domingo, 25 de noviembre de 2012

Los hechos del sexenio: 2006-2007 en busca de la paz social

Los hechos del sexenio: 2006-2007 en busca de la paz social

 

Y la pregunta es: ¿Por qué los medios de comunicación al finalizar el sexenio, a solo unos cuantos días de la terminación del mandato,  es cuando se ven los grandes artículos en contra del presidente fallido de México? ¿La gran maquinaria del periodismo en nuestro país está amenazada o vendida? Usted es el único que tiene la última palabra. 

A partir de hoy Excélsior presenta una serie sobre los sucesos que marcaron el gobierno del presidente Felipe Calderón

Andrés Becerril
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Foto Archivo
CIUDAD DE MÉXICO, 25 de noviembre.- Con el lanzamiento del operativo de seguridad en Michoacán, en diciembre de 2006, el gobierno federal decidió confrontar en el país la expansión de las organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico.
Para ello, puso en marcha una estrategia que intentaba restablecer la paz social y recuperar los espacios cooptados por grupos delictivos.
Fue el primer año donde la guerra contra el crimen tuvo como respuesta violencia extrema y amenazas hacia las autoridades; cada 24 horas, siete personas fueron asesinadas por sicarios de cárteles de la droga, en promedio.
Se dieron las primeras capturas de capos en el sexenio, así como la extradición de algunos otros. Se dio cuenta de la internacionalización del narcotráfico mexicano, pues se descubrió la amplia red de operaciones de cárteles mexicanos en países como Estados Unidos, Colombia y con contactos en diferentes puertos y aduanas del mundo.

