Lunes 24 de Junio de 2013, 09:48 pm
Rusia, Siria e Irán coinciden rumbo a conferencia de paz en Ginebra
El vocero de la diplomacia
rusa Alexander Lukashevich advirtió que la decisión de armar a la
oposición siria confronta los esfuerzos por hallar una solución política
(Foto: Archivo)
La cancillería de Rusia deploró este lunes el
incremento del flujo de armas y la asesoría de instructores militares
franceses y estadounidenses a los grupos terroristas sirios, pues
confrontan frontalmente los esfuerzos por una pronta solución política
del conflicto.
El vocero de la diplomacia rusa Alexander Lukashevich advirtió que los anuncios de la reciente reunión en Doha, en la que participaron titulares de Exteriores de 11 países, entre ellos Estados Unidos, Francia y Reino Unido, preocupan profundamente, en particular los relacionados con el apoyo en armas de algunos Estados vecinos de Siria y el entrenamiento que reciben los alzados en bases localizadas en Turquía y Jordania, con instructores franceses y estadounidenses.
Lukashevich consideró que los nuevos pertrechos azuzan a la oposición hacia una decisión militar, "destructiva para Siria", e insistió en que el armamento destinados por Occidente a los planes de derrocamiento de Bashar Al Assad puede terminar en manos de organizaciones terroristas.
El diplomático ruso contrastó esa realidad con las acusaciones de Washington que quieren hacer ver que la ayuda de Moscú a las autoridades de Damasco agrava las tensiones en el país árabe, y reiteró, en cambio, la disposición del Gobierno sirio a participar en la conferencia internacional de Ginebra por una salida política; en contraste, lamentó que la denominada coalición nacional opositora no haya ratificado su presencia en ese foro, sin condiciones previas.
El ministro sirio de Asuntos Exteriores y Emigrados, Walid al-Moalem, refrendó este mismo lunes el compromiso del Gobierno encabezado por Bashar Al Assad de asistir a la conferencia internacional de diálogo en Ginebra, e insistió en que Siria no negociará su soberanía nacional.
Durante una rueda de prensa en Damasco (capital), el funcionario reiteró el rechazo contundente a cualquier intento de imposiciones foráneas, y explicó que frenar el terrorismo, además de una exigencia popular, resulta un parámetro para evaluar la seriedad de los asistentes a la cita en el país europeo, luego de que algunos de los participantes externos han puesto trabas a la conferencia y decidieron armar a la oposición; “tenemos nuestras dudas sobre los resultados, pero vamos a propiciar la oportunidad de las negociaciones”, puntualizó el diplomático sirio.
Al-Moalem alertó los peligros que entrañan las decisiones de la Cumbre de los autodenominados “Amigos” de Siria, en Doha, algunas de ellas de carácter secreto, “porque apuntan a alargar la crisis e instan a la violencia, la muerte y el terrorismo mediante el suministro de más armas”.
En tanto, el presidente electo de Irán, Hassan Rowhani, expresó su negativa tajante a que los problemas regionales puedan solventarse por medios militares, y desestimó cualquier intervención foránea en Siria.
La televisora oficial Presstv -que transmite en inglés- informó en Teherán que durante una conversación telefónica con el mandatario libanés, Michel Suleimán, quien lo felicitó por su victoria electoral del 14 de junio, Rowhani subrayó que Siria debe determinar su propio futuro.
El mandatario electo confió a Suleimán que Irán aboga por un cese de hostilidades en Siria para evitar más muertes.
El jefe de Estado libanés elogió las "prometedoras posturas sobre diversas cuestiones" enunciadas por Rowhani, quien la noche del domingo recibió al canciller libanés, Adnan Mansour, encargado de exhortarlo a ampliar los lazos entre Teherán y Beirut en las áreas política, económica y cultural, en los ámbitos regional e internacional.
