martes, 29 de marzo de 2016

Cuba. El discurso imperialista de Obama hace mella en la izquierda cubana

Cuba. El discurso imperialista de Obama hace mella en la izquierda cubana




Un fuego “amigo” se desata en la izquierda cubana. El artículo con título “El discurso de Obama”[1] aparecido en el Blog Cuba Primero intenta una desarticulación rayana con el sometimiento del pensamiento ante el discurso imperialista, preñada de falsas valoraciones cognitivas, incertezas ideológicas,  desdeños axiológicos y manipulaciones políticas.
A Obama, comienza diciéndonos el artículo, hay que prestarle atención porque es el presidente del país más desarrollado del mundo. La coletilla de “imperialista” le cuelga como coartada. Confundir de entrada el concepto de desarrollo para situar el subdesarrollo de los EEUU en un plano de culto a la potencia imperialista es sin dudas una mezcla de falsedad cognitiva y manipulación política. Un país que, auto asumido como potencia económica, mantiene el 40% de su población en la pobreza y un 20% en la pobreza extrema, donde la vida no vale nada para el sistema, porque lo que cuenta es la vida de la elite que lo domina, hundido en la corrosión económica estructural más severa que conozca el capitalismo mundial, viene a ser llamado por la izquierda socialista cubana, por una de sus voces, país más desarrollado del mundo. No importa que la sociología y la economía política marxiana hayan definido hace mucho las ideas y los conceptos a este respecto. Esta introducción del artículo nos dice por dónde irán los argumentos del autor en su afán de “civilizar” las opiniones de la izquierda sobre la demagogia imperialista con que Obama trata a los cubanos en su propia Isla.
Mi artículo aparecido en Kaosenlared “Cuba. La resaca moral de una visita imperialista”[2] se anticipa y da una respuesta no poco contundente a esa falacia interpretativa del artículo que nos sale por la izquierda en la misma Cuba.  Como apelamos al debate crítico sin cortapizas desde esa misma izquierda me detengo sobre la mella que Obama hace  en la izquierda. Uno de los problemas cognitivos y políticos de la izquierda cubana asentada en Cuba es que conoce el capitalismo desde la cortina de hierro con que el PCC le tapa las visiones al pueblo.
Cuando en un programa supuestamente cómico de la TV estado-partidista cubana aparece Obama pujando las expresiones del folclor populachero cubano, tan críticamente diseccionado por Fernando Ortíz, para buscar conectividad con lo que supone (sus arrogantes y listos asesores) la idiosincracia del pueblo, y los cómicos de ocasión, al estilo de cualquier tvshow farandulero de las tv capitalistas que embrutecen en los países de América Latina,  “se dan la lengua” – acudamos a los propios códigos del cubaneo –  con un tipo genocida por convicción ideológica, un tipo que habiéndose encaramado de manera política fraudulenta al sillón presidencial del imperialismo, declara que los norteamericanos son el pueblo elegido, como antes Hitler distinguió a la raza superior aria, y define que los EEUU han de torcerle el brazo a toda nación y todo estado que no actúe como ellos mandan, y que demuestra no son esas palabras vacías de contenido mandando a destruir a un país árabe como Siria y participando en la creación y sostenimiento del Estado Islámico DAESH en el Oriente Medio, me pregunto: ¿estarán los cómicos y la tv cubana haciéndose los locos de ocasión? ¡O en realidad con la visita de Obama caen las últimas apariencias morales  de un estado en caída libre!
Cuando el estado y el PCC convierten a toda Cuba en la imagen de la educación y la amabilidad y despliegan el operativo de represión interna más tenaz para mantener a raya toda manifestación crítica contra el hombre del imperialismo por expontánea que fuera y los presentadores y analistas políticos cubanos que copan las pantallas de Telesur se deleitan en lo políticamente correcto ofreciendo la imagen más aburguesada del pensamiento  que se haya trasmitido desde Cuba al mundo, estamos en presencia de una mutilación del sujeto revolucionario que hizo del anti imperialismo la esencia ética, moral, ideológica y humanista de la propia revolución cubana. ¿Qué ha cambiado para que ya no sea asÍ? ¿Cómo es que en Argentina, en Buenos Aires y Bariloche, grandes manifestaciones de pueblo le hayan salido libremente al paso al genocida y representante del neocolonialismo imperialista contra América Latina, y los cubanos hayan permanecido embelezados con el canto de sirenas de un enviado del imperialismo tan despreciable y cargado de tanto cinismo político como Barack Obama? Un posicionamiento lúcido revolucionario asume el movimiento anticapitalista cubano. La sociedad civil cubana no existe. No hay independencia democrática y ello impide, como impidió, que los cubanos salieran a las calles en repudio a lo que representa la visita del enviado imperialista a Cuba.
