miércoles, 2 de septiembre de 2015

"El ocaso del sistema capitalista estará marcado por una guerra mundial; como su inicio"

Artículo anterior del 22 de Julio del 2015
 
 
 

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"El ocaso del sistema capitalista estará marcado por una guerra mundial; como su inicio"

Presentamos aquí una entrevista que Andréi Fursov, "historiador y especialista en las elites globales a la sombra", ofreció para el canal ruso Den TV el 28 de junio de este año. 
El historiador desarrolla aspectos y escenarios dentro de lo que cada vez se configura más como una posible conflagración bélica de proporciones globales. 
Y así se trate de una entrevista muy afincada, lógicamente, en el contexto ruso, muchos pueden ser los aportes que tributa para una discusión que es global, globalizada, y además es necesaria.


Primera Guerra Mundial 1914-1918: El Infierno


Hola, les habla Andréi Fefelov desde el estudio de Den Tv. Hoy nos visita el historiador Andréi Fursov. El tema, la Guerra Mundial. Desde amas de casa hasta intelectuales, todos hablan de un mundo al borde de la Tercera Guerra Mundial. 
Varios factores apuntan hacia allá. Y el principal es la incertidumbre. Nadie sabe qué vendrá. Y el escenario más apocalíptico es el de una matanza enorme que romperá el nudo de las diferencias irreconciliables. Podemos construir varios modelos al principio de este proceso. ¿Usted está de acuerdo con que esta etapa se acerca?

No se está acercando, ya está aquí. El problema radica en que nuestra visión de una guerra mundial depende de cómo la definamos. Dicen que los generales siempre se preparan para la guerra anterior. La cosa es que en la conciencia de masas, incluso en la de los profesionales, la visión de la guerra estará basada en la última. 
Todo el mundo piensa que se asemejará a la Primera o la Segunda Guerra Mundial. Y el problema con el fenómeno de las guerras mundiales es que no están limitadas a estas dos. 
Las guerras mundiales son un atributo característico de la era capitalista, porque el capitalismo es el único sistema global y las guerras por la hegemonía dentro del sistema capitalista siempre han tenido un carácter global, relacionado con separarse de Europa, las colonias, etc. En la historia del sistema capitalista, podemos identificar tres tipos de guerras mundiales.

  • El primer tipo es la suma de conflictos locales, la guerra de treinta años liderada por la coalición de los Habsburgos por un lado, y por el otro por la coalición financiada por Holanda.
  • El segundo: las guerras anglofrancesas, dos rounds: la Guerra de los Siete Años de 1756-63, y las Guerras Napoleónicas. Por cierto, si sumamos la Guerra de los Siete Años y las Napoleónicas, también conseguimos una guerra de 30 años, pero prolongada en el tiempo.
  • Y por último el tercer tipo: la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Aunque coincido con aquellos expertos que dicen que fue una gran guerra europea de 30 años que fue desde 1914 hasta 1945. Porque si tomamos el período entre 1918 y 1938 (la Segunda Guerra Mundial comenzó el 28 de septiembre de 1938 con el pacto de Múnich) esos 20 años estuvieron saturados de guerras, son una continuidad.
Así que estamos lidiando con guerras mundiales de 30 años de duración, algunas prolongadas en el tiempo y otras que duran efectivamente los 30 años, como la larga Primera Guerra Mundial.
Las guerras mundiales son un atributo característico de la era capitalista
Con relación a esto, si vemos lo que está ocurriendo hoy en día, considerando que el armamento de los principales poderes globales que pueden borrarse del mapa el uno al otro, es decir, la Federación Rusa y Estados Unidos, lo más probable es que la nueva guerra mundial se parezca bastante a la guerra de 30 años, o una suma de conflictos locales prolongados en el tiempo y en el espacio. La guerra de 30 años (la Primera y la Segunda) fue la suma de cuatro conflictos locales, que cambiaron la faz de Europa y dibujaron una línea bajo los dos siglos de crisis europea e hicieron del capitalismo un sistema.

Si vemos lo que está ocurriendo en el mundo hoy, ya tenemos dos conflictos locales crecientes, y ambos tienen la tendencia a concentrarse bien sea justo en nuestra frontera, o en su vecindario: la crisis ucraniana, la crisis del Medio Oriente, creada por Occidente bajo la operación geopolítica de la "primavera árabe" o cualquier asunto relacionado con el Estado Islámico.

