lunes, 29 de abril de 2013

Senadora de EE.UU. urge al gobierno liberar 86 presos de Guantánamo


Senadora de EE.UU. urge al gobierno liberar
86 presos de Guantánamo

WASHINGTON.— La senadora demócrata Dianne Feinstein urgió al gobierno de Estados Unidos liberar a 86 prisioneros de la base de Guantánamo -ubicada en un territorio ocupado a Cuba- que tienen permiso de traslado desde hace tres años.
Feinstein pidió en una carta al consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Tom Donilon, que acelere el proceso de transferencia a terceros países o los países de origen de esas personas, encerradas durante 11 años sin enfrentar juicio ni cargos concretos.
En opinión de la congresista y presidenta del Comité senatorial de Inteligencia, el limbo legal de los internos es uno de los detonantes de la huelga de hambre iniciada el pasado 6 de febrero y considerada la más extensa del improvisado penal.
"El hecho de que muchos detenidos han pasado más de una década en Guantánamo y creen que aún no hay fin a la vista para ellos es una razón para los crecientes problemas y los cada vez más y más reclusos en huelga de hambre", aseveró.
Feinstein añadió que una delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) -la única organización autorizada a entrar en la base de Guantánamo -calificó de sin precedentes la desesperación existente entre los prisioneros.
Su misiva fue enviada con copias al secretario de Estado, John Kerry; y al de Defensa, Charles Hagel.
Estados Unidos abrió la cárcel en enero de 2002 en la base situada en el sureste de Cuba -contra la voluntad de sus autoridades gubernamentales y el pueblo- para retener allí a toda persona considerada sospechosa de terrorismo.
Al menos 130 internos del enclave continúan sin comer para denunciar severas medidas disciplinarias como el confinamiento por tiempo indefinido, los registros a sus pertenencias y la confiscación de copias del Corán, el libro sagrado de los musulmanes.
Pero el Pentágono solo reconoce a 94 huelguistas y a 17 de ellos les administran alimentos a través de sondas nasogástricas por pérdida excesiva de peso, pese al rechazo del CICR.

El presidente Barack Obama no cumplió con su promesa electoral en 2007 de cerrar la instalación militar, calificada por muchos de un "agujero negro" en materia de respeto a los derechos civiles. (PL)

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