sábado, 3 de octubre de 2015

Escenarios probables de la campaña rusa en Siria

Escenarios probables de la campaña rusa en Siria

2/10/2015 11:50:00





Escenarios probables de la campaña rusa en Siria
De camino a Damasco
Ilyá Kramnik
Lenta.ru


Traducido del ruso por Íñigo Aguirre


La fecha de finalización en la campaña rusa en Siria iniciada el 30 de septiembre de 2015 de momento no se ha mencionado.


Públicamente el objetivo declarado es prestar apoyo al gobierno legítimo de la república árabe en su lucha contra los terroristas del Estado Islámico, organización prohibida en Rusia. Lenta.ru analiza los factores capaces de condicionar el desenlace de la guerra.


NO ES AFGANISTÁN


Es muy recurrente, especialmente en los medios opositores, el comparar esta campaña con la guerra en Afganistán, llevada a cabo por la Unión Soviética en los años 1979-1989, y posteriormente por los EE.UU y sus aliados desde el 2001 hasta nuestros días. La mayoría de los comentaristas presuponen la intromisión de Rusia en Siria con el despliegue de un contingente militar, con las inevitables bajas y gastos abrumadores, que de ello se derivan.


Esta perspectiva tan desagradable se percibe de un modo suficientemente nítido por nuestros dirigentes políticos y militares, por eso se ha definido claramente el primer factor de contención: Una operación terrestre rusa en Siria está descartada. Implicarnos en una guerra terrestre sería un burdo error. De modo que el principal peso de la operación recae sobre nuestras fuerzas aeroespaciales, y en primer lugar sobre la aviación de combate de las FF.AA. de Rusia.


Lógicamente el despliegue de unidades del Ejército del aire sin apoyo terrestre es impensable.


Aparte de los especialistas de mantenimiento y logística de los aviones, en la campaña se han movilizado unidades de seguridad para la defensa de las bases en Tartus y Latakia frente a los posibles ataques terroristas, así como las unidades de rescate, apoyadas por helicópteros, para el caso en que se necesite rescatar pilotos, unidades de reconocimiento, inteligencia, comunicaciones y finalmente unidades que garanticen el suministro y abastecimiento de la retaguardia.


ELECCIÓN DE OBJETIVOS


Es evidente que el resultado en la guerra contra el Estado Islámico solo es alcanzable si el ejército sirio y las formaciones aliadas disponen de fuerzas suficientes para las operaciones en lo profundo el país.


Las FF.AA. rusas pueden garantizar el apoyo de esas operaciones, pero el trabajo principal les tocaría ejecutarlo a las unidades del ejército sirio, que experimentan un grave déficit en el número de tropas: según especialistas militares rusos, la cantidad de efectivos en las zonas de combate no supera los 50—60 mil hombres. Aproximadamente el mismo número están distribuidos en tareas de retaguardia y comunicaciones.

Una parte significativa de los recursos militares sirios debe atender la lucha contra bandas armadas de la oposición que no integran directamente el EI, pero que a menudo son imposibles de distinguir de los partidarios del califato, por su estilo y métodos.


Esto significa que hay que apoyar al ejército sirio en sus acciones contra estas formaciones liberando fuerzas para enfrentar al enemigo principal.


Lógicamente esto se ha tenido en cuenta a la hora de planificar la operación.


De ello dan buena fe los ataques contra objetivos en la región de Idlib en el noroeste de Siria, donde están dislocadas las unidades del Frente Al-Nusra (también conocido como Al-Qaeda en Siria) y el “Ejército Libre Sirio”, que representa un poroso conglomerado de bandas, unidas bajo la denominación general de “oposición laica”.


Esta heterogeneidad de formaciones de oposición facilita la lucha contra ellas, teniendo en cuenta que una parte de las unidades del ELS y representantes moderados de Al-Nusra pueden deponer las armas a cambio de amnistía, como ya ha ocurrido.


La aparición en escena de un nuevo jugador, capaz de inclinar la balanza a favor del Damasco oficial de un modo contundente y determinante, difícilmente reforzará la convicción de estos adversarios moderados de Assad de “combatir hasta el final”.

De este modo la limpieza de las regiones del norte de Siria es la tarea primordial, cuya resolución permitirá seguidamente centrarse en enfrentar al EI. Los ataques contra objetivos en la región de Idlib continúan. Empiezan a llegar noticias de la muerte de algunos líderes combatientes.


EL FACTOR GEOGRÁFICO


Al hablar de la posibilidad de una operación terrestre en Siria, conviene tener en cuenta, que el principal candidato para llevarla a cabo, aparte del propio ejército sirio y de la fuerzas progubernamentales, es Irán, que aún en mayor medida que Rusia, está interesado en la preservación del Estado sirio encabezado por el gobierno aliado de Bashar Al-Assad.

Unidades iraníes ya están llegando, aparte de las formaciones de Hezbolá, que combaten del lado de Damasco, apoyadas por Irán. La composición exacta y el número de fuerzas iraníes no ha sido establecida, pero se presupone que Teherán está enviando a Siria unidades del Cuerpo de Guardianes de la Revolución islámica, la “Guardia de los ayatolas”.


Las tropas iraníes llegan fundamentalmente por aire, aunque también es posible el transporte y abastecimiento por mar.


