lunes, 22 de abril de 2013

Un México, dos tipos de hambre

Un México, dos tipos de hambre

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Foto: www.hazmeelchingadofavor.com/
Foto: www.hazmeelchingadofavor.com/
El día 52 de su gobierno, Enrique Peña Nieto lanzó a través de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) un viejo plan de reposicionamiento gubernamental, la sonadísima Cruzada contra el Hambre. La severa crisis social que vive el país producto de los altos índicies de pobreza debido al estancamiento económico y la ausencia de un programa de desarrollo endógeno, exigían un posicionamiento activo por parte del “renovado líder” del país. De ahí el surgimiento de esta reciclada campaña publicitaria y su adecuación para simular la toma de dirección del lazo de una sociedad trastocada por la marginalidad.
¿Cuál es la cifra?
Dentro de la estrategia del gobierno de EPN, no pudo faltar el spot en el que a través de un lenguaje infantil y falto de contenido, se engaña a las audiencias señalando que el porcentaje de personas con hambre en México es de 7.4 millones, cifra que de acuerdo a la estimación del Banco Mundial es mucho mayor. Esta institución señala que hay 22 millones de mexicanos en condiciones de sub-alternidad. Una de cada cinco personas sufre de desnutrición en el país. Sólo se atenderá a una tercera parte de la población que estima el Coneval.
Esta situación nos sitúa en una realidad que no sólo se vive en países Africanos (no me refiero al número, sino a los casos que se reportan), quizá suena muy fuerte la aseveración, pero basta con voltear la mirada a las zonas serranas o incluso a los cinturones de pobreza que el neoliberalismo afianzado por las reformas deslindantes del Estado mexicano en materia de seguridad social han fortalecido, configurando ahora lo que se podría denominar como una modernidad rupestre.
El conflicto de intereses
El análisis y el diseño de las políticas públicas son claves para que su aplicación, tengan un impacto positivo en la sociedad. En este caso de tanta delicadeza en el que se trata el talón de Aquiles del contexto mexicano, como lo es la pobreza asociada indisolublemente con el hambre; una de las primordiales condiciones que se deben cumplir son las referentes al concurso en el que los proveedores que abastecerán los alimentos a las comunidades necesitadas, realmente tengan la calidad que se necesita para combatir el hambre.
Sin embargo, es más que claro que la corrupción y la opacidad institucional en México, en este caso específico en la SEDESOL dirigida por Rosario Robles, no es una excepción  dentro del sistema. Los casos ya registrados sobre las dos beneficiarias de estos jugosos contratos, tal es el caso de Nestlé y Pepsico, son muestra fehaciente de cómo los programas gubernamentales se utilizan para lucrar y no para dar respuestas a las problemáticas que exige la sociedad.
Para empezar, entonces, se debió descartar a ambas empresas, que han sabido aprovechar la desinformación que impera en la sociedad, producto de la falta de una educación íntegra de las familias mexicanas a las que han surtido de comida chatarra. La regulación de la calidad de esta política reaccionaria de EPN, que busca un mayor nivel de capital político, no está siendo regida por un estándar de calidad y en ese sentido cumple con la reglamentación truculenta que las instituciones internacionales imponen al gobierno mexicano, si es que este quiere gozar de los grandes prestamos y fondos que el Banco Mundial o el Fondo Monetario ofrecen a quienes respetan la normatividad.
Es claro que lo que importa en estas convocatorias o licitaciones es quién ofrece a menor costo el producto –no importa qué tan dañino sea éste– y quien es el que ofrece la mayor tajada. Desafortunadamente en la administración pública mexicana la corrupción es la primera condición que se debe cumplir para ingresar a sus filas.
¿EPN líder en Latinoamérica?
Aún y con toda la crítica que ha desatado esta cruzada contra el hambre, no solo los medios de comunicación nacionales, sino también internacionales han hecho caso omiso a los puntos álgidos que se deben tratar y han tomado la tangente para promocionar lo que el gobierno priista se encuentra impulsando.
La cobertura internacional a través de Telesur que transmite información a Colombia, Venezuela, Bolivia, Uruguay, Chile, Argentina y Nicaragua, ha difundido dicho programa. Es evidente que lo que se intenta a través del control mediático, es re-posicionar la aceptación internacional de México como líder latinoamericano frente a Brasil –que es hasta ahora el que está como puntero- y todo lo que conlleva esto, incluyendo financiamientos e inversión, entre muchos otros beneficios.
Combatir la pobreza o el hambre con un programa de gobierno sin un análisis de impacto, de diseño y de implementación, no es más que la búsqueda del ennoblecimiento del gobierno peñista y el desperdicio de los recursos del erario público. En última instancia lo que importa no es si la estrategia funciona o no, sino más bien el capital político que la sociedad mexicana pueda otorgarle al gobierno en turno.
Programas en donde se manejan inmensas cantidades de recursos económicos provenientes de SEDESOL –la caja chica como popularmente se le designa en la política mexicana a esta secretaría– se prestan para cooptar votos en las futuras elecciones que se llevarán a cabo en 14 estados de la república este año, en donde serán elegidos mil 306 presidentes municipales y alrededor de 500 diputados. Lucrar con la pobreza no es nada nuevo en el México de la simulación. De acuerdo a lo que el Centro de Estudios y de Finanzas Públicas (CEFP) ha reportado que se le destinarán para este 2013 un presupuesto de 95 mil 251.8 millones de pesos.
Será la Baja California con la elección del Gobernador, así como Oaxaca, Tlaxcala, Zacatecas, Sinaloa, Veracruz, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Quintana Roo, Coahuila, Puebla, Tamaulipas y Aguascalientes los estados que estarán bajo la mira del paternal gobierno de EPN, ahí estará volcada la maquinaria electoral y como elemento de la estructura seguramente, la SEDESOL trabajando al servicio del partido tricolor.
La gran pregunta aquí es ¿Quién se va a comer el cuento de que con el presupuesto destinado a la Cruzada contra el hambre se puede solucionar un problema histórico, en el que destaca la ausencia de la voluntad política y social para la elaboración de un plan de desarrollo íntegro?
Queda entendido que hay dos tipos de hambre: la que tienen los enajenados con el poder y el dinero y aquella que corresponde al hambre que millones de ancianos, jóvenes, adultos y niños padecen en México y que dista mucho de ser erradicada toda vez  que las acciones emprendidas por la clase política mexicana muestran una voluntad resolutiva casi imaginaria. Ellos van por las elecciones de este 2013. No se trata de fatalismos ni mucho menos de resignación, más bien es una descripción de lo que surge frente a la observación aguda que el análisis de la realidad imperante en el país arroja.
Les dejamos un video con una propuesta “innovadora” por parte del señor Presidente.

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