorista de Atocha.

Por ello hoy se vuelve importante entender la dimensión de este movimiento terrorista que si bien geográficamente opera teniendo como base Siria, Libia y Túnez, ya vemos que su impacto está siendo global a través de redes sociales y un efectivo trabajo de reclutamiento por todo el mundo, teniendo como objetivo jóvenes de un gran número de nacionalidades.

Lo que se vuelve preocupante es que los milicianos terroristas del Estado Islámico no poseen la nacionalidad de los países musulmanes, ni tienen el aspecto étnico de los miembros de Al Qaeda y menos aún la vestimenta que nos mostraban las fotografías de Osama Bin Laden.

Los nuevos terroristas tienen nacionalidades de países occidentales, alto nivel educativo y nacieron en familias no islámicas, preferentemente cristianas. La conversión al Islam fue producto de un trabajo de reclutamiento perfectamente planeado.

El prestigiado periódico brasileño A Folha de S. Paulo realizó un trabajo de investigación infiltrando periodistas en el proceso de reclutamiento del Estado Islámico en Europa.

En la liga: http://www1.folha.uol.com.br/mundo/2016/03/1749380-folha-segue-supostos-aliciadores-do-estado-islamico-em-paises-da-europa.shtml se puede obtener más información.

Después de leer este reportaje, los mexicanos no debemos sentirnos ajenos a esta problemática terrorista.

Describe este reportaje que los reporteros contactaron a un joven brasileño que había seguido el proceso para integrarse al Estado Islámico pero había desistido de hacerlo al final, al descubrir las implicaciones de esta adhesión. Sin embargo mantenía vivo el contacto con los reclutadores.

Lo invitaron a realizar juntos el reportaje y contactaron a los representantes de Isis en Madrid, donde originalmente el estudiante brasileño les conoció. Volaron a España e iniciaron el contacto directo con los reclutadores. Éstos eran dos jóvenes ingleses, simpáticos y agradables que parecían tener un aspecto inofensivo.

Según relatan los periodistas, el Estado Islámico está en búsqueda de jóvenes de países distantes y ajenos a la cultura musulmana, para que no despierten sospechas en sus viajes y puedan realizar encomiendas con total impunidad.

Generalmente se acercan en Europa a jóvenes de una edad promedio de 25 años, que se encuentren haciendo estudios de posgrado y por tanto viven lejos de sus familias, con las incomodidades que esto representa. Los buscan con alto nivel académico y que de preferencia hablen dos idiomas.

Les invitan a participar en seminarios para el estudio de El Corán, les rodean de afecto y amistad y les ofrecen dinero. Observan con discreción su carácter, estilo de vida y forma de pensar. Sólo cuando el prospecto tiene potencial empiezan a abrirle el camino a las siguientes etapas donde se perfila aún más el adoctrinamiento.

Cuando están seguros de su interés, les ofrecen un viaje a Siria o a Túnez o permanecer en Europa para contactar a otros jóvenes a los cuales reclutar, compensándoles con un alto salario.

El adoctrinamiento es sutil pero efectivo.

De forma paralela también buscan un perfil de jóvenes sin trabajo o inmersos en frustraciones y resentimientos sociales, predispuestos a iniciar una nueva aventura de vida.

A otros los reclutan a través de redes sociales.

El perfil de los nuevos miembros de ISIS, o sea el Estado Islámico, los hace indetectables, pues podrían cometer actos terroristas en su propio país de origen.

Para México este riesgo de infiltración es una realidad, pues podrían confundirse fácilmente con delincuencia organizada y sobornar a autoridades regionales de todos los niveles como lo hacen los cárteles en total impunidad.

No debemos olvidar que para un grupo terrorista como ISIS la ubicación geográfica de nuestro país es privilegiada por la colindancia con su principal enemigo, los Estados Unidos.

El terrorismo de grupos islámicos como ISIS debe ser considerado un problema de seguridad nacional. Sin embargo, nuestros gobernantes han sido pasivos y complacientes frente a los cárteles que operan en nuestro país con la complicidad de autoridades regionales, lo cual nos pone en estado de franca vulnerabilidad para enfrentar a grupos terroristas, que incluso podrían aliarse con los mismos cárteles.

El tiempo transcurre y cada vez será más difícil enfrentar este tipo de amenazas que constituyen riesgos para la seguridad nacional.

Mientras nuestra clase política sigue obsesionada con las ambiciones electorales, a las que dedica lo mejor de su atención, podrían estarse gestando fenómenos de alto riesgo para mantener la autonomía de México.

FUENTE: http://www.guillermobarba.com/masacre-en-orlando-implicaciones-consecuencias/

El asesino de Orlando y los supuestos autores del atentado de Boston tenían lazos “familiares” con la CIA

El asesino de Orlando y los supuestos autores del atentado de Boston tenían lazos “familiares” con la CIA


