miércoles, 25 de junio de 2014

La euforia por el Mundial oculta los problemas económicos de Brasil



La euforia por el Mundial oculta los problemas económicos de Brasil



2014-06-25




Paul Kiernan, The Wall Street Journal

RIO DE JANEIRO—El triunfo de Brasil sobre Camerún el lunes debería prolongar la atmósfera festiva que persiste aquí desde que comenzó el Mundial de fútbol hace casi dos semanas.

Los brasileños podrían necesitar toda la distracción que puedan conseguir. Sin que lo sepa la mayoría de los fanáticos del fútbol, economistas redujeron sus pronósticos para el crecimiento de Brasil en cada una de las últimas cuatro semanas, mientras que la inflación parece que seguirá siendo dolorosamente alta durante 2015.

"Esta combinación de crecimiento bajo e inflación bajo presión es una pesadilla para las autoridades a cargos de las políticas", señalaron economistas de Santander en un informe esta semana. Alberto Ramos, el economista jefe para América Latina de Goldman Sachs, sostuvo la semana pasada que la economía brasileña parece estar "gravitando hacia un escenario de estanflación", una combinación de estancamiento e inflación.

El contundente triunfo 4 a 1 de Brasil sobre Camerún puso a la selección nacional en los octavos de final de la Copa del Mundo, donde intentará conseguir cuatro victorias consecutivas para quedarse con el campeonato. Los anfitriones son los favoritos para ganar el certamen, pero las casas de apuestas aún colocan sus posibilidades en sólo una de tres.

"Realmente no hemos recibido tantas apuestas por Brasil para esta etapa del torneo como podríamos haber previsto", dijo Alex Donohue, un vocero de la casa de apuestas Ladbrokes, con sede en Londres. Donohue afirmó que la eliminación temprana de tanto Inglaterra como del campeón defensor España ayudó en las posibilidades de la mayoría de los demás equipos de avanzar a la siguiente de fase del torneo.

Por ejemplo, las probabilidades de que Costa Rica gane mejoraron desde 4.000 a 1 a sólo 66 a 1 gracias a las inesperadas victorias sobre Uruguay e Italia, dice Donohue.

El campeonato resultó ser un refugio feliz para los brasileños, quienes, hace sólo unas semanas, estaban tan descontentos con la dirección de su país que les dijeron a firmas encuestadoras que era mala idea ser anfitriones de la competencia. Como ha sucedido innumerables veces en decenas de países, el apoyo común a un equipo de fútbol desvió la atención de país de un ambiente político tóxico y una economía con problemas.

La eliminación del primer Mundial que organiza en 64 años representaría un duro regreso a la realidad para Brasil. Este mes, un estudio de opinión pública realizado por el Centro de Investigación Pew mostró que 61% de los brasileños pensaban que organizar el torneo perjudicaría al país al desviar recursos que podrían usarse para servicios públicos.

"Si Brasil gana, mucho de lo que se dijo —sobre gastar de más en estadios y otras cosas— será olvidado", dice Erialdo Rosario, un pequeño comerciante de 52 años. "Si pierden, es otra historia".

Se prevé que la economía brasileña se expanda un mero 1,16% este año, según una encuesta semanal del banco central realizada entre 100 economistas y publicada el lunes. Se prevé que la inflación termine el año en 6,46%.

Los expertos sostienen que la austeridad fiscal es la mejor apuesta de Brasil para reducir la inflación. Pero esa iniciativa probablemente también afectaría el crecimiento, y, en un año de elecciones que ya estuvo plagado de trabajadores del sector público que piden aumento de sueldo, las posibilidades de llevarlo a cabo parecen pocas.

La presidenta Dilma Rousseff anunció en mayo un aumento de 10% al programa social insignia del gobierno, conocido como "Bolsa Familia", mientras el ministro de Finanzas Guido Mantega extendió la semana pasada un par de programa de crédito fiscal para empresas.

Pedro Barbosa, socio del fondo de cobertura STK Capital, con sede en Rio, indicó que las medidas se parecen a conducir un auto cuesta arriba y luego ponerle cuarta.

"El modelo económico del gobierno claramente se ha agotado y dejó una mezcla muy mala de alta inflación, bajo crecimiento y alto gasto", dijo Barbosa. "El partido (del lunes) en Brasilia fue hermoso, un gran espectáculo. Pero fue casi un sueño".

No hay comentarios.:

Publicar un comentario