miércoles, 24 de abril de 2013

Zetas reclutan narcos en Estados Unidos

Miércoles 24 de Abril, 2013

Zetas reclutan narcos en Estados Unidos

Un informe del Departamento de Estado revela que dicha organización criminal depende cada día más de pandilleros tradicionales, es decir, no militares ni funcionarios
Desde 2010, Los Zetas han formado alianzas con bandas estadunidenses, como The Mexican Mafia y Tango Blast, para facilitar el tráfico de drogas, especialmente en la frontera suroeste de Houston, Texas, revela un documento del Buró Federal de Investigación (FBI), publicado por la organización Public Intelligence.

El informe Texas Gang Threat Assessment 2012 revela que agentes de inteligencia del FBI detectaron cambios en los métodos de reclutamiento de los narcotraficantes mexicanos con organizaciones no tradicionales, es decir, en un principio Los Zetas se enfocaban en reclutar miembros con entrenamiento especial, como ex militares, y no se asociaban con pandilleros.

Por ello, mientras Los Zetas continúan reclutando fuerzas militares y funcionarios, cada vez dependen más de las pandillas. Las operaciones contra el narcotráfico del gobierno mexicano han causado la pérdida de muchos de los miembros originales de Los Zetas y la formación de nuevos frentes, requiriendo  nuevos reclutas.

Estos reclutas -que no son considerados como miembros del cártel- son los encargados de realizar las tareas violentas y peligrosas; sin embargo, al ser impredecibles y no acatar órdenes, el FBI de San Antonio cree que se pueden elevar la inseguridad para los ciudadanos estadunidenses, tanto en el interior como en la frontera con México.

La investigación señala que Los Zetas comenzaron a hacer tratos con The Mexican Mafia, y con pandillas que operan desde las cárceles, para diferentes tareas, como el cobro de deudas y el tráfico de drogas hacia y dentro de Laredo, Texas.

Agentes  del FBI indicaron que desde agosto de 2010, Los Zetas compraron armas, tipo AK-47, a la pandilla Tango Blast, establecida en Houston. Estas armas se movieron de Houston a Laredo, para después ser traficadas a México.

Los Piojos, por su parte, adquirieron mediante el robo y subastas automóviles para Los Zetas en Mc Allen, además operaban con otras pandillas en Mission, Texas, para la adquisición partes de vehículos para armar unidades blindadas.

El FBI reportó que Los Zetas contrataron o reclutaron mexicanos en Estados Unidos para manejar operaciones de tráfico en ese país y para combatir al Cártel del Golfo. Además, pretendían reclutar jóvenes de centros de rehabilitación, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, para el robo de vehículos y el cierre de calles durante enfrentamientos armados con el Cártel del Golfo y las fuerzas militares.

El informe Texas Gang Threat Assessment 2012, emitido por el Departamento de Seguridad Pública de Texas, clasifica a cerca de 2 mil 500  pandillas con base en la amenaza que representan para Estados Unidos, e identifica a las más peligrosas: Tango Blast, The Mexican Mafia y Barrio Azteca.

Tango Blast, conformada por más de 10 mil integrantes, opera en la región de la frontera sur con México, a través de bandas grandes de Rio Grande Valley, Austin y Houston, que mantienen relaciones independientes con cárteles mexicanos. Mientras que The Mexican Mafia opera con seis mil elementos y también tiene relación con organizaciones mexicanas.

El estudio del Departamento de Estado explica que la gran amenaza de las pandillas texanas es que reclutan a sus miembros en las escuelas, por medio del internet e incluso entre los miembros de sus propias familias, garantizando fama y dinero. Estos jóvenes recibirán una mínima sentencia si son acusados de un ilícito.



Juicio en Texas

En el juicio contra el hermano del Z-40, José Treviño Morales, testificó un hombre que fue secuestrado por Los Zetas y llevado a Oklahoma para la compra de un caballo y un entrenador de equinos.

Alfonso Javier del Rayo Mora, de 46 años, empresario de bienes raíces, fue secuestrado en 2010 en un bar de Veracruz y después de nueve días lo liberaron. Semanas posteriores fue extorsionado para lavar dinero del cártel, a través de los caballos cuarto de milla en Estados Unidos. Fue obligado a apostar hasta que ganó el caballo llamado Blues Ferrari, que era propiedad de José Treviño Morales y su empresa Tremor Entreprises.

Ayer, el entrenador de Caballos, Adán Farías, testificó que fue llevado por un hombre, que lo había contratado, a conocer a Miguel Ángel Treviño Morales, el Z-40. Treviño llevó a Farías a visitar tres ranchos y le mostró unos 100 caballos. Adán Farías fue contratado por Carlos Nayen para entrenar 10 caballos, todos con nombres de empresas estadunidenses.

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