Comienza la guerra
Unas cuantas horas después de que Felipe Calderón había logrado ceñirse en el pecho la banda presidencial, y de camino al alcázar de Chapultepec, el 1 de diciembre de 2006 en Michoacán, tierra del entonces nuevo Presidente de México, fue emboscado un grupo de policías.
Setenta y dos horas más tarde de ese ataque, el 4 de diciembre Calderón pronunció por primera vez la palabra “guerra” para referirse al combate contra la delincuencia que formalmente iniciaría, siete días después, el 11 de diciembre, con la Operación Conjunta Michoacán.
El príncipe español Felipe de Borbón fue testigo de aquel hecho público cuando Calderón dijo por primera vez “guerra”. El 20 de enero de 2011, el Presidente aseguró: “Yo no he usado el término guerra, y sí puedo invitar a que se revisen todas mis expresiones públicas y privadas. Yo no elegí el concepto de guerra. Yo he usado permanentemente el término de lucha contra el crimen organizado y lo seguiré usando”.
Fue en la inauguración de los trabajos del quinto Foro de Inversiones y Cooperación Empresarial Hispano-Mexicano, el 4 de diciembre de 2006, cuando Calderón dijo:
“Tengan la certeza de que mi Gobierno está trabajando fuertemente para ganar la guerra a la delincuencia, de que se aseguren y respeten los derechos de cada quien, los derechos de propiedad y de inversión, de que se combata sin tregua la corrupción y se resguarden los derechos patrimoniales de vida y de libertad de todos”.
Rubén Aguilar Valenzuela, coautor del libro El narco: la guerra fallida, sostuvo que el sexenio de Calderón “quedó determinado y sellado con la declaratoria de guerra del 11 de diciembre de 2006”. Ese día, el entonces secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, anunció el despliegue de siete mil efectivos del Ejército mexicano en la llamada Operación Conjunta Michoacán.
“Es un hecho que entonces no vio la dimensión que podía haber tenido esa operación, pero ese hecho marca el sexenio de manera clara y definitiva; me parece que esa declaratoria se funda en premisas falsas, porque ni México vivía el momento de mayor violencia, todo lo contrario, porque México no se había convertido de país de tránsito en país de consumo, no se consumen drogas en el país, ahí está la última encuesta de adicciones y tercero, supuestamente era el momento de mayor penetración del narco entre las estructuras del Estado, absolutamente falso también”, sostuvo Aguilar Valenzuela.
En la víspera del acto de Calderón con el príncipe de Asturias, en el municipio michoacano de Salvador Escalante, había sido muerto el comandante de la policía de dicho lugar, Antonio Cuevas, uno de los agresores de éste, además de un comerciante que pasaba por el lugar.
El día que Calderón se refirió por primera vez a la lucha contra la delincuencia como “guerra”, el 4 de diciembre, la Procuraduría General de Justicia de Michoacán (PGJE) informó que en el municipio de Coalcomán fue asesinada a balazos Jetzabel Abarca Parra, de 27 años. También dio cuenta de dos personas ejecutadas a balazos, en los municipios de Aguililla y Cotija.
Los hechos de violencia en Michoacán se iban multiplicando; el 11 de diciembre de 2006, día en que el gobierno federal anunció el Operativo Conjunto Michoacán, con el cual se desplegaba a los efectivos militares fueron arrestados diez hombres ligados al cártel de los hermanos Valencia.
Los sujetos capturados habían sido policías del municipio de Turicato. Para cuando el gobierno federal puso en marcha el Operativo Conjunto Michoacán, en esa entidad habían sido ejecutadas al menos 542 personas.
Michoacán estaba convertido en el escenario de la lucha por la plaza entre el cártel de Los Valencia, que estaba asociado con el Joaquín El Chapo Guzmán Loera , en contra del cártel del Golfo, que hacía mancuerna con una organización que apenas florecía, La Familia michoacana.
Contando los cuatro policías muertos del 1 de diciembre de 2006, en Michoacán ese año habían sido asesinados 36 policías, entre los que se contaba a los directores de seguridad pública de Uruapan, Los Reyes, Jacona y Maravatío. Se registraron ejecuciones de seis policías ministeriales, un agente del Ministerio Público y un policía federal. En la cuenta de sangre se contabilizaron 17 personas decapitadas.
“Entonces esas premisas que dan lugar a la guerra generaran una situación nueva de violencia. La violencia exponencial la genera la estrategia (del nuevo gobierno), no es cierto que lo genera la situación anterior del crimen organizado y eso va a marcar todo el sexenio y ahí están todas las estadísticas y todos los números”, señaló Aguilar Valenzuela.
El ex vocero en el último tramo de la administración de Vicente Fox dijo que el arranque del sexenio de Calderón que lo hizo con un llamado al combate al crimen organizada fue lo que marcó los seis años de gobierno que están por concluir.
“Con el añadido de que en los cinco meses de la transición administrativa (entre el triunfo electoral y la toma de posesión) y en los seis meses de campaña electoral, Felipe Calderón jamás habló de este tema. Por lo cual quiere decir que no había un problema. Alguien lo convenció sin hacer un análisis, sin hacer diagnósticos, sin todavía tomar el poder de que tiene que enfrentarse en esto que va a ser el fracaso del propio gobierno”.
Fue la víspera de llegar a la Cámara de Diputados, el 1 de diciembre, cuando Calderón habló directamente sobre el combate a la lucha contra la delincuencia.
El 30 de noviembre de 2006, el todavía presidente electo hizo públicos los nombres de quienes estaría en el gabinete de seguridad y justicia. Calderón anunció una batalla contra el narcotráfico y el crimen organizado, que costará tiempo, recursos e incluso vidas.
“El problema del narcotráfico y la delincuencia organizada tiene que enfrentarse con acciones enérgicas, una legislación adecuada y una mejor y mayor coordinación entre los cuerpos de la seguridad pública y la seguridad nacional”, señaló.
Su equipo
En ese acto Calderón presentó al general Guillermo Galván, como nuevo secretario de la Defensa Nacional; al almirante Mariano Francisco Saynez, como secretario de la Marina; a Eduardo Medina Mora, como titular de la PGR, y a Genaro García Luna, como nuevo secretario de Seguridad Pública federal. De los cuatro, solamente Medina Mora no terminó la administración en ese cargo.
Después de la primera mención a la “guerra”  que hizo Calderón el 4 de diciembre y el Operativo Conjunto Michoacán del 11 de diciembre de 2006, el 22 de enero de 2007, el presidente de México se volvió a referir a la “guerra”.
Esto ocurrió en la primera reunión del Consejo Nacional de Seguridad Pública.
“Hoy más que nunca México demanda de nosotros corresponsabilidad para salvaguardar la seguridad e integridad de los ciudadanos. Para ganar la guerra contra la delincuencia es indispensable trabajar unidos, más allá de nuestras diferencias, más allá de cualquier bandera partidista y de todo interés particular. La sociedad espera mucho de nosotros, espera resultados tangibles”, dijo Calderón ante 29 gobernadores del país y representantes de la sociedad civil.
Entonces anunció que los operativos que había ordenado poner en marcha en Michoacán, Guerrero, Tijuana, Chihuahua, Sinaloa y Durango se reforzarían. En ese acto Calderón delineó los ejes estratégicos de la cruzada nacional contra la delincuencia: integrar un sistema de interconexión Plataforma México, en los cuales se concentrarán la información de delitos de municipios, estados y Federación para generar inteligencia; evaluación y exámenes de control y confianza a los policías; formación y capacitación de agentes bajo estándares internacionales; la instauración de un servicio civil de carrera; adquirir una infraestructura técnica y de operación suficiente; terminar de establecer un registro vehicular; crear instancias de coordinación para realizar operativos conjuntos; acordar como una regla básica el combate al narcomenudeo; trabajar en las carreteras para garantizar una transportación segura de pasajeros y mercancías, al mismo tiempo que se protege a los cajeros automáticos y establecer un sistema de evaluación de resultados.
Aguilar señaló que en la acción de Calderón para emprender una “guerra” contra el crimen no encuentra otra razón que no haya sido la legítima, al estilo de cualquier presidente mexicano.
“El presidente Calderón es una persona muy inteligente, y estoy cierto que él sabía que era el momento de menor violencia del país, que no había consumo, que no había penetración, si no se sostiene ninguna de las premisas, la única explicación que uno puede asumir con cierta coherencia es entonces que pretendía legitimarse siguiendo la tradición de los presidentes mexicanos que no terminan por confiar en el resultado electoral, en el caso de Calderón, más cuestionado, y que recurren a un hecho fundacional, el presidente (Carlos) Salinas, La Quina; (Ernesto)  Zedillo, Raúl Salinas; (Vicente) Fox, los zapatistas, y Calderón se mete en una decisión de un envergadura que lo supera con mucho”.

