lunes, 24 de diciembre de 2012

Los Zapatistas: extras del fin del mundo, según Televisa

Los Zapatistas: extras del fin del mundo, según Televisa

Escrito por

Miguel A. Elorza-Vásquez.
@melorzav
130337_ZapatistasChiapasRaul27679_2_principalEl 21 de diciembre de 2012, el sureste mexicano  tuvo la atención de todo el mundo pero esta vez no fue por causa del Ejercito Zapatista de liberación Nacional (EZLN) que se levantó en armas el primero de enero de 1994, o por la matanza de Acteal ocurrida el 22 de diciembre de 1997, donde fueron asesinados 45 indígenas tzotziles incluidos niños y mujeres embarazadas, sino por el final del 13 baktún que algunos interpretaron como  el fin del mundo.
Desde muy temprano, los noticiarios de Televisa (Primero Noticias)  y Foro TV transmitieron imágenes de Chichen Itzá llena de turistas que, o bien asistieron para cargarse de energía o para ser testigos en primera fila del fin del mundo que no ocurrió. Mientras todo eso sucedía en el centro ceremonial maya, a las 8 de la mañana alrededor de 12 mil indígenas —según EFE— de las bases de apoyo Zapatistas, llegaron a las afueras de Altamirano y Ocosingo en Chiapas para iniciar una caminata silenciosa hacia las alcaldías, al mismo tiempo que en San Cristóbal de las Casas 20 mil indígenas de 18 municipios de la región de los Altos de Chiapas hicieron lo propio.
En las marchas realizadas en San Cristóbal de las Casas, Palenque, Ocosingo, Altamirano y Las Margaritas, marcharon en total  alrededor de 50 mil indígenas con pasamontañas y desarmados. Las bases de apoyo zapatistas con contingentes formados por igual número de hombres y mujeres  que cargaban en brazos a sus hijos, caminaron en completo silencio y de  manera tranquila sin que el viento y la lluvia les hicieran mella hasta llegar a las plazas públicas de las alcaldías. Después de la movilización se difundió un comunicado firmado por el Subcomandante Insurgente Marcos, líder visible del EZLN, a nombre de la Comandancia General del EZLN que decía: “¿Escucharon?/ Es el sonido de su mundo derrumbándose./Es el del nuestro resurgiendo./El día que fue el día, era noche./ y noche será el día que será el día”.
Mientras que La Jornada, El Reforma y algunos medios internacionales publicaron la noticia de la marcha silenciosa zapatista en sus portales de Internet y, además, hacían referencia a la matanza de Acteal colocando a ésta como el motivo de la marcha (“Es el sonido de su mundo derrumbándose…”), Televisa, en su noticiero de Foro TV, a las 14:09 hrs. transmitió una nota de Susana Solís, corresponsal de esa empresa  en Chiapas, donde se daba cuenta del suceso de manera diferente:
Este día, en el marco del 21 de diciembre el fin de la cuenta larga del calendario maya, bueno, cientos de zapatistas marcharon o hicieron movilizaciones en cuatro municipios de Chiapas. Hablamos de Ocosingo, San Cristobal de las Casas, Altamirano y Margaritas. Hay que recordar que los zapatistas son indígenas que provienen de una raíz mayense (¡Sic!) […] y, de esta manera, ellos quisieron manifestarse en el marco de este día, pues histórico también ¿no? En que vivimos el fin de la cuenta larga del calendario Maya. […] No ha habido ningún pronunciamiento pero bueno todo se había avisado de que esta marcha se haría en el marco del inicio del fin de la cuenta larga del calendario maya y el inicio del 14 baktún”.
Luego, el conductor del espacio informativo agregó:
Por la noche, en el Noticiero de Joaquin López Dóriga, la misma corresponsal informó sobre lo ocurrido en Chiapas, mencionando exactamente lo mismo y, después, el conductor del programa mencionó que los Zapatistas habían marchado para conmemorar el final del 13 Baktún y mencionando, de pasada, que el 22 de diciembre se cumplían 15 años de la matanza de Acteal. Así pues, lo que Televisa realizó con la marcha silenciosa zapatista fue colocar a los zapatistas como actores “extras” del fin del mundo, poniendo de lado por completo la conmemoración de aquella masacre que en Acteal oscureció el día y que los zapatistas, a 15 años de distancia, conmemoraron con el sonido —desgarrador— del mundo derrumbándose, pero también, con el silencio —amenazante— del zapatismo resurgiendo.

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