sábado, 21 de mayo de 2016

MÁS PRUEBAS DEL APOYO BRITÁNICO AL YIHADISMO

MÁS PRUEBAS DEL APOYO BRITÁNICO AL YIHADISMO




Especialistas bajo contrato del ministerio británico de Relaciones Exteriores y bajo la supervisión del ministerio de Defensa de Su Graciosa Majestad se encargan de las relaciones públicas de los «grupos armados moderados» que operan en Siria, según revela el diario británico The Guardian. Y lo hacen produciendo videos, fotos, informes militares y folletos identificados con los logos de dichos grupos.

Foto de una presentación mediática de yihadistas en las afueras de Damasco. El hombre sentado en primer plano es el jefe yihadista Zahran Alushe (muerto en diciembre de 2015). El armamento proviene de Arabia Saudita pero los consejeros militares son miembros de las fuerzas especiales británicas (SAS, Special Air Service). La imagen lleva el logo de Yesh al-Islam (Ejército del Islam). Este material mediático fue realizado en el marco de la campaña de comunicación del gobierno británico.

Estos especialistas cuentan con un presupuesto anual de 2,4 millones de libras esterlinas (3 millones de euros), desde el incidente del ataque químico del verano de 2012. Ese presupuesto, inicialmente destinado a la empresa de manejo de crisis Regester Larkin, está siendo entregado ahora a Innovative Communications & Strategies (InCoStrat), compañía creada en 2014. Ambas firmas, con sedes en Londres y en Washington, fueron creadas por el coronel Paul Tilley, quien dispone de unos cincuenta empleados en Estambul. Estas mismas firmas obtuvieron no hace mucho otro contrato para la guerra en Yemen.

Yihadistas "moderados" en plena faena de desestabilizar Si-
ria, saquear su riqueza y empujar a la población civil a la
emigración. Todo ello de la forma más "moderada", of course
En todo caso, las mencionadas empresas son parte de una operación diferente de la que dio lugar a la aparición del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), dependiente del MI6.

Los documentos que menciona The Guardian demuestran fundamentalmente que estas firmas garantizan una campaña de comunicación favorable al Movimiento Hazzm y al grupo yihadista Yesh al-Islam (Ejército del Islam).

Según el embajador ruso ante la ONU, Yesh al-Islam es en realidad una denominación «moderada» bajo la cual se esconden combatientes de al-Qaeda. Sin embargo, en el Consejo de Seguridad de la ONU, el Reino Unido se opuso a la inclusión de Yesh al-Islam en la lista de organizaciones terroristas... consiguiendo que ese grupo yihadista esté representado en las negociaciones de Ginebra.

(Visto en https://es.sott.net/)

¿Qué entender por una normalización de las relaciones entre Cuba y EEUU?


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¿Qué entender por una normalización de las relaciones entre Cuba y EEUU?

 

 

