Durante los últimos diez años, reporteros y colaboradores de este semanario han sido objeto de asesinatos, secuestros, amenazas y campañas difamatorias, sólo por hacer su trabajo: divulgar lo que muchos quieren mantener oculto. Todos esos ataques e intimidaciones –ocurridos en entidades gobernadas tanto por el PRI como por el PAN y el PRD– tienen algo en común: siguen impunes.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Hace diez años comenzaron las agresiones y las amenazas contra reporteros y corresponsales de Proceso. Una década de impunidad frente a los asesinatos, secuestros, amenazas, agresiones físicas, intimidación y difamación contra sus periodistas y colaboradores. Han sido casi 20 hechos de violencia.
Veracruz y Guerrero son los estados donde se ha registrado el mayor número de agresiones. Justo cuando se intensificó la acción armada del gobierno federal contra la delincuencia, comenzaron las agresiones a los reporteros, corresponsales, fotógrafos y colaboradores.
Además de Veracruz y Guerrero, todo tipo de agresiones han ocurrido en Michoacán, Coahuila, Oaxaca, la Ciudad de México, Tamaulipas, Chiapas, Campeche y Guanajuato. Lo mismo con gobiernos del PRI que del PAN o del PRD.
La espiral no cesa. La más reciente fue la amenaza de muerte contra el reportero Álvaro Delgado Gómez, quien el martes 9 recibió en su cuenta de Twitter una serie de mensajes intimidatorios, después de que en esa red social cuestionara el silencio del presidente Enrique Peña Nieto ante un asesinato más de una periodista de Veracruz.
Anabel Flores Salazar, reportera de asuntos policiales, fue secuestrada y asesinada entre el lunes 8 y el martes 9. Era colaboradora del periódico El Sol de Orizaba y exreportera del periódico orizabeño El Buen Tono, que en noviembre de 2011 fue incendiado por hombres armados.
Flores Salazar fue sacada de su casa por un grupo armado la madrugada del lunes 8, y encontrada asfixiada y semidesnuda al día siguiente en un paraje del municipio de Tehuacán, Puebla, a media hora de donde vivía. Con ese crimen son ya 17 los periodistas asesinados en la administración de Javier Duarte de Ochoa, incluido el de nuestra corresponsal en Veracruz, Regina Martínez Pérez, en abril de 2012.
Fragmento del reportaje que se publica en la edición 2050, ya en circulación.