jueves, 24 de enero de 2013

Falla la Corte y deja libre a la plagiaria


Falla la Corte y deja libre a la plagiaria

Política •
La propuesta original llevaba tres votos en contra y cuando la discusión iba al pleno, donde Cassez no iba a ganar, Gutiérrez Ortiz Mena fijó su postura.
Ciudad de México • Cuando todo parecía perdido para Florence Cassez, por la diferencia de criterios de los ministros de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quienes se negaban apoyar el proyecto de Olga Sánchez Cordero, el curso de la sesión cambió radicalmente.
La intervención del nuevo ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, de quien no se conocía su opinión en temas de violación a derechos humanos y debido proceso, dio una voltereta al asunto y fue vital para que la sala reconsiderara su posición y decidiera otorgar un amparo liso y llano y ordenar la inmediata liberación de la francesa.
Alfredo, quien procede de una familia de abolengo y es nieto del “histórico” ex secretario de Hacienda, Antonio Ortiz Mena, provocó que con su exposición la ministra abandonara su propuesta y retomara el estudio discutido el 21 de marzo de 2012, al que solo le faltó un voto para que Florence dejara la cárcel.
“…debo señalar que donde existe un mal, el derecho debe proveer el remedio respectivo, por lo que mi voto es en contra del proyecto (de Olga)”, expresó el ministro, quien planteó que a Cassez no se le tenía que reponer el procedimiento penal, sino dejarla en libertad de forma inmediata.
Olga no tuvo inconveniente en adoptar totalmente el proyecto que elaboró en su momento Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, ministro que señaló que el proceso contra la extranjera estuvo plagado de irregularidades que generaron un “efecto corruptor” y “viciaron toda la evidencia”.
Tras la intervención de Gutiérrez Ortiz Mena y de Sánchez Cordero, el ministro Zaldívar se sumó a la propuesta y logró lo que en marzo del año pasado no pudo hacer: dejar en libertad a Florence, bajo sus propias condiciones.
Y es que por fin consiguió el voto que le hizo falta, en una aventura en la que solo lo acompañó la ministra Sánchez Cordero.
Con los tres votos a favor, los ministros emitieron un fallo histórico al amparar de manera absoluta a la francesa, quien permaneció siete años presa, enfrentando una condena de 60 años por el secuestro de tres personas y cuyo caso provocó el distanciamiento entre México y Francia.
A pesar de la resolución, la sala nunca declaró inocente o culpable a Cassez, sino la señaló como una víctima del “montaje” televisivo que armó en su contra la Agencia Federal de Investigación (AFI) que en diciembre de 2005 encabezaba Genaro García Luna, cuando trabajaba para la PGR.
A los cinco ministros de la primera sala solo les bastó una hora con cuatro minutos para discutir el tema, en una sesión de volteretas, en la que el punto medular era alcanzar un acuerdo para devolver el caso a un tribunal unitario.
MAL COMIENZO
La ministra nunca imaginó que su proyecto comenzaría a ser destrozado. Ella propuso retirar la segunda declaración que realizaron tres víctimas de secuestro (Cristina Ríos Valladares, su hijo Christian Hilario Ramírez Ríos y Ezequiel Elizalde Flores) y un testigo (Leonardo Cortez López), mismas que fueron fundamentales para incriminar a Cassez.
El primero en hablar fue el ministro José Ramón Cossío Díaz, quien difirió del proyecto, pues aseguró que con éste se estaba afectando la técnica del juicio del amparo directo, pues no se trataba de un asunto atraído por la Corte, sino de un estudio de constitucionalidad.
Siguió al turno de Zaldívar, quien agradeció a Sánchez Cordero por tratar de presentar una propuesta que se acercaba a las diferentes opiniones, pero lamentablemente, dijo, no podía secundarlo, pues retomaba la propuesta que él presentó, pero de manera desarticulada y fuera de contexto.
Jorge Mario Pardo Rebolledo tampoco apoyó el estudio, pero sí cambió su opinión, pues esta vez se manifestó por un amparo para efectos, pero no en los mismos términos que plantearon Cossío y Sánchez Cordero.
Las diferencias estaban a punto de enviar el caso al pleno de la Corte, en el que Florence no tenía forma de ganar.
Al intervenir Gutiérrez Ortiz Mena, el semblante de la ministra cambió, pues si bien no compartió su proyecto, dijo que el amparo de la extranjera era procedente y que debían invalidarse las pruebas por el montaje que se escenificó del caso y porque no tuvo asistencia consular.
Olga reconoció que una buena parte de su ponencia se basó en el estudio de Zaldívar y que trató de construir uno nuevo con criterios ya explorados y definidos en otros casos por la sala, basado en el principio de presunción de inocencia.
“No paso por alto también —y hay que decirlo— mi empatía hacía las víctimas a quienes manifiesto mi más sincera solidaridad. No puedo dejar de considerar que los principales derechos de las víctimas son: el derecho a la verdad y a la justicia”, enfatizó.
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