domingo, 25 de noviembre de 2012

Computadoras vivas

Computadoras vivas

Computadoras vivas

Una computadora es cualquier cosa que pueda procesar información, realizar cálculos y utilizar códigos lógicos para crear entradas y salidas, como el código binario.
Ahora, una pequeña comunidad de científicos internacionales, principalmente de ingleses y japoneses, trabajan para expandir el reino de las computadoras a un organismo vivo. Casi todos sus experimentos son teóricos, pero otros representan un gran paso hacia las computadoras biológicas.
Andy Adamatzky, de la Universidad del Oeste de Inglaterra, y un equipo de investigadores japoneses, construyeron un código lógico que funciona con cangrejos. Primero, desarrollaron un laberinto que replicaba la forma de los cables de la entrada lógica de una computadora.
Después, dispusieron dos conjuntos de cangrejos en cada entrada o extremo del circuito (laberinto). Cuando los dos grupos de cangrejos se encontraban, se unían para formar un nuevo enjambre (salida), demostrando que un sistema aleatorio puede producir un orden.
En otro estudio, bioingenieros suizos anunciaron que lograron programar células humanas para hacer sumas y restas binarias, que es como las computadoras realizan operaciones aritméticas: alteraron genéticamente las células para elaborar un circuito de genes en pares, donde se encendía uno y apagaba el otro. Así, estas células podían procesar dos entradas (1, 0) y dar un respuesta produciendo una proteína roja o verde fluorescente.
Adamatzky alega que estos circuitos, basados en el mapa biológico del musgo, podrían eventualmente conllevar a la creación de conexiones sin cables, y los procesos de información podrían ser más eficientes que los actuales.
Y es que combinar el musgo con electrones podría traer beneficios. Actualmente Adamatzky trabaja en un chip de computadora con una comunicación eléctrica como el musgo, capaz de expandir, aprender y asimilar su entorno.
De esta forma, la tecnología híbrida podría procesar la información más como un cerebro y menos como una computadora, aprendiendo y creciendo mediante un esquema de prueba y error, haciendo posible resolver problemas en neurociencias y ciencias computacionales.
Otra ventaja sería la funcionalidad donde otros aparatos eléctricos no la tienen. "Piensa en una computadora en un ambiente hostil, como el fondo del mar, dentro del cuerpo humano o en otros planetas donde las computadoras no pueden funcionar" dice Akl, colega japonés de la investigación.
Todo parece indicar que el mayor beneficio sería en la medicina: las células podrían interactuar con otras células, para que, por ejemplo, una mujer con alta probabilidad de cáncer de mama pueda tener un implante que reconozca las células cancerígenas, y analizar si es necesario producir la proteína que mate las células tumorales.
"Una célula enferma puede ser programada como un defecto" para ser localizada y desechada, dijo Akl al portal PopSci.

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