sábado, 6 de julio de 2013

Egipto cuenta muertos tras violenta protesta islamista

Egipto cuenta muertos tras violenta protesta islamista

sábado 6 de julio de 2013 11:11 GYT
 
[-] Texto [+]
Por Mike Collett-White y Alastair Macdonald
EL CAIRO (Reuters) - Egipto contaba el sábado a los muertos después de que los islamistas tomaran las calles para protestar por el derrocamiento del presidente Mursi y mostrar su indignación con lo que consideran fue un golpe militar.
Al menos 30 personas fallecieron y más de 1.000 resultaron heridas después de que el movimiento de los Hermanos Musulmanes de Mursi convocara un "Viernes de Furia" en todo el país e intentara marchar hacia el complejo militar donde permanece el presidente depuesto.
Los enfrentamientos con más muertos se registraron en Alejandría, donde 14 personas murieron y 200 resultaron heridas. En el centro de El Cairo, partidarios y detractores de Mursi se enfrentaron durante toda la noche con piedras, cuchillos y bombas incendiarias mientras vehículos armados intervenían.
Llevó horas restaurar la calma. Los puentes sobre el Nilo en torno al Museo Egipcio, donde tuvieron lugar los enfrentamientos, seguían cubiertos de escombros, piedras y cristales rotos el sábado por la mañana. Partidarios y contrarios a Mursi seguían acampados en diferentes plazas de la capital.
El Ministro de Sanidad dijo que 30 personas habían muerto en todo Egipto el viernes, y que al menos 1.138 habían resultado heridas, según los medios estatales.
Los periódicos estatales dijeron que las autoridades respaldadas por el Ejército que tomaron el poder el miércoles y suspendieron la Constitución anunciarían la designación de un primer ministro el sábado para dirigir un periodo de transición.
El ex responsable del organismo nuclear de la ONU, Mohamed ElBaradei, de 71 años, importante figura política liberal, era considerado el candidato más probable para encabezar una administración centrada en revivir la economía y restaurar la paz y la seguridad.
En una entrevista con Reuters, el principal líder de izquierdas del país, Hamdin Sabahi, apoyo a ElBaradei, diciendo que el periodo de transición debería ser de corto para cambiar la constitución y elegir a un nuevo presidente y parlamento.
Los militares han dado pocos detalles de sus planes - su hoja de ruta no recogía ningún calendario para unas próximas elecciones -, lo que se suma a la incertidumbre en un momento en el que muchos egipcios temen que la violencia polarice aún más a la sociedad.
VIOLENCIA EN EL SINAÍ
Cinco policías fueron abatidos a tiros en distintos incidentes en la localidad de El Arish, en el norte del Sinaí y, aunque no estaba claro si los ataques estaban relacionados con la destitución de Mursi, islamistas de línea dura advirtieron de que saldrían a las calles.
Un nuevo grupo islamista anunció su formación en la anárquica península del Sinai, fronteriza con Israel y la Franja de Gaza, diciendo que la destitución de Mursi había sido una declaración de guerra contra su fe y amenazando con la violencia para imponer la ley islámica.
El grupo, Ansar al Shariah en Egipto, dijo que reuniría armas y empezaría a entrenar a sus miembros, en un comunicado colgado en un foro online para activistas.
Los acontecimientos de la última semana han preocupado a los aliados de Egipto en Occidente, incluidos donantes clave como la Unión Europea y Estados Unidos, y en el vecino Israel, con el que Egipto mantiene un acuerdo de paz desde 1979.
Los periódicos egipcios citaron a ElBaradei diciendo que esperaban que las monarquías del Golfo, hostiles con los Hermanos, aportaran ayuda económica para las nuevas autoridades.
La caída de Mursi el miércoles fue recibida con escenas de celebración en las que participaron millones de personas, pero también enfurecieron a sus defensores, que temen una nueva represión de los islamistas igual a la que soportaron durante décadas de mandato militar.
La situación ha profundizado la crisis de Egipto. Los Hermanos han desdeñado las invitaciones del Ejército para sumarse a un amplio plan de transición, culminando en nuevas elecciones, diciendo que no reconocerían a las autoridades "usurpadoras".
INCREMENTO DE TENSIONES
En El Cairo, tres personas murieron a tiros el viernes fuera del cuartel de la Guardia Republicana en el Cairo donde se encuentra detenido el depuesto presidente Mohamed Mursi, dijeron fuentes de seguridad,
Los militares negaron ser responsables. Un portavoz dijo que las tropas no abrieron fuego sobre los manifestantes y que los soldados solo usaron disparos de salva y gases lacrimógenos. No estaba claro si más unidades de las fuerzas de seguridad, además de las tropas, también estaban presentes.
Poco después, decenas de miles de entusiastas islamistas se congregaron cerca de una mezquita en un barrio de la capital para escuchar al líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie, que según las fuerzas de seguridad había sido arrestado el jueves.
En un discurso desafiante, prometió "completar la revolución", y afirmó estar dispuesto a dialogar con los militares si reinstauran a Mursi.
También pidió a los soldados que no disparen sobre su propia gente y aseguró que las protestas son más fuertes que los tanques.
"Nuestros pechos desnudos son más fuertes que las balas", agregó, mientras un helicóptero volaba bajo sobre la multitud.
Anteriormente había pedido que las manifestaciones se celebren hasta que los Hermanos puedan llevar a Mursi "sobre nuestros hombros".
Una violencia continuada podría alarmará a Estados Unidos. Washington ha evitado referirse a la destitución de Mursi como un "golpe de Estado", puesto que según la ley estadounidense requeriría que frenara los 1.500 millones de dólares (unos 1.150 millones de euros) anuales de asistencia a Egipto.
Los opositores de Mursi también dicen que no se trató de un golpe de Estado sino una intervención para imponer la "voluntad del pueblo".
(Información de Asma Alsharif, Mike Collett-White, Alexander Dziadosz, Seham El-Oraby, Shaimaa Fayed, Maggie Fick, Alastair Macdonald, Shadia Nasralla, Tom Perry, Yasmine Saleh, Paul Taylor, Patrick Werr, Abdelrahman Youssef y Yursi Mohamed; Traducido por Inmaculada Sanz en Madrid)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario