jueves, 27 de diciembre de 2012

México SA

México SA
México en el año 2040
Fábula de la potencia
India, Brasil y Rusia
Carlos Fernández-Vega
C
on más ánimo fiestero que apego a la realidad, de tiempo atrás el grupo de tecnócratas instalado en el poder promueve la tesis de que allá por el año 2040, o en el peor de los casos en 2050, la economía mexicana sería la cuarta potencia mundial, apenas por debajo de la estadunidense, la china y la japonesa, lo que implicaría que tras seis o siete décadas al hilo de reformas y ajustes estructurales por fin el modelo neoliberal arrojaría frutos y atendería las urgencias sociales del aguantador cuan silencioso pueblo de este país.
Tan escaso, por no decir nulo, fue lo que Felipe Calderón pudo presumir a lo largo de su estadía en Los Pinos, que él fue uno de los políticos que, con su enorme aparato propagandístico, alegremente se sumó al citado supuesto y no paró de promover ese cuento, uno de los tantos que narró durante su sexenio. Pero la realidad siempre es cruel, y con este personaje en la residencia oficial la (gloriosa, muy a futuro) economía nacional reportó el peor resultado en cinco lustros.
Lo anterior viene a colación, porque, como lo hace año tras año, el Centro de Investigaciones en Economía y Negocios (CEBR, por sus siglas en inglés), con sede en Londres, publicó su World Economic League (WEL, correspondiente a 2013), reporte sobre las perspectivas económicas de distintas naciones de aquí a 2020, en el que México aparece, sí, pero con un futuro que ni de lejos corresponde a la tecnocrática tesis de referencia. Por el contrario, lejos de ascender, la tendencia mexicana es a la baja.
De acuerdo con el WEL, de aquí al 2020 la economía mexicana caería un escalón en el ranking mundial (del sexenio foxista a la fecha ha descendido cinco posiciones y, por lo visto, lo hará más), al pasar del actual 14 a la 15, mientras otras economías emergentes se reposicionarían al alza, como en el caso de India, Indonesia, Corea del Sur, Rusia y Brasil. Lo único que la economía mexicana podría presumir es que en el año citado estaría dos peldaños arriba de la española, que se ubicaría (si antes Mariano Rajoy no termina de asfixiarla) en la posición número 17, luego de que –antes de que regresara el Partido Popular al poder– se colocara entre las 10 principales.
Entonces, si los tecnócratas mexicanos insisten en su mágica tesis, habría que suponer que el gran despegue económico del país se daría entre 2021 y 2040 (o en el peor de los casos en 2050). ¿Los habitantes de esta nación tendrían la paciencia y el aguante de esperar hasta entonces el advenimiento de la abundancia y el nuevo milagro? Probablemente sí, porque hasta ahora muy poco han reclamado por los desastrosos resultados de cinco gobiernos neoliberales al hilo, y el sexto apenas comenzando.
Lástima, pero la economía mexicana muy lejos estará de la posición de la estadunidense, la china y la japonesa, las cuales, de aquí a 2020, mantendrían el oro, la plata y el bronce en el ranking mundial. En ese lapso, el producto interno bruto de Estados Unidos aumentaría 50 por ciento, de forma acumulada, mientras que el de China lo haría en 135 por ciento y el de Japón en 24 por ciento, de acuerdo a las proyecciones del CEBR. Sin duda, en el corto plazo China es la que mayores posibilidades reales tiene de desbancar a Estados Unidos, y va viento en popa, mientras el motor del mundo echa chispas por doquier.
Las economías de Alemania, Francia e Inglaterra, actualmente ubicadas en los escalones cuatro, cinco y seis, respectivamente, reportarían sensibles descensos, pues en 2020 ocuparían los peldaños 6, 9 y 8 en cada caso, en el ranking internacional, con crecimientos de 25, 22 y 66 por ciento. Serían desbancadas de las posiciones que actualmente ocupan estas potencias por las economías de India (que se colocaría como el número 4 del planeta), Brasil (en el 5) y Rusia (en el 7). Con las uñas, Alemania quedaría en la sexta posición internacional, con un crecimiento acumulado del PIB –de aquí al 2020– de apenas 25 por ciento.
Por el contrario, en ese mismo periodo el producto interno bruto de India reportaría un crecimiento acumulado de 170 por ciento, la de Rusia 117 por ciento y la de Brasil 92 por ciento, de allí su reposicionamiento alcista en el ranking internacional India pasaría del lugar 10 al 4; Rusia de 9 al 7 y Brasil del 7 al 5). Las tres principales economías del mundo (Estados Unidos, China y Japón) se mantendrán en las mismas posiciones relativas, pero “en 2022 la economía china –actualmente representativa del 53 por ciento del tamaño de la estadunidense– llegaría a significar el 83 por ciento, y ganaría terreno rápidamente”, apunta el citado reporte.
Aun así, refiere el Centro de Investigaciones en Economía y Negocios de Londres, para 2017 prevemos que India será la mayor economía del Commonwealth, superando a la del Reino Unido. Sobre este último, señala que estamos superando a otros países, pero también estamos a punto de superar a Francia, ya sea en 2013 o 2014, por los efectos de la política del presidente Hollande. Hemos estado a la par con Brasil por algún tiempo. El año pasado nos alcanzó, pero en éste lo hemos superado de nuevo. Sin embargo, desde 2014 en adelante, su economía, más dinámica que la nuestra, probablemente avanzará más allá de nosotros.
Canadá mantendría la actual posición (número 11 en el ranking), pero entre las economías que descenderían, subraya el CEBR, destacan la australiana, que en el periodo citado caería dos escalones (del 12 al 14), la mexicana (del 14 al 15), la española (del 13 al 17), la italiana (del 8 al 13), la suiza (del 20 al 25), la noruega (del 22 al 26), la belga (del 23 al 33) y la austriaca (del 28 al 36).
Como se observa, las proyecciones apuntan a un futuro venturoso en algunas economías emergentes, entre las cuales lamentablemente no se cuenta la mexicana, pues mantendría la mediocridad y el estancamiento de los últimos 30 años, de tal suerte que los tecnócratas deberían revisar su tesis y, tal vez, añadirle algunos añitos a su estimación, esto es, que México sería potencia económica allá por el año 3040, o en el peor de los escenarios en el 3050.
Las rebanadas del pastel
En sentido contrario del comportamiento económico interno, los precios de los alimentos (principal renglón de gasto de la mayoría de los habitantes de este país) no dejan de crecer. Tal incremento cuadruplicó el aumento salarial en el sexenio de Calderón, y los precios de la comida suben más rápido que los de los otros productos; tan sólo en noviembre, mientras la inflación general creció 4.18 por ciento a tasa anual y la canasta básica 4.79 por ciento, el precio de los alimentos creció 9.36 por ciento anual, casi el doble (La Jornada, Juan Carlos Miranda).

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