La iniciativa de celebrar una conferencia por la paz en Siria denominada Ginebra II fue propuesta el pasado 7 de mayo por Rusia y Estados Unidos, países que hicieron hincapié en que los participantes en el encuentro deben dar seguimiento a los resultados de una cita anterior, conocida como Ginebra I, realizada en enero de 2012.
El vocero de la diplomacia rusa Alexander Lukashevich advirtió que los anuncios de la reciente reunión en Doha, en la que participaron titulares de Exteriores de 11 países, entre ellos Estados Unidos, Francia y Reino Unido, preocupan profundamente, en particular los relacionados con el apoyo en armas de algunos Estados vecinos de Siria y el entrenamiento que reciben los alzados en bases localizadas en Turquía y Jordania, con instructores franceses y estadounidenses.
Lukashevich consideró que los nuevos pertrechos azuzan a la oposición hacia una decisión militar, "destructiva para Siria", e insistió en que el armamento destinados por Occidente a los planes de derrocamiento de Bashar Al Assad puede terminar en manos de organizaciones terroristas.
El diplomático ruso contrastó esa realidad con las acusaciones de Washington que quieren hacer ver que la ayuda de Moscú a las autoridades de Damasco agrava las tensiones en el país árabe, y reiteró, en cambio, la disposición del Gobierno sirio a participar en la conferencia internacional de Ginebra por una salida política; en contraste, lamentó que la denominada coalición nacional opositora no haya ratificado su presencia en ese foro, sin condiciones previas.
El ministro sirio de Asuntos Exteriores y Emigrados, Walid al-Moalem, refrendó este mismo lunes el compromiso del Gobierno encabezado por Bashar Al Assad de asistir a la conferencia internacional de diálogo en Ginebra, e insistió en que Siria no negociará su soberanía nacional.
Durante una rueda de prensa en Damasco (capital), el funcionario reiteró el rechazo contundente a cualquier intento de imposiciones foráneas, y explicó que frenar el terrorismo, además de una exigencia popular, resulta un parámetro para evaluar la seriedad de los asistentes a la cita en el país europeo, luego de que algunos de los participantes externos han puesto trabas a la conferencia y decidieron armar a la oposición; “tenemos nuestras dudas sobre los resultados, pero vamos a propiciar la oportunidad de las negociaciones”, puntualizó el diplomático sirio.
Al-Moalem alertó los peligros que entrañan las decisiones de la Cumbre de los autodenominados “Amigos” de Siria, en Doha, algunas de ellas de carácter secreto, “porque apuntan a alargar la crisis e instan a la violencia, la muerte y el terrorismo mediante el suministro de más armas”.
En tanto, el presidente electo de Irán, Hassan Rowhani, expresó su negativa tajante a que los problemas regionales puedan solventarse por medios militares, y desestimó cualquier intervención foránea en Siria.
La televisora oficial Presstv -que transmite en inglés- informó en Teherán que durante una conversación telefónica con el mandatario libanés, Michel Suleimán, quien lo felicitó por su victoria electoral del 14 de junio, Rowhani subrayó que Siria debe determinar su propio futuro.
El mandatario electo confió a Suleimán que Irán aboga por un cese de hostilidades en Siria para evitar más muertes.
El jefe de Estado libanés elogió las "prometedoras posturas sobre diversas cuestiones" enunciadas por Rowhani, quien la noche del domingo recibió al canciller libanés, Adnan Mansour, encargado de exhortarlo a ampliar los lazos entre Teherán y Beirut en las áreas política, económica y cultural, en los ámbitos regional e internacional.
La iniciativa de celebrar una conferencia por la paz en Siria denominada Ginebra II fue propuesta el pasado 7 de mayo por Rusia y Estados Unidos, países que hicieron hincapié en que los participantes en el encuentro deben dar seguimiento a los resultados de una cita anterior, conocida como Ginebra I, realizada en enero de 2012.
teleSUR-PL/AT
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