domingo, 25 de noviembre de 2012

Los sesos de Einstein

Los sesos de Einstein

Los sesos de Einstein

Desde 1995 los científicos se han preguntado sobre las cualidades del cerebro de Einstein que contribuyeron a sus ideas extraordinarias en las leyes de la Física.
Pero la investigación en la anatomía del genio fue frustrada debido a que las imágenes post-mortem y las diapositivas del tejido del órgano disecado no estaban disponibles para los investigadores.
La historia es compleja y el destino del cerebro del genio de origen alemán, ha proporcionado suficiente material anecdótico para producir una serie de libros populares.
Además, los científicos han identificado un número de atributos especiales, como el tamaño y la estructura de los lóbulos parietales, que participan en el procesamiento de las relaciones espaciales y de los números en referencia a la capacidad matemática.
Ahora, un nuevo estudio publicado en Brain, en base a la colección de imágenes post mortem más completa de Einstein, demuestra que su corteza cerebral, responsable de los procesos de alto nivel mental, era más diferente de lo que se pensaba.
En el estudio, realizado por Thomas Harvey de la Universidad de Pensilvania, se encontró que el cerebro de Einstein era de tamaño y forma normal para un hombre diestro. La diferencia está en las circunvoluciones de la superficie exterior de su corteza: eran muy complejas en regiones específicas de diferentes lóbulos del cerebro.
El córtex cerebral es la parte más avanzada del cerebro. Es donde realizamos nuestro pensamiento consciente superior.
Así, se comparó el cerebro de Albert Einstein con los registros cerebrales de 85 órganos normales, para descubrir que el genio poseía extraordinarias cortezas prefrontales. Es ahí donde funciona la memoria: el hacer y realizar planes, preocuparse, pensar sobre el futuro e imaginar escenarios.
También sus lóbulos parietales eran muy asimétricos, importantes para habilidades matemáticas y visuales.
Otra parte interesante fueron sus censores y motor de cortezas: se encontró una región inusual en la parte baja, que procesa la lengua y la laringe. Tal vez esa sea la razón por la cual Einstein podía sacar tanto la lengua, habilidad que se inmortalizó con la fotografía más icónica de él.
Esto demuestra que la estructura mental del creador de la Teoría de la Relatividad era, por lo menos desde la perspectiva anatómica, diferente a la de una persona normal.

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