Líderes guerrilleros condenados a cuarenta años

Foto: AFP

Autoridades judiciales de Colombia condenaron a un grupo de guerrilleros por una serie de atentados en el país. De este grupo hace parte uno de los negociadores de La Habana.

El jefe y el "número dos" de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño Echeverry, alias Timochenko, y Luciano Marín Arango, Iván Márquez, respectivamente, han sido condenados a cuarenta años de cárcel por el atentado perpetrado en una zona rural del departamento de Meta.

El Juzgado Especializado de Villavicencio, departamento del Meta, en el centro del país, declaró culpables a los dos jefes de las FARC y a otros veinte guerrilleros por delitos de rebelión y homicidio a persona protegida.

La sede judicial les ha considerado culpables por delitos de terrorismo, por el atentado del 24 de agosto de 2003 contra una embarcación que navegaba por el río Ariari, a la altura del municipio de Puerto Rico, en el sur del departamento del Meta, que dejó cuatro muertos y treinta heridos.

A los jefes guerrilleros se les impuso además una multa de seis mil cuatrocientos cuarenta salarios mínimos legales, los cuales se acercan a los dos millones de dólares.

La condena llega en medio del diálogo de paz que el Gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC mantienen desde el pasado 8 de octubre en Oslo y 19 de noviembre en La Habana sobre una agenda temática de cinco puntos para poner fin a más de medio siglo de conflicto. Iván Márquez es el jefe del equipo negociador de la guerrilla, que originalmente contaba con diez miembros, entre ellos cinco "plenipotenciarios", a los que recientemente se han sumado otros como Jorge Torres Victoria, Pablo Catatumbo.

El pasado 26 de mayo, las partes anunciaron la firma del primer acuerdo de la mesa de negociaciones, que versa sobre desarrollo agrario y rural, el punto más importante del diálogo de paz para las FARC.

Ahora, Gobierno y FARC trabajan sobre el segundo punto de la agenda temática: participación política. Se espera que lleguen a un acuerdo con mayor rapidez para sellar el pacto definitivo por la paz antes de que acabe 2013.

A propósito de los diálogos de la Habana el Presidente Juan Manuel Santos dijo que esa guerrilla debe dejar de pedir imposibles que no se les concederán.

En una de sus más duras respuestas a las FARC por las múltiples propuestas que han lanzado desde que iniciaron los diálogos de La Habana, el presidente Juan Manuel Santos aseguró el fin de semana que esa guerrilla debe dejar de “pedir lo imposible” y advirtió que si no dejan las armas pues las conversaciones no tienen sentido.

Desde Cartagena, donde lideró una ceremonia de graduación de la Armado, el jefe de Estado subrayó que las FARC “dicen que de pronto no entregan las armas, eso es absurdo. Entonces, ¿para qué estamos conversando?”. Esto en clara respuesta a una entrevista que dio Andrés París, en la que dijo que la “foto” del desarme de la guerrilla “no la va a tener” el Gobierno.

Ante las múltiples propuestas que han lanzado las FARC, alejadas del espíritu inicial de la agenda de negociación y con la clara intención de impulsar reformas estructurales del Estado, el mandatario advirtió que “deben dejar de pedir lo imposible porque no se les va a conceder”.

“Dijimos que no íbamos a discutir ninguna política pública, ninguna reforma fundamental del Estado. Lo que íbamos a discutir son unas reglas de juego para que las FARC, y ojalá el Eln, cambien las balas por los votos. Para que cambien las armas por los argumentos”, precisó Santos.

Agregó que “si quieren reformas del Estado, pues que las persigan y las propongan en los canales normales de la democracia. En las plazas públicas. Y si ganan las elecciones, pues que las aprueben. Por ningún motivo, se lo dijimos desde el primer día, vamos a hacer la revolución por decreto en la mesa de negociación de La Habana”.

El jefe de Estado aseguró que si se firma el fin del conflicto y la guerrilla entrega las armas, podría pensarse en analizar parte de sus propuestas pero solo para que las defiendan en las urnas.

“Se vienen con un decálogo de reformas del Estado, que no son negociables, pero que serán discutibles, cuando dejen las armas, en los escenarios democráticos”, precisó Santos, quien enfatizó que “solo vamos a negociar lo que está en la agenda. Quiero dejar eso muy claro, para que los colombianos no vayan a creer que eso va a tener alguna posibilidad de salir adelante en la mesa de La Habana”.

Para algunos especialistas estas condenas solo podrían molestar un poco los diálogos de paz de la Habana, ya que sobre muchos líderes guerrilleros pesan órdenes de capturas incluso internacionales que fueron suspendidas por las conversaciones de paz. Lo que sí está claro es que cada una de las partes, guerrilla y gobierno se han mantenido en sus posiciones. Hay que ver como avanzaran en Cuba para aprobar los puntos pactados de la agenda.

Manolo González