A
varios días del derribo del avión ruso Su-24, las aguas en vez de
volver a su cauce, parece que tienden a desbordarse. Los hechos se
precipitan y los bandos mayoritarios no consiguen llegar a acuerdos de
cooperación que pasen de las palabras a los hechos.
Turquía, que sigue manteniendo el apoyo de occidente, sigue apretando. Violando leyes internacionales navales, parece que ahora impide el paso de navíos rusos por el Bósforo. Envía además 1000 vehículos blindados a la frontera con Siria, en un intento de aparentar oposición al ISIS, según sus defensores. Los hechos no obstante, nos muestran una realidad distinta: ataques con morteros desde Turquía al ejército sirio, charlas amistosas entre guardias fronterizos y miembros del ISIS, convoys kilométricos con petróleo proveniente del DAESH, son imágenes que desmontan cada día la coartada de Erdogan y su hijo, famoso por sus negocios con el crudo de los que la propia OTAN considera terroristas. No obstante, esta línea política de armar a ‘rebeldes’ y atacar a kurdos y sirios, parece haber calado en su cada vez más islamizada población, que le ha granjeado otra vez su apoyo, al menos en estas elecciones de noviembre.
La respuesta de Rusia, no se ha hecho esperar. Si bien a diferencia de Turquia, no ha contado con amenazas de guerra de boca de sus cargos públicos, el Kremlin, habituado a jugar al ajedrez más pausadamente, mueve sus fichas: Su famoso sistema de misiles antiaéreos S-400 ya está en la costa Siria; despliegue de soldados en la frontera de Armenia con Turquía y jaque a la economía turca: imposición de visados para turistas rusos al país otomano (con 3 millones de turistas anuales es su mayor emisor); además de la amenaza de cancelación de alguno de sus macroproyectos, como el Turkish Stream. Lo que Putin deja claro, junto a las declaraciones del consejero iraní, es que no dejarán caer el también gobierno chiita de Assad. A día hoy, siguen siendo los únicos que cuentan con el beneplácito del gobierno sirio para operar dentro de su territorio, respetando por tanto la legalidad de la ONU.
La UE, sigue viéndolas venir, que incomprensiblemente opta por dar 3000 millones de euros a Turquía, para que evite la entrada masiva de refugiados a su espacio. Lo cual, contradice sus bellas declaraciones sobre responsabilidades y socorro a refugiados, que se quedan en meros cantos de sirena. Esto además hace que muchos europeos se pregunten cómo es posible que Bruselas pague para resolver la crisis de refugiados precisamente a uno de los mayores responsables de dicha crisis. Para espanto de asociaciones humanitarias, además, ahora que empiezan a conocerse los crímenes de Ankara, se ha ‘reactivado’ la adhesión de Turquía a la UE. Será digna de escuchar la palabra de Grecia al respecto, histórica opositora al que tan solo el año pasado, aviones turcos violaron su espacio aéreo más de 600 veces. ¿Aceptará de buen grado la doble vara hacia declaraciones que afirman necesarios derribar aviones cuando supuestamente traspasan tu espacio aéreo 17 segundos (cosa que sigue negando Rusia)?
EE.UU. al que el problema parece no salpicarle directamente, continúa cómodamente al otro lado del charco. Sigue optando por su tradición de armar y financiar a los contendientes: esta semana ha dado una partida de 800$ millones y armamento a ‘rebeldes’ sirios y tropas de Ucrania, entre las que se destacan sus batallones nacionalsocialistas. Entre dicho armamento se destaca además el material antiaéreo regalado a ‘rebeldes’ sirios y turcos. Curioso, ya que el ISIS carece de aviación. Queda también en entredicho su sistema militar, al que parecen “escapársele” convoys kilométricos de camiones con armamento o petróleo para venderse en países aliados, además de no haber quedado muy claro de a que ha estado bombardeando este último año. Para la historia queda el bombardeo de hospitales que intentó ocultar bochornosamente con declaraciones que buscaban culpabilizar a Rusia de ejecutar las mismas acciones en edificios médicos que ni siquiera existían. Su aliado Arabia Saudí, marca blanca del ISIS, parece no necesitar de esta clase de excusas. Su otro compañero, UK, parece que también desea unirse, tal como afirma estos días su secretario de defensa, que ve necesario bombardear Siria. Esto implicaría saltarse una vez más las convenciones de la ONU, que sigue reconociendo como único gobernante legítimo a Assad, siendo por tanto Rusia la única potencia extranjera autorizada a actuar en territorio sirio. Pero si no pasó nada en Libia, Iraq, Afganistán… ¿Qué podría salir mal?
Fuentes:
http://dnipress.com/es/posts/turkey...
http://russia-insider.com/en/milita...
https://www.rt.com/news/323329-russ...
http://warfiles.ru/show-101439-smi-...
http://sputniknews.com/middleeast/2...
http://russia-insider.com/en/politi...
https://www.rt.com/uk/323870-fallon...
