miércoles, 6 de abril de 2016

Remigio Angel González, el ‘Fantasma’ de televisoras en Latinoamérica en #PanamaPapers


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Remigio Angel González, el ‘Fantasma’ de televisoras en Latinoamérica en #PanamaPapers

Jenaro Villamil
Foto D1
Foto D1
Para ser conocido como El Fantasma, Remigio Angel González González es uno de los potentados de medios de comunicación más visibles y mencionados de Centro y Sudamérica, donde posee 49 estaciones de televisión y 59 de radio, más 5 estaciones de televisión en el sureste mexicano y una en Estados Unidos.
Refugio Angel González González, famoso por adquirir con artimañas legales y testaferros decenas de medios a los que primero endeuda y luego compra, figura en las listas de los clientes de la compañía panameña Mossack Fonseca, a través de la cual abrió desde marzo de 2010 una compañía que hace honor a su fama y sobrenombre denominada Global Holding Properties.
Esta compañía “fantasma” fue radicada en las Islas Vírgenes Británicas, a través del mismo mecanismo de Mossack Fonseca, y él mismo aparece en la documentación de Global Holding Properties como director y apoderado general. De hecho, la dirección de esta compañía es la misma que El Fantasma tiene en su pasaporte como domicilio particular: 2600 SW Third Avenue, Suite 401, en Miami, Florida.
Junto con él aparecen otros directores como el argentino Carlos Eduardo Lorefice Lynch, Juan Carlos González Sáenz, regiomontano radicado también en Miami, y el hondureño Fernando Guido Contreras López. Sin embargo, el único accionista de esta compañía es González González.
Según los documentos de Mossack Fonseca, Glogal Holdings se dedica a “recibir o dar dinero en préstamo con o sin garantía, comprar productos, mercancías, títulos, valores, acciones y bienes muebles o inmuebles, al contado o a crédito; abrir o cerrar sucursales u oficinas en cualquier país del mundo; pignorar, hipotecar, arrendar, ceder, permutar, entregar, gravar y vender cualesquiera bienes muebles e inmuebles”.
El perfil de esta compañía coincide con la fama de El Fantasma, que suele abrir compañías que radican en paraísos fiscales de Panamá y las Bahamas para encubrir su enorme fortuna que asciende a los 2 mil millones de dólares, según especialistas de Guatemala y Ecuador que han escrito sobre este personaje.
Su fortuna y emporio la construyó de una manera simple, pero eficaz: se hizo amigo en los años ochenta de Margarita López Portillo, hermana del expresidente José López Portillo, y comenzó a figurar como representante de ventas de contenidos de Televisa para América Central, especialmente en Guatemala, donde se vinculó con la junta militar de los generales Romeo Lucas García y Efraín Ríos Monnt. En 1985 apoyó financieramente la campaña del candidato ganador Vinicio Cerezo y en 1999 respaldó a Alfonso Portilla. Como retribución Portilla nombró a su cuñado, Luis Rabbé, como ministro de Comunicaciones e Infraestructura.
En menos de una década, González González se convirtió en el zar de los medios en Guatemala. En 1981, con el apoyo de Televisa fundó la empresa Televideo y en 2008 le cambió su nombre a Albavisión, en honor al nombre de su esposa Alba. Actualmente es propietario de 6 estaciones de televisión y 13 de radio, a pesar de las prohibiciones legales que impedían a extranjeros tener medios de comunicación concesionados.
Eso nunca ha sido problema para El Fantasma. Ha utilizado sus contactos políticos y a testaferros para expandir su influencia y poder en toda Centroamérica donde se ha apropiado de decenas de estaciones de televisión a través de venderles contenidos “enlatados” de Televisa y de Hollywood. Una vez que se endeudan con él, adquiere las estaciones mediante artificios legales y empresariales.
En Costa Rica es dueño de 5 estaciones de televisión y 11 de radio, y fue amigo personal del expresidente Calderón Fournier. En Nicaragua acapara 7 estaciones de televisión y 12 de radio, gracias a su amistad con Daniel Ortega. En Honduras posee 7 estaciones de televisión y 1 de radio. En El Salvador es propietario de 2 estaciones de tv y 1 de radio.
