jueves, 29 de octubre de 2015

Abortos de niñas, envejecimiento y bajada de la población activa, consecuencias de la política del hijo único

Abortos de niñas, envejecimiento y bajada de la población activa, consecuencias de la política del hijo único

C.R.
Jueves, 29 de octubre del 2015 - 13:00
  • Las familias siempre han buscado tener hijos varones porque tienen más fuerza para realizar el trabajo físico y pueden mantener a sus progenitores.
  • La limitación a la hora de tener hijos se refleja en que la población cada vez es mayor: en 2042 más de un 30% superará los 60 años.
Abortos de niñas, envejecimiento y bajada de la población activa, consecuencias de la política del hijo único
Según planificadores familiares, desde 1980 hasta ahora, la política del hijo único instaurada en China ha supuesto 400 millones menos de nacimientos. Ahora bien, más de 30 años de norma no dejan sólo este número tan redondo. Detrás de esa cifra, hay historias de parejas, datos de abortos de niñas, envejecimiento de la población y disminución de la capacidad laboral del país más poblado del mundo con más de 1.300 millones de habitantes.

Las niñas, las más perjudicadas

Desde su origen, la sociedad china ha preferido al hombre antes que a la mujer. Las familias siempre han buscado tener hijos varones porque tienen más fuerza para realizar el trabajo físico y pueden mantener a sus progenitores. En cambio, las mujeres, -una vez que se casan-, han de irse con la familia de su marido y dejan de colaborar en la economía de la suya. No cuidan de sus padres cuando estos son mayores.

Por eso, en el campo, se ha permitido que una familia tenga un segundo hijo si la primogénita es mujer. Ahora bien, esto supone que, si hay un segundo vástago, los padres mantienen el embarazo hasta que la prueba del ultrasonido desvela el sexo del bebé. Si es niña, en la mayoría de los casos, abortan.  Si no lo hacen, suelen ser abandonadas en orfanatos o en dejadas a su suerte en la calle.
Según datos oficiales del Ministerio de Sanidad, la limitación del número de hijos ha  traído consigo más de 330 millones de abortos  y, al menos, 196 millones de esterilizaciones tanto en mujeres como hombres. Además, desde los finales de los 70,  se han distribuido un total de 403 millones de aparatos intrauterinos para impedir la fecundación.

Envejecimiento de la población

Otra de las consecuencias de esta política a favor del hijo único varón es el envejecimiento poblacional. Como los nacimientos se basan en la selección de sexos, nacen más niños que niñas y la población es cada vez mayor. Así que lo sucede es que termina siendo el nieto quien tiene que financiar a sus padres y a sus abuelos, lo que ha originado que aumente el ‘turismo de natalidad’. Es decir, las mujeres van a dar a luz a Hong Kong o a otros países donde otorgan la nacionalidad por nacimiento.
Con todo, se prevé que para el 2020 haya 40 millones de hombres solteros ya que nacen 130 varones por cada 100 niñas. Y se estima que en 2042 más de un 30% de los chinos sean mayores de 60 años.

Disminución de la capacidad laboral

Este envejecimiento de la población hace que cada vez haya menos gente en edad de trabajar y crecerán más los desequilibrios sociales, lo que perjudica a la economía del país. Por eso se ha relajado la política. Además, las previsiones están ahí.
Se espera que, desde el año 2010 y hasta 2030, el número de trabajadores chinos desciende en 57 millones, según datos de Naciones Unidas. Si tenemos en cuenta la agencia estatal de noticias del país, Xinhua, la tasa de natalidad ha bajado hasta los 1,5 y 1,6 hijos por pareja.
Más datos: la población activa en 2012 se redujo en 3,45 millones de personas y seguirá bajando ocho millones cada año.
Para terminar,  una consecuencia, cuanto menos, curiosa: Como nacen, cada año, 18 millones de niños, muchas marcas occidentales han encontrado un filón para vender productos de bebés que exportan a China.

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