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Desde que el 17 de diciembre de 2014 los presidentes de Cuba y los Estados Unidos realizaron de manera simultánea los históricos anuncios sobre el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y el inicio del proceso hacia la “normalización” de los vínculos bilaterales, han sido muy disímiles las interpretaciones y análisis sobre cómo sería esa hipotética “normalización”.
En ese sentido, lo primero que resulta oportuno aclarar, es que Cuba y los Estados Unidos jamás han tenido relaciones normales. En el siglo XIX la Mayor de las Antillas era una colonia de España, imposibilitada por su metrópoli a tener relaciones de normalidad con el vecino del norte.
Por otro lado, desde fecha muy temprana quedó establecida la esencia de la confrontación Cuba-Estados Unidos: hegemonía versus soberanía, raíz fundamental que ha impedido hasta nuestros días una relación normal entre ambos países.
Los documentos históricos existentes demuestran que las pretensiones de anexar o dominar a Cuba estuvieron presentes en los padres fundadores de la nación norteamericana, incluso desde antes de alcanzada la independencia de las Trece Colonias. Ya en 1767 Benjamín Franklin había recomendado al lord William Petty II, conde de Shelburne y Secretario de Estado para los asuntos coloniales de Inglaterra, fundar un asentamiento en Illinois para que, ante un posible conflicto armado, sirviera de puente para descender hasta el golfo de México y luego tomar Cuba o México mismo.[i] También en una fecha tan prematura como 1783, John Adams, segundo presidente de Estados Unidos, había hecho la siguiente declaración: «Cuba es una extensión natural del continente norteamericano y la continuidad de los Estados Unidos a lo largo de ese continente torna necesaria su anexión».[ii]
Para 1823, la llamada política de la fruta madura se convertiría en la piedra angular de la política exterior de los Estados Unidos hacia Cuba hasta finales de siglo. Mientras no existieran las condiciones para apoderarse de Cuba, era preferible que la isla permaneciera bajo el dominio de España, antes de que su soberanía fuera transferida a una nación mucho más poderosa, especialmente Inglaterra, la reina de los mares en aquellos años. Asimismo, Estados Unidos rechazó con vehemencia la posibilidad de una expedición colombo-mexicana que llevara la independencia a Cuba y Puerto Rico en la década del 20[iii] y se negó a reconocer la beligerancia de los cubanos durante las gestas independentistas de la segunda mitad del decimonónico. Estados Unidos consideró que estas opciones políticas para Cuba, también podían poner en riesgo sus ambiciones expansionistas.
Finalmente en 1898 Estados Unidos intervino en el conflicto cubano-español y convirtió a la Isla en la primera probeta de ensayo neocolonial del imperialismo norteamericano. La Enmienda Platt, impuesta por la fuerza a los constituyentes cubanos de 1901, bajo la amenaza de ocupación permanente, garantizó a Estados Unidos el control político sobre la Mayor de las Antillas. En pocos años Washington logró también el control económico y financiero de Cuba. Ningún gobierno de la Isla podía sobrevivir por mucho tiempo sin contar con el reconocimiento de los Estados Unidos. De ahí que resulta también imposible hablar de relaciones normales entre Cuba-Estados durante la llamada República Neocolonial burguesa de 1902 a 1959.
Entonces, cuando triunfa la Revolución cubana en 1959, es cierto que la administración republicana de Dwight D. Eisenhower reconoció —no sin cierta reticencia— al nuevo gobierno el 7 de enero, pero al mismo tiempo se trazó como meta fundamental evitar la consolidación de la revolución social en Cuba y con esto, que los intereses estadounidenses en la Isla fueran lastimados. De ahí la poca cooperación y animadversión que mostraron las autoridades norteamericanas hacia los nuevos líderes cubanos desde el propio momento del triunfo, a pesar de la valoración positiva que tenían sobre varias figuras moderadas dentro del Gabinete cubano, a las cuales pensaban utilizar para evitar la radicalización del proceso y garantizar la conservación de la Isla en la esfera de influencia norteamericana.
A pesar de que la aprobación formal del «Programa de acción encubierta contra el régimen de Castro», ocurrió en marzo de 1960, la decisión del «cambio de régimen» había sido tomada desde el propio año 1959. Dos altos funcionarios del Departamento de Estado de los Estados Unidos, el subsecretario para Asuntos Políticos, Livingston T. Merchant y el secretario adjunto para Asuntos Interamericanos Roy Rubbottom, reconocerían luego que desde junio de 1959 se «había llegado a la decisión de que no era posible lograr nuestros objetivos con Castro en el poder», poniéndose en marcha un programa que «el Departamento de Estado había elaborado con la CIA» cuyo propósito era el de «ajustar todas nuestras acciones de tal manera que se acelerara el desarrollo de una oposición en Cuba que produjera un cambio en el Gobierno cubano resultante en un nuevo Gobierno favorable a los intereses de EE.UU.».[iv]
La administración Eisenhower comenzó de inmediato un amplio espectro de políticas agresivas contra la Revolución Cubana con el objetivo de lograr un cambio de régimen mucho antes de establecidas las relaciones entre Cuba y la URSS y de declarado el carácter socialista de la Revolución, entre ellas: suspensión de la asignación de créditos, campañas difamatorias, violaciones al espacio aéreo y marítimo de Cuba, sabotajes a los objetivos económicos en la Isla, ataques piratas, apoyo de la CIA a la contrarrevolución interna en sus actos de sabotajes, sostén e incitación al bandidismo, intentos de asesinato contra los líderes de la Revolución, utilización de la Organización de Estados Americanos (OEA) para condenar y aislar diplomáticamente a Cuba, apoyo encubierto a una invasión desde el exterior por elementos batistianos acantonados en Santo Domingo bajo el patrocinio del dictador Trujillo, entre otros actos de agresión. Sin embargo, muy pronto la CIA y el Presidente llegaron a la conclusión de que el único modo de «solucionar» el asunto de Cuba era sobre la base de asesinar a Fidel Castro o invadir la Isla.[v]
De este modo, desde diciembre de 1959 la CIA había concebido un programa de formación de un ejército de mercenarios cubanos, algunos de ellos criminales de la dictadura batistiana, para invadir el país. Este plan fue aprobado por el presidente Eisenhower en marzo de 1960. El 6 de julio del propio año el presidente estadounidense canceló la cuota cubana de azúcar y el 19 de octubre su administración declaró el «embargo» parcial al comercio, prohibiendo todas las exportaciones, excepto de alimentos y medicinas, aunque la guerra económica contra Cuba había comenzado mucho antes.[vi] Finalmente, el 3 de enero de 1961 el Gobierno norteamericano anunció el rompimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba y el 16 de enero estableció las primeras restricciones a los viajes de los ciudadanos estadounidenses a la Isla.
De ahí en adelante, en los reducidos momentos en que Estados Unidos se planteó acercarse a Cuba con vista a explorar la posibilidad de una normalización de las relaciones, esa normalización fue siempre entendida desde la dominación, es decir que Cuba debía ceder terreno soberano en materia de política interna o externa para poder aspirar a normalizar los vínculos bilaterales con los Estados Unidos. Así fue durante las administraciones de Gerald Ford (1974-1977) y James Carter (1977-1981). Al propio tiempo, esto no implicó que Washington renunciara al cambio de régimen en Cuba por otras vías. La normalización era parte de la estrategia para socavar la Revolución desde dentro. Pero el cambio en la manera de enfocar la política ya era significativo, pues el resto de las administraciones no se habían apartado de la lógica de que había que cambiar primero el régimen para luego considerar la “normalización”.
Una verdadera normalización además de comprender relaciones diplomáticas plenas entre ambos países, debe materializarse en la eliminación de la clásica agresividad y prepotencia que ha caracterizado la política de los Estados Unidos hacia la Cuba revolucionaria; comenzando por el levantamiento de lo que ha sido su núcleo duro durante más de 50 años: el bloqueo económico, comercial y financiero. La normalización no implicaría en ese caso la ausencia de conflicto ideológico y de diferendo en determinadas esferas, sino la existencia de estos junto a los espacios de cooperación. En un escenario de normalización como este, los problemas se analizarían sobre la base del diálogo, la negociación y el respeto mutuo a la soberanía y los principios de ambos países, evitando la aplicación de medidas de corte agresivo de cualquier tipo. De esta manera, se excluirían la ejecución de medidas concretas, más allá de declaraciones simbólicas o expresiones de deseos ideológicos. Para la existencia de una normalización plena entre Cuba y los Estados Unidos, tendría que desaparecer definitivamente la esencia del conflicto: hegemonía versus soberanía. Al propio tiempo, deberá garantizarse un fuerte núcleo de cooperación, que termine prevaleciendo sobre las áreas de conflicto.
En ese difícil y complejo camino hacia la normalización, Cuba ha fijado su agenda de los puntos fundamentales que habría que resolver:
  •  Levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero.
  •  Devolución del territorio ocupado por la Base Naval de Guantánamo
  •  Fin de la agresión radial y televisiva contra Cuba
  •  Cese del financiamiento a la contrarrevolución y a la subversión interna.
  •  Abrogación de la Ley de Ajuste Cubano y la política de “pies secos-pies mojados”.
  •  Compensación a Cuba por los daños del bloqueo y las agresiones.
  •  Restitución de los fondos congelados robados. Un escenario de post bloqueo no bastaría para normalizar las relaciones Estados Unidos-Cuba. En mi opinión, cuando eso suceda se habrá dado un paso fundamental en el espinoso camino hacia un modelo de relación más civilizada, pero aun no podrá hablarse de normalización plena mientras permanezca ocupado ilegalmente parte del territorio cubano por una base naval estadounidense, lo cual mantiene comprometida la soberanía territorial y la seguridad nacional de la Isla. La presencia militar estadounidense en Guantánamo continúa siendo un tema muy sensible para los cubanos, una afrenta al orgullo nacional y una triste recordación no ya de la Guerra Fría, sino de los tiempos en que los cubanos sufrieron la aplicación del articulado de la Enmienda Platt. La base naval estadounidense en Guantánamo constituye un vestigio de aquella execrable enmienda.
    Por otro lado, para una normalización efectiva de los vínculos bilaterales, la política de los Estados Unidos hacia Cuba no solo tendría que cambiar en los instrumentos, sino en los fines. ¿Cómo podría garantizarse esa normalización cuando aun Estados Unidos persiste en sus objetivos estratégicos de cambio de régimen en Cuba, los cuales se manifiestan a través del financiamiento millonario a grupos que atentan contra el orden interno y constitucional de la Isla, así como a Radio y Tv Martí? ¿Cómo hablar de normalización de las relaciones cuando gran parte de la estructura de hostilidad de Estados Unidos contra Cuba, aún se mantiene en pie?
    Téngase en cuenta por otro lado, que incluso dentro de ese proceso de normalización, o de normalizaciones múltiples, en los espacios que más se ha avanzado o existe mayor cooperación y diálogo, aun no pueden hablarse de normalidad. Es cierto que Cuba y los Estados Unidos han restablecido relaciones diplomáticas, ¿pero cómo se puede sostener que ya existen relaciones normales en el plano diplomático, cuando al propio tiempo el gobierno de los Estados Unidos de forma abierta –y encubierta- continúa desarrollando programas para cambiar el régimen en la Isla, algo que ningún analista serio en ese país apoya y que se ha convertido en un negocio sucio que afecta cada vez más el bolsillo del contribuyente estadounidense? O piénsese en el terreno migratorio, uno de los campos en que más se han desarrollado conversaciones y alcanzado acuerdos. ¿Podrá decirse que ya existe una relación normal cuando se mantiene la Ley de Ajuste Cubano, el programaParole que incita a médicos cubanos a desertar de sus misiones internacionalistas y la política de Pies secos, pies mojados, instrumentos que politizan el tema migratorio e impiden la existencia de una migración legal y ordenada de cubanos hacia los Estados Unidos? Todas estas contradicciones e incongruencias en la política de Washington hacia La Habana, entre el discurso y la realidad, afectan también el logro de la normalización en otro terreno muy importante por los impactos que tienen en el resto: el de la confianza mutua.
    Cuba ha aceptado el desafío que representa el “nuevo enfoque” de la política de los Estados Unidos tratando de aprovechar con inteligencia las nuevas oportunidades que también se abren para una mejor relación entre ambos países y pueblos, así como para la economía cubana. Aunque muchos no lo ven de esa manera, la actitud de Cuba no deja de ser además de osada, una prueba de la confianza que existe sobre sus fortalezas internas, pues realmente son pocos los que abren las puertas de su casa al vecino –sobre todo a uno tan poderoso-, sabiendo que éste a la larga pretende incendiarla.
    En su discurso en el Gran Teatro de La Habana, Alicia Alonso, Obama retomó una idea que había expresado con otras palabras en la Cumbre de las Américas celebrada en Panamá, en abril del 2015: “Estados Unidos no tiene ni la intención ni la capacidad de imponer cambios en Cuba, los cambios dependen del pueblo cubano. No vamos a imponer nuestro sistema político y económico, porque conocemos que cada país, cada pueblo debe forjar su propio destino, tener su propio modelo; pero al quitar el velo de la historia debo hablar claramente sobre las cosas en las que yo creo, las cosas que nosotros como estadounidenses creemos”.
    Si este planteamiento fuera cierto, Cuba no tendría nada que objetar. Si se tratara solo de una cuestión de persuasión y de confrontación ideológica no habría nada que denunciar, pero esta es una de las idea que menos se sostiene de todo el discurso de Obama. En primer lugar, se contradice con otras declaraciones del presidente Obama y sus asesores más cercanos y, en segundo lugar, lo cual es más importante, no se corresponde con lo que está sucediendo en la práctica. Solo tres días después de la visita de Obama a Cuba, el Departamento de Estado anunció un programa de orientación de prácticas comunitarias por $ 753 989 pa­ra “jóvenes líderes emergentes de la sociedad civil cubana”. La administración Obama, según el Servicio de Investigaciones del Congreso –de enero de 2016- es la que más fondos públicos ha destinado a la subversión interna del sistema cubano en los últimos 20 años, unos 159, 3 millones de dólares entre 2009 y 2016.
    Por otro lado, a pesar de todos los pronunciamientos de Obama contra el bloqueo y de los pasos que ha dado su administración en el camino hacia su desmantelamiento, aun la relación económica y comercial entre Cuba y los Estados Unidos está lejos de ser normal. Como ha declarado el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parilla, esos pasos han sido positivos, pero limitados y con un una clara motivación política que discrimina al sector estatal de la economía cubana. Exceptuando el sector de las telecomunicaciones, las empresas estadounidenses siguen teniendo prohibido invertir en la Isla. Persisten las restricciones de exportación de los principales productos y servicios cubanos hacia el mercado estadounidense. La posibilidad de que Cuba utilice el dólar en las transacciones financieras –medida que aun no se ha puesto en práctica- no incluye a las transacciones financieras con bancos estadounidenses, ni que la Isla pueda tener cuentas de corresponsalía en los mismos. Las posibilidades de comercio entre Cuba y Estados Unidos continúan siendo unidireccionales, de los Estados Unidos hacia Cuba, pero no de Cuba hacia los Estados Unidos. ¿Acaso eso es normal? ¿Por qué Obama no ha agotado las amplias facultades ejecutivas que aun posee para convertir al bloqueo contra Cuba en una especie de cascarón vacío? ¿Hay una intención clara y sincera en los pasos que Washington ha dado en función del debilitamiento del bloqueo de buscar una normalidad de las relaciones entre ambos países?
    Como ha expresado el abogado estadounidense Robert Muse: “Para que EEUU tenga relaciones normales con Cuba, debe hacer dos cosas: en primer lugar, eliminar las medidas punitivas impuestas a ese país; y en segundo lugar, extender a Cuba los beneficios de las naciones que están en paz. Un ejemplo de esto último es la concesión de igualdad de acceso a uno que otro mercado. Esto significa ir más allá de levantar la actual prohibición estadounidense de las importaciones cubanas y la prohibición sobre las exportaciones estadounidenses a Cuba. Esto requerirá que EEUU permita a Cuba –un miembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC) –el mismo acceso al mercado que extiende a los productos de otros países miembros de la OMC”. Por lo tanto, prefiero caracterizar esta etapa que estamos viviendo de las relaciones Estados Unidos-Cuba, como de transición hacia una modelo de convivencia más civilizada entre contrarios, o de modus vivendi entre adversarios ideológicos. Algunos consideran incluso que resulta utópico pensar que Estados Unidos algún día tendrá una relación normal con Cuba, pues ese tipo de relación no lo tiene prácticamente con ningún país en el mundo, ni siquiera con sus aliados, al ser el hegemón regional y la superpotencia líder del capitalismo global. Pero como Fidel le dijera a dos enviados de Carter en conversaciones secretas sostenidas en La Habana, 1978: “Tal vez sea idealista de mi parte, pero nunca he aceptado las prerrogativas universales de los Estados Unidos. Nunca acepté y nunca aceptaré la existencia de leyes diferentes y reglas diferentes».
    No obstante, como el camino hacia la “normalización” entre Cuba y los Estados Unidos no deja de ser también un viaje hacia lo ignoto, esa utopía resulta imprescindible para caminar.
    “Estamos listos para acompañarlos, pero respetando vuestra identidad, vuestro modelo, vuestra independencia. Para nosotros esos son principios esenciales”, expresó el presidente francésFrançoisHollande, cuando visitó Cuba en mayo de 2015. Por qué no soñar con escuchar algún día ese planteamiento de un presidente norteamericano. Y más importante que escucharlas, ver que esas palabras se corresponden con lo que sucede en la realidad. Solo llegado ese momento, podremos entonces sostener que hemos alcanzado la normalización de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos.
    Notas
    [i] Ernesto Limia, Cuba entre tres imperios: perla, llave y antemural, Casa Editorial Verde Olivo, 2014, p.276.
    [ii] Atilio A. Borón, América Latina en la Geopolítica Imperial, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2014, p.66.
    [iii] Véase Elier Ramírez Cañedo, Estados Unidos contra la independencia de Cuba: otro rostro del Bicentenario, en: Cuba en el movimiento independentista nuestroamericano, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2012, pp.231-245.
    [iv] Veáse Carlos Alzugaray, «La búsqueda de la verdad en el debate histórico: Acerca de una polémica sobre las relaciones Cuba-Estados Unidos al principio de la Revolución», en:La Jiribilla, no. 411, La Habana, pp. 24-25.
    [v] En un memorando fechado el 11 de diciembre de 1959, el jefe de la División del Hemisferio Occidental de la CIA J. C. King dice textualmente: «Analizar minuciosamente la posibilidad de eliminar a Fidel Castro (…) Muchas personas bien informadas consideran que la desaparición de Fidel aceleraría grandemente la caída del gobierno…». Reflexiones de Fidel Castro, La tiranía mundial. Los fundamentos de la máquina de matar, La Habana, 8 de julio de 2007.
    [vi] Un documento desclasificado en los Estados Unidos, fechado el 26 de enero de 1960, donde se recoge la versión de una reunión entre el presidente Eisenhower, el secretario de Estado, Herter, el embajador estadounidense en La Habana, Philip Bonsal y otros funcionarios, señala: «El Presidente dijo que Castro empieza a parecer un loco. (…) Dijo que (…) deberíamos aplicar una cuarentena a Cuba. Si ellos (el pueblo cubano) tienen hambre, botarán a Castro. (…) Preguntó cómo Cuba podría vivir si no pudiera vender su azúcar». Véase, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado: «Girón. 40 años después», Conferencia de académicos y actores históricos cubanos y norteamericanos, La Habana, 22-24 de marzo de 2001. Materiales de Información, Carpeta #2, pp. 56-57.
    * Elier Ramírez Cañedo
  • Una embajadora, EE.UU. y el golpe


