Snowden en suspenso o, ¿continúa el juego peligroso de Ecuador?

Foto: AFP

Edward Snowden, el filtrador de información de Estado norteamericano, continúa fugado. Su ruta comenzó tomando un vuelo Hong Kong-Moscú y, a continuación, todo apuntaba a que el destino final era Ecuador. Valga destacar que en la embajada de Ecuador en Londres hace ya un año que funge de inquilino otro conocido filtrador de secretos, Julian Assange, director del portal WikiLeaks. La pregunta del millón: ¿por qué ese pequeño Estado suramericano ofrece justamente asilo a quienes son perseguidos en EEUU?

La corresponsal de La Voz de Rusia, Christina Peters conversó con Detlef Nolte, director del Centro de Investigaciones de América Latina, adjunto al Instituto Alemán de Investigaciones Globales y Regionales, quien sobre el particular apuntaba:

-El actual presidente de Ecuador, Rafael Correa, se planteó, al parecer, el objetivo de ponerse a la cabeza de la lucha internacional por la independencia en el espacio informativo y encabezar una pugna contra la política negativa de EEUU. Correa se empeña, tras la muerte del líder venezolano Hugo Chávez, en asumir el papel de líder del movimiento izquierdista en América Latina. Si consideramos el equilibrio de fuerzas deviene evidente que Ecuador es, en esencia, un Estado de los más pequeños de América Latina y dista de situarse entre los países claves de la región, como Brasil y México. En tal contexto, justamente, se ofrece a Ecuador la posibilidad de atraer la atención de todos los medios mundiales de comunicación que, en circunstancias normales, nunca habría captado. Demás está decir que este juego no es en absoluto casual. EEUU va a reaccionar ante el caso de Snowden con mucho más rudeza que en el de Assange. EEUU sigue siendo para Ecuador un mercado importante de exportaciones. Y podría suceder que el país pierda una parte del acceso al mercado estadounidense. No resulta posible predecir las consecuencias que, a fin de cuentas, tendría que hacer frente Ecuador. Para Washington, este es un caso bastante prioritario. Y ello porque, al fin y al cabo, se trata, desde su punto de vista, de la traición de un trabajador de los servicios secretos. Pienso que intentarán ejercer toda la presión que esté en su mano, utilizando todas las herramientas de que disponen. No puedo decir si recurrirán a ciertas medidas ilegales, pero seguro que harán todo lo posible para llevar a Snowden a EEUU.

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Christina Peters