viernes, 16 de noviembre de 2012

El de Calderón, sexenio de muerte y violencia, dicen diputados a Poiré

El de Calderón, sexenio de muerte y violencia, dicen diputados a Poiré
El secretario de Gobernación capea el temporal y afirma que no se puede hablar de un país en crisis de gobernabilidad
Acusa a los partidos opositores de buscar chivos expiatorios
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Alejandro Poiré Romero y el diputado Rafael Moreno, ayer en San LázaroFoto José Antonio López
Roberto Garduño y Enrique Méndez
 
Periódico La Jornada
Viernes 16 de noviembre de 2012, p. 5
En el balance del sexenio que está por fenecer, diputados federales de PRI, PRD, PT, Movimiento Ciudadano y Nueva Alianza dijeron al secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, que Felipe Calderón deja al país con el índice más alto de violencia de la historia nacional, en la continuidad en la corrupción desde el poder, miles de muertos, desaparecidos y desplazados, y con un enfrentamiento evidente entre la Procuraduría General de la República y la Secretaría de Seguridad Pública.
La realidad que describieron durante casi cuatro horas diputados de la Comisión de Gobernación en el Salón Verde de San Lázaro, no inmutó a Poiré Romero, quien acotó: No se puede hablar de un país en crisis de gobernabilidad.
Señaló que los partidos no pueden buscar chivos expiatorios por la inseguridad que, alegó, no fue provocada por el gobierno de Calderón, sino por la delincuencia organizada.
¿Estaríamos mejor si los capos anduvieran libres en las calles?, refutó Poiré ante el reclamo de que Los Pinos privilegió la apología en radio y televisión de la aprehensión o muerte de narcotraficantes.
Incluso, el funcionario dijo que en buena medida, el Congreso de la Unión avaló la política de calderón para combatir la delincuencia –postura que, sin embargo, no fue rebatida por los legisladores en su comparecencia–, y defendió a la SSP y a la Policía Federal que, sostuvo, es la más sólida base de combate a la delincuencia que haya tenido el país.
Interrogado sobre la iniciativa que ayer presentó el PRI para desaparecer a la SSP, a cargo de Genaro García Luna, afirmó que cualquier reforma del sistema policiaco contará con la base sólida de la Policía Federal.
Aseguró que el gobierno no supo del operativo Rápido y furioso, y reconoció que los agentes de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) emboscados por agentes de la Policía Federal en Tres Marías se encontraban en funciones de obtención de información.
Poiré eludió la mayor parte de los cuestionamientos sobre las restricciones a la libertad de tránsito por los retenes militares, la desatención a víctimas de la guerra contra la delincuencia y la desagradable analogía que el funcionario hizo –en entrevista con La Jornada– en el sentido de que la administración de Calderón encontró al país infestado de ratas.
El diputado del Panal Antonio Roldán le preguntó: ¿Calderón enmendó o fracasó? Poiré no contestó. Manuel Huerta (PT) ironizó: “Usted declaró que las ratas estaban en el refri, debajo de las camas, el clóset y la cocina. Lo que no sabemos es si se refiere a las que concibió Fox o Calderón”.
Aunque Acción Nacional trató de amainar las críticas, sus diputados se limitaron a definir que el país sí cambió en los dos sexenios recientes, y dijeron que prueba de ello es la libertad con la que los legisladores hicieron sus preguntas.
Sólo la diputada Ruth Zavaleta, ahora con la camiseta del Partido Verde, defendió a mi amigo Genaro García Luna, y cuando buscó halagar a Enrique Peña Nieto, trastabilló y se refirió al priísta como el presidente electo Felipe Calderón. Zavaleta provocó una silbatina desde las curules priístas. Para los que chiflaron, ya sé que los despierto. Me gusta provocarlos, les dijo.
En las posturas de los partidos, el coordinador de los diputados de Sinaloa, Heriberto Galindo Quiñones (PRI), definió que el Congreso no puede hacer abstracción del ánimo social, donde es evidente la zozobra e intranquilidad a causa de la violencia. Anticipó que con el retorno del PRI al poder se revisará en detalle y rectificará la estrategia contra la delincuencia, para revertir la tendencia de una situación difícil y penosa.
También, expuso, se devolverá al país “la visión democratizadora… las buenas maneras, los principios constitucionales y la defensa de las instituciones”.
Frente a las críticas de que Calderón se aventuró a una cacería y que la herencia de Acción Nacional en el poder será sólo muerte, dolor y cínica continuidad de la corrupción, Poiré aseguró que en modo alguno fue una ocurrencia enfrentar al crimen organizado, y dijo que el Legislativo es corresponsable porque aprobó a Calderón iniciativas antisecuestro, contra la trata y tráfico de personas y dar a la Policía Federal atribuciones de investigación.
Al final, el funcionario pidió a los diputados no confundir el esfuerzo de destacar los avances de gobernabilidad con optimismo, definición que contrastó el petista Manuel Huerta: No confunda tolerancia y paciencia ciudadana con gobernabilidad, que sólo existe por la manipulación informativa. Su secretaría está reprobada.

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