Estrasburgo,
1 jul (PL) El pleno de la Eurocámara debatirá el venidero miércoles las
consecuencias del espionaje masivo de Estados Unidos a la Unión Europea
(UE), un acto calificado como inaceptable que ha enturbiado las
relaciones en ambos lados del Atlántico.
Según publicó el fin de semana el semanario alemán Der Spiegel, la
Agencia de Seguridad Nacional norteamericana accede a diario a millones
de conversaciones confidenciales, correos electrónicos y archivos de los
ordenadores en los países de la UE, incluidos los de representaciones
del bloque en Bruselas, Washington y la ONU.
A esta información
se añade la publicada por el diario británico The Guardian, de acuerdo
con la cual los servicios secretos estadounidenses espian 38 embajadas,
entre ellas las de Francia, Italia y Grecia.
De ser ciertas las
denuncias, ello sería un golpe durísimo para las relaciones entre
Bruselas y Washington, afirmó hoy Martin Schulz, presidente del
Parlamento Europeo.
Schulz habló este lunes con el embajador de
Estados Unidos ante la UE, William Kennard, a quien exigió información
rápida y concreta sobre este caso.
"Comprendo que se tomen
medidas preventivas para detectar posibles actuaciones terroristas, pero
no creo que en las instituciones de la UE se planeen atentados", dijo
Schulz, al referirse a las justificaciones de la Casa Blanca de proteger
su seguridad nacional.
Los grupos políticos en la Eurocámara
debatirán el miércoles las consecuencias de este escándalo en los
vínculos bilaterales, incluidas las negociaciones sobre un tratado de
libre comercio.
Guy Verhofstadt, líder de la agrupación liberal
en el órgano legislativo, reclamó la presencia en la reunión de José
Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea.
Barroso
dio instrucciones a los servicios competentes para que lleven a cabo un
"amplio barrido y comprobación de la seguridad" en las instituciones
comunitarias.
En toda Europa las revelaciones sobre el espionaje
estadounidense provocaron un profundo malestar y repudio y países como
Francia y Alemania reaccionaron con firmeza ante la posibilidad de que
sus gobiernos estén siendo vigilados.
El presidente francés,
Francois Hollande, condicionó cualquier negociación con Estados Unidos
sobre un tratado de libre comercio, a que Washington deje de espiar a
sus socios europeos.
Mientras, en Alemania la ministra de
Justicia, Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, consideró que "excede a
todo lo imaginable que nuestros amigos de Estados Unidos miren a los
europeos como enemigos".
Según Der Spiegel, que cita como fuente
al exagente de inteligencia norteamericano Edward Snowden, Alemania es
el país más vigilado dentro de la UE y el sitio más controlado es
Fráncfort, la capital bancaria y financiera.
acl/car |
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