Primer año2006-2007
Las bases
El primer año de gobierno de Felipe Calderón Hinojosa se sentaron las bases para la lucha contra la delincuencia que se suscitaron en los meses siguientes.
Por un lado creó operativos para desplegar masivamente elementos de las Fuerzas Armadas, mejoró las condiciones laborales de los integrantes de los cuerpos de seguridad e implementó programas como la Plataforma México para reforzar la lucha contra el crimen.
En los pirmeros 12 meses de su mandato se dieron los primeros golpes al crimen organizado, se permitió la extradición masiva de criminales de alta peligrosidad y hubo una colaboración más estrecha en materia anticrimen con gobiernos de otros países; sin embargo, las muertes violentas ligadas al crimen organizado crecieron de manera sostenida.

Operativos y programas
Durante su primer año de gobierno, el presidente Felipe Calderón Hinojosa, además de la Operación Conjunta Michoacán, envió al Ejército mexicano a operativos especiales a Tijuana, Nuevo León y Guerrero, con lo cual comenzó la era de la lucha antinarco con grandes pelotones de soldados
En ese primer año, el mandatario mexicano, que está a punto de dejar el poder, apareció en más de una ocasión con una gorra militar y una camisola verde, con cuatro estrellas; en el balcón central de Palacio Nacional, sus dos hijos varones Juan Pablo y Luis Felipe fueron captados vestidos como militares, incluyendo insignias, durante el desfile del 16 de septiembre de 2007.
-Calderón también propuso una serie de reformas en materia penal, entre las que se cuentan  un nuevo Código Penal único para toda la República, la autorización a la PGR para efectuar espionaje telefónico y la posibilidad de redadas sin una orden judicial.
-En este primer año de gobierno, Felipe Calderón le aumentó considerablemente el salario a los militares; puso en marcha la modernización de la policía a través de mecanismos tecnológicos de punta y como Plataforma México y el programa preventivo Limpiemos México.
-Calderón también puso en marcha en ese primer año el proyecto de Primer Empleo que implicaba la eliminación del pago de cuotas de los empresarios al Seguro Social durante doce meses cuando éstos contraten personal que no tiene experiencia laboral previa.
-En ese primer año de ejercicio de Calderón los resultados de la intervención militar no fueron halagüeños, ya que desde entonces la muertes en la lucha contra el narcotráfico empezaron a incrementarse.
-Hubo varios casos donde la población civil fue víctima de ataques de los efectivos militares.
-En el primer año de gobierno se documentó que se rebasaron los los índices históricos de ejecuciones vinculadas al crimen.
-Las estadísticas revelan que se cometieron 2 mil 500 asesinatos en los que los principales móviles fueron ajustes de cuentas o la lucha del territorio por la venta y distribución de productos enervantes.
2012-11-25 06:09:00

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