domingo, 14 de septiembre de 2014

Cuatro cosas que debe saber sobre las patentes de genes

Cuatro cosas que debe saber sobre las patentes de genes

Significa que su propietario tiene derecho a realizar investigación y desarrollo tecnológico que involucran a ese gen
Por Rodney Scott - Universidad de Newcastle

*Imagen de una “hélice de ADN” vía Shutterstock

La patente de un gen significa que su propietario tiene derecho a realizar investigación y desarrollo tecnológico que involucran a ese gen. *Imagen de una “hélice de ADN” vía Shutterstock

La decisión de la Corte Federal de Australia que permite patentar genes tendrá ramificaciones para todas las patentes genéticas, aunque el caso sólo involucra un gen asociado con el cáncer de mama.
La patente de un gen significa que su propietario tiene derecho a realizar investigación y desarrollo tecnológico que involucran a ese gen. Las patentes usualmente tienen una duración de 20 años.
La bancada completa de la Corte Federal escuchó la apelación contra una decisión que permitía que compañías privadas pudieran patentar genes en agosto del 2013, luego que la Corte Federal de justicia descartó una objeción a la patente del gen relacionado con el cáncer de mama BRCA1 en febrero.
Una decisión que marcó precedente por parte de la Corte Suprema de Justicia de EE.UU. en junio del 2012 declaró que las secuencias de ADN que ocurren de forma natural no eran elegibles para ser patentadas, en un caso que involucró al mismo gen y al mismo propietario de la patente.
La Controversia del BRCA1 y el BRCA2
Han pasado casi 20 años desde que Myriad Genetics patentó dos genes asociados con un riesgo elevado de desarrollar cáncer de mama. Conocido como BRCA1 y BRCA2, los genes también fueron asociados con un riesgo elevado de desarrollar cáncer de ovario.
Cuando son funcionales, el BRCA1 y el BRCA2 producen proteínas supresoras de tumores que ayudan a reparar ADN dañado. Pero cuando están alterados, estas proteínas o no se producen, o no funcionan correctamente, lo que deja al ADN dañando sin reparación. Las células pueden desarrollar alteraciones genéticas adicionales que pueden llevar al desarrollo de un cáncer.
El cáncer de mama afecta aproximadamente a una de cada diez mujeres en algún momento de su vida, aunque no todos los casos son resultado de una mutación en estos genes. Algunos estudios han estimado que la frecuencia con que se encuentran mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2 es aproximadamente de 1 en 500.
Identificar estos genes involucra un gran paso en reducir la enfermedad en la sociedad y prevenir su transmisión a las siguientes generaciones. Cualquier medida que sirva para disminuir las tasas de cáncer de mamas y que permita ayudar a las mujeres a evitar una enfermedad incurable es algo que cualquier sociedad razonable querría hacer.
Las patentes del BRCA1 y el BRCA2 han generado una controversia significativa ya que Myriad efectivamente creó un monopolio en el mercado de los exámenes para identificar mutaciones o alteraciones en estos genes que los hacen ser no-funcionales.
Cuatro cosas que debería saber
Hay 4 cosas que debería saber respecto a las patentes de genes que podrían ayudarlo a comprender el contexto de la decisión de la Corte Federal.
1. Las patentes genéticas entorpecen, o no fomentan la innovación
El argumento que las patentes de genes fomentan la innovación es usualmente utilizado para defender las patentes genéticas, pero de hecho este argumento está respondiendo una pregunta equivocada.
Cuando consideramos patentar un gen, necesitamos preguntarnos en primer lugar si es que un gen es una invención -lo que es básico para garantizar una patente- o si es un descubrimiento. Aislar específicamente el gen es en sí mismo un descubrimiento, y como tal, no debería ser el foco de una patente.
Seguramente solo el proceso de cómo se obtuvo la información de un gen puede ser sujeto de patente, y esto sólo si es algo novedoso. Desarrollar nuevas maneras de interrogar una secuencia de genes puede y debe ser patentado ya que esto conlleva un impulso comercial y (ojalá) a una reinversión de nuevos recursos para mejorar estrategias de investigación.
2. Las patentes tradicionalmente se han otorgado a genes aislados más que a un tipo de innovación.
Sólo hasta hace poco, las oficinas de patentes asumían que el aislar genes era suficiente para declarar que el gen era más que sólo un producto de la naturaleza y un descubrimiento.
En EE.UU., las patentes también se otorgan en base a ser el primero en inventar algo. Esto contribuyó a una avalancha de patentes genéticas mientras el proyecto del genoma humano tomaba vuelo en la década del 90 y el descubrimiento de genes era casi un evento semanal. Ahora se estima que hay unas 4.000 patentes genéticas en EE.UU.
La Corte Suprema de EE.UU. falló en contra de las patentes genéticas en base a la decisión que el aislar un gen humano o parte de un gen humano no es un acto de invención, revirtiendo la práctica tradicional para el otorgamiento de patentes. La decisión sí permite que secuencias de ADN sintéticamente producidas puedan ser patentadas.
3. Las patentes genéticas para exámenes crean monopolios que generan precios elevados.
Los test genéticos comerciales han sido un tema polémico y pocas compañías han desarrollado exámenes para un solo desorden genético. Pero las compañías involucradas en el desarrollo de exámenes genéticos se han encargado de asegurar que sean las únicas compañías proveedoras de éstos exámenes.
Esto crea un monopolio para ellos pudiendo entonces cobrar el precio que ellos estimen por el examen. Esto claramente no es un resultado deseable para la sociedad porque significa que se falla en la protección de las personas vulnerables que temen el tener una enfermedad que los deje sujetos a la explotación económica por parte de las empresas.
4. Los monopolios conducen a una falta de seguridad sobre la calidad.
De especial preocupación es el hecho de que un monopolio es incapaz de generar seguridad en la calidad, porque esto requiere el que muestras de sus productos sean enviadas a terceros para su verificación.
Esto no sólo impide el hecho de monitorizar si es que los procesos internos están produciendo los resultados correctos, sino que además impide que las personas busquen una segunda opinión.
La decisión de la Corte Suprema de Australia de sostener su decisión anterior pone a Australia es una posición diferente a la de la Corte Suprema de EE.UU. y pone en relieve la cuestión de cuánto en verdad sabe sobre materias que no son rutinarias para ella.
Pero probablemente signifique muy poco para Australia; la patente que actualmente tiene Myriad Genetics expirará en un período relativamente corto.
Rodney Scott no trabaja como consultor, ni tiene acciones ni recibe fondos de ninguna de las compañías u organizaciones que se puedan beneficiar de éste artículo, y no tiene ninguna afiliación relevante.
Éste artículo fue publicado originalmente en The Conversation.

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