martes, 27 de mayo de 2014

El secuestro de la conciencia humana por parte del Poder

El secuestro de la conciencia humana por parte del Poder



Este análisis intentará indagar sobre que bases la élite de poder influye de manera determinante en la voluntad del sujeto para su posterior control a partir de las sensaciones y emociones primarias que irá experimentando en cada momento de su existencia.

“Las emociones son reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación a ciertos estímulos del individuo cuando percibe un objeto, persona, lugar, suceso, o recuerdo importante. Psicológicamente, las emociones alteran la atención, hacen subir de rango ciertas conductas guía de respuestas del individuo y activan redes asociativas relevantes en la memoria. Fisiológicamente, las emociones organizan rápidamente las respuestas de distintos sistemas biológicos, incluidas las expresiones faciales, los músculos, la voz, la actividad del SNA y la del sistema endocrino, a fin de establecer un medio interno óptimo para el comportamiento más efectivo. Conductualmente, las emociones sirven para establecer nuestra posición con respecto a nuestro entorno, y nos impulsan hacia ciertas personas, objetos, acciones, ideas y nos alejan de otros. Las emociones actúan también como depósito de influencias innatas y aprendidas, y poseen ciertas características invariables y otras que muestran cierta variación entre individuos, grupos y culturas (Levenson, 1994)”.
Etimológicamente, el término emoción viene del latín emotĭo, que significa “movimiento o impulso”, “aquello que te mueve hacia”.
Si la conciencia del hombre está secuestrada es porque éste no lo ha podido percibir en su totalidad. Es como si se la hubieran cambiado por otra conciencia que ya ha sido previamente moldeada por un tercero, mutilada desde la infancia y después por el sistema propagandístico de adoctrinamiento en general queda debilitada y dependiente de una forma de vida impuesta, sin poder escapar del condicionamiento al que ha sido sometido.
La cuestión determinante y más importante para la élite de poder es el control de las emociones y sensaciones primarias del hombre como, el placer, el sufrimiento, el miedo, la alegría, de esta forma se aseguran el dominio en gran medida de su voluntad a través de medios que sólo están a su alcance y que también sólo ellos pueden entender porque son ellos los que poseen el conocimiento de los mecanismos para su funcionamiento.
Estas técnicas y estrategias de control sobre la ciudadanía son ejecutadas por ejemplo desde la coerción por parte del Estado a través de la policía, y de la propaganda a través de los medios de comunicación en general para su posterior adoctrinamiento y sometimiento a los designios impuestos por una oligarquía dominante,
El dominio de la conciencia del hombre por parte del Poder es una condición fundamental para condicionarlo en su conducta y de esta forma tenerlo sujeto permanentemente.

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