El paso por tierra, a través de territorio iraquí está cerrado.


El norte de Iraq, así como la frontera entre Iraq y Siria están controlados por el Estado Islámico.


Irán está directamente interesado en restablecer una comunicación normal con Siria, lo que exige la eliminación de las fuerzas del EI sobre el terreno.


Esto significa que se van a necesitar bombardeos sobre objetivos y unidades del EI no solo en Siria, sino también en territorio iraquí.


Por lo visto eso ha condicionado al Consejo de la Federación en su resolución sobre la concesión de permiso al presidente de Rusia para la utilización de tropas en el extranjero, a no especificar la región.


El que la campaña en Iraq va a ser inevitable también lo demuestra la creación de un Centro de información a cuatro bandas con la perspectiva de que se convierta en un auténtico Estado mayor con la participación de militares rusos, sirios, iraquíes e iraníes.


EL FANTASMA DEL KURDISTÁN


Especial atención merecen las formaciones kurdas, que enfrentan tanto a las formaciones de la “oposición”, como al EI en Siria, y que también son el más obstinado enemigo del EI en Iraq.


Sus acciones están estrictamente limitadas al territorio en el que habita población kurda, pero allí en los años de guerra los islamistas no han conseguido éxitos reseñables.


Al mismo tiempo es difícil calificar a los kurdos de aliados de Damasco o Bagdad. Sería más apropiado hablar de neutralidad.


Sin embargo en las circunstancias actuales, cualquier fuerza que se enfrente al EI, favorece los objetivos que se marca Rusia.


También conviene tener en cuenta el factor kurdo como argumento en el diálogo con Turquía, para quien el Kurdistán es una fuente de tensión permanente.


La amenaza de ayuda militar a los kurdos puede utilizarse entre los argumentos, llamados a obligar a Turquía a renunciar a sus presiones sobre Damasco y su apoyo a las organizaciones terroristas en territorio sirio.


INSTRUMENTOS


Como ya se ha señalado en más de una ocasión, el principal problema del EI son las comunicaciones. En el desierto son pocas las carreteras y los cruces, lo que hace vulnerable la línea de suministros de los islamistas.


La falta de aviones modernos y pilotos cualificados no permiten a Siria, Iraq ni Irán cortar por ellos mismos las comunicaciones del EI, y las FF.AA rusas podrían resolver esa tarea.


Los aviones que se van a utilizar ya se conocen: se trata de los bombarderos de combate SU-24 y SU-34, los cazabombarderos SU-25 y los cazas SU-30SM.


La distribución de papeles es la siguiente: Los SU-30SM se utilizan en calidad de cobertura general, los SU-24 y SU-34 para la interceptación y bloqueo de suministros y comunicaciones, y los SU-25 para abatir los objetivos directamente en el campo de combate.


Desconocemos de momento el tipo de armamento utilizado por los aviones. Los vídeos que ha presentado el Ministerio de Defensa no van acompañados de comentarios, pero todo indica que ahora se estarían utilizando bombas no dirigidas de caída libre (FAB 250).


No conviene considerarlas anticuadas: con una preparación adecuada de los pilotos, los modelos nuevos y los modernizados aseguran una mucho mayor fiabilidad que la que ofrecían los aviones de los años 70 y 80 del mismo modelo.


VARIANTES DE RESOLUCIÓN


Un resultado óptimo de la operación rusa sería la conservación de Siria en las fronteras anteriores a la guerra con la completa destrucción del EI o cuando menos con una importante disminución de su potencial.

Sin embargo no podemos pasar por alto que la ayuda a Siria para Moscú es el medio para alcanzar otro objetivo, que no es otro que la neutralización del EI como amenaza directa para Rusia.


Un número significativo de terroristas son originarios de la antigua URSS y de las regiones musulmanas de la Federación de Rusia.


Difícilmente se van a quedar en Siria o Iraq, en caso de que el EI consiguiera alzarse con la victoria. Por eso la tarea principal es privar a los islamistas del potencial que permita su consiguiente avance y desarrollo.


Si la campaña iniciada no diese el resultado óptimo deseado, en calidad de variante en la reserva se contempla la preservación de una Siria reducida a las regiones occidentales y la franja costera. Un estado con población predominante chiita—alauita sería menos permeable para los predicadores radicales del “auténtico islam” y podría, con la ayuda exterior, frenar la propagación hacia occidente del EI, impidiendo a los islamistas el poder disponer de su propia costa y de puertos.
Es difícil aventurar cuál es la variante más realista, pero el diapasón de resultados aceptables es lo bastante amplio para encontrar bajo cualquier coyuntura, una estrategia favorable.
La posibilidad de una intervención rusa en la región según la información que disponemos, se llevaba años estudiando, y podemos confiar en que en todo ese tiempo se habrán tenido en cuenta y evaluado todos los riesgos y amenazas posibles. Pero lo que queda claro es que en Rusia son muy conscientes del nivel de amenaza y de que sin la estrecha colaboración con Damasco, Bagdad y Teherán es imposible hacerle frente.
Fuente: http://cassad.net/politika/analitika/18771-po-doroge-v-damask.html
Fоtо: George Ourfalian / Reuters
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