EL padre de Omar Mateen –el individuo que mató unos 50 miembros de la comunidad gay de Orlando (Florida)– trabajó para los servicios de inteligencia de Estados Unidos en Afganistán durante la guerra de 1979-1989 contra el gobierno de aquel país y su aliado soviético. Seddique Mir Mateen emigró posteriormente a Estados Unidos, donde nació su hijo Omar, tristemente célebre desde hace unos días.
Seddique Mir Mateen dirige medios de comunicación dirigidos a los afganos residentes en el exterior. Actualmente presenta un programa titulado Durand Jirga Show [1], difundido a través de la televisión satelital Payam-e-Afghan (con base en San Francisco).
Originario de una tribu pashtu, el padre de Omar Mateen respalda a los talibanes –sucesores de los «Muyahidines de la Libertad» que la CIA había organizado junto al millonario saudita Osama ben Laden para luchar contra los soviéticos. Desde que el anterior presidente afgano Hamid Karzai salió del poder, en septiembre de 2014, Seddique Mir Mateen rechaza el compromiso entre Ashraf Ghani y Abdullah Abdullah y se autoproclama presidente de Afganistán en el exilio [2].
Su hijo, Omar Mateen, era empleado de la transnacional de servicios de seguridad G4S. Nunca fue considerado un individuo radicalizado, ni en el plano político ni en materia de religión. Aunque era casado, Omar Mateen frecuentaba el club nocturno gay donde perpetró la masacre y se sabe que había mantenido relaciones sexuales con al menos otro cliente.
Los hermanos Djokhar y Tamerlan Tsarnaev, señalados como autores del doble atentado con bombas perpetrado el 15 de abril de 2013 contra los participantes en el maratón de Boston, eran sobrinos políticos de Graham E. Fuller, un ex alto responsable de la CIA que dirigió las operaciones en Afganistán.
Ansor Tsarnaev, padre de los hermanos Tsarnaev, es un checheno que colaboró con la CIA en tiempos de la Unión Soviética, antes de emigrar a Estados Unidos. El mayor de los hermanos Tsarnaev, Tamerlan, había participado en 2012 en un seminario de la asociación georgiana Fondo para el Cáucaso (Кавказский фонд) [3]. Esta ONG, creada por la Fundación Jamestown, creada a su vez por la CIA, se dedicaba al reclutamiento y la formación de jóvenes con intenciones de utilizarlos para «desestabilizar Rusia».
Los hermanos Tsarnaev tampoco habían sido detectados ni clasificados como individuos radicalizados en el plano político o religioso.
El analista estadounidense Webster Tarpley señala la existencia de lo que llama
«el esquema ya familiar: ex combatientes extranjeros, que han trabajado para la CIA o el Departamento de Estado en alguna zona de conflicto, emigran a Estados Unidos para vivir el “sueño americano”. Se mantienen en estrecho contacto con la comunidad de inteligencia estadounidense y sus hijos –a menudo nacidos en Estados Unidos– se dedican a participar en operaciones terroristas, al estilo de la nobleza europea, en la que el hijo menor estaba destinado a hacer carrera como militar.»
[1] Referencia a la «Línea Durand», impuesta por los británicos para separar Afganistán de Pakistán, dividiendo así el pueblo pashtu. El programa del padre de Omar Mateen supuestamente lucha por la reunificación de ese pueblo.
[2] “Shooter Omar Mateen’s father says he’s saddened by massacre, calls gunman ‘a good son’”, Tim Craig, Max Bearak y Lee Powell, The Washington Post, 13 de junio de 2016
[3] «Тамерлана Царнаева завербовали через грузинский фонд», Izvestia, 24 de abril de 2013.
Red Voltaire
Voltaire, edición Internacional


Artículo bajo licencia Creative Commons

EL MAYOR BANCO DE JAPÓN PONE A PRUEBA UNA MONEDA DIGITAL

EL MAYOR BANCO DE JAPÓN PONE A PRUEBA UNA MONEDA DIGITAL


El Bank of Tokyo-Mitsubishi UFJ confirmó que está llevando a cabo pruebas utilizando su propia moneda digital.

La semana pasada el diario Asahi Shimbun de Japón dijo que la banca proyecta crear su propia moneda virtual, en otoño de 2017.

Según el diario, la tasa de conversión de una moneda MUFG [Mitsubishi UFJ Financial Group – Ed.] será igual a un yen japonés. Los usuarios podrán retirar dinero de sus cuentas bancarias gracias a una aplicación en sus teléfonos inteligentes. El dinero será entonces convertido a la moneda digital.



El banco también está desarrollando cajeros automáticos para que los clientes retiren las monedas MUFG en sus teléfonos inteligentes o convertir la moneda virtual en dinero en efectivo, según el diario japonés. Las nuevas máquinas podrían estar en funcionamiento en la primavera de 2018.

El Gobierno japonés ha aprobado leyes que reconocen oficialmente las monedas digitales como dinero. El mes pasado, también se aprobó una ley para regular los cambios de divisas digitales en el país. La decisión siguió a un escándalo multimillonario por malversación con el Bitcoin.



La nueva ley estipula que todos los intercambios de divisas virtuales deben ser regulados por la Agencia de Servicios Financieros del país, de manera que las monedas deben inscribirse en el organismo de control financiero y que se debe verificar la identidad de los clientes que abren cuentas.


Filipinas, décadas de 1940 y 1950. La colonia más antigua de EE.UU.(cap. 4 de Asesinando la esperanza, de William Blum)

Filipinas, décadas de 1940 y 1950. La colonia más antigua de EE.UU.(cap. 4 de Asesinando la esperanza, de William Blum)




Una colonia por designio divino: William McKinley, presidente de Estados Unidos, dirigiéndose a un grupo de visitantes de la Iglesia Metodista Episcopal, les explicó que Dios le había hablado por la noche y ordenado que EE.UU. permaneciese en Filipinas...

Ofrecemos un nuevo capítulo del libro de William Blum sobre las intervenciones de la CIA y del ejército de EE.UU. en el mundo. En este caso se trata de un interesantísimo capítulo que nos recuerda el intervencionismo americano en Filipinas, la "colonia más antigua de EE.UU." como dice Blum. 
Referencia documental. William Blum: "Filipinas. Décadas de 1940 y 1950", en Asesinando la esperanza. Intervenciones de la CIA y del Ejército de los Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial, cap. 4, pp. 46 a 53. Editorial Oriente, Santiago de Cuba (Cuba), 2005 (original en inglés: William Blum, Killing Hope: U.S. Military and CIA Interventions Since World War II, Common Courage Press, 2004).
Fuente de digitalización y correcciones (cítese y manténgase el hipervínculo): blog del viejo topo
Imágenes, pies de foto y negrita: son un añadido nuestro.
Otros capítulos del libro: para acceder a otros capítulos publicados en el blog, véase al final el índice y pulsar en los hipervínculos que estén activos.

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A pie de imagen pone: "Comienza la escuela. El Tío Sam (en su nueva clase de Civilización): Ahora, niños, ¡tenéis que aprender estas lecciones sobre lo que queréis y lo que no! Pero solo tenéis que echar un vistazo a los niños delante de vosotros y recordar que muy pronto os sentiréis tan contentos de estar aquí como ellos".Es una caricatura que muestra al Tío Sam enseñando a cuatro niños etiquetados como Filipinas (que se parece al líder Filipino Emilio Aguinaldo), Hawai, Puerto Rico y Cuba, delante de niños que llevan libros etiquetados como distintos estados de Estados Unidos. En la parte de atrás hay un niño nativoamericano con un libro al revés, un niño chino en la puerta y un niño negro limpiando la ventana. Sobre la puerta se lee "Los Estados Confederados rechazaron aceptar ser gobernados, pero la Unión fue preservada sin su consentimiento". Originalmente publicada el 25 de enero de 1899 en Puck magazine y su autor fue Louis Dalrymple.
Las ideas de "darwinismo social" (una creencia en la aplicación de la idea de la supervivencia del más apto de Darwin al desarrollo de la civilización y la creencia de que la gente anglosajona era la "raza" superior y tenía un "deber" de civilizar el resto del mundo), alentó la colonización. El historiador John Fiske revitalizó la idea con el término "destino manifiesto" aplicada a la descripción de estas nuevas aventuras americanas para colonizar nuevos territorios
Para una traducción completa de todo el texto de la viñeta,  ver nota del blog nº 1 al final. Pulsa aquí para ver la imagen en gran resolución con detalle.

