domingo, 16 de junio de 2013

La decadencia de la "zona rosa" del DF

La decadencia de la "zona rosa" del DF
Ansa    Por Marcos Romero
   CIUDAD DE MEXICO, 16 (ANSA)- El secuestro de 12 jóvenes en un bar de la céntrica y turística Zona Rosa el pasado 26 de mayo, acentuó la decadencia de este legendario lugar, en sus buenos tiempos un pujante barrio bohemio, pero la diversión no mengua en el resto de la ciudad de México.
    "Yo no conozco ahorita a nadie que vaya a la Zona Rosa, prefiero ir con mis amigos a la Roma o la Condesa", afirma Eduardo, 24 años, un estudiante de Sociología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en referencia a barrios de moda ubicados cercanos y que, en general, se consideran más seguros. Ni un solo rastro se tiene de los desaparecidos y el asunto se torna cada vez más confuso, alimentando la idea de que por primera vez el gobierno local está cediendo espacios al crimen en el último baluarte de seguridad en el país, hasta hace poco considerado un remanso de paz en medio de la rampante violencia del norte y el sur.
    Pero el procurador de Justicia local Rodolfo Ríos asegura que la ciudad "es una de las más seguras del mundo porque luchamos todos los días por eso".
    Aunque el supuesto plagio de los 12 jóvenes en el club After Heaven de la Zona Rosa provocó alarma en la metrópolis, los especialistas estiman que los jóvenes, sobre todo de clase media y alta, no han dejado de salir a colmar sus ansias de "irse de antro", como suelen llamar a la diversión nocturna.
    Sin embargo, ahora van a bares y "night clubes" de moda de Coyoacán y San Angel (sur), Santa Fe (poniente) e incluso el centro histórico.
    Según cifras oficiales, en 2011 –el último año con cifras disponibles- la tasa de homicidios era de 12 por cada 100 mil habitantes en la capital, contra 131 en el norteño estado de Chihuahua, y 71 del estado sureño de Guerrero.
    Dos de las víctimas de los "desaparecidos de la Zona Rosa" eran hijos de capos encarcelados de la mafia de Tepito, un barrio típico donde se venden al aire libre todo tipo de mercancías, incluidas drogas y armas, según la versión de comerciantes.
    El ambiente en la Zona Rosa desde tiempo atrás era ya muy complicado, aún mucho antes de este episodio, y de hecho se había convertido en zona de bares frecuentado por la comunidad gay y por tribus urbanas como darketos o punks, y en santuario de venta de droga al por menor.
    "La Zona Rosa es actualmente, algo similar a una zona de ruinas arqueológicas, me refiero a que solo queda un recuerdo de lo que fue", escribía en 2010 un bloguero en un texto titulado "Zona Rosa, Zona Muerta".
    En sus buenos tiempos, este cosmopolita distrito urbano, bautizado Zona Rosa por sus residencias pintadas de ese color, solía ser un barrio bohemio, al estilo Picadilly Circus en Londres, Montmarte, en París o Greenwich Village en Nueva York, donde se reunían intelectuales y artistas como el novelista Juan José Arreola, el pintor José Luis Cuevas o la poeta Pita Amor.
    En sus orígenes se estableció ahí, el primer barrio aristocrático de la ciudad, denominado formalmente Colonia Americana, y luego Colonia Juárez, a fines del siglo pasado XIX, que alojaba mansiones estilo "Art Noveau".
    El escritor Vicente Leñero solía decir que esta zona era "demasiado tímida para ser roja y demasiado atrevida para ser blanca".
    De hecho, la nomenclatura de las calles, según el cronista y escritor Salvador Novo, tomó los nombres de grandes ciudades europeas como Hamburgo, Viena, Liverpool o Londres por su aspiración a emularlas.
    A fines de los años 40 del siglo XX, las casas señoriales de tiempos de la dictadura de Porfirio Díaz se convirtieron en comercios, como lo relata Carlos Fuentes en su novela "La región más transparente", pero sobre todo cafés, tiendas de antigüedades, joyerías, librerías y galerías de arte.
    Fue tras los Juegos Olímpicos de 1968 y el Mundial de Fútbol México 70 cuando se volvió punto de reunión para festejar triunfos deportivos y luego vino la decadencia, con el surgimiento de bares y discotecas para grupos marginales.
    Esta semana, las autoridades anunciaron un plan para mejorar la infraestructura y seguridad de sus calles, pero los comerciantes son escépticos y dicen que desde 2006 se dio a conocer un programa similar y no ocurrió nada.
    Mientras los jóvenes se alejan de la Zona Rosa, el especialista Eduardo Guerrero, consultor en temas de seguridad, recomienda realizar operativos constantes en los "antros" (centros nocturnos) y evitar la venta de droga en "mercados abiertos", como los bares a fin de inhibir la violencia. MRM/ACZ

16/06/2013 17:41


© Copyright ANSA. Todos los derechos reservados.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario