viernes, 19 de diciembre de 2014

Dimite en España el fiscal general del Estado





Dimite en España el fiscal general del Estado





Madrid, 18 dic (dpa) - El fiscal general del Estado español, Eduardo Torres-Dulce, dimitió hoy de su cargo en medio de las tensiones que ha protagonizado en los últimos meses con el gobierno de Mariano Rajoy, especialmente en relación al desafío independentista de la región de Cataluña (noreste).

Tras conocer la noticia, el jefe del Ejecutivo español descartó desde Bruselas presiones para hacer renunciar al fiscal, como había denunciado antes el Partido Socialista (PSOE), el más importante de la oposición en España.

"Ha dimitido por razones personales y lo único que quiero hacer es agradecer su trabajo y dedicación", expresó Rajoy.

El PSOE culpó a Rajoy de "presionar" al fiscal y de "forzar" su dimisión. "No le basta con tener mayoría absoluta en las Cortes, quiere colonizar y controlar todas las instituciones", dijo Antonio Hernando, portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados.

Torres-Dulce, de 64 años, fue nombrado en enero de 2012 por el gobierno conservador de Rajoy. A lo largo de estos casi tres años en el cargo, tuvo algunos encontronazos con el Ejecutivo.

Uno de los más decisivos se produjo en junio de 2013, cuando el fiscal pidió prisión sin fianza para Luis Bárcenas, el ex tesorero del Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy acusado de varios delitos en el marco de una trama que apunta a una presunta financiación ilegal del partido.

Torres-Dulce siempre defendió la autonomía de la fiscalía y negó en público estar al servicio del gobierno español.

"No he tolerado nunca que el gobierno me diga lo que tengo que hacer", dijo en su última intervención en el Congreso de los Diputados, el pasado 26 de noviembre.

Su última etapa al frente de la fiscalía estuvo marcada por el desafío independentista del gobierno de Cataluña, región del noreste de España que celebró el 9 de noviembre una consulta soberanista no oficial en abierto desafío al Tribunal Constitucional, que la había prohibido.

El fiscal pretendía interponer una querella contra el presidente del Ejecutivo catalán, Artur Mas, por la celebración del pseudoreferéndum, pero la indecisión del gobierno y los desencuentros con los fiscales de la región pospusieron el proceso durante varios días y dejaron en evidencia a Torres-Dulce.

En el año 2000 fue nombrado fiscal de sala del Tribunal Supremo. Cinco años después pasó al Tribunal Constitucional. Ahora regresará a su plaza en la fiscalía de este último.

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