FILIPINAS. DÉCADAS DE 1940 Y 1950. 
La colonia más antigua de Norteamérica.
William Blum
Yo recorrí la Casa Blanca noche tras noche hasta las doce, y no me avergüenza decirles, caballeros. que me arrodillé y recé a Dios Todopoderoso para que me iluminara y me guiara en más de una ocasión. Y una noche ya tarde se me presentó de este modo, no sé cómo fue, pero me dijo: 1) Que no podíamos dar [las Islas Filipinas] de nuevo a España, que eso sería una cobardía y un deshonor; 2 que no podíamos entregarlas a Francia o Alemania, nuestros rivales comerciales en Oriente. que esto sería un mal negocio y un descrédito; 3) que no podíamos abandonarlas a sí mismas. no tienen condiciones para autogobernarse. pues pronto caerían en la anarquía y un desgobierno peor que el de España, y 4) que no nos quedaba nada por hacer sino tomarlas y educar a los filipinos, y levantarlos y civilizarlos y cristianizarlos, y por la gracia de Dios hacer lo mejor que podamos por ellos, como hermanos nuestros por quienes también Cristo murió.
William McKinley, presidente de Estados Unidos, 1899 (1)
La idea de William McKinley de hacer lo mejor para los filipinos fue emplear el Ejército norteamericano para matar decenas de miles de ellos, quemar sus poblados, someterlos a torturas y establecer los cimientos para una explotación económica a la que se hacía referencia con orgullo como “imperialismo” por los estadistas y periódicos estadounidenses de la época.


William McKinley
Después de que los españoles fueron obligados a abandonar Filipinas en 1898 por la acción combinada de norteamericanos y filipinos, España acepto “ceder” (entiéndase vender) las islas a EE.UU. por veinte millones de dólares. Pero los filipinos, que habían proclamado ya su república independiente, no se sintieron complacidos de ser tratados como un territorio sin habitantes. Por tanto se necesitó de una fuerza de más de 50.000 soldados norteamericanos para hacer que la población cambiara su apreciación de la situación. Así se creó la colonia norteamericana más notoria y antigua.

Casi medio siglo después, el Ejército de EE.UU. volvió a desembarcar en Filipinas para encontrar un movimiento nacionalista en guerra contra un enemigo común, en este caso los japoneses. Mientras combatían a los nipones durante 1945, los militares norteamericanos tomaron medidas para destruir este ejército de resistencia, los huks (apócope de Hukbalahap: “Ejército del Pueblo contra Japón” en tagalo). Las fuerzas norteamericanas desarmaron numerosas unidades huks, quitaron las autoridades locales que habían establecido los huks, y arrestaron y encarcelaron a muchos de sus altos dirigentes, al igual que a los líderes del Partido Comunista filipino. Guerrillas organizadas y dirigidas de manera inicial por oficiales norteamericanos e integradas por soldados estadounidenses y filipinos de las llamadas Fuerzas Armadas de EE.UU. en el Lejano Oriente, desarrollaron acciones de tipo policial contra los huks y simpatizantes e instauraron un reinado de terror; se difundieron rumores difamatorios sobre los huks a fin de debilitar su apoyo entre los campesinos, y se permitió que los japoneses los atacasen sin tropiezos. Todo esto mientras los huks luchaban con ahínco contra los invasores japoneses y sus colaboradores nacionales, y con frecuencia iban en ayuda de los soldados norteamericanos (2).

En esta campaña antihuk, EE.UU. utilizó a muchos filipinos que habían colaborado con los japoneses: terratenientes, grandes propietarios, alguaciles y otros oficiales de la policía. En el período de postguerra, EE.UU. restauró en el poder a muchos de aquellos, marcados como colaboradores, para gran disgusto del resto de los filipinos (3).


Cartel del Huk durante y después de la guerra
Las guerrillas huks se habían organizado en 1942, principalmente por iniciativa del Partido Comunista, como respuesta a la ocupación japonesa de las islas. Entre los estrategas políticos norteamericanos, hubo quienes llegaron a la rutinaria conclusión de gue los huks eran sólo un instrumento de la conspiración comunista internacional, a los que había que combatir como a cualquier otro grupo de esta especie. Otros en Washington y Manila, cuyos reflejos estaban menos condicionados, pero eran más cínicos, reconocieron que el movimiento huk, si no se detenía su creciente influencia, llegaría a promover reformas radicales en la sociedad filipina.

El centro del programa político huk era la reforma agraria, una necesidad desesperada en una sociedad eminentemente agrícola (en alguna ocasión los funcionarios norteamericanos habían hecho referencia a la idea, pero durante los cincuenta años de ocupación norteamericana no se había llevado a cabo ni siquiera un intento). La otra propuesta central de los huks era la industrialización, que había sido obstaculizada por EE.UU. a fin de facilitar, a las industrias norteamericanas, un verdadero campo de juego en Filipinas. En opinión de los huks, tales cambios no serían sino el prólogo del levantamiento de los isleños para salir de su estado de atraso, analfabetismo, pobreza y enfermedades como la tuberculosis y el beri-beri. "La rebelión comunista Hukbalahap [informaba el New York Times] es considerada en general como un resultado de la miseria y descontento entre los campesinos de Luzón Central [la isla principal]" (4).

Un estudio preparado años más tarde por el Ejército norteamericano se hacia eco de este sentimiento, al señalar que el “principal impulso [de los huks] eran los sufrimientos de los campesinos y no los designios leninistas" (5). Sin embargo, el movimiento huk era una amenaza indudable para la condición neocolonial de Filipinas, para la esfera norteamericana de influencia y para aquellos filipinos que se beneficiaban del status quo.

Hacia fines de 1945, cuatro meses después del término de la Segunda Guerra Mundial, EE.UU. estaba entrenando y equipando una fuerza de 50.000 soldados filipinos para la Guerra Fría (6). En testimonio presentado ante un comité de congresistas, el mayor general estadounidense William Arnold declaró con candidez que este programa era “esencial para el mantenimiento del orden interno, no para dificultad externa alguna” (7). Ninguno de los congresistas presentes expresó en alta voz reserva acerca de la validez internacional de tal política externa.