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    Una embajadora, EE.UU. y el golpe

     

     

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    La diplomática de Estados Unidos Liliana Ayalde, de 57 años, reemplazó a Thomas Shanon luego del escándalo de espionaje de su país contra Brasil. Ayalde es funcionaria desde 1981 en la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
    Una historia de filtraciones
    “Entrometerse de esta manera en la vida de otros países es una violación del derecho internacional y como tal, es una afrenta a las relaciones entre los países, especialmente entre naciones amigas. No es posible establecer la soberanía de un país a expensas de dañar la soberanía de otros. Jamás, el derecho a la seguridad de los ciudadanos de un país puede ser asegurado por la violación de los derechos humanos y los derechos civiles de los ciudadanos de otro país”, con esta frase la presidenta de Brasil Dilma Rousseff inauguró en 2013 la 68va Asamblea General de Naciones Unidas, denunció así las interceptaciones de las que fue objeto su país por parte de la estadounidense Agencia de Seguridad Nacional (NSA)
    A Dilma no solo la escuchaban los brasileros o aquellos que de forma pública podían seguir a la mandataria, que hoy enfrenta el poderío de una derecha en coalición que aprobó el impeachment en su contra y que abrió así el camino para una posible ruptura de los logros alcanzados, sino que La NSA interceptó al menos 29 números telefónicos entre los que se incluyen importantes diplomáticos, ministros, miembros del Banco Central y a la propia mandataria.
    Este hecho ocasionó la cancelación en 2013 de un viaje previsto por la mandataria brasilera a la Casa Blanca, medida que para la embajadora de Estados Unidos en Brasilia Liliane Ayalde (quien reemplazó a Thomas Shanon) obedeció solo a una "suspensión". La cita se concretó dos años más tarde.
    Pero la experiencia de Ayalde, miembro de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por su sigla en inglés) desde 1981, le permitía sortear este tipo de eventos de países víctimas de filtraciones y emboscadas de Estados Unidos. La citada funcionaria diplomática representó a Estados Unidos (EE.UU.) en Paraguay, país en el que la derecha ejecutó un golpe contra el presidente electo por el voto popular Fernando Lugo.
    Golpes de Estado
    "Se violentó uno de los principios más elementales de los juicios, que es el legítimo derecho a la defensa. Hoy prácticamente se presentó la acusación y apenas le dieron unas horas a los defensores del presidente para que conocieran las pruebas y pudieran elaborar argumentos, con lo cual refutar las pruebas. Eso es físicamente imposible". De esta forma el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas, Alí Rodríguez Araque, describió en 2012 el "golpe express" en contra de Fernando Lugo para el que bastaron pocas horas para concretarlo, pero que contó con una larga historia de injerencias.
    Incluso para algunos los golpes de Estado no son tales, como el caso de la entonces embajadora de EE.UU. Liliana Ayalde (actual embajadora en Brasilia), quien ante las denuncias del golpe en marcha contra Lugo desmintió las versiones de contubernio entre legisladores de ultraderecha y su país para concretar un golpe de Estado al gobierno del Presidente.
    Según las revelaciones de Wikileaks, la administración de Estados Unidos ordenó a sus diplomáticos en Paraguay recabar datos sobre los candidatos presidenciales en 2008.
    Sorprendentemente, las informaciones demandaban la obtención de datos biométricos, huellas dactilares, fotografías, escáneres del iris e información genética del actual mandatario Fernando Lugo, y de los candidatos Blanca Ovelar, Luis Castiglioni y del general golpista Lino Oviedo.
    Los documentos del Departamento de Estado muestran que la Casa Blanca reclamó a sus funcionarios confirmar la existencia o no de yacimientos de hidrocarburos en la región del Chaco paraguayo.
    También les ordenó investigar sobre el narcotráfico y la construcción de mezquitas en el país latinoamericano.
    En septiembre de 2008, cuando apenas Lugo tenía 15 días en la presidencia, denunció la conspiración de un golpe de Estado en su contra. Por su parte, Federico Franco (quien fuera el vicepresidente de Paraguay), desde que se conoció que el Presidente tenía cáncer linfático en agosto de 2010, comenzó una campaña para destituirlo y reemplazarlo.
    Cinco meses antes Franco se había reunido con la entonces embajadora de Estados Unidos en Paraguay, Liliana Ayalde , a la que expresó lo que a su juicio era "la pésima gestión administrativa del presidente Lugo que lo hace merecedor de un urgente e innegociable juicio político". Esto quedó reseñado en una carta del entonces ministro de Defensa, Luis Bareiro Spaini, enviada a la representante diplomática.
    La carta del entonces ministro de Defensa, Luis Bareiro Spaini, que envió a la representante diplomática que, entre 2005 y 2008 fue directora de la USAID en Colombia, resultó molesta para la embajadora de la Casa Blanca.
    El la misiva Bareiro Spaini calificó a Ayalde como "diplomática primeriza" luego que ésta invitara a un almuerzo a políticos paraguayos, entre ellos el vicepresidente Federico Franco, quien posteriormente encabezó el golpe contra Lugo y fue designado Presidente.
    Según cables de WikiLeaks, ya en 2010, la embajadora norteamericana, propició un debate sobre la situación política en Paraguay y la eventualidad de un juicio político para destituir al presidente Lugo. Esto durante el citado almuerzo.
    Tras esas revelaciones la embajadora condenó la publicación de la información porque a su juicio “eso pone en peligro a personas y puede afectar relaciones entre países”, resaltó, sin embargo, que Estados Unidos tiene “una relación muy positiva con Paraguay” y que esa relación continúa y que se seguirá adelante con la agenda bilateral. Agenda que no se concretó con Lugo.
    La prensa paraguaya informó el viernes 5 de setiembre de 2008 que la embajadora Ayalde, visitó al ministro del Interior, Rafael Filizzola. En la ocasión, la representante de George W. Bush enfatizó el interés de su país de “apoyar y acompañar los programas” de seguridad de Paraguay. La diplomática no descartó una cooperación para el fortalecimiento de la Policía Nacional, que se realizaría en el marco del Programa Umbral.
    La diplomática acotó que “básicamente estuvimos repasando lo que la cooperación del Gobierno de Estados Unidos ha venido trabajando y algunos temas posibles para el futuro”. Añade que hablaron de “algún posible apoyo a la Policía”.
    El tipo de “apoyo” en la materia que ha brindado Estados Unidos en el pasado a Paraguay es bien conocido por quienes sufrieron cárcel, destierro y tormentos en los centros de detención que bajo la atenta mirada de la CIA norteamericana, mantuvo el dictador anticomunista Alfredo Stroessner entre 1954 y 1989.
    Vale la pena recordar que fue esa misma policía paraguaya quien cometió la masacre de Curuguatí, la misma que sirvió de argumento para la destitución de Lugo.
    Brasil ¿y Ayalde?
    La diplomática de Estados Unidos Liliana Ayalde, de 57 años, reemplazó a Thomas Shanon luego del escándalo del espionaje de su país contra Brasil. Ayalde es funcionaria desde 1981 en la USAID.
    En 2008 el entonces presidente Bush hijo la nombró embajadora en Asunción, Paraguay y en 2012 tuvo a cargo la secretaría adjunta para América Central, Caribe y Cuba del sector Hemisferio Occidental del Departamento de Estado.
    Analistas coinciden en señalar que la llegada de Ayalde en 2013 se realiza en medio de un clima de alta tensión entre los dos países por las denuncias de espionaje en Brasil por parte de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, según la sigla en inglés) de Estados Unidos.
    "Este es un tiempo importante para las relaciones, lleno de oportunidades y de posibilidades. Juntos, estoy segura de que podemos expandir y profundizar los lazos que existen entre esas dos importantes y grandes naciones", afirmó Ayalde en 2013.
    Fuente: http://www.telesurtv.net/news/Una-e...