Isis y el Estado Islámico son dos cosas distintas. El Isis era un grupo terrorista regional, pero el Estado Islámico es algo completamente distinto. Me temo que estamos lidiando con un nuevo fenómeno, un Estado híbrido, una formación de poder que combina instituciones estatales y una organización híbrida, que trasciende las fronteras geográficas. Así que están esos dos puntos álgidos. Si dos más emergen, digamos que en el Cáucaso y en Asia Central, justo en nuestro vientre y en la región Uigur de Xinjiang en China, en mi opinión, ahí tendremos todas las razones para hablar de una nueva guerra mundial, que refleja la guerra de 30 años, pero a la salida de la era capitalista (y la entrada y la salida siempre son similares). 

¿Así que se trataría de una tercera?


Podría ser la tercera, o la cuarta de acuerdo a otros cálculos, pero está claro que los nuevos órdenes mundiales siempre nacen de la guerra, y el próximo orden, desafortunadamente, nacerá de una guerra. El asunto para nosotros es el siguiente: que podamos empujar esta guerra de nuestras fronteras para que los focos de conflicto permanezcan donde empezaron sin que se expandan hacia nosotros, o, incluso mejor, volcarla al instigador o sus satélites. 
Como dice el poema "Hamlet" de Pásternak: "¡Anda; el acero envenenado a su destino!". Esto es lo principal. Lo que vemos hoy en el Medio Oriente y Ucrania es la creación de zonas de inestabilidad. Estas zonas de inestabilidad apuntan hacia Rusia y China en simultáneo, creando tensión política y económica. Desde que Occidente no tiene pudor alguno en declarar que su principal misión es liquidar al régimen de Putin, está claro que imponer un arco de inestabilidad en todas nuestras fronteras causará problemas económicos.
Occidente está jugando a policía bueno y policía malo

Han cambiado el tono sobre el régimen de Putin, por cierto.


Están jugando a policía bueno y policía malo. No deberíamos creerlo. Es suficiente con recordar cómo el liderazgo británico jugó con Hitler, o cómo el partido imperial británico jugó su propio juego y le ofrecieron a Hitler la impresión de que se podía llegar a un acuerdo, y finalmente lo engañaron. Él hizo un movimiento y comenzó la campaña en Polonia, pensando que los ingleses no interferirían, pero lo hicieron. Al principio fue una guerra extraña...

Fue una trampa anglosajona.

Cuídate de quienes traigan regalos.

Esto recuerda a la historia de Nicolái I y la Guerra de Crimea.

Absolutamente, fue una trampa clásica y desafortunadamente Nicolái I, a mitad del siglo XIX, permaneció siendo una persona de la década de los 20 de ese siglo. No perdimos la Guerra de Crimea porque nuestras armas fueran obsoletas, la perdimos por dos razones diferentes. Primero, si esta guerra se hubiera convertido en una guerra patriótica hubiera sido una cosa diferente. Lo principal fue que Nicolái I no entendió a qué se estaba enfrentando. 
Si los ingleses y los franceses se hubieran retirado, la guerra hubiera durado uno o dos años más. Por primera vez esa coalición de Estados estuvo apoyada por estructuras transnacionales. Y Rusia no tenía un arma para hacerle frente. Y a pesar de la reforma del ejército de 1873, las guerras rusas de la segunda mitad del siglo XIX... 
En 1878 le ganamos a Turquía, fue la primera victoria; perdimos la guerra japonesa y la Primera Guerra Mundial. El ejército de leva, creado por Pedro El Grande, derrotó a los europeos y nuestros diplomáticos fueron exitosos, pero desde mediados del siglo XIX el ejército y los diplomáticos estaban perdiendo las guerras, porque el liderazgo ruso no comprendía que se enfrentaba a un enemigo más fuerte y más intensivamente informacional que un Estado. Estructuras transnacionales. Y sólo bajo Stalin esta cuestión se resolvió. 
Primero usaron el Comintern, un "arma" del mismo tipo, y hasta mediados de los 60 del siglo XX fue capaz de resolver una serie de cuestiones nacionales, y sólo al final de los 60 las nuevas estructuras transnacionales comenzaron a emerger en Occidente, logrando integrar a una parte del liderazgo ruso, la situación cambió.