Al mismo tiempo, soldados norteamericanos se mantenían en Filipinas, y se restableció el entrenamiento de combate al menos en una división de infantería. Esto llevó a ruidosas protestas por parte de los soldados que deseaban regresar a casa. El reinicio de entrenamiento de combate fue, según reveló el New York Times, “interpretado por los soldados y algunos diarios filipinos como la preparación para reprimir posibles levantamientos en Filipinas por parte de grupos de granjeros descontentos”. La historia añadía que los soldados tenían mucho que decir “en cuanto a la intervención armada norteamericana en China y las lndias Holandesas [Indonesia]”, que se llevaban a cabo en esa misma etapa (8).

No se conoce hasta qué punto el personal militar norteamericano participó directamente en la eliminación de los grupos disidentes en Filipinas después de la guerra.


Luis Taruc
Los huks, aunque no confiaban en las autoridades filipinas y norteamericanas lo suficiente como para entregar voluntariamente sus armas, pusieron a prueba la buena fe del Gobierno al tomar parte en las elecciones nacionales de abril de 1946 como parte de la “Alianza Democrática”, formada por grupos políticos de campesinos liberales y socialistas. (Se había planificado la independencia de Filipinas para tres meses después, el 4 de julio, para ser exactos.) Tal como resultaron las cosas, al comandante en jefe de los huks, Luis Taruc, y a varios otros miembros de la Alianza y candidatos reformistas que habían sido elegidos para el Congreso (tres al Senado y siete a la Cámara) no se les permitió ocupar sus puestos bajo el pretexto ridículo de que habían utilizado coerción sobre los votantes. No se había hecho investigación ni revisión alguna de los casos por el organismo competente, el Tribunal Electoral (9). (Dos años después Taruc fue admitido temporalmente cuando se presentó en Manila para discutir un cese al fuego con el Gobierno.)

El propósito de negar los puestos a estos candidatos era obvio: el Gobierno podía así presionar para aprobar en el Congreso la controvertida Ley sobre el Comercio entre Filipinas y Estados Unidos —aprobada con sólo dos votos de mayoría en la Cámara y con sólo uno de diferencia en el Senado—, la cual entregaba a EE.UU. enormes privilegios y concesiones en la economía filipina, incluyendo “derechos iguales [...] en el desarrollo de los recursos naturales de la nación y la operación de sus utilidades públicas” (10). Esta "paridad" fue luego extendida a todos los sectores de la economía filipina (11).

El deterioro del proceso electoral fue seguido por una ola de brutal represión contra los campesinos, ejecutada por los militares, la policía y los escuadrones de matones de los terratenientes. Según Luis Taruc, en los meses siguientes a la elección fueron destruidas aldeas, más de quinientos campesinos y sus dirigentes fueron asesinados y tres veces ese número fueron encarcelados, torturados, mutilados o desaparecidos. Los huks y otros sintieron que no había más alternativa que tomar de nuevo las armas (12).


Luis Mangalus Taruc con otros miembros de la guerrilla huk, el 12 de julio de 1950. Aparece con un periódico de Manila del 1 de julio de ese año, para demostrar que no estaba muerto como decía el gobierno filipino por entonces. Foto: gettyimages.  Hijo de campesinos y campesino en sus primeros tiempos, Taruc fue el líder de la guerrilla huk contra los japoneses, el movimientos de resistencia anti-japonés mejor organizadas de toda Asia; en teoría aliado de EE.UU. en la guerra, fue combatido y reprimido por las tropas americanas. Más tarde el movimiento optó por la vía pacífica y democrática, pero a sus representantes electos no se les permitió ocupar sus puestos en las instituciones. Esto, junto con el deterioro de la situación social y el creciente intervencionismo estadounidense, motivó el regreso a la lucha armada. La guerrilla huk (contracción del término Hukbalahap) fue el brazo armado del Partido Comunista de Filipinas y tuvo en Taruc a su más sobresaliente dirigente. 

La independencia no parecía haber traído ningún cambio significativo. El historiador norteamericano George E. Taylor, de credenciales oficialistas impecables, se vio en la necesidad de afirmar, en un libro que fue a las claras auspiciado por la CIA, que la independencia “estuvo marcada por abundantes expresiones de buena voluntad por ambas partes, por promesas cumplidas parcialmente, y por la restauración de la vieja relación en casi todo excepto el nombre [...] Muchas demandas fueron hechas a los filipinos para beneficio comercial de Estados Unidos, pero ninguna para el beneficio político y social de Filipinas” (13).

Mientras tanto, el Ejército norteamericano estaba asegurándose un hogar en Filipinas. Un acuerdo de 1947 proporcionaba localizaciones para 23 bases militares en el país. El acuerdo debía durar noventa y nueve años. Estipulaba que los norteamericanos en servicio que cometiesen crímenes fuera de las bases sólo podían ser juzgados por tribunales militares estadounidenses dentro de las bases. 

Según lo establecido en un pacto de asistencia militar, el Gobierno filipino tenía prohibido comprar siquiera una bala a ningún otro proveedor aparte de EE.UU., a menos que contara con la aprobación norteamericana. Tal estado de cosas implicaba también el entrenamiento, mantenimiento y piezas de repuesto, lo que hacía a los militares filipinos totalmente dependientes de su contraparte norteamericana. Más aun, ningún extranjero, aparte de los estadounidenses, podía desarrollar función alguna para o con las fuerzas armadas filipinas sin la aprobación de Estados Unidos (14).

A principios de 1950, EE. UU. había entregado a Filipinas equipos y abastecimientos por valor de doscientos millones de dólares, una suma notable en aquel tiempo, y a esto se adicionaba la construcción de varias instalaciones militares (15). El Grupo Asesor Militar Conjunto de Estados Unidos (JUSMAG) reorganizó el Departamento de Defensa e Inteligencia filipino y puso a la cabeza a su hombre escogido, Ramón Magsaysay, y formó al Ejército filipino en batallones de combate entrenados para la guerra de contrainsurgencia (16). Filipinas iba aser un laboratorio experimental para este tipo no convencional de combate. Los métodos y la terminología (“busca y destruye”, “pacificación”) adquirirían notoriedad infame más tarde en Vietnam.

