lunes, 12 de octubre de 2015

El Pentágono no tiene constancia de daños colaterales en Siria

El Pentágono no tiene constancia de daños colaterales en Siria



En muy pocos días la aviación rusa ya ha lanzado más ataques en Siria que la llamada “coalición internacional” en varios años de farsa permanente.

Los bombardeos de las posiciones yihadistas se llevan a cabo desde gran altura. Las tropas del Califato Islámico en tierra ni oyen ni ven llegar a los aviones rusos, por lo que no pueden escapar a las brutales explosiones de los misiles. De ahí el pánico que han mostrado en estos días.

Los yihadistas tampoco pueden derribar a los aviones rusos, ya que su defensa antiaérea móvil (Manpad) no alcanza hasta las alturas de vuelo que toman los cazas rusos, por encima de los 5.000 metros. Para paliar este problema Qatar se dispone a enviar nuevos sistemas de defensa capaces de interceptarlos, como ha informado el diario británico The Guardian:

“El movimiento de Rusia arriesga resultar contrarrestado por los países que apoyan a los rebeldes. Según un analista independiente, este intento podría haber comenzado ya, con los qataríes que envían -de común acuerdo con Arabia saudí- aviones llenos de armas a las bases aéreas turcas. ‘Espero un enorme flujo de armas al norte para tratar de frenar cualquier ataque terrestre del régimen. Las consecuencias son muy importantes’, ha declarado el analista”.

Dichos bombardeos son de última tecnología y su margen de error es de unos tres metros, que es tanto como decir que no hay error posible. Los rusos están atacando aquello que quieren atacar. Si hubiera víctimas civiles o quisieran causar estragos entre la población, como hizo la OTAN en los Balcanes, por ejemplo, no tendrían disculpa.

Sin embargo, en contra de la propaganda mediática, el Pentágono no ha detectado daños colaterales en los bombardeos rusos, ni víctimas inocentes, ni ataques contra aglomeraciones urbanas. Un portavoz del Pentágono, el coronel Warren, ha respondido así a los periodistas:

- McCain dice que ellos [los rusos] han atacado a los rebeldes apoyados por la CIA. Ustedes, muchachos, poseen sin duda la misma información. ¿Saben si eso es o no cierto?, ¿en qué estamos?

- Coronel Warren: Bien, una vez más, Tom, diré que nosotros pensamos que [las víctimas de los bombardeos]pertenecen al Califato Islámico. Usted sabe quién apoya a quién, ya sabe, es... No voy a entrar en eso. No, voy a hablar sobre ello, sobre todo se trata de... ¿sabe? Ni siquiera estamos hablando de una agencia perteneciente al Departamento de Defensa.

No se puede ser más claro y más cínico al mismo tiempo: a diferencia de la OTAN, Rusia no ha causado daños colaterales y todo el mundo sabe “quién apoya a quién”.

Ya ni siquiera se cuidan de justificarse detrás de la existencia de una supuesta “oposición moderada” al gobierno de Bashar Al-Assad, que nunca ha existido. Si hay algo parecido a eso en alguno parte, habría que preguntar lo mismo que dijo Putin el jueves a los periodistas: “Que Estados Unidos nos diga en dónde se encuentran para que no les ataquemos”.

Esa “oposición moderada”, ¿no tiene armas?, ¿no combate al ejército regular?, ¿no ha matado a nadie?, ¿no ha sido entrenada por la CIA?, ¿en qué se diferencia de la otra oposición?, ¿están combatiendo los moderados contra quienes no lo son?

Un artículo del New York Times reconocía que, a pesar de su diversidad, en Siria los grupos yihadistas forman una alianza que actúa de manera coordinada: “La alianza se compone de un cieerto número de facciones a menudo islamistas, entre ellos el Frente Al-Nosra, la fillial siria de Al-Qaeda; Ahrar al-Sham, otro gran grupo; y las facciones rebeldes más moderadas que han recibido en secreto armas de los servicios de inteligencia de Estados Unidos y sus aliados”.

En Siria todos los caminos de la llamada “oposición” conducen al mismo punto: no hay más que un único enemigo, que está armado por los imperialistas. Por ejemplo, si pasamos a otros tipo de fuentes, como el diario israelí Jerusalem Post, llegamos a la misma conclusión:

“El Frente Al-Nosra y algunas milicias locales están a cargo de la mayor parte de la frontera de 100 kilómetros con Israel del lado sirio de los altos del Golán. En los últimos años, Al-Nosra ha edulcorado ligeramente su ideología militante bajo la influencia de Qatar y de Arabia saudí, que le aportan apoyo financiero [...]

“Al-Nosra controla la mayor parte de la frontera, pero hasta la fecha ha respetado el acuerdo tácito de no volver sus armas contra el Estado de Israel”.

No está mal que Israel reconozca que tiene un acuerdo “tácito” con esos yihadistas que se han moderado un poquito, posiblemente porque ahora cortan menos cabezas que antes o porque Israel los utiliza de guardia fronteriza.


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