domingo, 30 de diciembre de 2012

Algo de lo que dejó el 2012 y de lo que viene en el 2013

Algo de lo que dejó el 2012 y de lo que viene en el 2013

Santiago López Acosta dom 30 de diciembre de 2012
2012, año que esta punto de fenecer, marca y marcará un nuevo rumbo para nuestro país, pues representó el año de la segunda alternancia de la Presidencia de la República con el retronó del PRI  los Pinos. Después de que algunos vaticinaban la desaparición del viejo partido hegemónico que gobernó México más de tres cuartos del siglo XX ,en un esquema  autoritario tradicional con la derrota en las presidenciales del año 2000, lo ven ahora de regreso muy fortalecido en un escenario democrático.
Los Gobernadores priistas, que nunca fueron minoría, se convirtieron en la punta de lanza de la recuperación política, y no es casual que uno de ellos sea ahora el Titular del Ejecutivo Federal, amen del desgaste prematuro de las oposiciones al mismo, tanto de izquierda como de derecha, en diferentes posiciones de poder, particularmente del PAN en la Presidencial.
Falta realizar las evaluaciones completas de los dos sexenios panistas en la Presidencia de éste país, pero lo que parece evidente es su falta de oficio político, experiencia y capacidad para gobernar y administrar un país como éste. La economía y la seguridad son desde hace años los problemas centrales que aquejan a nuestra sociedad, y en ambos, los resultados no son nada halagüeños los últimos doce años, por más que las cifras macroeconómicas y el discurso oficial en materia de seguridad nos quisieron indicar lo contrario.
El 2012 también nos arrojó varias alternancias en los gobiernos estatales y municipales, donde el PRI resulta mayormente favorecido, pues recupera espacios perdidos desde hace varios años como el estado de Jalisco y el municipio de León, en Guanajuato, solo por mencionar dos casos emblemáticos.
“Es la economía estúpido” decía el exitoso slogan de campaña de William Clinton para su relección para la Presidencia de los Estados Unidos, retomada por los demócratas y confirmada con la relección de Barack Obama éste mismo año. Pues es la economía y la seguridad, en el más amplio sentido de la misma, lo que reclama la sociedad mexicana, y son los principales retos del Presidente Enrique Peña Nieto (EPN).
Las esperanzas y expectativas para el 2013 se centran en esos dos principales bienes públicos, contar con un empleo digno y remunerativo para el desarrollo económico y social y tener seguridad pública, personal y familiar, social, patrimonial, jurídica, para confiar mínimamente en las autoridades, tanto de la Federación, como de las Entidades y Municipios.
Empezó bien el Gobierno que encabeza EPN, aprovechando el bono de la legitimidad de su elección y con la capacidad política de lograr acuerdos inmediatos y trascendentales como el Pacto por México, que de lograrse los 96 compromisos establecidos en el mismo, cambiaran radicalmente las estructuras políticas, económicas y sociales de la Nación.
Para el 2013 se esperan resultados y productos concretos, no solamente discursos y buenos deseos. Si estos no se presentan, las consecuencias puedan virar hacia el lado contrario, pues la paciencia combinada con las circunstancias sociales, económicas y de inseguridad tiene un límite y puede resultar explosiva.
El diseño e implementación de las políticas públicas adecuadas para lograr resultados inmediatos en el 2013, no es responsabilidad exclusiva del Gobierno Federal, pero si de su propuesta y liderazgo, que si es tal, contara con el respaldo de los otros dos Poderes de la Unión, de los Poderes Estatales y Municipales, pero centralmente de la sociedad.
Esas son, en mi opinión, las expectativas y los retos para el año que esta por iniciar.
No me puedo despedir sin desear a todos los lectores de ésta columna los mejores parabienes para el año de 2013.

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