Hacia septiembre de 1950, cuando el teniente coronel Edward G. Lansdale llegó a Filipinas, la guerra civil tenia todas las características de un proceso largo y agotador, sin signos de victoria de algún bando. En apariencia, Lansdale era sólo otro asesor militar norteamericano de JUSMAG, pero en realidad era el jefe de las operaciones paramilitares clandestinas de la CIA en el país. Su éxito en Filipinas lo convertiría en una reconocida autoridad en el tema de la contrainsurgencia.


Edward G. Lansdale, los hilos de la CIA. Jugó un papel notorio
en Filipinas, Vietnam y Cuba (apoyando el movimiento anticastrista). 

En sus memorias acerca de este periodo de su vida, Lansdale relata su sorpresa al escuchar, de amigos civiles filipinos bien informados, acerca de las prácticas represivas del gobierno de Quirino: que sus atrocidades igualaban a las (atribuidas) a los huks; que el gobierno estaba “podrido por la corrupción” (incluyendo a los policias comunes en la calle, según pudo observar el propio Lansdale); que el mismo Quirino había sido elegido el año anterior gracias al “fraude generalizado”, y que “los huks, tenían razón”, eran “la esperanza de futuro” y que sólo por medios violentos podría el pueblo conseguir un gobierno que lo representase. (La policía, según escribía un corresponsal del Saturday Evening Post, era “una banda de ladrones y violadores uniformados, más temidos que los bandidos [...] el ejército era muy poco mejor” (17)).

Lansdale no perdió su resolución. Habia venido a cumplir una tarea. Se dijo a sí mismo que si los huks se apoderaban del poder habría otra forma de injusticia a favor de otra minoría privilegiada y por medios incluso más crueles. El paso siguiente fue convencerse de que estaba trabajando al lado de quienes se habían comprometido a “defender la libertad humana en Filipinas” (18).

Como ex publicista, Lansdale no desconocía la investigación de mercado, las técnicas de motivación, el uso de los medios de prensa y el engaño. En el argot de la ClA, tales artes caen bajo el rubro de "guerra psicológica”. Para este fin, Lansdale constituyó una unidad llamada la Oficina de Asuntos Civiles. Sus actividades estaban basadas en la premisa —que pareció a la vez nueva y sospechosa a la mayoría de los oficiales norteamericanos— de que un ejército guerrillero popular no podía ser derrotado sólo por la fuerza.

El equipo de Lansdale realizó un cuidadoso estudio de las supersticiones de los campesinos filipinos que vivían en las áreas huk: su folclore, tabúes y mitos fueron examinados en busca de pistas para los mensajes apropiados que pudieran debilitar su apoyo a los insurgentes. En una operación, los hombres de Lansdale volaron sobre esas áreas en una avioneta oculta tras las nubes y transmitieron misteriosas maldiciones en tagalo sobre cualquier aldeano que se atreviese a dar comida o refugio a los huks. La táctica tuvo tanto éxito que algunas unidades huks se rindieron por hambre (19).

Otra operación de guerra psicológica por iniciativa de Lansdalese basó en el terror supersticioso existente en el campo filipino acerca del asuang, un vampiro mítico. Una escuadra de guerra psicológica entró en una ciudad y sembró rumores de que había un asuang en muna colina cercana donde operaba una base huk, una localización de la que ansiaban desalojarlos las fuerzas gubernamentales. Dos noches después, tras dar tiempo a los rumores para circular entre los simpatizantes de los huk en la ciudad y llegar a la colina, los miembros de la escuadra prepararon una emboscada para los rebeldes en el sendero que estos utilizaban. Cuando pasó una patrulla huk, los emboscados capturaron silenciosamente al último hombre, le hicieron dos perforaciones en el cuello al estilo de las mordidas de vampiros, y lo suspendieron por los tobillos hasta que se desangró completamente y luego colocaron el cadáver de nuevo en el sendero. Cuando los huks, tan supersticiosos como cualquier otro filipino. descubrieron el cuerpo, abandonaron la región (20).

Lansdale sostenía con regularidad "cafés conversatorios" con funcionarios filipinos y militares, en los cuales se intercambiaban libremente nuevas ideas, al estilo de las sesiones cerebrales en Madison Avenue. De estas reuniones salió el Cuerpo de Desarrollo Económico cuya misión era atraer va los huks con un programa de reasentamiento de su propia franja agrícola, con entrega de instrumentos, semillas, préstamos en efectivo, etc. Era un enfoque totalmente inadecuado para el problema de la tierra, y el número que respondió fue modesto pero, como en las otras técnicas de guerra psicológica. la meta principal era privar al enemigo de sus argumentos más persuasivos (21). Entre otras tácticas introducidas o refinadas por Lansdale, estaba la producción de filmes y emisiones de radio para explicar y justificar las acciones del Gobierno; la infiltración de agentes en las filas de los huks para conseguir información y sembrar el descontento; intentos de modificar el comportamiento de los soldados del Gobierno a fin de ocultar sus abusos con la población en las áreas rurales (porque los huks habían seguido siempre un código explícito de conducta hacia los campesinos y castigaban a quienes lo violaban), pero en otras ocasiones se les permitía a los soldados arrasar con las aldeas... disfrazados de huks (22).

Esto último, reveló L. Fletcher Prouty, fue una práctica “desarrollada a un alto grado en Filipinas”, donde los soldados fueron “desplegados sobre una despreocupada aldea en el gran estilo de una producción de Cecil B. de Mille" (23). Prouty, un coronel retirado de las Fuerzas Aéreas de EE. UU., fue durante nueve años el oficial encargado de contactos entre el Pentágono y la CIA. Él ha descrito otro tipo de escenario en el cual los huks fueron pintados de terroristas para oscurecer la naturaleza política de su movimiento y hacerles perder credibilidad:
En las Filipinas, intereses forestales y grandes intereses azucareros habían forzado a decenas de miles de aldeanos simples y atrasados a abandonar áreas donde habían vivido durante siglos. Cuando estas pobres gentes llegaban a otras zonas, era obvio que terminarían por violar los derechos territoriales de otros aldeanos o propietarios. Esto creaba violentos motines, o al menos esporádicos estallidos de bandidaje, ese último recurso desesperado de gente aterrorizada y agonizante. Entonces, cuando el distante gobierno tenía conocimiento de este bandidaje y estos motines, debía ofrecer alguna explicación a los mismos. La última cosa que el gobierno regional hubiera querido hacer sería reconocer que los grandes intereses forestales o papeleros habían expulsado a la población de sus tierras ancestrales. En Filipinas la costumbre es que el gobierno local o regional perciba el 10% de las ganancias de tales empresas y los políticos nacionales reciban otro 10%. De modo que la explicación adecuada era que se trataba de “insurgencia subversiva inspirada por los comunistas”. La palabra para esto en Filipinas es huk (14).
La parte más insidiosa de la operación de la CIA en Filipinas fue la manipulación fundamental de la vida política de la nación, llevando a cabo elecciones teatrales y campañas de desinformación. El punto culminante de este esfuerzo fue la elección como presidente en 1953 de Ramón Magsaysay, el cooperativo ex jefe del Departamento de Defensa. 

