martes, 23 de julio de 2013

Siria en la mirilla del Pentágono

Siria en la mirilla del Pentágono

Siria en la mirilla del Pentágono

El Pentágono ha hecho públicos por primera vez los pormenores de varias variantes de injerencia exterior en la guerra civil que tiene lugar actualmente en Siria.

Los detalles de estas potenciales operaciones están descritos en la misiva enviada el pasado 22 de julio al senado por Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU. El jefe del Estado Mayor Conjunto de EEUU declaró que todas las opciones son del conocimiento del presidente. 
Entre los planes estudiados está la entrega de armas a los rebeldes, golpes aéreos a las tropas gubernamentales, la implementación de un área de exclusión aérea sobre Siria, la creación de zonas de protección en las zonas de Turquía y Jordania fronterizas con Siria. Y finalmente, el uso de tropas especiales de EEUU para la captura de armas químicas. 
En un principio, nada nuevo. Todos estos planes ya habían sido barajados con anterioridad. Lo curioso es que por alguna razón fueron hechos públicos, de esta manera y con estos comentarios. 
La carta de tres páginas del general Dempsey es una respuesta a las amenazas del senador republicano John McCain. El principal promotor de la intervención militar en Siria amenazó con boicotear la próxima renovación del mandato del general en su alto puesto militar de EEUU, en el caso de que no fuesen presentados planes en un plazo de varias semanas. Tres días antes de la publicación de la carta ambos tuvieron una intensa confrontación en el senado. 
Son muy raras las ocasiones en que los generales estadounidenses hacen públicas valoraciones políticas sobre planes del Pentágono. En esta ocasión Dempsey se apartó de esta regla no escrita y completó la carta con severos comentarios políticos. “De iniciarse las acciones, debemos estar preparados para las consecuencias”, advirtió Dempsey: “Resultará difícil impedir la escalada de la injerencia. Podemos propiciar involuntariamente el incremento de las fuerzas extremistas o el uso de las mismas armas químicas que queremos controlar.” 
El general Dempsey declaró que a veces el uso de la fuerza militar puede desencadenar consecuencias inesperadas y la situación puede empeorar: 
Expliqué mis puntos de vista al presidente. Pusimos sobre su mesa todas las variantes de acción posible, y dimos a puertas cerradas todos los detalles a los miembros del comité de las fuerzas armadas, valorando los posibles riesgos de las diversas variantes de acción. La decisión de aplicar o no la fuerza será tomada por personalidades oficiales elegidas. 
Dempsey insinúa en su carta que una injerencia en Siria se convertirá automáticamente para EEUU en un segundo Afganistán u otro Iraq. Según los cálculos del Pentágono, los gastos de cualquiera de las variantes propuestas de acciones bélicas en Siria superarán los quinientos millones de dólares anuales (simple abastecimiento de armas y entrenamiento de los rebeldes), alcanzando el millardo de dólares al mes. La Casa Blanca no se siente muy animada ante tales gastos en la situación actual de recortes de presupuesto. 
La oposición siria pretende que EEUU se inmiscuya directamente en el conflicto. El jefe del Consejo Militar Superior del ELS, Salim Idriss, arribó dos días atrás a Nueva York. Según sus declaraciones, Washington podría comenzar el suministro de armas y municiones a los rebeldes en agosto, utilizando los canales de la CIA. Aunque ni el Departamento de Estado ni la Casa Blanca se han referido en modo alguno a las posibles reuniones con Idriss, la prensa norteamericana escribe que seguramente se reunirá con el secretario de Estado John Kerry, y que, incluso, visite Washington. 
Mientras tanto, como colofón al encuentro entre el viceprimer ministro sirio Qadri Jamil y el canciller Serguéi Lavrov, el funcionario ruso recalcó una vez más que es imposible resolver el conflicto en Siria por medios militares: 
Estamos convenciendo a todos de la necesidad de asumir lo antes posible la iniciativa norteamericano-rusa de convocar sin condiciones previas una conferencia internacional sobre Siria. Lamentablemente, a diferencia del gobierno de Siria, la mayoría de los representantes de la oposición, incluyendo la Coalición Nacional, no se declaran dispuestos a participar. Sabemos que el gobierno sirio está dispuesto a dialogar con las fuerzas de la oposición y le invitamos a continuar esforzándose en esa dirección, para que ninguno de los grupos opositores con posiciones constructivas quede excluido de la venidera conferencia, que espero se realice pronto. 
Todavía no queda claro quienes participarán en la conferencia sobre el conflicto sirio Genova-2, ni cuando se llevará a cabo. La representante oficial del Departamento de Estado Jen Psaki declaró en Washington que la oposición eligió dos semanas atrás una nueva dirección y es preciso esperar a que el nuevo mando defina sus posturas respecto a la conferencia. 
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
fs/kg

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