viernes, 25 de octubre de 2013

Los inversores ya no quieren oro

Los inversores ya no quieren oro

Los inversores ya no quieren oro

El oro está perdiendo el atractivo para los inversores. La mayoría de fondos especializados en operaciones con el oro, tratan rápidamente de liberarse de este metal precioso. La disminución del interés de los inversionistas hacia el oro ocurre mientras su precio no cesa de caer.

El mayor fondo del mundo, el SPDR Gold Trust informó sobre la mayor caída de los activos en los últimos tres meses. Desde inicios del año el fondo se ha reducido casi en quinientas toneladas. El hecho de que en un solo día el fondo “adelgazó” diez toneladas no cogió a ningún inversionista por sorpresa, el analista del grupo financiero BKS, Oleg Petropavlovski, nos señala:
—EL SPDR Gold Trust disminuye sus inversiones en oro desde hace ya tiempo porque la gente se lleva sus activos a otros medios. Esto no ha sido una sorpresa, más aún cuando la opinión de los mercados coincide en que el oro no es el mejor de los activos para conservar el dinero. Una caída tan notable en un solo día puede estar dada porque algún inversor o fondo de grandes dimensiones cerró sus posiciones.
Desde inicios del año, el precio del metal precioso en el mercado ha caído casi a la tercera parte, en los últimos tres meses el precio de cambio oscila entre los mil doscientos y mil cuatrocientos dólares por onza. Incluso el pequeño ascenso de los precios que se observa desde principio del otoño no ha detenido la fuga de los inversores. Los financistas reducen la inversión en el activo hasta hace poco más estable de todos, por cuanto no ven perspectiva de un crecimiento de los precios en un período largo. El interés hacia el oro está muy relacionado con la política del sistema de la Reserva Federal de EEUU, el principal estratega de la compañía de inversiones REGIÓN, Valeri Piatnitsev, nos hace notar:
Si miramos las causas de por qué los inversores se “van” del oro, entonces el punto de vista más aceptado por la comunidad financiera mundial sería el siguiente: esto está relacionado con el hecho de que en EEUU se espera una cierta mejoría de la economía. A esto habría que añadir que más tarde o más temprano, el sistema de la Reserva Federal disminuirá el apoyo al mercado financiero. También se espera un aumento de las tasas. Esto será un catalizador para que los inversores comiencen a vender las materias primas en los mercados. No solo pueden caer los precios del oro, sino también del petróleo, de los metales.
Sin embargo, tampoco vale la pena correr a deshacerse del oro. Incluso suponiendo los peores pronósticos, su valor no debe bajar de los mil ciento cincuenta dólares la onza, después de los cual, debe estabilizarse. Los inversionistas no esperan tampoco una caída abrupta de los precios de otros metales preciosos. De acuerdo con la ley de la demanda sobre este tipo de productos, cuando hay crisis, el precio sube, cuando la economía sale de la crisis, el precio cae. Y ahora esta historia se repite, nota Valeri Piatnitsev:
Los máximos de la popularidad del oro ocurren cada trece años más o menos. Hubo picos en los años 1980, 1951 y 1920. Es decir, es una regularidad histórica que se mantiene. Evidentemente, hemos pasado el pico de la popularidad del oro entre los inversionistas precisamente entre los años 2008 y 2011.
Por ahora, la mayoría de los fondos que cotizan en bolsa y orientados al oro, “adelgazan” rápidamente, los inversionistas prefieren retirar los fondos liberados y ponerlos en acciones de compañías y bonos corporativos.
ovm/as/er
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.

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