Se dice que Lansdale “inventó” a Magsaysay (25). Sus organizaciones —tales como el Movimiento Nacional para Elecciones Libres- manejaban la campaña en Filipinas con todas las licencias, impunidad y recursos que se podría esperar de los comités demócrata y republicano que operan en Nueva York, o quizás mejor, como el mayor Daley operaba en Chicago. Sin embargo, el New York Times llegó a referirse a Filipinas en un editorial como “la vitrina de la democracia en Asia" (26).

La CIA, en una ocasión, narcotizó la bebida del oponente de Magsaysay, el presidente Elpido Quirino, antes de que pronunciase un discurso, de modo que pareciese incoherente. En otra ocasión, cuando Magsaysay insistió en que fuese un filipino quien escribiese su discurso, en lugar de un miembro del equipo de Lansdale, este se irritó tanto que terminó por golpear al candidato presidencial con tanta fuerza que lo derribó sin sentido (27).


Ramón Magsaysay, el colaborador de la CIA
al  que la Agencia convirtió en Presidente de
Filipinas. Portada del Time, del 26-11-1951.
Magsaysay ganó las elecciones, pero antes la CIA había entrado clandestinamente armas para el caso de que su hombre perdiera (28). Una vez en el poder, la CIA escribió sus discursos, guió cuidadosamente su política exterior y usó sus “efectivos” de prensa (editores a sueldo y periodistas) con el fin de garantizarle un apoyo constante para sus programas internos y su participación en la cruzada anticomunista en el sudeste asiático, a la vez que para atacar a los columnistas de los periódicos antinorteamericanos. Tan subordinado estaba Magsaysay a EE.UU. que, según reveló el asistente presidencial Sherman Adams, “mandó a decir a Eisenhower que haría cualquier cosa que EE.UU. quisiera —incluso si su propio ministro de Relaciones Exteriores se oponía” (29).

Una de las inventivas de la CIA para beneficio de Magsaysay fue luego aprovechada en otras estaciones en gran número de países del Tercer Mundo. Se trata de seleccionar articulos escritos por personas al servicio de la CIA para los medios provinciales, y luego republicarlos en un mensuario que se enviaba a los congresistas y personas influyentes en Manila a fin de ilustrarlos acerca de “lo que se pensaba en provincias” (30).

El senador Claro M. Recto, jefe de la oposición política a Magsaysay y un ácido critico de la política norteamericana en Filipinas, recibió un tratamiento especial. La CIA hizo circular la historia de que era un agente comunista chino y preparó paquetes de condones con la etiqueta “Cortesía de Claro M. Recto, el amigo del pueblo”. Todos los condones tenían perforaciones en el lugar más inapropiado (31). La Agencia también planeó asesinarlo, y llegó hasta a preparar una sustancia para envenenarlo. La idea se abandonó “más por consideraciones pragmáticas que por escrúpulos morales" (32).

Después de la muerte de Magsaysay en un accidente aéreo en 1957, otros políticos filipinos y partidos fueron evaluados por la CIA como clientes, o se ofrecieron para ello. Uno de estos últimos fue Diosdado Macapagal, quien se converitiría en presidente en 1961. Macapagal habia suministrado a la CIA información política durante varios años y, llegado el momento, pidió, y recibió, lo que sentía que merecia: un fuerte apoyo financiero para su campaña. (El Reader's Digest llamó a estas elecciones “una verdadera demostración de democracia en acción” (33)).

Irónicamente, Macapagal había sido el más amargo opositor a la intervención norteamericana en la elección de Magsaysay en 1953, e hizo alusiones frecuentes a la ley filipina: “Ningún extranjero deberá ayudar a ningún candidato de forma directa o indirecta o participar o influir en modo alguno en las elecciones" (34).

Todavia más irónico era que en 1957 el Gobierno filipino adoptó una ley, a las claras escrita por los norteamericanos, que ilegalizaba tanto al Partido Comunista como a los huks, y daba como una razón para hacerlo que estas organizaciones buscaban colocar al gobierno “bajo el control y dominio de un poder extranjero” (35).


Bandera del Hukbalahap ("Huk")
Hacia 1953, los huks se habían dispersado y desmoralizado, ya no constituían una amenaza seria, aunque su muerte seria gradual en los años siguientes. Es difícil asegurar en qué medida su decadencia se debió a las fuerzas militares que los combatieron, a los poco ortodoxos métodos de Lansdale, o al eventual debilitamiento de los propios huks, por enfermedades y desnutrición a causa del empobrecimiento del campesinado. Mucho antes del desenlace, un gran número de ellos carecía también de armas y municiones y de equipo bélico apropiado, lo que lleva a cuestionar las tan repetidas acusaciones de ayuda soviética y china hechas por autoridades filipinas y norteamericanas (36). Edward Lachica, historiador filipino, ha escrito: “El Kremlin sólo ayudó con palabras al movimiento comunista en Filipinas, elogiando a los huks por formar parte de la ‘lucha global contra EE.UU.’, pero sin ofrecer apoyo material” (37).

“Desde la destrucción del poder militar de los huk [anotó George Taylor] el programa político y social que hizo posible este logro ha sido echado a un lado en gran medida” (38).

No obstante, la fortaleza norteamericana estaba segura en el sudeste asiático. Desde las Filipinas se enviarían tropas por aire y por mar hacia Corea y China, Vietnam e Indonesia. El Gobierno filipino enviaría combatientes a pelear junto a EE.UU. en Vietnam y Corea. Desde las bases en las islas, la tecnología y el arte de la contrainsurgencia serían impartidos a los soldados de otros aliados en el Pacífico.