Otra voz de la izquierda socialista cubana en un artículo titulado en el mismo Blog “El enemigo es el enemigo” [3] se ufana en constatar  que: “Todos los que me hablaron mostraron un espíritu totalmente distinto. La gente sintió sincero al Presidente de EEUU, valoró muy positivamente su intervención y estimó que había manifestado una posición constructiva que debía ser honrada por la parte cubana”¿Es el embelezo de un pueblo ingenuo, diezmado  o perdido en busca de su identidad  bajo la enajenación ideológica de 50 años de socialismo vulgar y anti democrático?
A ese pueblo el representante del imperialismo le espeta en su discurso que se levanten y se constituyan en sociedad civil sin miedos. Y como para que nadie dude de lo que habla, par de días después de su visita desde la Casa Blanca se anuncia que los EEUU disponen de cientos de miles de dólares para el programa de formación de líderes cubanos de la sociedad civil. Se acabó la subversión, es un triunfo absoluto de la oposición derechista interna ungida por el poder imperialista. Ahora con el pleno derecho que le dan las relaciones políticas con Cuba ofrecen las “becas” para su quinta columna sin que Cuba pueda acusarlos oficial y abiertamente de agresión contra el país como hacía antes cuando los puentes estaban quemados. Esa política de creación y formación “amistosa” de líderes de la sociedad civil estuvo en el éxito con que en Polonia, por ejemplo, se construyó en las nuevas generaciones el pilar de compromiso con los valores del “país más desarrollado del mundo”. Decenas de miles de jóvenes fueron formados por la USAID en los EEUU en tiempo expres como nuevos líderes con deudas de gratitud y pasaron a ser la voz ideológica cantante del atropello que ha significado la transición capitalista.
Obama le habla al pueblo cubano del intercambio libre de ideas. Y la interpretación de la voz izquierdista da por santo el mensaje. No existe intercambio libre de ideas en un país donde la información permanece bajo el dominio del capital corporativo oligopolista en manos de las elites financieras. Obama lo sabe, por ello es que insiste ante los “indios” en el intercambio libre de ideas.  Y desde la izquierda supuestamente socialista se le pasa la mano a esa declaración como si se tratara de un perro manso. Obama le ha dicho una verdad al Gobierno y al pueblo cubano. La falacia del artículo consiste en que Obama ha dicho una mentira que no puede ser tomada como predicación ética alguna ni para el Gobierno ni para el pueblo cubano. Si en Cuba no hay intercambio libre de ideas, la diferencia consiste en que el socialismo apela a un intercambio democrático de ideas que bajo ningún concepto se da en los EEUU.  No estamos hablando de la misma libertad en cuanro al intercambio de ideas.
La corrupción ideológica de la idea de libre intercambio que encarnaría el libre acceso a internet se nos presenta otra vez a los “indios” como el deseado espejito de colores. Ese viciado pensamiento en la izquierda que se empeña en colgar las ideas del cielo como un buen pintor de brocha gorda es incapaz de reparar que no habrá intercambio libre de ideas donde se afianza el poder del capital privado como modo de explotación y acumulación. Apuntalar a pasos acelerados el fundamento materialista de una clase burguesa pequeña y mediana propietaria define el partido que toman las ideas. Nada se ha dejado a la casualidad en el discurso imperialista de Obama, la oportunidad de oro con que contaban, hablarles directamente al pueblo desde la propia tribuna cubana sobre la superioridad del capitalismo y el futuro desarrollo que de su mano a Cuba le espera. Ahí está la reunión con los nuevos capitalistas cubanos donde en una descarada postura de fanfarrón de poca monta Obama le vende a los cubanos la imagen de los emprendedores de los garajes de barrio a lo Bill Gates y las corporaciones internacionales expoliadoras que se han logrado montar  gracias al libre intercambio de ideas y la libre empresa y el libre flujo de capitales acumulado en más de dos siglos a ello asociado. Las ideas podrán deambular libremente por internet, seriamente controladas por el poder corporativo capitalista dueño del ciberespacio, lo que importa es que las que importan no caigan en pozos sin fondo. Los fondos los ponen ya los EEUU.
