La administración del presidente de EE.UU., Barack Obama, está instando a Ankara a asegurar su frontera con Siria para evitar que el El y otros grupos terroristas perpetren el contrabando de personas, armas y municiones. Sin embargo, el investigador de geopolítica y escritor, Tony Cartalucci, está convencido de que con esto EE.UU. y Turquía planean alcanzar sus objetivos ocultos.

Tony Cartalucci, un analista independiente, en un artículo publicado en el portal Global Research informa, basándose en datos de 'The Wall Street Journal', que, según Washington, una fuerza de 30.000 militares podría sellar la frontera turco-siria. Curiosamente, se necesita el mismo número de tropas para crear una 'zona segura' ocupada por la OTAN en Siria, la cual los políticos estadounidenses están planeando formar como un medio de protección de los militantes apoyados por el país y sus aliados.
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Para Cartalucci esto no es una coincidencia: "Es muy probable que Occidente quiera intentar hacer una incursión en Siria bajo el pretexto de haber sido provocado en la frontera, y luego, por la 'necesidad' de perseguir a los provocadores, entrar en Siria".

Según el investigador, el plan de EE.UU. pretende obtener ventaja sobre Rusia, teniendo en cuenta el éxito que las tropas lideradas por Damasco con la asistencia de las fuerzas rusas tienen desplazando a los extremistas sirios de sus posiciones.

"Desde el punto de vista diplomático, la proposición a Turquía de sellar sus fronteras con Siria puede ser la mejor manera de garantizar el cumplimiento de las ambiciones de la OTAN", concluye el analista.