William Blum
Digitalización, imágenes y arreglos:


Notas del blog
(1) Viñeta de cabecera, de Louis Dalrymple (1866-1905). Fuente: Wikimedia, versión en inglés.
Descripción. Caricatura que muestra al Tío Sam enseñando a cuatro niños etiquetados como Filipinas (que se parece al líder Filipino Emilio Aguinaldo), Hawai, Puerto Rico y Cuba, delante de niños que llevan libros etiquetados como distintos estados de Estados Unidos. En la parte de atrás hay un niño nativoamericano con un libro al revés, un niño chino en la puerta y un niño negro limpiando la ventana. Sobre la puerta se lee "Los Estados Confederados rechazaron aceptar ser gobernados, pero la Unión fue preservada sin su consentimiento". Originalmente publicada en las páginas 8-9 del número del 25 de enero de 1899 de Puck magazine.
Leyenda. Comienza la escuela. El Tío Sam (en su nueva clase de Civilización): Ahora, niños, ¡tenéis que aprender estas lecciones sobre lo que queréis y lo que no! Pero solo tenéis que echar un vistazo a los niños delante de vosotros y recordar que muy pronto os sentiréis tan contentos de estar aquí como ellos.
Pizarra. El consentimiento de los gobernados es bueno en teoría, pero verdaderamente excepcional. Inglaterra ha gobernado sus colonias aceptasen o no. Al no esperar su consentimiento ha avanzado enormemente en la civilización del mundo. Estados Unidos debe gobernar sus nuevos territorios con o sin su consentimiento hasta que puedan gobernarse por sí mismos.
Póster. Los Estados Confederados rechazaron aceptar ser gobernados, pero la Unión fue preservada sin su consentimiento.
Libro. Estados Unidos - Primera lección sobre el Autogobierno
Nota (en la mesa). La nueva clase - Filipinas Cuba Hawai Puerto Rico

Notas del capítulo

(1) Charles S. Olcott: The Life of William McKinley. Vol. II, Boston, 1916, pp. 100-111; tomado de una charla dada a un grupo de visitantes de la Iglesia Metodista Episcopal.
(2) Acerca de las acciones norteamericanas contra los huks durante la Segunda Guerra Mundial: 
a) D. M. Condit, Bert H. Cooper Jr., et al: Challenge and Response in Internal Conflict. Vol. I The Experience in Asia. Center for Research in Social Systems, The American University, Washington D.C., 1968, p. 481. Investigación realizada por el Departamento del Ejército.
b) Luis Taruc: Born of the People. New York, 1953 (aunque completado en junio de 1949), pp. 147 -162, 186-211. Autobiografia del comandante de los huks que se rindió al Gobierno en 1954.
e) William J. Pomeroy: An American Made Tragedy, New York, 1974, pp. 74-77. Pomeroy es un norteamericano que prestó servicio en Filipinas durante la guerra, en la cual hizo contacto con los huks. Después de la guerra regresó a combatir junto a ellos hasta que fue capturado en 1952. 
d) George E. Taylor: The Philippines and the United States: Problems of Partnerships. New York, 1964, p. 122 (ver nota 13).
e) Eduardo Lachica: Huk: Philippine Agrarian Society in Revolt. Manila, 1971, pp. 112-113, 116-117. 
f) Philippines: A Country Study. Foreign Area Studies, The American University, Washington D.C., 1983-84, p. 43. Preparado por el Departamento del Ejército.
(3) Taruc, capítulo 22; Pomeroy, pp. 77-78; Taylor, pp. 116-120. 
(4) New York Times, 19 de diciembre de 1952, p. 13.
(5) Philippines: A Country Study, p. 44.
(6) New York Times, 5 de enero de 1946, p. 26. 
(7) Audiencias ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara en sesión ejecutiva efectuada el 7 de junio de 1946, hecha pública en 1977, p. 31. Arnold era delegado asistente del jefe de Estado Mayor, División de Operaciones, Estado Mayor General del Departamento de Guerra. 
(8) Sobre las protestas de los militares norteamericanos: New York Times, 8 de enero de 1946, p. 3; 11 de enero, p. 4; para mayor información ver Mary-Alice Waters: GI's and the Fight Against War, New York, 1967, folleto publicado por la revista Young Socialist.
(9) New York Times, 20 de mayo de 1946, p. 8; 2 de junio, p. 26; 4 de junio, p. 22 (carta de Tomás Confessor, destacada figura política filipina, que describe en detalle la ilegalidad de privar a los diputados de sus escaños); 18 de septiembre, p. 4; 19 de septiembre, p. 18; Pomeroy, p. 20; Taruc, pp. 214-227; Lachica, pp. 120-121.
(10) New York Times, 12 de marzo de 1947, p. 15. Las palabras son las utilizadas por el diario; Lachica, p. 121.
(11) Pomeroy, p. 28, explica cómo ocurrió todo esto.
(12) Taruc, capítulos 23 y 24; Pomeroy, p. 78; el Ejército filipino informó que sus incursiones en las áreas huks durante el mes siguiente a las elecciones habían ocasionado 600 muertes (New York Times, 20 de mayo de 1946, p. 8), pero no se hizo diferenciación entre las bajas militares y las civiles en lo publicado por la prensa; ver igualmente Lachica, p. 121.
(13) Taylor, pp. 114 y 115. El libro fue publicado por Frederick A. Praeger, Inc. para el Consejo de Relaciones Exteriores, el tanque pensante de superalto nivel cuyos oficiales y directores en aquel tiempo incluían a Allen Dulles, David Rockefeller y John J. McCloy. Según se reveló más tarde, Praeger publicó varios libros en los 60 bajo el auspicio de la CIA. El aquí mencionado, aunque razonable en la mayoría de los temas, se vuelve pueril y semihistérico al hacer referencia a los huks o al “comunismo”.
(14) Departamento de Estado: Treaties and Other International Agreements of the United States of America, 1776-1949. Washington, 1974, pp. 84-89; Pomeroy, pp. 21-23; Taylor, p. 129. 
(15) New York Times, 1 de julio de 1946, cincuenta millones aportados; 11 de febrero de 1950, p. 6, ciento sesenta y tres millones y medio aportados bajo el acuerdo de 1947.
(16) Edward G. Lansdale: In the Midst of Wars. New York, 1972, passim; Stephen Shalom: "Counter-Insurgency in the Philippines”, en Daniel Schirmer y Stephen Shalom, eds.: The Philippine Reader, Boston, 1987, pp. 112-113.
(17) William Worden: “Robin Hood of the Islands”, en Saturday Evening Post, 12 de enero de 1952, p. 76. 
(18) Lansdale, pp. 24-30, 47.
(19) Joseph Burkholder Smith: Portrait of a Cold Warrior. G. P. Putnam’s Sons, New York, 1976, p. 95 (ver nota 30 sobre la trayectoria de Smith).
(20) Lansdale, pp. 72-73.
(21) Ibid., pp. 47-59. 
(22) Ibid, pp. 70-71, 81-83, 92-93; Smith, p. 106; Taruc, pp. 68-69; para descripciones más detalladas de esta campaña de propaganda ver Shalom, pp. 115-116. 
(23) Coronel L. Fletcher Prouty, de la Fuerza Aérea de EE.UU. (ret.): The Secret Team: The CIA and its Allies in the Control of the World. Ballantine Books, New York, 1974, pp. 38-39.
(24) Ibid., pp. 102-103.
(25) Smith, p. 95, citando al oficial de la CIA Paul Lineberger.
(26) New York Times, 16 de octubre de 1953, p. 26.
(27) Entrevistas realizadas por Thomas Buell a Ralph Lovett, jefe de la estación CIA en Filipinas a principios de los 50, y a Lansdale; citadas en Raymond Bonner: Waltzing With a Dictator: The Marcoses and the Making of American Policy. New York, 1987, pp. 39-40. Ver también New York Times, 31 de marzo de 1997, p. 1.
(28) Bonner, p. 41.
(29) Sherman Adams: Firsthand Report. New York, 1961, p. 123.
(30) Para una descripción general detallada de la manipulación de la vida política filipina por parte de la CIA, y de Magsaysay en particular, ver Smith, capítulos 7, 15, 16 y 17. Smith era un oficial de la CIA que, a principios de los 50, trabajaba en la división del Lejano Oriente, que incluía a Filipinas, relacionado con cuestiones de la guerra política y psicológica.
(31) Smith, p. 280. 
(32) Entrevista de Buell a Lovett (ver nota 27) citada en Bonner, p. 42.
(33) Reader's Digest, abril de 1963, artículo titulado “Democracy Triumphs in the Philippines”.
(34) Smith, p. 290.
(35) Moción No. 6584 de la Cámara, Ley de la República No. 1700, aprobada el 20 de junio de 1957. 
(36) Acerca de las condiciones de los huks: New York Times, 3 de abril de 1949, p. 20; 30 de junio de 1950, p. 4. 
(37) Lachica, p. 131.
(38) Taylor, p. 192.



