jueves, 18 de abril de 2013

Olegario Vázquez Aldir y La Jornada: ideas diferentes en TV

Olegario Vázquez Aldir y La Jornada: ideas diferentes en TV

José Luis Camacho Acevedo @jlca007 jue 18 abr 2013 07:38
Grupo Imagen, del que es presidente Olegario Vázquez Aldir, es uno de los más fuerte jugadores en la puja por ganar uno de los canales abiertos que licitará el gobierno mexicano, uno de los que tienen más posibilidades de lograrlo.
Grupo Imagen tiene una presencia creciente en el espectro de medios del país. Sus estaciones de radio, el diario Excélsior y el canal de TV Cadenatres son sus cartas de presentación en el contexto de las empresas que han manifestado interés por obtener un canal de televisión abierta.
La diferencia de Vázquez Aldir con personajes como Joaquín Vargas, Pancho González o Alejandro Burillo es la transparencia con la que procede en la búsqueda de ganar la licitación que habrá por una de las nuevas cadenas nacionales de televisión abierta.
Vázquez Aldir, hablando de ideas en materia de medios, especialmente de telecomunicaciones, es un empresario que no está condicionado por agentes externos, ni siquiera por su padre Olegario Vázquez Raña. Esto último no significa que exista división o diferencia de criterios familiares o empresariales entre el padre y el hijo.
Simplemente Vázquez Aldir tiene su propio concepto de medios y su padre lo apoya ciertamente, pero lo respeta.
Grupo Imagen tiene a su favor una coyuntura en su espectro internacional de operación que hoy le otorga un valor especial.
La empresa está posicionada en Venezuela, país en el que tiene una inversión significativa, como una de las de mayor desarrollo e influencia, un desarrollo más dinámico y más equilibrado que otras empresas de medios con capital extranjero en ese país.
Venezuela por la impronta de rebelión postelectoral que vive, requiere de una difusión imparcial, creíble y proveniente de un país que puede ser clave en su estabilización como es México.
Y Grupo Imagen, con Olegario Vázquez Aldir a la cabeza, está en condiciones de prestar ese servicio al cuestionado pero inminente presidente de Venezuela Nicolás Maduro.
A diferencia de empresas de medios mexicanas de abierta simpatía por Cuba o la Venezuela de Hugo Chávez como La Jornada, Grupo Imagen es considerado como una empresa que ha operado sin problemas en Venezuela por su imparcialidad.
Vázquez Aldir de ninguna manera es un promotor de Nicolás Maduro, pero está todavía más lejos de ser promotor de la rebeldía de Capriles.
Una inconformidad, la de Capriles, desde mi punto de vista, justificada pero sin futuro, por representar un episodio espejo de la elección que Felipe Calderón ganó en México apenas con 0.45% de los votos a López Obrador en el 2006.
La Jornada es uno de los medios más respetados y con mayor credibilidad en México.
Sin duda su criterio editorial es más creíble que la del propio Excelsior de Grupo Imagen, pero lo de más valor para la empresa que dirige Carmen Lira y que tiene un inteligente operador administrativo y político en Jorge Martínez, es que ha superado a santones como Reforma y El Universal, que es el diario que más se le acerca en el número de perfil de lectores considerado medio-alto.
La diferencia de ideas, o en materia editorial son mas bien de criterios, entre La Jornada y Olegario Vázquez Aldir, para hablar de Grupo Imagen por su principal modernizador, radica en el carácter militante de la cooperativa que preside Carmen Lira y la incipiente recuperación independiente del Excélsior.
Pero la apuesta de Grupo Imagen está en los medios electrónicos y digitales, según se aprecia en la intensa actividad promotora y modernizadora que realiza Olegario Vázquez Aldir en ese campo.
Para La Jornada, institución periodística indispensable para México, sus condicionantes son la dificultad de incorporar socios de peso económico importante y realizar una delicada operación de cambio en su carácter cuasi militante en el movimiento de López Obrador y de simpatía comprometida con países como Cuba y Venezuela, con los que Enrique Peña Nieto debe tener una bien calculada agenda de acercamientos y coincidencias económicas y diplomáticas.
EN TIEMPO REAL.
1.- Vaya que le están representando un inesperado problema a Pedro Aspe las relaciones de su ex colaborador en PROTEGO, hoy Evercore Partners, Antonio Souza con el relegado panista Santiago Creel. Souza y Creel charolean a todo mundo su influencia en el actual gobierno. Pero tienen la sensibilidad política en salva sea la parte. Están abriendo un nuevo frente contra Francia, ahora por la vía de la empresa Alstom. Como si el caso de la protagónica Maude Versini, quien ahora trata de disfrazar de amor maternal su amor por el dinero, fuera una perita en dulce para el gobierno federal.
2.- Ernesto Cordero, representante del calderonismo dentro del PAN, trata de enseñar técnica legislativa al experimentado diputado Francisco Arroyo Vieyra. El tema ahora es la competencia legislativa en materia de deuda pública. Arroyo Vieyra puso los puntos en claro apoyado por Manlio Fabio Beltrones, mientras que Ernesto Cordero le hace al kamikasi legislativo. ¡Pero qué necesidad¡, como diría el clásico de Ciudad Juárez.
3.- Lamentamos el atentado contra el periódico Mural de Guadalajara. Una muestra más de que el periodismo es ya un oficio de alto riesgo.

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