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A manos de cárteles del crimen organizado o por trata de blancas: dos modos de desaparecer en Tijuana
Redacción Revolución
A manos de cárteles del crimen organizado o por trata de blancas: dos modos de desaparecer en Tijuana
(29
de marzo, 2016. RevoluciónTRESPUNTOCERO).- En Tijuana hay dos formas de
desaparecer: a manos de los cárteles del crimen organizado que disolvía
los cuerpos de sus rivales y traidores en ácido, o por trata de
blancas. “En el primer caso, las desapariciones forzadas fueron el
resultado de la pelea por la plaza entre las células del narcotráfico,
que recurrieron a métodos terribles como la disolución de cuerpos, los
incinerados y los encobijados”, da a conocer el titular de la asociación
Unidos por los Desaparecidos, Fernando Ocegueda.
En el segundo caso, el experto Jorge Bedoya, quien ha encabezado el Corredor Bilateral contra la Explotación Sexual, afirma que “son cientos de casos los que se registran anualmente, de menores de edad, principalmente jovencitas, que huyeron de sus hogares. Casi diariamente, la Procuraduría de Justicia de Baja California a través del grupo CAPEA, Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y Ausentes, emite una o dos pesquisas de jóvenes de 13 a 17 años de edad cuyo paradero se ignora.
“En muchos casos se dice que se fueron con el novio, o que están con uno de sus progenitores, que se fueron a algún estado del sur de donde es originaria su familia, pero también hay riesgos de que caigan en poder de las mafias de trata de blancas que operan en esta frontera, y en Tijuana es muy fácil perderse sin dejar huella”, afirma Bedoya López.
Sobre la problemática de los desaparecidos, “nada ha hecho el Gobierno del Estado, no hay voluntad del gobernador”, ha dado a conocer el presidente de la Asociación Unidos por los Desaparecidos, Fernando Ocegueda. Agregó que por esa razón solo trabajan ya con la Federación.
También ha mencionado que es necesaria una verdadera estructura que permita la búsqueda de personas desaparecidas en el Estado, pero, lamentó, que hasta ahora no se haya logrado debido a lo que calificó como la cerrazón del gobierno y falta de voluntad de atender los casos.
“Tenemos 300 personas desparecidas como asociación, pero las cifras del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas dice que son mil 245 desaparecidos en Baja California, y es la cifra que consideramos real porque ahí se toman los delitos del Fuero Común”.
Agrega que en el Estado hay cerrazón de parte de la procuradora para atender los casos, por ello dijo que han propuesto que se haga una subprocuraduría de personas desaparecidas y que no todo lo quieran hacer mediante los Centros de Atención a Personas Extraviadas (CAPEA).
Además ha explicado que a los desaparecidos se les ha considerado como criminales. Puesto que el Estado los ha estigmatizados, porque se considera que tienen nexos con el crimen organizado, lo cual, dijo, es la forma que tiene la Procuraduría para liberarse de la presión. Así es como se ha descrito que cuando hay privación ilegal de la libertad, las posibilidades de que la persona regrese son mínimas.
“La expectativa que tenemos del Gobierno del Estado es nula, estamos completamente decepcionados del Gobernador en este tema, tenemos casi dos años pidiéndole audiencia, no queremos hablar con la procuradora, eso es pérdida de tiempo, queremos hablar con él pero no nos han hecho caso, le hemos hecho llegar oficios y no hay interés, ya lo entendimos, por eso tenemos mejores expectativas con la nueva fiscalía de personas desaparecidas en la Ciudad de México, porque ya le van a empezar a meter recursos”, dijo.
En tanto, hoy más de 170 familias conforman la organización Unidos por los desaparecidos de Baja California, colectivo que no ha dejado de exigir a las autoridades bajacalifornianas que asuman la responsabilidad frente a un problema que sigue creciendo con la misma fuerza con la que éstas lo siguen negando. De acuerdo al Registro Nacional de Personas Extraviadas o Desaparecidas en Baja California hay mil 256 desaparecidos; sin embargo, el registro es tan irregular que en éste no aparece, dijo Fernando Ocegueda Ruelas.
A su vez, Sandra Ruelas, quien ahora preside la organización, sabe que el número de desaparecidos es mucho mayor porque “hay cientos de personas que no denuncian ya sea por miedo o por la negligente actitud del personal de la Procuraduría General de Justicia, la cual coordina los trabajos de la Unidad Estatal Investigadora de Personas Extraviadas”. Instancia que de acuerdo a Unidos por los desaparecidos, no realiza labores de búsqueda, no trata con dignidad a las familias y constantemente oculta la información sobre el número real de desapariciones que hay en el estado.
Así mismo la organización ha dado a conocer que en la entidad, son las familias las que buscan e investigan (con el consecuente riesgo) quiénes y por qué se llevaron a sus seres queridos e, incluso, han ido más allá al ser ellos quienes encabezan las labores de búsqueda de restos humanos en sitios donde se tienen indicios de la existencia de fosas clandestinas.