    El Escudo impenetrable de la Tierra

    El Escudo impenetrable de la Tierra




    El espacio es mortal. Además de los rayos cósmicos de supernovas distantes, nuestro propio Sol arroja periódicamente una corriente de electrones asesinos casi a la velocidad de la luz. Siempre hemos asumido que el campo gravitatorio de la Tierra, junto a los 480 kilómetros de gruesa capa de nuestra atmósfera, protege la vida en la Tierra. Pero resulta que hay algo más por ahí mirando hacia fuera para nosotros, algo que no sabíamos … hasta ahora.

    Un equipo dirigido por Dan Baker de la Universidad de Colorado y sus colegas en el MIT y la NASA ha descubierto una barrera misteriosa a 11.000 kilómetros sobre la superficie del planeta, que para electrones de alta energía en sus pistas.

    En la década de 1950 los investigadores se dieron cuenta de que el campo magnético de la Tierra, generado por el movimiento del metal líquido alrededor del núcleo rico en hierro del planeta, nos estaba protegiendo contra el bombardeo de partículas cósmicas. Dos anillos en forma de rosquilla de electrones y protones que rodean el globo por encima del ecuador - Al igual que los "escudos deflectores" de la nave espacial Enterprise de Star Trek, el campo gravitatorio de la Tierra desvía las partículas, muchas de las cuales se encuentran atrapadas en uno de los "cinturones de Van Allen". El anillo interior se extiende entre aproximadamente 1.000 y 6.000 kilómetros de altitud, el exterior, alrededor de 13.000 hasta 60.000 kilómetros. Dentro de estas regiones las partículas pueden permanecer girando a lo largo de meses antes de que se pierdan en el espacio.

    Este escudo deflector de la Tierra también actúa como un acelerador de partículas, azotando los electrones que consiguiendo velocidades de más del 99, 99% de la velocidad de la luz. Y ahí está el misterio. A esas velocidades algunos de estos poderosos electrones mortales deberían desviarse cerca de la Tierra, freír los satélites de comunicaciones y hacer una temporada en la Estación Espacial Internacional potencialmente letal. En la actualidad, para minimizar el riesgo, todas las comunicaciones satélites se colocan en órbitas abajo, entre, o más allá de los cinturones. 

    Pero los electrones potencialmente mortales se mantienen alejados. En 2012 la NASA lanzó dos satélites gemelos llamados Van Allen para investigar el por qué. Las sondas viajan alrededor de la Tierra en órbitas muy excéntricas, moviendose dentro y fuera de los cinturones de Van Allen como conductores ebrios virando a lo largo de la carretera.

    Miden los números esperados de partículas cargadas. Pero cada vez que bajan de los 11.000 kilómetros de altitud - justo debajo del cinturón exterior - el número de electrones de alta energía de repente cae en un factor de 1.000. Esta dramática caída ocurre en una franja de aproximadamente 100 kilómetros de longitud. Casi no se encuentran electrones por debajo de este límite, que Baker y su equipo describen como una "barrera casi impenetrable".

    Para Baker, este es un resultado muy sorprendente porque a la naturaleza normalmente no le gustan los límites definidos. "Sería como salir a la calle y encontrar la temperatura fue de 30 grados bajo cero en un lado de la acera, y en el otro lado era de 30 grados por encima de cero", dice. "Para mí es extraordinario que esto pueda ocurrir en la naturaleza."

    Satélites gemelos de la misión pueden caminar "a ambos lados de la acera" de forma simultánea. Si el hallazgo hubiera venido de la medición de un solo satélite, podría haber sido atribuido a las fluctuaciones aleatorias en el campo magnético de la Tierra. Pero de acuerdo con los gemelos manteniéndose en la misma posición, en la frontera, durante dos años tal atribución queda excluida.

    Entonces, ¿qué está causando este límite? No se corresponde con cualquier característica inusual del campo magnético de la Tierra. Un candidato obvio es el límite de la plasmasfera, la enorme nube de gas ionizado alrededor de la Tierra que se genera cuando la luz ultravioleta golpea la atmósfera superior. Pero el borde de la plasmasfera está, al menos a 25.000 kilómetros por encima de la Tierra, mucho más allá de la barrera de electrones. 

    Una de las razones por que el equipo va a publicar este trabajo ahora, dice Baker, es para atraer el interés de los teóricos a ver si pueden ser capaces de explicarlo. "Estamos muy abiertos a ideas nuevas o creativas sobre cómo esto podría suceder."

    "Es una misión fantástica", dice Fred Menk, físico espacial de la Universidad de Newcastle, Australia, y agregó que la comprensión de la estructura del cinturón de Van Allen es vital para la protección de los satélites frente a la radiación perjudicial. Pero se pregunta si la barrera misteriosa es realmente impenetrable a las ráfagas de electrones, como los de una llamarada solar. En los dos años desde que las sondas de Van Allen están operativas, las ráfagas procedentes del Sol que han llegado a la Tierra han sido relativamente débiles. Dan Baker está de acuerdo en que ver a la barrera bajo el impacto directo de una tormenta solar extrema podría proporcionar pistas sobre su naturaleza. "Estamos a la espera de la próxima explosión", dice. "Estamos ansiosos por llegar al fondo de este misterio cósmico muy desconcertante”.


    El teorema de ¿Pitágoras? :La tablilla Plimpton 322

    El teorema de ¿Pitágoras? :La tablilla Plimpton 322




    Sin duda Pitágoras es el matemático más conocido del gran público. Todo el mundo recuerda su famoso teorema. Pero las Matemáticas le deben a Pitágoras y a los pitagóricos mucho más. Ellos son los que pusieron las primeras piedras científicas no solo de la Geometría sino también de la Aritmética, de la Astronomía y de la Música. Pero antes de Pitágoras otras dos culturas habían desarrollado unas matemáticas prácticas muy potentes: los babilonios y los egipcios. Exploraremos sus aportaciones tanto en el terreno de los sistemas de numeración que empleaban, como de sus habilidades astronómicas y geométricas. Del sistema sexagesimal de los babilonios hemos heredado tanto la división de la circunferencia en 360 grados como la forma actual de medir el tiempo en horas, minutos y segundos. Sus tablillas nos reservan unas cuantas sorpresas matemáticas. Quizás la más importante, la tablilla Plimpton, nos desvela el hecho sorprendente de que conocían las ternas pitagóricas mil años antes de que Pitagoras viera la luz.

    Los textos matemáticos más antiguos disponibles son la tablilla de barro Plimpton 322 , data de 1900 a de C., el papiro de Moscú de 1850 a de C., el papiro de Rhind de 1650 a de C. En todos estos textos se menciona el teorema de Pitágoras, que es el más antiguo desarrollo matemático después de la aritmética y la geometría básica.

    La tablilla babilónica, conocida por el número de catálogo Plimpton 322 (por tener ese número de la colección del mismo nombre) que se encuentra en la Columbia University Library (N.Y.)) ejemplifica perfectamente lo que queremos decir.

    Esta tablilla data del período babilónico antiguo (ca.1900 a 1600 a.C.). Es tan sólo el fragmento de una tabla más grande, ahora perdida para siempre, y demuestra no ser un simple registro de transacciones comerciales como muchas de sus hermanas, sino un texto matemático percusor de ideas trigonométricas muy cercanas a las actuales, con extraordinario grado de exactitud, como vamos a ver.

    La transcripción de las seis primeras filas es la siguiente:

    1,59,0,15_______________________1,59____________2,49____________1

    1,56,56,58,14,50,6,15____________56,7____________1,20,25__________2
    1,55,7,41,15,33,45_______________1,16,41_________1,50,49__________3
    1,53,10,29,32,52,16______________3,31,49_________5,9,1____________4
    1,48,54,1,40____________________1,5_____________1,37_____________5
    1,47,6,41,40____________________5,19____________8,1______________6


    Hemos de tener en cuenta antes de empezar a desentrañar la tablilla que los babilonios utilizaban la numeración sexagesimal, por lo que debemos convertir las cifras a nuestra numeración antes de cualquier intento.

    Tomemos la sexta línea, por ejemplo:
    1,47,6,41,40________5,19______8,1______6
    Tras la conversión en decimal obtenemos:
    1,785192901_______319________481________6
    La conversión se realiza de la siguiente forma:
    1,47,6,41,40=1·600+47·60-1+6·60-2+41·60-3+40·60-4=1,785192901
    y de la misma forma los siguientes números.
    Convendrán conmigo que es una proeza inmensa encontrar la relación entre estos números. Más aun teniendo en cuenta que nuestra tablilla es una más entre un sinnúmero de ellas que recogen cifras sin mayor interés matemático, que bien pudieran ser registros contables de mercancías.

    Pues bien: la relación es la siguiente. Si tenemos un triángulo rectángulo (ver figura) cuya hipotenusa valga 481 y uno de sus catetos 319, entonces el otro cateto, mediante el teorema de Pitágoras vale 360.



    El cociente entre la hipotenusa y este último cateto es 481/360= 1,33611111, y su cuadrado vale 1,785192901; exactamente hasta el noveno decimal la primera cifra de la primera fila de la tablilla.