Dices que Nicolái I no pudo declarar a la Guerra de Crimea como una guerra patria, pero de lo que dices sobre el carácter local de la Tercera Guerra Mundial, también hay un problema con la gente que lo ve como una agresión.

Ese es un problema de nuestra propaganda, y de explicarle a nuestra gente que la guerra actual tiene un carácter distinto.
Cuando revientan tu cultura desde adentro, se trata de un ataque dentro de la matriz psico-histórica
Pero sigue siendo una guerra de aniquilación.

Correcto, y cuando algunas letras de nuestro lenguaje las cambian a letras latinas se trata de una acción militar, es una acción psico-histórica, que cambia tus códigos. 
Esto es lo que Asimov llamó "una guerra psico-histórica". 
La novela de ciencia-ficciónAcademia, de Isaac Asimov, es una lectura obligatoria dentro del currículo de la academia militar norteamericana de West Point, porque la guerra psico-histórica es una de las esferas más importantes del mundo post-militar, porque queda claro que cuando no se puede destruir a la sociedad soviética desde afuera, debe ser destruida desde adentro. 
Cuando revientan tu cultura desde adentro, se trata de un ataque dentro de la matriz psico-histórica. Cuando te exhiben una obra de teatro sobre Eugenio Onegin, en la que Tatiana se masturba sobre el escenario, esto no es nada más burlarse de la cultura, es una acción psico-militar, y la reacción a semejante acción debe estar acorde a las leyes en tiempos de guerra y en una zona previa al frente.

Así que tenemos que crear una acción en respuesta.

No sólo una contrarrespuesta. Tenemos que crear un modelo de ataque psico-histórico. "Contra" es una reacción, necesitamos que el enemigo reaccione. Necesitamos nuestro programa positivo, que lo tuvo la Unión Soviética hasta mediados de los 60. 
Y luego la sociedad soviética se convirtió en una sociedad de mercachifles, y si te conviertes en una sociedad de mercaderes, ¿cuál es entonces la diferencia de los mercaderes más exitosos? 
Si estamos hablando de una confrontación entre varias zonas del capitalismo, el capitalismo periférico no tiene chance alguno, porque si eres un capitalismo periférico, eres igual que el centro; pero el capitalismo central es más rico y logrado. 
Si quieres escapar de la trampa histórica del capitalismo, tienes que presentar una agenda diferente. Alguien podría decir que ya lo intentamos, y que el socialismo perdió. No, el socialismo no perdió, una estructura de poder político-económica fue derrotada, con una parte de esa elite integrada al sistema occidental. Y esto debe ser una lección. 
En todo caso, si quieres ganar, entonces no juegues un juego suicida compartiendo una plataforma con el enemigo, sino que debes crear tu propia plataforma. De otro modo alza la bandera blanca y ríndete.
Para ganar no compartas una plataforma con el enemigo, crea la tuya propia

Creo que no tenemos una segunda oportunidad, tenemos que pelear.


Algunos dentro de la esfera científica dicen que todo volverá a la normalidad cuando culmine nuestro conflicto con Estados Unidos. No, nunca volverá a la normalidad.
Los norteamericanos cometieron un error una vez. Cuando Clinton dijo: "Debemos dejar a Rusia ser, pero no que sea un súper poder", queriendo decir "no la destruiremos, sólo la vaciaremos de recursos"
Creía que la Rusia de Yeltsin sería para siempre, pero no fue así. Los norteamericanos no se tropezarán con la misma piedra dos veces. Hay dos opciones: o nos convertimos en un gran poder mundial o el país se quebrará y dejará de existir una Rusia histórica, pero no habrá un regreso a los tiempos de Yeltsin. No sólo porque no lo queremos, por supuesto que no lo queremos. Sino que Occidente no lo permitirá, ellos no cometerán el mismo error de nuevo. 
Si algunos intelectuales no lo entienden, el pueblo sí.

El pueblo no sólo lo entiende, lo siente en su piel. Y esto es muy, muy importante.



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