El autor del texto “El discurso de Obama” nos intenta persuadir que Obama fue claro con sus declaraciones acerca de que todos deben tener los mismos derechos ante la ley. Pero el autor del texto no nos dice en que consistió la claridad de la declaración de Obama. Debemos morder el anzuelo sin hacernos preguntas incómodas. Pretender dar por claro que Cuba debe oir la acusación de Obama y el consejo imperialista sobre el estado de derecho va más allá de ser una interpretación infeliz.  Está en juego una batalla de ideas por el socialismo que desde la izquierda revolucionaria no puede ser alienada. Cuando el concepto de estado de derecho se cuela en el imaginario político e intelectual de los cubanos lo que está sucediendo es la penetración de la idea burguesa del estado. Obama no habla del estado de derecho comunitario, popular, sino del estado de derecho capitalista. Obama no habla de una república que no sea la república burguesa. No puede entonces tomarse la “claridad” de Obama como idea válida par Cuba, si de socialismo se trata.
Cuando el texto “Eo discurso de Obama” da por justa para Cuba la declaración de Obama sobre elecciones libres y democráticas no sabemos si se está refiriendo a la democracia representativa burguesa o a la idea de la democracia directa, participativa y protagónica de una sociedad verdaderamente empoderada. Obama ha sentado la pauta en su discurso imperialista que se trata del empoderamiento de la “sociedad civil” teniendo en mente la sociedad clasista norteamericana, en la que esa sociedad civil no Marx sino Hegel era definida como un apéndice de la sociedad de mercado.  No hay ingenuidades en el discurso imperialista que nos viene a reinvindicar la izquierda como un discurso legítimo para Cuba, su Gobierno y su pueblo.
No es Obama quien le dice a los cubanos que el destino de Cuba lo deciden los cubanos.  Es la historia de luchas emancipatorias del pueblo cubano quien le dice a Obama que se ha equivocado de destinatario con ese mensaje subliminal que celebra el autor del texto que someto a crítica.
Como si del programa cómico de la tv cubana se tratara, “hablando en plata” el autor de dicho texto declara que firma todo lo que el discurso imperialista de Obama le espeta al pueblo cubano. No sería problema alguno si se limitara a exponer su credo particular. Pero cuando expone que ese rosario de verdades son las mismas que la izquierda revolucionaria socialista cubana ha venido defendiendo está traficando, “hablando en plata”,  con el ideario político que la izquierda cubana ha venido defendiendo como alternativa al “modelo” anti democrático que el PCC y el estado han impuesto en la sociedad cubana.
Un texto como el aquí sacudido cuál sábana empolvada nos pone a pensar sobre la mella que ha hecho en el pueblo de Cuba la censura al intercambio democrático de ideas, al debate sobre socialismo, al aislamiento de la sociedad cubana de la realidad capitalista que sin piedad destruye la humanidad y retrotrae la civilización a una larga noche de dudosa supervivencia.
El éxito personal de Obama al borde de su última cadencia presidencial ha sido ver con claridad que la manzana cubana, otrora de la discordia revolucionariaha madurado lo suficiente y nadie podrá evitar que en su caída del árbol que la ha venido sosteniendo gravite hacia el dominio de los EEUU. La materealización de esa percepción imperialista es lo que está en juego.  A menos que se imponga la revolución socialista y se abra el camino popular de la alternativa eficiente y sustentable al capitalismo.
Cuando sin embargo  desde la izquierda revolucionaria no se ve con claridad todo lo que con claridad declara un agente permeado de la ideología imperialista como Obama estamos poco menos que perdidos, como solemos decir en Cuba, en un campo de lechugas, esta vez transgénicas.
Con lucidez de ideas y principios hay un pensamiento crítico de la Joven Cuba que le responde a esa izquierda socialista con problemas de la vista, el oído y el olfato: “Obama ha llegado a Cuba para quedarse, su saludo jovial y coloquial, su sonrisa amigable, sus palabras de aliento y esperanza nos muestran que los cubanos podemos confiar en lo que  dice, pues nos conoce y nos entiende. Él considera que el mensaje ha sido entregado, la semilla sembrada, ahora solo le toca esperar a que nosotros hagamos lo que debemos hacer: destruirnos a nosotros mismos[4].
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[1] Orlando Ocaña Díaz “El discurso de Oabama”, http://primerocuba.blogspot.com/2016/03/el-discurso-de-obama.html
[2] Roberto Cobas Avibar, “Cuba. La resaca moral de una visita imperialista”, http://kaosenlared.net/cuba-la-resaca-moral-de-una-visita-imperialista/
[3] Pedro Campos, http://primerocuba.blogspot.com/2016/03/el-enemigo-es-el-enemigo.html
[4] Carlos Díaz Vázquez, “Obama en Cuba, un día después”, http://primerocuba.blogspot.com/2016/03/obama-en-cuba-un-dia-despues.html

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