Mal año para la nación; bueno para su gobernante
Para el diario El País, de España, estos son los líderes iberoamericanos más destacados de 2012:
1.- Juan Manuel Santos, presidente de Colombia.
2.- Anne Hidalgo, socialista francesa, posible candidata a la alcaldía de París.
3.- Manuel Valls, ministro del Interior en el gobierno de François Hollande.
4.- Vanda Pignato, activista por los derechos de las mujeres y esposa del presidente de El Salvador.
5.- Dilma Rousseff, presidenta de Brasil.
6.- Juan Carlos, rey de España.
7.- Felipe de Borbón, heredero de la corona española.
8.- Enrique Peña Nieto, presidente de México.
9.- Santiago Pedraz, magistrado español.
10.- Baltasar Garzón, juez español.
11.- Patricia de Oliveira Azevedo, policía brasileña.
12.- Joaquim Barbosa, juez brasileño.
13.- Hugo Chávez, presidente de Venezuela.
El periódico español pidió a distintos intelectuales biografías de los personajes mencionados. La de Enrique Peña Nieto, así, la redactó Enrique Krauze. Pero no es esta la que me llamó la atención. Más interesante me pareció la de Dilma Rousseff, escrita por Moisés Naím, economista venezolano y columnista de El País.
Según Naím, “el año 2012 fue bueno para Dilma Rousseff y malo para Brasil… Junto con Angela Merkel y Hillary Clinton aparece en todas las listas de las mujeres más poderosas, admiradas y célebres del mundo. En contraste, Brasil ahora aparece con igual regularidad en las listas de países emergentes cuyos problemas sorprenden y preocupan”.
Brasil cada día en mayores problemas, mientras su presidenta incrementa su prestigio: “En 2012, el ‘boom’ de Brasil se convirtió en crecimiento económico anémico; escándalos de corrupción a granel; icónicos líderes del partido del gobierno en la cárcel y la revelación de que explotar el petróleo descubierto aguas afuera tardará más y costará más de lo que se anticipaba. La criminalidad desatada…”.
Es decir, el mundo admira a una presidenta ineficaz. La historia, supongo, será más severa con esta dama que ha echado a perder mucho de lo bueno que hizo Lula.
1.- Juan Manuel Santos, presidente de Colombia.
2.- Anne Hidalgo, socialista francesa, posible candidata a la alcaldía de París.
3.- Manuel Valls, ministro del Interior en el gobierno de François Hollande.
4.- Vanda Pignato, activista por los derechos de las mujeres y esposa del presidente de El Salvador.
5.- Dilma Rousseff, presidenta de Brasil.
6.- Juan Carlos, rey de España.
7.- Felipe de Borbón, heredero de la corona española.
8.- Enrique Peña Nieto, presidente de México.
9.- Santiago Pedraz, magistrado español.
10.- Baltasar Garzón, juez español.
11.- Patricia de Oliveira Azevedo, policía brasileña.
12.- Joaquim Barbosa, juez brasileño.
13.- Hugo Chávez, presidente de Venezuela.
El periódico español pidió a distintos intelectuales biografías de los personajes mencionados. La de Enrique Peña Nieto, así, la redactó Enrique Krauze. Pero no es esta la que me llamó la atención. Más interesante me pareció la de Dilma Rousseff, escrita por Moisés Naím, economista venezolano y columnista de El País.
Según Naím, “el año 2012 fue bueno para Dilma Rousseff y malo para Brasil… Junto con Angela Merkel y Hillary Clinton aparece en todas las listas de las mujeres más poderosas, admiradas y célebres del mundo. En contraste, Brasil ahora aparece con igual regularidad en las listas de países emergentes cuyos problemas sorprenden y preocupan”.
Brasil cada día en mayores problemas, mientras su presidenta incrementa su prestigio: “En 2012, el ‘boom’ de Brasil se convirtió en crecimiento económico anémico; escándalos de corrupción a granel; icónicos líderes del partido del gobierno en la cárcel y la revelación de que explotar el petróleo descubierto aguas afuera tardará más y costará más de lo que se anticipaba. La criminalidad desatada…”.
Es decir, el mundo admira a una presidenta ineficaz. La historia, supongo, será más severa con esta dama que ha echado a perder mucho de lo bueno que hizo Lula.
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