viernes, 13 de febrero de 2015

Las ventajas de licitar TV

Las ventajas de licitar TV

El Vie, 13 de Febrero de 2015, por David Páramo
David Páramo
David Páramo Columnista de Excélsior.

Antes de la privatización de lo que era el Instituto Mexicano de la Televisión, ahora Televisión Azteca, Televisa tenía participaciones de mercado que con gran facilidad superaban el 95 por ciento. Los programas que se hacían desde la televisión estatal no alcanzaban a tener el gusto del público.
A partir de ese hecho, que se dio en 1992, la televisión abierta ha cambiado radicalmente. En un mercado que evidentemente creció la participación de la empresa de Ricardo Salinas Pliego no sólo ha llegado a rangos cercanos a 30% sino que se amplió la oferta de contenidos a favor de los consumidores, así como visiones diferentes de la realidad que, sin lugar a ninguna duda, han contribuido a fortalecer la democracia.
La ampliación de programas de análisis político y económico es evidente; como también en la generación de espacios de entretenimiento o, incluso, las telenovelas que no volvieron a ser las mismas. Las transmisiones deportivas son, quizá, el punto más notorio en la diversidad de ofertas de contenidos.
Sin embargo, México sigue siendo uno de los países del mundo donde menos empresas tienen el control del mercado de televisión abierta, donde la gente no paga por tener acceso a esta oferta.
La televisión de paga, por definición, es para los sectores que tienen los mayores ingresos puesto que tienen que hacer un desembolso mensual para tener acceso a esos contenidos, lo cual se vuelve particularmente grave si se consideran los bajos niveles de ingresos de la mayoría de la población en el país.
Desde hace más de una década, un gran sector de la sociedad habían exigido que se ampliara la oferta de televisión abierta. Se analizó la posibilidad de hacer televisiones regionales, ampliar la oferta del Estado y, al final, se tomó la decisión de licitar un par de cadenas nacionales.
A diferencia de las licitaciones locales (donde habría mercados poco atractivos de manera unitaria por su poder adquisitivo) los legisladores consideraron que el camino más adecuado para cumplir con la meta de generar una mayor competencia era licitar una o dos cadenas de televisión de cobertura nacional.
Quienes conformaron la mesa del Pacto por México, así como diputados y senadores determinaron que había espacio para que dos nuevos entrantes tuvieran rentabilidad suficiente por su inversión en un horizonte de largo plazo que hiciera viable la competencia.
Gran parte de la posibilidad de éxito de la licitación de televisión abierta es, justamente, el llamado apagón analógico. La televisión digital, que deberá estar operando a partir del primer día del año próximo las nuevas empresas de televisión abierta estarán en posibilidad de ofrecer una oferta de la mejor calidad en condiciones eficientes de oportunidad.
Licitación
Así, instruyeron al Instituto Federal de las Telecomunicaciones, encabezado por Gabriel Contreras, a que organizara una licitación con base en los siguientes principios:
Primero. Que se garantizara la máxima rentabilidad para el Estado.
Segundo. Que los postores no tengan conflicto de interés y/o vínculo con las dos principales empresas de televisión.
Tercero. Que tengan capacidad financiera, técnica y operativa para hacer frente a un trabajo de proporciones que algunos definen como titánica. En este punto es donde la mayoría que habían manifestado interés o enviado señales de que podrían participar en la licitación se tuvieron que hacer a un lado.
Es curioso que antes de reconocer cuál es su tamaño o la profundidad de sus bolsillos han optado por generar un discurso según el cual se ha perdido el interés por la licitación y hasta han llegado a inventar que se encuentra en riesgo.
En otras entregas de esta columna hemos señalado que los únicos que pueden hablar sobre el interés son Grupo Imagen Multimedia y Radio Centro, que son los únicos que se mantienen. El organismo que encabeza Contreras ha sido claro al señalar que se mantiene el proceso en los términos planteados, es decir, que antes del 19 de marzo se asignarán las nuevas cadenas de televisión abierta si los grupos cumplen con lo establecido en las bases de la licitación.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes, encabezada por Gerardo Ruiz Esparza, ha enviado señales claras de que cumplirán con el apagón analógico tal y como lo marca la Constitución a pesar del ajuste presupuestal.
Beneficios
En los mercados donde no hay competencia, o la hay escasa, se generan incompetencias con efectos nocivos para toda la economía. La competencia entre las dos televisoras abiertas ciertamente es fuerte pero insuficiente para un país como México.
Uno o dos nuevos entrantes refrescarán la visión plural que se tiene del país. Habrá muchas más voces que representen a la sociedad. Más opciones de entretenimiento y educación.
En el diseño de la licitación por parte del IFT no se basó únicamente en la capacidad económica sino también en la oferta programática, lo que garantiza sin lugar a duda el cumplimiento no únicamente del espíritu de los legisladores sino de las aspiraciones de la inmensa mayoría de los mexicanos.
El éxito de esta licitación no es importante únicamente en el proyecto del presidente Enrique Peña Nieto, sino también para formar un mejor país. Habrá que estar muy pendientes.
Consejo consultivo
Hay quienes levantaron la ceja cuando vieron a los integrantes del consejo consultivo del Instituto Federal de las Telecomunicaciones, elegido por el pleno de esta entidad. De hecho, no faltó quien dijera que parece el consejo consultivo de Telmex.
Muchos de los personajes involucrados en él son personas que, de una u otra manera, han estado vinculados al preponderante del sector. Destaca, por ejemplo, Irene Levy.
Esa mujer, que dice representar a la sociedad civil, pero que tiene intereses muy claros con algunas empresas, fue empleada de la Comisión Federal de Telecomunicaciones con un sueldo de 15,000 pesos. Ella era una feroz defensora de su empleador Mony Sacha de Swaan, quien debería ser investigado por parte de la Secretaría de la Función Pública y de la Auditoría Superior de la Federación por presuntos actos de corrupción, así como también por su intento de agandallarse la banda de 700 MHz.
Y sobre este caso es muy curiosa la obsesión que tiene Mony Sacha por el senador del PAN, Javier Lozano, a quien casi le confiere poderes míticos.

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