Por lo que Unidos por Nuestros Desaparecidos estuvo presente no sólo en búsqueda de estos sitos sino también en la extracción de los restos humanos localizados, lo cual –sin dudarlo- resulta una actividad muy dura para los familiares que tienen la esperanza de localizar con vida a sus seres queridos: “Aunque duela nosotros también decidimos buscar a nuestros desaparecidos en estos sitios exterminio, pues no podemos ser ciegos ante la violencia ni sordos ante las historias que nos llegaban sobre lo que hacía el narcotráfico con las personas en Tijuana”, explicó Fernando Ocegueda.
En el segundo caso, el experto Jorge Bedoya, quien ha encabezado el Corredor Bilateral contra la Explotación Sexual, afirma que “son cientos de casos los que se registran anualmente, de menores de edad, principalmente jovencitas, que huyeron de sus hogares. Casi diariamente, la Procuraduría de Justicia de Baja California a través del grupo CAPEA, Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y Ausentes, emite una o dos pesquisas de jóvenes de 13 a 17 años de edad cuyo paradero se ignora.
“En muchos casos se dice que se fueron con el novio, o que están con uno de sus progenitores, que se fueron a algún estado del sur de donde es originaria su familia, pero también hay riesgos de que caigan en poder de las mafias de trata de blancas que operan en esta frontera, y en Tijuana es muy fácil perderse sin dejar huella”, afirma Bedoya López.
Sobre la problemática de los desaparecidos, “nada ha hecho el Gobierno del Estado, no hay voluntad del gobernador”, ha dado a conocer el presidente de la Asociación Unidos por los Desaparecidos, Fernando Ocegueda. Agregó que por esa razón solo trabajan ya con la Federación.
También ha mencionado que es necesaria una verdadera estructura que permita la búsqueda de personas desaparecidas en el Estado, pero, lamentó, que hasta ahora no se haya logrado debido a lo que calificó como la cerrazón del gobierno y falta de voluntad de atender los casos.
“Tenemos 300 personas desparecidas como asociación, pero las cifras del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas dice que son mil 245 desaparecidos en Baja California, y es la cifra que consideramos real porque ahí se toman los delitos del Fuero Común”.
Agrega que en el Estado hay cerrazón de parte de la procuradora para atender los casos, por ello dijo que han propuesto que se haga una subprocuraduría de personas desaparecidas y que no todo lo quieran hacer mediante los Centros de Atención a Personas Extraviadas (CAPEA).
Además ha explicado que a los desaparecidos se les ha considerado como criminales. Puesto que el Estado los ha estigmatizados, porque se considera que tienen nexos con el crimen organizado, lo cual, dijo, es la forma que tiene la Procuraduría para liberarse de la presión. Así es como se ha descrito que cuando hay privación ilegal de la libertad, las posibilidades de que la persona regrese son mínimas.
“La expectativa que tenemos del Gobierno del Estado es nula, estamos completamente decepcionados del Gobernador en este tema, tenemos casi dos años pidiéndole audiencia, no queremos hablar con la procuradora, eso es pérdida de tiempo, queremos hablar con él pero no nos han hecho caso, le hemos hecho llegar oficios y no hay interés, ya lo entendimos, por eso tenemos mejores expectativas con la nueva fiscalía de personas desaparecidas en la Ciudad de México, porque ya le van a empezar a meter recursos”, dijo.
En tanto, hoy más de 170 familias conforman la organización Unidos por los desaparecidos de Baja California, colectivo que no ha dejado de exigir a las autoridades bajacalifornianas que asuman la responsabilidad frente a un problema que sigue creciendo con la misma fuerza con la que éstas lo siguen negando. De acuerdo al Registro Nacional de Personas Extraviadas o Desaparecidas en Baja California hay mil 256 desaparecidos; sin embargo, el registro es tan irregular que en éste no aparece, dijo Fernando Ocegueda Ruelas.
A su vez, Sandra Ruelas, quien ahora preside la organización, sabe que el número de desaparecidos es mucho mayor porque “hay cientos de personas que no denuncian ya sea por miedo o por la negligente actitud del personal de la Procuraduría General de Justicia, la cual coordina los trabajos de la Unidad Estatal Investigadora de Personas Extraviadas”. Instancia que de acuerdo a Unidos por los desaparecidos, no realiza labores de búsqueda, no trata con dignidad a las familias y constantemente oculta la información sobre el número real de desapariciones que hay en el estado.
Así mismo la organización ha dado a conocer que en la entidad, son las familias las que buscan e investigan (con el consecuente riesgo) quiénes y por qué se llevaron a sus seres queridos e, incluso, han ido más allá al ser ellos quienes encabezan las labores de búsqueda de restos humanos en sitios donde se tienen indicios de la existencia de fosas clandestinas.
Por lo que Unidos por Nuestros Desaparecidos estuvo presente no sólo en búsqueda de estos sitos sino también en la extracción de los restos humanos localizados, lo cual –sin dudarlo- resulta una actividad muy dura para los familiares que tienen la esperanza de localizar con vida a sus seres queridos: “Aunque duela nosotros también decidimos buscar a nuestros desaparecidos en estos sitios exterminio, pues no podemos ser ciegos ante la violencia ni sordos ante las historias que nos llegaban sobre lo que hacía el narcotráfico con las personas en Tijuana”, explicó Fernando Ocegueda.
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