Artículo de Eki Gartzia
Turquía, que sigue manteniendo el apoyo de occidente, sigue apretando. Violando leyes internacionales navales, parece que ahora impide el paso de navíos rusos por el Bósforo. Envía además 1000 vehículos blindados a la frontera con Siria, en un intento de aparentar oposición al ISIS, según sus defensores. Los hechos no obstante, nos muestran una realidad distinta: ataques con morteros desde Turquía al ejército sirio, charlas amistosas entre guardias fronterizos y miembros del ISIS, convoys kilométricos con petróleo proveniente del DAESH, son imágenes que desmontan cada día la coartada de Erdogan y su hijo, famoso por sus negocios con el crudo de los que la propia OTAN considera terroristas. No obstante, esta línea política de armar a ‘rebeldes’ y atacar a kurdos y sirios, parece haber calado en su cada vez más islamizada población, que le ha granjeado otra vez su apoyo, al menos en estas elecciones de noviembre.
La respuesta de Rusia, no se ha hecho esperar. Si bien a diferencia de Turquia, no ha contado con amenazas de guerra de boca de sus cargos públicos, el Kremlin, habituado a jugar al ajedrez más pausadamente, mueve sus fichas: Su famoso sistema de misiles antiaéreos S-400 ya está en la costa Siria; despliegue de soldados en la frontera de Armenia con Turquía y jaque a la economía turca: imposición de visados para turistas rusos al país otomano (con 3 millones de turistas anuales es su mayor emisor); además de la amenaza de cancelación de alguno de sus macroproyectos, como el Turkish Stream. Lo que Putin deja claro, junto a las declaraciones del consejero iraní, es que no dejarán caer el también gobierno chiita de Assad. A día hoy, siguen siendo los únicos que cuentan con el beneplácito del gobierno sirio para operar dentro de su territorio, respetando por tanto la legalidad de la ONU.
La UE, sigue viéndolas venir, que incomprensiblemente opta por dar 3000 millones de euros a Turquía, para que evite la entrada masiva de refugiados a su espacio. Lo cual, contradice sus bellas declaraciones sobre responsabilidades y socorro a refugiados, que se quedan en meros cantos de sirena. Esto además hace que muchos europeos se pregunten cómo es posible que Bruselas pague para resolver la crisis de refugiados precisamente a uno de los mayores responsables de dicha crisis. Para espanto de asociaciones humanitarias, además, ahora que empiezan a conocerse los crímenes de Ankara, se ha ‘reactivado’ la adhesión de Turquía a la UE. Será digna de escuchar la palabra de Grecia al respecto, histórica opositora al que tan solo el año pasado, aviones turcos violaron su espacio aéreo más de 600 veces. ¿Aceptará de buen grado la doble vara hacia declaraciones que afirman necesarios derribar aviones cuando supuestamente traspasan tu espacio aéreo 17 segundos (cosa que sigue negando Rusia)?
EE.UU. al que el problema parece no salpicarle directamente, continúa cómodamente al otro lado del charco. Sigue optando por su tradición de armar y financiar a los contendientes: esta semana ha dado una partida de 800$ millones y armamento a ‘rebeldes’ sirios y tropas de Ucrania, entre las que se destacan sus batallones nacionalsocialistas. Entre dicho armamento se destaca además el material antiaéreo regalado a ‘rebeldes’ sirios y turcos. Curioso, ya que el ISIS carece de aviación. Queda también en entredicho su sistema militar, al que parecen “escapársele” convoys kilométricos de camiones con armamento o petróleo para venderse en países aliados, además de no haber quedado muy claro de a que ha estado bombardeando este último año. Para la historia queda el bombardeo de hospitales que intentó ocultar bochornosamente con declaraciones que buscaban culpabilizar a Rusia de ejecutar las mismas acciones en edificios médicos que ni siquiera existían. Su aliado Arabia Saudí, marca blanca del ISIS, parece no necesitar de esta clase de excusas. Su otro compañero, UK, parece que también desea unirse, tal como afirma estos días su secretario de defensa, que ve necesario bombardear Siria. Esto implicaría saltarse una vez más las convenciones de la ONU, que sigue reconociendo como único gobernante legítimo a Assad, siendo por tanto Rusia la única potencia extranjera autorizada a actuar en territorio sirio. Pero si no pasó nada en Libia, Iraq, Afganistán… ¿Qué podría salir mal?
Fuentes:
http://dnipress.com/es/posts/turkey...
http://russia-insider.com/en/milita...
https://www.rt.com/news/323329-russ...
http://warfiles.ru/show-101439-smi-...
http://sputniknews.com/middleeast/2...
http://russia-insider.com/en/politi...
https://www.rt.com/uk/323870-fallon...
Artículo de Eki Gartzia
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