lunes, 26 de mayo de 2014

La ONU brindará apoyo a México para prevenir ‘embarazo adolescente’

La ONU brindará apoyo a México para prevenir ‘embarazo adolescente’

Uno de cada cinco niñas y niños que nacieron en 2011 son hijos de madres menores de 19 años, según un estudio del INEGI; Guerrero y Chiapas son las entidades con más alta fecundidad entre 14 y 24 años.
Miriam de Regil
Ilustración enfoques embarazos adolescentes
CIUDAD DE MÉXICO. El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) buscará prevenir el embarazo adolescente y la mortalidad materna en la República Mexicana a través del Programa País de Cooperación 2014- 2018.

Mediante dicho trabajo se busca ayudar a México a cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio y “construir una nueva agenda”. Según el organismo internacional, el embarazo adolescente es hoy un asunto de relevancia mundial, por lo que se pretende lograr la coordinación de las políticas públicas de los diferentes niveles de gobierno.

El representante del Fondo de Población, Alfonso Sandoval, explicó que el Programa País 2014-2018 tiene prioridades y estrategias para su implementación en México, en el que destacó el acceso universal a la salud sexual y reproductiva, la promoción de los derechos reproductivos y la reducción de la mortalidad materna bajo una perspectiva transversal de derechos humanos, acorde con la impulsada por el gobierno.
Por su parte, la asociada nacional de Salud Reproductiva del UNFPA, Gabriela Rivera, explicó que hay estudios que revelan una elevada fecundidad adolescente a nivel mundial, aunada a una baja cobertura anticonceptiva, lo que provoca una alta demanda insatisfecha afectada por determinantes sociales como bajos niveles de escolaridad y marginación.

La especialista señaló que el embarazo en la adolescencia se asocia a mayores riesgos para la vida de la madre y el producto, y que la mayor cantidad de hospitalizaciones asociadas a esta problemática corresponden a grupos de 10 a 14 y de 15 a 19 años de edad, aunque los primeros presentan más peligros.

La recomendación, resaltó la también psicóloga social, es reconocer que los jóvenes son sujetos de derechos, autónomos, y que tienen la posibilidad de decidir sobre sus vidas; lo que implica incluirlos en el diseño de estrategias que respondan a sus necesidades, gustos e intereses, así como en la evaluación de los servicios, incorporando enfoques de derecho, género e interculturalidad.

De acuerdo con las cifras más recientes, en el mundo existen alrededor de dos mil 400 millones de personas de entre 10 y 24 años de edad que viven en condición de pobreza; es decir, con menos de dos dólares al día. De esa cantidad, más de 70 millones no asisten a la escuela.

En México, nacieron en el año 2011 (según INEGI) 2.58 millones de niñas y niños; de ellos, 473 mil tuvieron como madre a una mujer que al momento del parto tenía menos de 19 años de edad. Esta cifra equivalente a 18.4 por ciento. Es decir, prácticamente uno de cada cinco niñas y niños que nacieron en 2011 son hijos de madres adolescentes.

Los factores que dan origen a estas cifras son múltiples y revelan la necesidad de construir más y mejores estudios que permitan prevenir de manera adecuada los embarazos no deseados, particularmente a una edad temprana.

Chiapas y Guerrero son las dos entidades que presentan mayor tasa de fecundidad para el grupo de mujeres entre 14 y 24 años de edad.
“Esto es un foco rojo y una gran causa de preocupación, porque la mayoría de estos embarazos obedece a casos de violencia o coacción, por lo que 70 mil adolescentes mueren cada año en los países en desarrollo a consecuencia de embarazos o de partos, al tiempo que se estima que cada año ocurren 3.2 millones de abortos inseguros entre adolescentes”.

Rivera señaló la necesidad de promover el acceso a una educación integral en sexualidad y al acceso de servicios amigables. Consideró necesario “promover el uso de condón para la prevención del embarazo y para evitar enfermedades de transmisión sexual, como el VIH, así como métodos a largo plazo como el dispositivo intrauterino, que sí pueden utilizar las adolescentes, al ser un método avalado por la Organización Mundial de la Salud y la Norma de Planificación Familiar de México”.

Además destacó que esta problemática no es de atención exclusiva de los sectores de salud o educativo, “todos tenemos un rol qué desempeñar en la prevención del embarazo adolescente y en la disminución de la mortalidad materna, fenómenos por los cuales no se ha podido cumplir una de las metas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio propuesta por la ONU”.

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