De Centroamérica se expandió a Sudamérica, especialmente en Perú, Ecuador y Paraguay, y más recientemente en Argentina, Chile y Uruguay. En los tres últimos países su presencia generó fuertes resistencias y protestas de periodistas por su conocido método de censura informativa.
Amigo de Alberto Fujimori y también de Alan García, González González compró en Perú los canales 9 y 13, hasta poseer actualmente 6 estaciones de televisión.
En Ecuador ha consolidado un auténtico oligopolio de medios, el segundo más importante, ya que posee 17 estaciones de radio , dos medios impresos y una decena de estaciones de televisión del conglomerado Televicentro. El periodista Andrés Carrión tuvo su debut y despedida en los noticieros de la estación tras denunciar que El Fantasma recibió el apoyo del gobierno de Rafael Correa.
En enero de 2007 adquirió el canal 9 de Argentina. Le compró el 80 por ciento de las acciones al empresario Daniel Haddad por más de 30 millones de dólares, y un año después, se apropió del 20 por ciento restante.
La incursión de González González en la nación sudamericana generó protestas públicas de los trabajadores de prensa. En enero de 2008, la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires acusó al empresario de aplicar “métodos utilizados durante la dictadura militar, al censurar, despedir, filmar, encerrar e impedir que actúen libremente los delegados de la emisora”.
“El actual dueño de canal 9, de ser un simple vendedor de publicidad y de programas de televisión de los canales mexicanos, se ha convertido en dos décadas en un magnate de los medios, comprando la mayoría de ellos en América Central”, afirmó el organismo gremial (ver Proceso No. 1665).
La prensa argentina manejó como uno de sus posibles socios en la adquisición del canal 9 a Guillermo Cañedo, el ex número dos de Televisa en la era de Emilio El Tigre Azcárraga Milmo.
Actualmente también posee 3 estaciones de radio en Argentina y 5 en Uruguay, incluyendo el Grupo Sofía y Grupo Sarandí.
En Paraguay es propietario de dos canales de televisión. En Chile generó una agria polémica la adquisición de los canales 4 y 2, por su mala fama y sus malas artes para apropiarse de las estaciones.
El apodo del Fantasma
Desde los años ochenta, González González, oriundo de Higueras, Nuevo León, se fue a vivir a Miami, en la lujosa zona de Key Biscaine, después de estar preso en 1987 en el Reclusorio Oriente (El Universal, 28 de enero 2007). El empresario de teatros y salas de cine Gustavo Alatriste lo demandó por no pagarle el arrendamiento de varias salas de cine.
Al salir libre, se fue a Florida, estableció su compañía en Hialeah, en la misma zona donde creció la cadena Telemundo, y se volvió un personaje enigmático, al que no le gusta dar declaraciones, menos que lo fotografíen y al que pocos conocen en persona, salvos los mandatarios latinoamericanos.
Cuando le preguntaron a Alan García, ex presidente de Perú, si tenía amistad con González González, éste respondió: “yo sólo conozco un fantasma”.
Su ex socio Genaro Delgado Parker describió el método del Fantasma de esta manera: “nunca ha comprado un canal por las buenas, los endeuda y luego se los apropia con formas ladinas. Le da la vuelta a la ley. Muchas empresas suyas que radican en paraísos fiscales como Panamá y Bahamas son las dueñas de deudas de canales que luego asume y se hace el propietario” (deGuate.com).
Intentó en el gobierno de Felipe Calderón participar en la “tercera cadena” de televisión. Comenzó a cabildear con autoridades y legisladores, pero optó por no pelearse con sus viejos socios de Televisa (ver Proceso No. 1665).
Actualmente sigue siendo el propietario de cinco estaciones de televisión en el sureste del país: en Tenosique y Villahermosa, ambas administradas por Televisora del Sureste. En Coatzacoalcos, Veracruz, cuenta con el canal 9; y en Tuxtla Gutiérrez y Tapachula, Chiapas posee los canales 5 y 4, administrado por Comunicación del Sureste.

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