jueves, 22 de septiembre de 2016

El bloqueo contra Cuba, un enemigo del progreso

El bloqueo contra Cuba, un enemigo del progreso

 

 

Por Yasel Toledo Garnache, Servicio Especial de la ACN




El bloqueo económico, comercial y financiero, impuesto por Estados Unidos a Cuba, suma casi seis décadas de vida en el empeño de ahogar a nuestro proyecto social, y tiene gran vitalidad, casi dos años después del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Algunos consideran que constituye un saco donde ubicar culpas de ineficiencias y desórdenes, pero los datos acerca de sus desfavorables efectos en la economía nacional demuestran su condición de muro enorme en contra del progreso de la nación.
El nueve de septiembre último, Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, confirmó en conferencia de prensa, que es la causa principal de los problemas de la economía cubana.
Precisó que los daños acumulados ascienden a 753 mil 688 millones de dólares, y solo en el año comprendido entre abril del 2014 e igual mes del 2015 son de más de cuatro mil 680 millones, calculados con rigor y de manera conservadora.
En el sector de la Salud, las pérdidas monetarias totales son de cerca de dos mil 541 millones de dólares, y, entre el 2014 y el 2015, fueron de 76 millones 897 mil 734.
Esos fríos números no reflejan la trascendencia social, causada por la imposibilidad de obtener tecnologías y medicamentos que, a veces, deciden hasta la vida o la muerte de personas, incluidos niños.
Según la dirección de Educación, con la cantidad de dinero perdida por tres días de bloqueo, sería posible comprar los lápices, libros y demás materiales docentes necesarios para la realización de un curso escolar a nivel nacional y, con lo de una jornada, podrían adquirir 139 ómnibus urbanos.
La Educación Especial, destinada a infantes y adolescentes con limitaciones físicas y mentales, deviene una de las más afectadas, por el alto precio de muchos recursos, incluidos teclados inteligentes, pantallas táctiles, pizarras interactivas y máquinas Braille.
Por todo eso resulta tan importante que Cuba vuelva a presentar, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, su informe sobre la necesidad de poner fin al bloqueo, lo cual está programado para el próximo mes de octubre.
Será la segunda votación, después del restablecimiento de las relaciones entre ambas naciones y luego de que el presidente Barack Obama lo haya definido como “anclado en el pasado”, “obsoleto” y “parte de la Guerra Fría”.
Recordemos que en el 2015, el documento presentado por Cuba recibió el mayor apoyo de la historia, con 191 votos a favor y dos en contra. El único capaz de mantenerse al lado de los representantes de Washington fue Israel, inamovible desde la primera de esas votaciones en 1992.
Mucho ha cambiado el panorama internacional desde el primer informe de ese tipo, sometido a consideración aquel año, que obtuvo 59 a favor, 71 abstenciones y tres en contra, con 46 ausencias. En 2012, 2013 y 2014, 188 países apoyaron los argumentos presentados por la Mayor de las Antillas.
Seguramente esta vez se obtendrá el vigésimo quinto triunfo consecutivo.
Todos deseamos que la eliminación del bloqueo se convierta en realidad, lo cual también sería un paso importante para avanzar en las relaciones diplomáticas con EE.UU., restablecidas el 17 de diciembre de 2014.
Sin embargo, es preciso continuar los esfuerzos internos para lograr adelantos económicos, especialmente en sectores decisivos y gestores de bienes y servicios esenciales.
Queremos ver avances en nuestros salarios y en los platos de comida, pero para conseguirlo resulta preciso producir más, como una familia enorme, en un país que tiene como mayor riqueza a su pueblo, y subsidia, casa por casa, parte de los recursos imprescindibles.
No hay magia ni milagros en cuestiones de finanzas y desarrollo nacional. Sin el bloqueo, podríamos avanzar con más rapidez, conscientes de la trascendencia de la inteligencia y el trabajo en conjunto. (ACN)
Fuente
Agencia Cubana de Noticias
La Agencia Cubana de Noticias (ACN) es una división de la Agencia de Información Nacional (AIN) de Cuba fundada el 21 de mayo de 1974.

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