WASHINGTON (apro) - La Casa Blanca anunció que el presidente Barack Obama, ordenó el despliegue a Siria de por lo menos medio centenar de elementos de las Fuerzas Especiales del Pentágono, para "asesorar" a las fuerzas bélicas de la oposición siria en su lucha contra el Estado Islámico (EI).
© AP / Pablo Martinez Monsivais
Josh Earnest, vocero de la Casa Blanca.
El anuncio, que representa un cambio en la estrategia de Obama respecto al respaldo de Estados Unidos en la lucha contra el EI en Siria, refleja el éxito de la presión de los legisladores republicanos del Congreso federal quienes acusan al mandatario de no saber orquestar una lucha efectiva contra los grupos extremistas. El envío de las Fuerzas Especiales es también otra promesa incumplida de Obama, quien había asegurado a los estadunidenses que no desplegaría tropas terrestres en Siria.
"La decisión que tomó el presidente es intensificar más nuestro apoyo a todas esas fuerzas que han tenido avances en su lucha contra el EI", declaró Josh Earnest, vocero de la Casa Blanca.
La decisión del Pentágono, de acuerdo con Earnest y oficiales del Pentágono, no es para que los elementos de las Fuerzas Especiales se enfrenten directamente contra el EI en el zona norte de Siria, a donde serán enviadas, sino para que asesoren y continúen entrenando en todo tipo de tácticas de ataque a las fuerzas de la oposición al gobierno del mandatario sirio Bashar al Assad, que combaten a los grupos extreminstas islámicos.
Earnest se negó a dar el número exacto de elementos de las Fuerzas Especiales que serán enviados a Siria, con el argumento de que la discreción forma parte de las tácticas de combate al EI.
"Pero decir que son menos de 50 es correcto", apuntó el vocero presidencial durante su rueda de prensa cotidiana.
La Casa Blanca también negó que menos de 50 elementos de las Fuerzas Especiales sea una cifra insuficiente, tomando en cuenta las capacidades de estrategia bélica y ataque de las que son capaces estos grupos de élite del Pentágono.
El vocero presidencial insistió en que los soldados estadunidenses no serán enviados a Siria a enfrentarse directamente con las fuerzas del EI, aunque reconoció de manera indirecta que las Fuerzas Especiales no están exentas de algún ataque y ante una situación así tendrán que defenderse.
"Sobre la misión de las Fuerzas Especiales, esto es algo muy importante que debe entender el pueblo estadunidense; estas fuerzas no tienen la misión de combate", insistió Earnest.
La Casa Blanca rechazó a su vez que el cambio de planes respecto a Siria, represente una derrota política de Obama y la aceptación de que el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, carezca de la capacidad necesaria para edificar una táctica efectiva de combate al terrorismo internacional y a los grupos extremistas islámicos.
Analistas políticos consideraron que el despliegue de tropas al norte de Siria, obedece a que Obama entendió que en términos electorales los republicanos pueden hacerle más daño al partido demócrata con el argumento de que el presidente Obama prefirió quedarse al margen de lo que ocurría en Siria, mientras crecía la fuerza del EI y a su vez se consolidaba Assad en la presidencia, bajo el auspicio y respaldo de Rusia.