    Varias cosas hay que comentar llegados a este punto: la primera es que tal exactitud nos sirve para rechazar cualquier procedimiento de medida real de triángulos para llegar al dato: su hallazgo debe ser teórico sin lugar a dudas: no es posible medir hasta la milmillonésima sin error. Por otro lado, el lector habrá observado que el cociente cuyo cuadrado es el número de las primeras columnas es el cociente de dos números, uno de los cuales (la hipotenusa) está en la tablilla, pero el otro no. En efecto, es el cateto restante el que aparece en la tablilla, no el utilizado para el cociente.

    Dicho cociente es el inverso del coseno del ángulo que forma la hipotenusa con el cateto que no aparece en la tabla. Por tanto, la primera columna representa los valores del cuadrado de la secante del ángulo citado.

    Nosotros sabemos encontrar el cateto restante, dadas la hipotenusa y un cateto mediante el Teorema de Pitágoras, pero presumiblemente los babilónicos lo desconocían. También desconocían lo que era un seno, una tangente o una secante. ¿Se puede mantener tal desconocimiento a las luces de esta tablilla?

    Pues sí se puede. Los antiguos eran antiguos, pero no eran idiotas. Parece ser que sin conocer el teorema de Pitágoras, se conocían los valores de ciertas ternas pitagóricas: ternas de números enteros a,b,c que cumplían que a2=b2 + c2. Los constructores de esta tabla debieron comenzar por dos números sexagesimales p,q , para hallar la terna (p2-q2, 2pq , p2+q2). Un simple ejercicio de álgebra nos convence de que en efecto ésta es una terna pitagórica. Limitándose a valores de p menores de 60, y a triángulos rectángulos en los que b= p2-q2es menor que c=2pq, los babilonios debieron descubrir que existían 38 pares posibles de p y q que satisfacen las condiciones, con lo que construyeron las 38 ternas correspondientes.

    En nuestra tablilla aparecen las 15 primeras. Quizás, el escriba prosiguiera en otra tablilla con las restantes. El orden de las filas viene dado por los valores de la primera columna, de mayor a menor, y corresponden a ángulos desde 45o hasta 31o.

    Esta que ahora nos ocupa es, a juicio de los investigadores una de las tablillas babilónicas más extraordinarias. Una muestra de la extraordinaria exactitud de los cálculos de esta tablilla nos la proporciona la fila décima. Una simple observación de la ilustración de la tablilla basta para comprobar que el primer número de la décima tablilla tiene más dígitos que los demás; efectivamente representa el cuadrado de la secante del ángulo correspondiente con ocho cifras sexagesimales, lo que corresponde a catorce decimales en nuestra notación decimal. Todos ellos correctos.

    Ni la Nasa necesita ese nivel de exactitud en sus cálculos de órbitas, pues los errores y las indeterminaciones de todo tipo son de mayor entidad.

    Finalmente, en el año 1954 Neugebauer y Sachs publicaron en Mathematical cuneiform text, el descifre de la tablilla  (Plimpton 322)(un resumen lo puedes encontrar aquí) . En ella aparecen enumerados los triángulos rectángulos con lados cuya medida sea un número entero, o sea, los tríos de números pitagóricos  x2 + y2 = z2. La reconstrucción del método de su elección conduce, aparentemente, a las fórmulas: x = p2 – q2 ; y = 2pq ; z = p2 + q2, conocidas en la Teoría de los Números como diofánticas.


    Meteorito es golpeado por un OVNI provocando su explosión en EE.UU.

    Meteorito es golpeado por un OVNI provocando su explosión en EE.UU.




    Algunos testigos que observaron la bola de fuego que explotó sobre el noreste de los Estados Unidos el 17 de mayo el año 2016, creen que una una nave extraterrestre fue la que destruyo el meteorito antes de que este chocara con la tierra y provocara una catástrofe.

    De acuerdo con la Sociedad Americana de Meteoros había dos objetos que entraron en la atmósfera de la Tierra. Tal como aparece en el vídeo, un pequeño objeto desconocido siguió la bola de fuego en su trayectoria a través de la atmósfera.

    Una vez que la bola de fuego iba a impactarse en la superficie de la Tierra, un objeto desconocido puede ser visto chocar con el meteorito causando que explote antes de que se estrelle.

    La  Sociedad American Meteor AMS ha recibido cerca de 700 informes hasta ahora sobre el evento bola de fuego sobre el noreste de los Estados Unidos. La bola de fuego fue vista principalmente desde Maine pero los testigos de Vermont, New Hampshire, Nueva Jersey, Massachusetts, Nueva York, Rhode Island, Pensilvania, Connecticut, Ontario (Canadá) y Quebec (Canadá) también informaron  del evento.

    El primer vídeo se puede ver la enorme bola de fuego seguida de un segundo objeto capturado por una cámara de seguridad del aeropuerto internacional de Burlington que se precipita hacia la Tierra antes de que explote, en el segundo vídeo se ofrece un informe detallado del evento.

    Vídeos:








     

    El fracaso de las políticas de control y regulación de los productos químicos: del DDT al BPA ( PARTE III)





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    El fracaso de las políticas de control y regulación de los productos químicos: del DDT al BPA ( PARTE III) 



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    por • 21 mayo, 2016

    Por Jonathan Latham,

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    Códigos de identificación y símbolos de los diferentes tipos de plástico. De la lectura del artículo se desprende que uno no puede fiarse siquiera de los plásticos que son considerados más seguros. Los sistemas de regulación de los productos químicos están fallando estrepitosamente. Cabe poner en duda, por tanto, la labor de las Agencias de Regulación




    Sustituyendo las dudas por falsas certidumbres

    Resumiendo, el proceso de evaluación de riesgos químicos se basa en la estimación de la exposición en el mundo real y su potencial para causar daño por extrapolación de uno o unos pocos experimentos simples realizados en el laboratorio. Las estimaciones resultantes vienen acompañadas de una gran incertidumbre. En muchos casos, los resultados han sido muy criticados y se ha demostrado su dudosa valía o ciertamente improbables (Chandrasekera y Pippin, 2013). Sin embargo, se siguen realizando las extrapolaciones, a pesar de que conocemos múltiples errores, frente a la alternativa de realizar las evaluaciones en especies diferentes, usando diferentes mezclas y bajo diferentes circunstancias. Teniendo en cuenta el desafío que esto supone, es comprensible que sigamos dependiendo de unos supuestos simplistas.

    Sin embargo, se podría pensar que tales limitaciones e importantes supuestos se tendrían en cuenta como una advertencia en las evaluaciones de riesgo. Así debería ser, pero no lo es. Tras el traumático y desastroso brote de encefalopatía espongiforme bovina (EEB, enfermedad de las vacas locas) en la década de 1980, durante el cual la mayor parte de la población del Reino Unido se vio expuesta a los infecciosos priones siguiendo un asesoramiento científico muy cuestionable, estas recomendaciones se recogieron en el Informe Phillips. Lord Philips propuso que estas advertencias se debieran explicar a los receptores no científicos de dictámenes científicos. En la práctica, el Informe Philips no cambió nada.

    Cuando un documento científico inusual promueve una discusión acerca de las limitaciones de las evaluaciones de riesgos de los productos químicos (por ejemplo, como el fracaso para explicar las interacciones entre los plaguicidas y las extrapolaciones entre especies estrechamente relacionadas), rápidamente se hace evidente hasta qué punto nuestro conocimiento y comprensión son mínimos en comparación con la complejidad biológica y real de los sistemas. Como cualquier biólogo esperaría, los errores se han multiplicado y las hipótesis estándar de evaluación de riesgos se han visto desbardadas por las situaciones de la vida ordinaria.

    Por una buena razón, muchos expertos científicos están preocupados por el número y la cantidad de productos químicos artificiales presentes en nuestros cuerpos. Recientemente la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia ha establecido un vínculo entre la exposición a productos químicos y la aparición de nuestras enfermedades y trastornos. Mencionan de manera específica la obesidad, la diabetes, hispospadias y disfunciones reproductivas, y señalaron: “La salud mundial y la carga económica que suponen los productos químicos tóxicos presentes en el ambiente es de varios millones de muertes” (Di Rienzo et al., 2015). La Federación reconocía que se trataba de una subestimación, sin tener en cuenta las discapacidades producidas.

    Los conflictos de interés en la evaluación de los riesgos de los productos químicos

    Además de las dificultades técnicas, también existe el problema de que los científicos que realizan los estudios de evaluación tienen conflictos de interés económicos ( y otros). Estos conflictos de interés conllevan, como sabemos, un importante sesgo que tiene un importante impacto en la Ciencia, mucho antes de que se incorporase a la evaluación de riesgos (por ejemplo, Lesser et al., 2007).

    Un ejemplo fascinante de parcialidad inconsciente se ha manifestado en la reciente revisión entre las publicaciones científicas sobre los efectos no deseados de los cultivos transgénicos que producen sus propios pesticidas (cultivos Bt) en la experimentación a campo abierto. El estudio fue encargado por el Gobierno holandés (COGEM 2014) . En el Informe se observa que la mayor parte de los investigadores han ignorado las consecuencias negativas de los cultivos transgénicos Bt, incluso estando incluidas entre sus propias conclusiones y fueran estadísticamente significativas. Aún más interesante para los autores holandeses fue el hecho de que las razones aducidas para tal comportamiento carecían de toda lógica. En líneas generales, los investigadores utilizaron métodos experimentales especializados en la detección de los efectos ecotoxicológicos locales o transitorios, pero cuando los investigadores encontraron tales efectos desestimaron sus propios resultados por ser transitorios o locales. El Informe COGEM presenta indicios razonables de que los investigadores de una determinada disciplina académica estaban rechazando aquellas conclusiones que ponían en duda las opiniones convencionales sobre los cultivos transgénicos Bt. Al parecer, los investigadores de los cultivos Bt mostraron parcialidad para no encontrar ningún tipo de daño, una parcialidad que se supone no debieran tener.