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Textos de William Blum en castellano en otros sitios.

Web personal del autor

Índice del libro
(Los capítulos con hipevínculo están publicados en el blog; pulsa sobre ellos para acceder al contenido)
3. Grecia. De 1947 hasta inicios de la década de 1950: de cuna de la democracia a estado cliente.
5. Corea 1945-1953: ¿fue todo lo que pareció ser?
6. Albania 1949-1953: el correcto espía inglés.
7. Europa del Este 1948-1956: operación factor fragmentante.
9. lrán 1953. Dándole seguridad al rey de reyes.
l0. Guatemala l953-l954. Con el mundo por testigo.
11. Costa Rica. Mediados de los 50. Tratando de derribar a un aliado. Parte I.
12. Siria 1956-l957. Comprando un nuevo gobierno.
13. Medio Oriente 1957-1958. La Doctrina Eisenhower reclama otro patio para Norteamérica.
16. Guayana Británica 1953-l964. La mafia sindical internacional de la CIA.
18. Italia. Años 50 a los 70. Apoyando a los huérfanos del cardenal y al tecnofascismo. PRÓXIMAMENTE EN EL BLOG
20. Camboya 1955-1973. El príncipe Sihanouk camina en al cuerda floja de la neutralidad.
21. Laos 1957-1973. L’Armée Clandestine.
22. Haítí 1959-1963. Los marines desembarcan de nuevo.
23. Guatemala 1960. Un buen golpe merece otro.
24. Francia-Argelia. Años 60. L’état, c’est la CIA (El Estado es al CIA).
26. El Congo 1960-1964. El asesinato de Patricio Lumumba.
27. Brasil 1961-1964. Presentando el maravilloso mundo de los Escuadrones de la Muerte.
28. Perú l960-l965. Fort Bragg se traslada a al selva.
29. República Dominicana 1960-1966. Deshacerse de la democracia para salvarla del comunismo.
30. Cuba. l959 hasta los años 80. La revolución imperdonable. PRÓXIMAMENTE EN EL BLOG
32. Ghana 1966. Kwane Nkrumah se sale de la línea.
33. Uruguay 1964-1970. Tortura, tan norteamericana como el pastel de manzana.
36. Bolivia l964-l975. Tras la huella del Che Guevara en la tierra del coup d´état.
37. Guatemala. 1962 hasta los 80. Una “solución final” menos publicada.
38. Costa Rica 1970-1971. Tratando de derribar a un aliado, parte II.
39. lraq 1972-1975. Las acciones encubiertas no deben ser confundidas con trabajo de misioneros.
40. Australia 1973-1975. Otra elección libre que muerde el polvo.
4l. Angola. 1975 hasta los años 80. El juego de póker de las grandes potencias.
42. Zaire 1975-1978. Mobutu y la CIA, un matrimonio hecho en el cielo.
43. Jamaica 1976-1980. El ultimátum de Kissinger.
44. Seychelles 1979-1981. Otra área más de gran importancia estratégica.
45. Granada 1979-1984. La mentira, una de las pocas industrias surgidas en Washington. PRÓXIMAMENTE EN EL BLOG
46. Marruecos 1983. Una jugada sucia con vídeo.
47. Surinam 1982-1984. Una vez más el famoso cubano.
48. Libia 1981-1989. Ronald Reagan encuentra la horma de su zapato.
49. Nicaragua 1980-1990. Desestabilización en cámara lenta. PRÓXIMAMENTE EN EL BLOG
50. Panamá 1969-1991. Traicionando a nuestro suministrador de drogas.
51. Bulgaria 1990-Albania 1991. Enseñándole a los comunistas de qué se trata la democracia.
52. Iraq 1990-1991. El holocausto del desierto.
53. Afganistán 1979-1992. La jihad norteamericana.
54. El Salvador 1980-1994. Derechos humanos al estilo de Washington.
55. Haití 1986-1994. ¿Quién me librará de este cura revoltoso?
Notas 
Anexo 1. Así es como circula el dinero.

William Blum, Asesinando la esperanza. 
Portada y contraportada edición en castellano. 
Editorial Oriente, Santiago de Cuba (Cuba), 2005.