El
alto el fuego en Siria, firmado por las partes enfrentadas hace dos
meses y apadrinado por Estados Unidos y Rusia, saltó ayer por los aires
tras la abierta ofensiva del ejército de Bachar al Asad contra las zonas
controladas por los rebeldes en Alepo, segunda ciudad del país, y que
han dejado más de medio centenar de muertos.
El objetivo de uno de esos ataques fue el bombardeo nocturno del Hospital Al Quds, que la organización Médicos sin Fronteras, tiene en el barrio de Al Sukari, controlado por los rebeldes al régimen. Como consecuencia del ataque aéreo, al menos 31 civiles, entre ellos tres menores y tres doctores. Una de las víctimas era el único pediatra que atendía a la población que vive en ese bastión opositor.
El opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos admitió que no se ha podido identificar los aviones atacantes, pero señaló que sólo las fuerzas armadas sirias y rusas disponen de los modelos divisados en el momento del ataque en el cielo de Alepo.
“Por lo que hemos visto anteriormente y la experiencia que tenemos, creemos que fueron aviones rusos, pero no lo podemos confirmar al cien por cien”, aventuró el vocero rebelde Abu Zaer al Halabi no descartó que la aviación de Rusia, aliada del Gobierno de Damasco, haya perpetrado este bombardeo.
Moscú niega. Rusia, sin embargo, negó que sus aviones de combate hayan sobrevolado en los últimos días la ciudad de Alepo. “Durante los últimos días, las fuerzas aeroespaciales rusas no han realizado ningún vuelo sobre Alepo”, dijo el portavoz del ministerio de Defensa ruso, Ígor Konáshenkov.
Por el contrario, el vocero del Kremlin aseguró que, según sus propias fuentes, un avión de “la llamada coalición internacional contra el Estado Islámico”, liderada por Estados Unidos, “trabajó en el espacio aéreo de Alepo tras un largo paréntesis”.
Washington acusa. El secretario de Estado de EU, John Kerry, dijo que todo apunta a que el régimen de Bachar al Asad perpetró el bombardeo al hospital.
“Estamos indignados por los ataques de ayer en Alepo en el hospital de Al Quds apoyado tanto por Médicos sin Fronteras como por el Comité Internacional de la Cruz Roja, que mató a docenas de personas, incluidos niños, pacientes y personal médico”, afirmó Kerry.
Kerry recordó que la ONU alertó ayer mismo de que la situación en Alepo es “catastrófica”, y de que “las recientes acciones ofensivas del régimen allí, a pesar de la tregua, agravan la violencia y socavan el cese de hostilidades”.
“Rusia tiene una urgente responsabilidad de presionar al régimen para que cumpla sus compromisos bajo la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU, incluyendo, en particular, dejar de atacar a civiles, instituciones médicas y equipos de emergencia, y ajustarse completamente al cese de hostilidades”, concluyó Kerry.
El objetivo de uno de esos ataques fue el bombardeo nocturno del Hospital Al Quds, que la organización Médicos sin Fronteras, tiene en el barrio de Al Sukari, controlado por los rebeldes al régimen. Como consecuencia del ataque aéreo, al menos 31 civiles, entre ellos tres menores y tres doctores. Una de las víctimas era el único pediatra que atendía a la población que vive en ese bastión opositor.
El opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos admitió que no se ha podido identificar los aviones atacantes, pero señaló que sólo las fuerzas armadas sirias y rusas disponen de los modelos divisados en el momento del ataque en el cielo de Alepo.
“Por lo que hemos visto anteriormente y la experiencia que tenemos, creemos que fueron aviones rusos, pero no lo podemos confirmar al cien por cien”, aventuró el vocero rebelde Abu Zaer al Halabi no descartó que la aviación de Rusia, aliada del Gobierno de Damasco, haya perpetrado este bombardeo.
Moscú niega. Rusia, sin embargo, negó que sus aviones de combate hayan sobrevolado en los últimos días la ciudad de Alepo. “Durante los últimos días, las fuerzas aeroespaciales rusas no han realizado ningún vuelo sobre Alepo”, dijo el portavoz del ministerio de Defensa ruso, Ígor Konáshenkov.
Por el contrario, el vocero del Kremlin aseguró que, según sus propias fuentes, un avión de “la llamada coalición internacional contra el Estado Islámico”, liderada por Estados Unidos, “trabajó en el espacio aéreo de Alepo tras un largo paréntesis”.
Washington acusa. El secretario de Estado de EU, John Kerry, dijo que todo apunta a que el régimen de Bachar al Asad perpetró el bombardeo al hospital.
“Estamos indignados por los ataques de ayer en Alepo en el hospital de Al Quds apoyado tanto por Médicos sin Fronteras como por el Comité Internacional de la Cruz Roja, que mató a docenas de personas, incluidos niños, pacientes y personal médico”, afirmó Kerry.
Kerry recordó que la ONU alertó ayer mismo de que la situación en Alepo es “catastrófica”, y de que “las recientes acciones ofensivas del régimen allí, a pesar de la tregua, agravan la violencia y socavan el cese de hostilidades”.
“Rusia tiene una urgente responsabilidad de presionar al régimen para que cumpla sus compromisos bajo la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU, incluyendo, en particular, dejar de atacar a civiles, instituciones médicas y equipos de emergencia, y ajustarse completamente al cese de hostilidades”, concluyó Kerry.
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