    Apropiación Corporativa y disfuncionalidad institucional

    La regulación de los productos químicos es realizado por un relativamente pequeño número de instituciones gubernamentales de regulación o independientes.

    De todas estas, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) es el ejemplo más destacado y más ampliamente imitado. La EPA presenta muchos defectos institucionales y procesales que impiden que sea una Agencia de regulación que actúe con eficacia. Tal vez, el mayor defecto sea el permitir que las Empresas Químicas lleven a cabo sus propios experimentos y proporcionen esos datos para la evaluación de los riesgos. Esto les permite seleccionar ( o incluso mentir) los resultados. Como ha señalado Melvin Reuber, ex consultor de la EPA, es extraordinariamente fácil en la obtención de unos datos para comercialización de un producto, introducir un sesgo o amañar los resultados en un estudio toxicológico en beneficio del cliente.

    Cómo ha permitido la EPA que sean las propias Empresas las que presenten sus propios datos para la evaluación de riesgos es una historia que merece la pena conocer

    En la década de 1980 Industrial Bio-Test Laboratories (IBT) era el mayor laboratorio independiente de pruebas comerciales de todo Estados Unidos. Un científico de la FDA, Adrian Gross, descubrió que IBT (y otras empresas) engañaba de forma consciente y deliberada a la EPA y la FDA. Sirviéndose de prácticas tales como el alquiler de un químico por parte de Monsanto para que amañase las conclusiones de los estudios sobre el PCB, IBT hacía creer que muchos productos químicos eran seguros, como muchos pesticidas. Muchos de ellos todavía se siguen utilizando. Entre ellos se encuentran Roundup, la atrazina y 2,4-D, de uso muy común en la agricultura estadounidense. Sin embargo, las Agencias de Regulación canadienses elaboraron una lista de 106 registros químicos de carácter dudoso, y la FDA identificó 618 estudios realizados en animales como no válidos debido a “numerosas discrepancias entre la realización de los estudios y los datos obtenidos”. Ambas Agencias de Regulación desecharon estos descubrimientos.

    Los altos directivos de IBT fueron encarcelados, pero lo que el escándalo había revelado es que cada vez que los resultados mostraban evidencias de daños, lo cual era frecuente, las Agencias de Regulación los eludían, siendo una práctica habitual.

    De mayor repercusión que el propio escándalo fue la respuesta de la EPA. En lugar de elaborar sus propios estudios, lo cual parecía la respuesta lógica ante el fallo de todo el sistema de pruebas comerciales independientes, la EPA creó un sistema bizantino de informes externos y resúmenes presentados por las Corporaciones. El laberinto burocrático resultante asegura que ningún funcionario de la EPA tiene a la vista los experimentos originales o los datos primarios, y sólo dispone de un puñado de resultados resumidos. Este sistema trae como consecuencia que se excluya la posibilidad formal de denuncia de irregularidades por parte de los empleados federales o por las solicitudes FOIA (Ley de Libertad de Información), que podrían revelas pruebas fraudulentas o resultados problemáticos. La EPA de manera calculada hizo la vista gorda ante cualquier potencial irregularidad futura, con pleno conocimiento de que el Sistema de Regulación Química era sistemáticamente corrupto.

    Probablemente a los lectores les resulte más familiar el término “apropiación de los organismos reguladores”. Esta apropiación (captación) tiene múltiples formas, desde el ofrecimiento de favores a los empleados públicos y la recompensa de futuros puestos de trabajo, al estímulo de interferencias políticas desde arriba hacia abajo con las Agencias de Regulación. El efecto principal es asegurarse de que la voluntad política dentro de estas Agencias para proteger a las personas quede diluida.

    La apropiación de los Organismos de Regulación puede llegar a ser una característica permanente de una Institución. Por ejemplo, en los países miembros de la OCDE hay un acuerdo llamado de aceptación mutua de datos (MAD). MAD (demente) es un nombre apropiado. Tiene el efecto de excluir explícitamente de la consideración de las directrices de regulación la mayor parte de la literatura científica revisada por pares (Myers et al., 2009a). El objetivo que pretendía MAD era el de mejorar las prácticas experimentales, exigiendo la certificación de Buenas Prácticas de Laboratorio (BPL), que fue el procedimiento introducido después del escándalo de IBT (Wagner y Michaels, 2004). BPL es una mezcla de protocolos de manejo y fiabilidad que establece los estándares en los laboratorios industriales, pero rara vez en las Universidades u otros lugares. Sin embargo, la consecuencia de aceptar MAD ha sido excluir específicamente de la consideración de los Organismos de Regulación de las pruebas y datos no producidos por la Industria.

    El acuerdo MAD explica en gran medida la ineficacia reguladora del Bisfenol A (BPA) Debido a MAD, la FDA ( y también su equivalente europeo, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA)) ha ignorado los cientos de estudios revisados por parte sobre los efectos del BPA, ya que no cumplirían las BPL, frente a sólo dos de la Industria. Estos dos estudios de la Industria, cuya credibilidad y conclusiones han sido cuestionadas públicamente por científicos independientes, no muestran efectos nocivos del BPA (Myers et al., 2009b).

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    El fracaso de las políticas de control y regulación de los productos químicos: del DDT al BPA (PARTE II )

    El fracaso de las políticas de control y regulación de los productos químicos: del DDT al BPA (PARTE II)






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    Códigos de identificación y símbolos de los diferentes tipos de plástico. De la lectura del artículo se desprende que uno no puede fiarse siquiera de los plásticos que son considerados más seguros. Los sistemas de regulación de los productos químicos están fallando estrepitosamente. Cabe poner en duda, por tanto, la labor de las Agencias de Regulación

    La Regulación de productos químicos en la teoría y en la práctica: los límites de la Toxicología

    Un enfoque alternativo para evaluar los sistemas de regulación en base a sus resultados consiste en analizar directamente su lógica interna y su rigor. ¿No podrá así saberse de las limitaciones técnicas de la Toxicología y del rigor científico de las evaluaciones de riesgos de los productos químicos? Y en segundo lugar, uno puede dirigir su atención hacia las prácticas sociales e institucionales de la regulación de los productos químicos. ¿Las evaluaciones de riesgo de los productos químicos, por ejemplo, están aplicadas por organismos competentes y bien intencionados?

    Las limitaciones técnicas de evaluación de riesgos químicos rara vez se discuten (véase Buonsante et al., 2014). Una discusión en detalle sería larguísima, pero algunas de las más importantes limitaciones se recogen a continuación.

    Los ensayos estándar de toxicología implican la administración (generalmente por vía oral) de los productos químicos en fase de pruebas durante un plazo de 90 días para cepas definidas de organismos (con mayor frecuencia ratas y ratones). Estos organismos en los que se prueban los productos químicos son de una edad específica y son alimentados con dietas estandarizadas.

    Los resultados son extrapolados a otras dosis, a otros grupos de edad y otros ambientes. Tales estudios sirven para realizar una estimación de los daños. Los niveles de exposición junto con la estimación de daños forman la esencia de la evaluación de los riesgos de los productos químicos. Cuando ciertos productos químicos son considerados de una atención especial, entonces se pueden utilizar otras técnicas. Entre ellas se encuentran los estudios epidemiológicos, la experimentación con cultivos celulares, y el modelado biológico, pero la base de la evaluación de riesgos se encuentra siempre en el cálculo de la exposición y la estimación de daños. Decir que ambas estimaciones están sujetas a error, sin embargo, se trataría de un eufemismo.

    Parte I: límites de la estimación de la exposición a productos químicos

    Hace 50 años, nadie sabía que muchos productos químicos sintéticos se evaporan en el ecuador y se condensan en los polos, donde se encuentran los ecosistemas polares. Tampoco los científicos se dieron cuenta que todos los productos sintéticos solubles en las grasas se bioacumulan a través de la cadena alimentaria, de modo que alcanzan concentraciones dentro de los seres vivos a veces millones de veces por encima de los niveles de referencia. Tampoco hasta hace poco se entendía que las criaturas marinas, tales como los peces y los corales, se iban a convertir en grandes consumidores de partículas de plástico que son vertidos en los ríos. Todos estos malentendidos son algunos ejemplos de los errores históricos de la exposición en el mundo real a las sustancias tóxicas.

    Una limitación general y amplia de estas estimaciones es que las exposiciones en el mundo real son muy complejas. Por ejemplo, los productos químicos comerciales contienen impurezas o no están bien definidos. Los plásticos de PVC son una mezcla compleja de polímeros y pueden mezclarse con cadmio o plomo ( en concentraciones variables). Una consecuencia de esto es que resulta imposible que en los estudios se haga una evaluación de riesgos realista. La razón es que la exposición real es siempre única para cada organismo y varía enormemente en su magnitud, duración, variabilidad y velocidad de inicio, todo lo cual influye en el daño que causan. ¿Cómo imitar una realidad específica?

    Además, muchas de las decisiones sobre regulación no reconocen que la exposición a los productos químicos individuales proviene normalmente de múltiples fuentes. Esta deficiencia queda al descubierto después de accidentes graves o casos de contaminación. Las Agencias de Regulación afirman que las dosis reales relacionadas con los accidentes que se producen actualmente no exceden los límites de seguridad. Sin embargo, estas declaraciones suelen ignorar que la normativa vigente actualmente funciona como un permiso para contaminar, y muchas personas pueden haber estado recibiendo exposiciones significativas de ese producto químico antes del accidente.

    Volviendo al caso específico del BPA, nadie apreció hasta el año 2013 que la principal vía de exposición al BPA en los mamíferos se realiza en la boca y no en el intestino. La boca es una ruta de exposición, cuyo suministro de sangre venosa pasa por el hígado, y esto permite que circule el BPA no metabolizado por el torrente sanguíneo (Gayrard et al., 2013). Antes de que esto fuera conocido, muchos toxicólogos negaban explícitamente la plausibilidad de las mediciones que mostraban altas concentraciones de BPA en la sangre humana. Ellos habían asumido que el BPA se absorbía a través del intestino y que se degradaba rápidamente en el hígado.

