jueves, 7 de noviembre de 2013

Investiga Procuraduría de Oaxaca asesinato de periodista

Investiga Procuraduría de Oaxaca asesinato de periodista

OAXACA, Oax. (apro).- La Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), de la Procuraduría General de la República (PGR), dejó en manos de la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE) la investigación del asesinato del periodista Christian Alberto López Bello, luego de concluir que el crimen no está relacionado con su actividad periodística.
El procurador de Justicia estatal, Manuel de Jesús López, declaró que el caso está resuelto en 90%, debido a que fueron identificados los presuntos homicidas del periodista y del policía municipal de Oaxaca de Juárez, Arturo Alejandro Franco Rojas, ambos asesinados el pasado 17 de julio.
En conferencia de prensa, el funcionario dio a conocer que Julián Ramírez Benítez, Gerardo García Flores, Rafael Martínez González y Aldo José Luis Tenorio Benítez fueron identificados como los presuntos autores materiales de ambos crímenes, así como de otros ocurridos en el centro de esta capital y la zona conurbada.
Los cuatro sujetos –presuntos integrantes de una célula de la delincuencia organizada proveniente del estado de Veracruz– están detenidos por un doble homicidio cometido la madrugada del 27 de julio en la Casa del Mezcal.
Manuel de Jesús López, quien estuvo acompañado por la delegada de la PGR en Oaxaca, Elba Alicia Sánchez Domínguez, y la titular de la FEADLE, Laura Angelina Borbolla Moreno, explicó que de acuerdo con declaraciones de testigos, el día de los hechos Christian Alberto López Bello, Arturo Alejandro Franco Rojas y otras siete personas más se encontraban en el bar Cielito Lindo, ubicado en el centro de esta capital.
De las investigaciones, dijo, se desprende que al interior del bar se suscitó un conato de violencia, por lo que López Bello y el policía salieron del lugar, seguidos de Aldo Tenorio Benítez, y fueron perseguidos y encañonados por los sujetos arriba mencionados, quienes después los subieron por la fuerza a una camioneta Ford tipo Ranger gris, doble cabina.
El procurador expuso que a través de las cámaras de seguridad del C-4 (instaladas en el Monumento a la Madre) se pudo establecer la ruta que siguió la camioneta, con dirección a la agencia de Pueblo Nuevo, donde el periodista y su compañero fueron encontrados sin vida la madrugada del pasado 17 de julio.
Sin ofrecer mayores detalles, mencionó que al analizar las llamadas del celular de Alberto López, localizaron una casa de seguridad en Pueblo Nuevo, hasta donde acudieron elementos policiacos. En el lugar se encontraron diversos objetos, entre ellos una motoneta a nombre de una mujer que posteriormente fue detenida y puesta a disposición de la PGR por el delito de posesión de armas de fuego.
También se encontró la tarjeta de circulación de la camioneta y varios celulares, así como huellas dactilares de otras dos personas, a las cuales también se les abrió un proceso de investigación.
Manuel de Jesús López recordó que entre los meses de julio y agosto se perpetraron diversos homicidios en el centro y periferia de la capital.
El 2 de junio, puntualizó, fue asesinada una persona en el bar “La Farola”, ubicado a dos calles del Palacio de Gobierno; posteriormente, el 10 de junio, se encontraron dos cadáveres, uno de ellos (Miguel Ángel Velásquez Martínez) en Brenamiel y el otro en las canchas de San Jacinto Amilpas.
La madrugada del 27 de julio, agregó, la Policía Municipal capturó a Julián Ramírez Benítez, Gerardo García Flores, Rafael Martínez González y Aldo José Luis Tenorio Benítez como probables responsables del homicidio de otras dos personas en la Casa del Mezcal.
Indicó que con el apoyo de la PGR, el resultado del estudio en balística dio positivo. Detalló que una de las dos armas que se aseguraron a los detenidos fue la que se utilizó en el homicidio de Alberto López Bello y Arturo Franco.
En espera de que se libren las órdenes de aprehensión respectivas, el procurador adelantó que se deja abierto el triplicado de la averiguación previa, debido a que se tienen identificadas a dos personas más.
En su oportunidad, la titular de la FEADLE, Laura Borbolla, aseguró que el homicidio del periodista no fue por su labor de informar a la sociedad, “pues no contaba con algún antecedente ni con ninguna situación anómala de alguna publicación que hubiera realizado, sino por alguna fricción con personas integrantes de una célula de la delincuencia organizada que operaba en la ciudad”.
De acuerdo con la funcionaria de la PGR, la FEADLE “agotó todos los medios de prueba (…) y se realizó una serie de peritajes relacionados con la línea editorial. Se habló con los directivos, (se indagó) cuáles eran las notas que había publicado (la víctima), y en dos ocasiones buscamos a Alberto y se negó a presentar o formular la querella correspondiente para efecto de que la fiscalía conociera de manera formal si había una amenaza”.

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