OTAN-Colombia: ¿qué busca la alianza tan lejos?
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La sede de la OTAN en Bruselas el martes estuvo empavesada con la bandera de un país latinoamericano: Colombia.
Allí el titular de Defensa de este país Juan
Carlos Pinzón firmó un convenio sobre la colaboración e intercambio de
información. Según los medios de comunicación, esto debe abrir para
Bogotá el acceso a la experiencia y a los estándares profesionales de la
Alianza Noratlántica. La OTAN, por su parte, adquiere la experiencia de
lucha contra el narcotráfico y los grupos terroristas.
En opinión del reputado experto ruso en problemas político-militares y director de la revista Defensa Nacional,
Ígor Korotchenko, para la OTAN lo fundamental es preparar una plaza de
armas en América Latina, donde la alianza seguirá desempeñando el papel
de gendarme mundial. El experto resalta:
–Es
difícil suponer qué experiencia pueda obtener Colombia porque, desde el
punto de vista práctico, todas las realizaciones de la OTAN en la lucha
contra el terrorismo pueden resumirse en…la evacuación de tropas de
Afganistán, donde no se ha resuelto ninguna de las tareas que se habían
planteado antes de la intervención de la alianza en este país.
Desde su punto de vista; ¿puede la alianza hacerse fuerte en América del Sur?-preguntamos al experto.
–Se
entiende que hay tal eventualidad, caso de que haya países que se
presten a colaborar y a conceder bases a la alianza. En general, se debe
ver el desarrollo de los acontecimientos internacionales a través del
prisma del alineamiento de fuerzas. Existe toda una red de
organizaciones y países que quisieran poner en tela de juicio el
prestigio de la ONU, sus métodos y formas de dirimir las crisis. Hace
tiempo que la alianza está presente en otros continentes.
Pero
los vecinos de Colombia, de seguro que de una manera no unívoca reciben
su acercamiento con la Alianza Noratlántica. Si bien el titular de
Defensa de Colombia Pinzón afirma que la aspiración de Bogotá a
fortalecer sus nexos con la OTAN y la UE propiciará la realización de
iniciativas orientadas a garantizar la seguridad internacional.
¿En
qué grado es posible esperar la creación de un ambiente de estabilidad
en América del Sur tras la aparición allí de unidades de la OTAN?,
preguntamos a Borís Martinov, vicedirector del Instituto de América
Latina de la Academia de Ciencias de Rusia. Como asevera el científico
ruso, en la historia de países latinoamericanos hubo ya un precedente
que llevó al enfrentamiento con países vecinos. Fue en Argentina durante
la presidencia de Ménem, a finales de los años ochenta del siglo
pasado, cuando había el deseo de firmar con la alianza el acuerdo sobre
la filiación asociada, pero Brasil se opuso como miembro del Mercosur.
–No
veo en qué forma se efectúe esta penetración. Por cierto que no se
requiere en absoluto y producirá roces, en primer lugar con los vecinos
de Colombia: Venezuela, Ecuador. Y por supuesto con Brasil. Hablando en
rigor, la OTAN personificada por Francia, miembro de esta organización,
ya está presente allí. Es Guayana. En esto se entrevé el deseo de EEUU,
con la ayuda de la alianza, de “vitalizar” su presencia. El prestigio de
este estado baja constantemente en el mundo latinoamericano. Y
Colombia, en la persona de su presidente, incluso anunció el deseo de
ingresar en sus filas. Es cierto que se le dio a comprender que esto es
imposible en virtud de razones geográficas.
De
suerte que, según el criterio de los expertos rusos, tras la aparición
de contingentes de la OTAN en América Latina, cuyos países están sujetos
a múltiples compromisos contractuales, regionales e internacionales, es
muy problemático esperar que se consolide la estabilidad y la
seguridad.
vs/kg/er
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