    Parte II: límites en la estimación de daños

    También hay obstáculos significativos en la estimación de daños. Muchos de estos obstáculos se originan en el hecho evidente de que los organismos y los ecosistemas son biológicamente muy diversos.

    La solución adoptada por la evaluación de riesgo de los productos químicos es la extrapolación. La extrapolación permite que los resultados de uno, o unos pocos experimentos, valga para otras especies y otras condiciones ambientales.

    La mayor parte de las veces se dan unos supuestos para realizar tales extrapolaciones, sin embargo, nunca se han validado científicamente. Esta falta de validación es más evidente para las especies aún no descubiertas o las que están en peligro de extinción. Pero en otros casos, se conoce bien que no son válidas (por ejemplo, Seok et al., 2013).

    Por ejemplo, en las respuestas en las ratas a determinados productos químicos, los resultados no se pueden extrapolar a los seres humanos. De hecho, incluso no se pueden extrapolar a otras ratas. Es decir, diferentes cepas de ratas responden de manera diferente (se acaban habituando), sino también porque las ratas jóvenes y las viejas responden de manera diferente. Lo mismo ocurre con las ratas macho y las hembra (vom Saal et al., 2014). Lo mismo sucede con las ratas alimentadas con dietas no estándar (Mainigi y Campbell, 1981).

    Incluso se realizan extrapolaciones extremas en toxicología ecológica. Por ejemplo, los datos sobre las abejas adultas se suelen extrapolar a todas las etapas del ciclo de vida de la abeja, a todas las demás especies de abejas, y a veces a todos los polinizadores, sin que los experimentadores citen evidencias que las apoyen. Tales extrapolaciones pueden parecer absurdas, pero son la base principal de la afirmación de que las evaluaciones de riesgo de productos químicos son incompletas.

    Hay otras muchas limitaciones para realizar una estimación de daños. Hasta que ya fue demasiado tarde, los científicos no fueron conscientes de que en un ser humano con una vida útil de ochenta años podía tener una vulnerabilidad a una sustancia química específica durante un período tan corto como cuatro días. Tampoco se sabe a ciencia cierta qué efectos pueden tener los productos químicos si se ingieren a una u otra hora del día.

    Otra limitación que es de vital importancia: por razones presupuestarias y prácticas los toxicólogos necesariamente miden un limitado número de parámetros específicos. Los parámetros específicos son aquellos que el experimentador opta por medir. Estos parámetros específicos son la mortalidad, los cánceres, el peso del organismo, y el peso de los órganos. Pero incluso estos parámetros pueden ser mediciones más sutiles, como la neurotoxicidad. Hay toda una política asociada con la elección de los criterios de valoración, lo que reflejaría su importancia en Toxicología, incluyendo acusaciones de que los parámetros a veces se eligen por su falta de sensibilidad en lugar de por lo contrario. Pero lo indudable es que no importa tanto los parámetros que se elijan, pues hay un universo mucho más amplio de parámetros que no son medidos. Entre estos estarían: carencias de aprendizaje, disfunción inmunológica, disfunción reproductiva, efectos multigeneracionales, y así sucesivamente. En última instancia, la mayoría de los daños potenciales no los miden los toxicólogos y por lo tanto no entran dentro de las evaluaciones de riesgo.

    Otro ejemplo de las dificultades para estimar los daños que se producen en la vida real es que los seres vivos están expuestos a mezclas de toxinas (Goodson et al., 2015). La cuestión de las mezclas de toxinas es extremadamente importante (Kortenkamp, 2014). Todas las exposiciones químicas de la vida real se producen en combinaciones, ya sea debida a la exposición anterior a los contaminantes o a causa de la presencia de toxinas naturales. Por otra parte, muchos productos comerciales, como los pesticidas, sólo están disponibles como formulaciones ( es decir, mezclas), cuyo principal objetivo es mejorar la potencia del producto. Las evaluaciones de riesgo, sin embargo, evalúan sólo el ingrediente activo (Richard et al., 2005).

    Tenga en cuenta también que todas las estimaciones de daños dependen fundamentalmente de una relación lineal ( o simple) entre dosis-respuesta en los efectos de cada sustancia química. Esto es necesario para estimar los daños a dosis más altas, más bajas, o incluso entre las dosis probadas. El supuesto de una respuesta lineal rara vez ha sido probado, sin embargo, para numerosas toxinas ( en particular, los disruptores endocrinos) una relación dosis-respuesta lineal es algo que ha sido refutado. Por lo tanto, la pregunta que hay que hacerse para cualquier evaluación de riesgos es si el supuesto es fiable para el nuevo compuesto sometido a examen (revisión de Vanderberg et al., 2012).



    Procedencia del artículo:

    Unsafe at any Dose? Diagnosing Chemical Safety Failures, from DDT to BPA

    El fracaso de las políticas de control y regulación de los productos químicos: del DDT al BPA (PARTE I )


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    El fracaso de las políticas de control y regulación de los productos químicos: del DDT al BPA (PARTE I)

    noticiasdeabajo
    Por Jonathan Latham,
    Códigos de identificación y símbolos de los diferentes tipos de plástico. De la lectura del artículo se desprende que uno no puede fiarse siquiera de los plásticos que son considerados más seguros. Los sistemas de regulación de los productos químicos están fallando estrepitosamente. Cabe poner en duda, por tanto, la labor de las Agencias de Regulación
    Códigos de identificación y símbolos de los diferentes tipos de plástico. De la lectura del artículo se desprende que uno no puede fiarse siquiera de los plásticos que son considerados más seguros. Los sistemas de regulación de los productos químicos están fallando estrepitosamente. Cabe poner en duda, por tanto, la labor de las Agencias de Regulación
    Poco a poco, y por fin, los fabricantes de productos químicos han empezado a retirar el bisfenol A (BPA), que es un conocido disruptor endocrino, del plástico de los productos que venden. Sunoco ya no vende BPA para los productos utilizados por los niños menores de tres años. Francia ha prohibido la utilización de BPA en los envases de alimentos. La Unión Europea ha prohibido el Bisfenol A en los biberones. Estas prohibiciones y retirada de productos es el resultado de una épica investigación científica y una intensa campaña por parte de los grupos de defensa ambiental. Sin embargo, esta serie de restricciones no suponen una victoria para la salud humana. Ni siquiera suponen pérdidas para la Industria Química.
    Por un lado, la Industria Química ahora se beneficia de la venta de productos libres de BPA con un incremento en el precio. Esto se hace generalmente utilizando otro producto químico sustituto, el BPS, que las actuales investigaciones sugieren que es aún más peligroso para la salud que el BPA. Pero desde luego, el BPS ha sido menos estudiado que el BPA, de modo que es probable que pasen muchos años antes de que se puedan reunir las suficientes pruebas para su prohibición.
    Pero el verdadero escándalo del BPA es que esto se viene repitiendo una y otra vez: se prohíben los productos sintéticos o son retirados del mercado, pero enseguida son sustituidos por otros que son igual de perjudiciales, e incluso peores. Los neonicotinoides, que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) les hace responsables de una enorme catástrofe ambiental, están siendo sustituidos por los plaguicidas organofosforados. Los organofosforados ya habían sido anteriormente los sustitutos del DDT y otros plaguicidas organoclorados, de cuyos efectos muchas especies de aves sólo se empiezan a recuperar ahora.
    Producción de productos químicos en Estados Unidos, 1945-2007
    Producción de productos químicos en Estados Unidos, 1945-2007
    Así que la pregunta más importante y urgente es la siguiente: si las prohibiciones de productos químicos no son efectivas ( o incluso peores), ¿qué debemos hacer cualquiera de nosotros para protegernos, y a los demás, de los retardantes de llama, de los pesticidas, de los herbicidas, de los disruptores endocrinos, de los plásticos y un largo etcétera, pero que no esperan recibir ayuda de los Gobiernos ni de aquellos que contaminan?
    ¿Cuál será la estrategia básica eficaz para la protección de las personas y de los ecosistemas frente a la exposición de sustancias tóxicas? ¿El objetivo debiera ser la reducción de la exposición de toda la población o la venta de una menor cantidad de productos químicos? ¿O se debiera extender la prohibición, afectando a clases químicas enteras? ¿O se debieran prohibir para usos específicos (por ejemplo, en todos los alimentos y en la agricultura)? ¿O prohibir el uso de productos químicos en algunas zonas en particular (por ejemplo, en zonas cercanas a las escuelas)? ¿O tal vez fuese mejor solicitar el desmantelamiento de las Agencias de Regulación ( con o sin su sustitución), tales como la actual EPA (Agencia de Protección Ambiental)? ¿O debiera considerarse el homicidio químico como un crimen legalmente establecido? ¿O todo lo anterior en su conjunto? Y por último, pero no menos importante, ¿cómo se podrían lograr estos objetivos dado el Régimen político y económico actual?
    La primera etapa de una campaña en contra de la utilización de productos químicos tóxicos sería acabar de una vez por todas con la actual mitología en torno a la Ciencia Toxicológica y la evaluación de los riesgos químicos. De hacer esto nos daríamos cuenta de que las regulaciones de los productos químicos no han funcionado. La principal razón, algo fácil de demostrar, es que la experimentación realizada por los toxicólogos son incapaces de generar predicciones de seguridad que con carácter de utilidad se puedan aplicar a otras especies, o incluso a la misma especie cuando habita otros entornos o si se alimenta de otras dietas. Numerosos experimentos científicos han demostrado estas deficiencias, y por lo tanto el elemento más básico de la evaluación de riesgos por exposición a productos químicos es científicamente inválido. Por esta razón, y otras, la supuesta protección que darían las evaluaciones de riesgo químico es una pretensión. Como mostraré, la evaluación de los riesgos no es una realidad, se trata más bien de una compleja ilusión.
    Este diagnostico parece ciertamente improbable y también deprimente, pero en cambio revela nuevas oportunidades para poner fin a la contaminación y crear un mundo más sostenible. Porque incluso en un mundo repleto de contaminación química, la verdad puede llegar a desvelarse.
    La subsiguiente discusión, hay que hacer notar, no debiera realizar ningún esfuerzo significativo en distinguir los efectos en la salud humana de los efectos sobre los sistemas ecológicos. Mientras que las evaluaciones de riesgos se tratan a menudo en jurisdicciones reguladores independientes, en la práctica los riesgos para las personas y los ecosistemas son difíciles, por no decir imposibles de separar.
    La historia de las alertas toxicológicas que rodean al BPA, que son muchas y científicamente muy bien documentadas, crea un excelente punto de partida para esta tarea.
    Haciendo caso omiso de la extrema toxicidad del BPA
    De acuerdo con la literatura científica, la exposición al BPA en la edad adulta tiene numerosos efectos: induce defectos en las células y en los espermatozoides (seres humanos), produce cáncer de próstata ( en los seres humanos), riesgo de cáncer de mama ( en los seres humanos y en las ratas), aumenta la presión arterial ( en los seres humanos), produce tumores de hígado y obesidad (en los seres humanos y las ratas) (Grun y Blumberg 2009; Bhan et al., 2014; Prins 2014). Sin embargo, los fetos expuestos al BPA sufren un espectro significativamente diferente de daños: van desde la alteración en el desarrollo de órganos (en los monos) a intolerancia en los alimentos ( en los seres humanos) (Ayyanan et al., 2011; Menard 2014; vom Saal et al., 2014). También en los seres humanos, a edades tempranas, la exposición a BPA puede dar lugar a efectos que, no obstante, se retrasan hasta períodos posteriores de la vida, incluidas anormalidades psiquiátricas, sociales y comportamientos que indicarían funciones cerebrales alteradas ( Braun et al., 2011; Perera et al., 2012; Evans et al., 2014).
    Estos son sólo algunos ejemplos de los múltiples estudios científicos realizados. Se estiman unas 200 publicaciones ( otros hablan de unas 1000) las que han estudiado los daños producidos por el BPA. La cantidad de resultados encontrados, la diversidad de especies estudiadas, las consecuencias, las metodologías científicas utilizadas, todo ello representa una masiva acumulación de pruebas científicas de que el BPA es dañino (revisión de Vandenberg et al., 2012). Por tanto, son muchas las evidencias científicas en contra de la seguridad del BPA, con una documentación científica irreprochable.
    Sin embargo, a pesar de tener tantas evidencias científicas, las campañas contra el empleo del BPA han tenido sólo un éxito parcial. Todas las prohibiciones o que se deje de comercializar, no tienen en cuenta los hallazgos científicos más alarmantes. Por ejemplo, la prohibición de su uso en los biberones no evitaría la exposición del feto. Tampoco se evitarían los daños incluso por dosis muy bajas de BPA.
    Haciendo caso omiso de la toxicidad del BPS
    El producto químico más frecuentemente usado para sustituir al BPA es el llamado BPS. Como su nombre indica, el BPS es muy similar en estructura química al BPA (ver Fig 1). Sin embargo, el BPS parece que es absorbido más fácilmente por el cuerpo humano que el BPA y ya se ha podido detectar en el 81% de los estadounidenses (Liao et al., 2012).
    Figura1: A la izquierda la estructura química del BPA, y a la derecha del BPS
    Figura1: A la izquierda la estructura química del BPA, y a la derecha del BPS
    La investigación toxicológica del BPS está todavía en sus primeras fases, pero parece ser que es probable que el BPS sea aún más tóxico que el BPA (Rochester y Bolden, 2015). Como el BPA, el BPS también parece interferir en la actividad hormonal de los mamíferos (disruptor endocrino). En mayor medida que el BPA, el BPS altera la formación de las células nerviosas del hipotálamo en el pez cebra y produce hiperactividad en el comportamiento de las larvas del pez cebra expuestas al BPS (Molina-Molina et al., 2013; Kinch et al., 2015). Estos últimos resultados se observaron a concentraciones químicas extremadamente bajas, del orden de 0.0068uM. Esto es unos niveles 1000 veces menores que los niveles aceptables oficialmente aprobados en Estados Unidos. La dosis fue elegida por los investigadores, ya que es la concentración de BPA encontrada en el río cercano al laboratorio.
    La sustitución de un producto químico sintético por otro, de modo que el sustituto se convierte más tarde en peligroso, no es una historia nueva. De hecho, una gran parte de los productos químicos a los que se oponen los ecologistas (tales como el herbicida Roundup de Monsanto), aún consideran algunas Industrias que pueden ser sustituidos por otros productos más seguros ( tales como el 2,4, 5-T), todavía no muy difundidos.
    Por lo tanto, cuando la UE prohibió el herbicida atrazina, Syngenta lo reemplazó por la terbutilazina. La terbutilazina es químicamente muy similar, y de acuerdo con el investigador Tyrone Hayes de la Universidad de Columbia, parece tener efectos ecológicos y de salud muy similares.
    El producto químico diacetilo se tuvo que retirar del mercado por causar “cáncer de pulmón por las palomitas de maíz”. Sin embargo, ha sido sustituido por dímeros y trímeros de la misma estructura química. Desgraciadamente la seguridad de estos multímeros es bastante dudosa, ya que se cree que se descomponen en diacetilo.
    Los pesticidas Bt producidos por los cultivos transgénicos son considerados ( por los agricultores y la Agroindustria) como sustitutos más seguros que los organoclorados, carbamatos y los insecticidas organofosforados. Estos productos químicos reemplazaron al DDT, prohibido su uso en la agricultura tras la publicación de Primavera Silenciosa de Rachel Carson. Así mismo, el DDT era un sustituto del plomo-arseniato. Se pueden encontrar muchos otros ejemplos de lamentables sustituciones.
    La prohibición de productos químicos ( o con frecuencia la retirada del producto por parte del fabricante) y la consecuente sustitución por otros, a veces es celebrada como una victoria. Pero los fabricantes de productos químicos saben que la sustitución de un producto por otro es parte normal de su negocio. Debido a la resistencia a las malas hierbas y a las plagas, se suelen buscar sustitutos independientemente de la presión de los grupos de defensa del medio ambiente.
    Los fabricantes también saben que, dado que las aprobaciones y los permisos iniciales se basan principalmente en la documentación aportada por el solicitante (que a menudo es incompleta), los problemas de seguridad se suelen manifestar más tarde, cuando se realizan estudios independientes y se van acumulando datos. Teniendo en cuenta el actual Sistema, es casi inevitable que los productos químicos que fueron desarrollados hace más tiempo (o más ampliamente utilizados) tengan un historial de seguridad más dudoso, mientras que los nuevos sean considerados más seguros.
    Malos actores: la defensa de las manzanas podridas en Toxicología
    En estos ciclos de sustitución de un producto tóxico por otro, probablemente el BPA se convierta en todo un clásico.
    Grupos de defensa del medio ambiente se convierten en participantes activos en esa cinta transportadora de productos tóxicos cuando se consideran ciertas sustancias químicas como las manzanas podridas. Algunos se refieren explícitamente a determinadas sustancias químicas como malos actores. Un producto químico considerado un mal actor implica de manera muy pronunciada que los organismos de regulación de productos químicos no tendrían la culpa.
    Pero hagámonos una pregunta, ¿en qué sentido químico o biológico se puede considerar al BPA un mal actor? ¿Hay, por ejemplo, una explicación específica de cómo pasó los controles de la red de protección?
    La respuesta a esta pregunta, en muy pocas palabras: basta con recordar los resultados obtenidos anteriormente. El BPA es un disruptor endocrino y que afecta a la reproducción de los mamíferos; altera las funciones cerebrales; tiene impacto en el desarrollo de las células; causa obesidad, y probablemente cáncer; también está relacionado con la disfunción eréctil. Son muchos los trabajos de investigación sobre los efectos nocivos del BPA, diversos, reproducibles y cuyos efectos se extienden a muchas especies. En resumen, son fáciles de detectar (por ejemplo, vom Saal et al., 2014).
    Así pues, mientras que los científicos que se encuentran fuera del circuito de la regulación han encontrado problemas, el sistema formal de regulación nunca ha establecido, aunque pueda parecer sorprendente, que el BPA, antes de que se usara en los plásticos, que sea un disruptor endocrino, es decir, que altera las funcionales hormonales. Y a pesar de las aplastantes evidencias científicas publicadas al respecto, las Agencias de Regulación no consideran al BPA como un peligro para la salud. De modo que la respuesta más clara a la pregunta de que el BPA sería un mal actor, es que no hay ninguna razón especial para que el BPA haya podido pasar los controles de la red de protección. En lugar de eso, lo que sugiere lo que ha ocurrido con el BPA, es que disponemos de un sistema de regulación disfuncional.
    Enmarcando el problema, la consideración de la contaminación causada por unos pocos productos químicos que serían malos actores es algo incompatible con los hechos observando en otros casos. Hay muchos productos químicos aprobados inicialmente por los Sistemas reguladores, que más tarde han sido restringidos o prohibidos (siempre bajo la presión pública): la atrazina, endosulfán, Roundup (glifosato), lindano, bromuro de metilo, yoduro de metilo, 2,4,5-T, clorpirifos, el DDT y otros. Sobre otros muchos otros productos químicos también recaen muchas evidencias científicas de ser nocivos, sin embargo nada se ha hecho al respecto. Y por supuesto, las Agencias de Regulación han encontrado una ingente cantidad de malos actores: los pesticidas organofosforados, PCB, pesticidas organoclorados, los clorofluorocarbonos, neonicotinoides, los ftalatos, retardantes de llama, compuestos perfluorados, y así sucesivamente.
    ¿Cuántos malos actores deben contabilizarse antes de que consideremos malo todo el espectáculo?